-Madison, despierta.-Dijo mamá.
-Cinco minutos más...
-¿¡Ya viste qué hora es!?-Mamá me destapó.-Levántate ya, Madison.
-Pero mamá...-Me senté en la cama.
-Pero nada, párate y arréglate porque vamos a salir a comer.
-¿¡A comer!?-Tomé mi celular de la mesita de noche.-¿¡Son las 2:00 pm!?
-Sí, así que date prisa.-Mamá salió de mi habitación y yo me levanté de la cama.
Me cambié rápidamente, luego me maquillé y me peiné.
-¿Ya estás Madison?-Preguntó mamá tocando la puerta de mi habitación.
-Si ma, me voy a lavar los dientes.
-Ok, te esperamos abajo.
Cuando terminé de cepillarme los dientes agarré mi chaqueta y bajé corriendo, no había nadie en la sala así que salí de casa y ya estaban todos en la camioneta, cerré la puerta y subí al auto.
-¿A dónde iremos?-Pregunté.
-Al Chili's.-Respondió mamá.
-De acuerdo.-Saqué mis audífonos y puse música en mi celular.-Me avisan cuando lleguemos.
Durante el camino me quedé dormida escuchando música, hasta que finalmente llegamos.
-Madison, ya llegamos.-Dijo Austin.
-Ok.-Bajé de la camioneta y cerré la puerta.
-Bienvenidos al Chili's.
-Buenas tardes. Mesa para cuatro, por favor.-Dijo mi papá.
-Adelante, síganme por favor.-El señor nos guió hacia una mesa y nos sentamos, los asientos eran muy cómodos.
-En un rato vendrá un compañero para atenderlos.-Dijo el señor poniendo las cartas del menú en la mesa.
-De acuerdo, gracias.-Cuando papá terminó de hablar el señor se alejó.
-¿Ya saben que van a pedir?-Preguntó mamá.
-Si.-Respondió Austin.
-¿Puedo pedir alitas picantes?-Pregunté.
-Es muy poco para tu estómago, pero como quieras.-Respondió papá.
-Ok, entonces pediré eso.-Un chico se acercó a nuestra mesa y nos atendió.
-Buenas tardes. ¿Qué van a pedir?-El chico comenzó a colocar los cubiertos sobre la mesa.
[...]
-La cuenta, por favor.-Dijo papá.
-Aquí tiene, señor.
-Gracias.-Papá pagó la cuenta y luego salimos del restaurante.
-Suban a la camioneta.-Dijo mamá.
Volvimos a casa y eran las 3:30 pm. Estaba muy cansada y el día estaba nublado y deprimente, subí a mi habitación y me puse algo cómodo, luego saqué mi computadora y me acosté en mi cama, toda la tarde me la pasé chateando y viendo videos. Llegó la noche y mamá nos llamó para cenar.
-Ya está la cena, bajen.
-Ya vamos.-Dijimos mi hermano y yo al mismo tiempo.
-Cariño, ya ven.-Dijo mamá.
-Un segundo, amor.-Contestó papá.
-¿Qué hay de cenar?-Pregunté.
-Lasaña.
Terminamos de cenar y fuimos a nuestras habitaciones a dormir.
-¡Buenas noches!-Grité desde mi habitación.
-Buenas noches hija.-Dijeron mis papás.
-Buenas noches hermanita.-Dijo Austin.
Me acomodé en mi cama, agarré mi celular y puse la alarma, lo apagué y lo puse en mi mesita de noche, por último apagué la lámpara.
[...]
-Hola Maddie.-Dijo Sam mientras acomodaba sus cosas.
-Hola Sam.-Caminé hacia mi lugar y puse mi mochila detrás de mi silla.
-¿Puedes ir mañana al Starbucks?-Preguntó Sam.
-¿Pero a cuál? ¿Al que está cerca de mi casa?
-Si.-Respondió.
-Ok, entonces voy a preguntarle hoy a mis papás.
-Bueno, pero a qué...
-Buenos días chicos.-La señorita Brooklyn (psicóloga) entró al salón e interrumpió a Sam.-El día de hoy va a entrar una nueva alumna, su nombre es Ashley:
-Pasa Ashley, bienvenida. Toma asiento allá atrás, por favor.-Indicó la señorita Lee.
-Gracias.-Respondió la chica en voz baja.
-Espero que la integren, gracias.-Dijo la señorita Brooklyn retirándose.
Cuando la chica entró al salón, sentí que mis celos se elevaron, ella era muy simpática. Voltee a ver a Wesley y vi que la estaba observando al igual que Cameron. Pasaron varias clases hasta llegar al segundo recreo del día.
-¿Sam, viste como los idiotas del salón se le quedaron viendo a Ashley?-Pregunté mientras bajábamos las escaleras.
-Si, lo peor es que uno de esos idiotas era Cameron.-Dijo Sam decepcionada.
-Un momento.-Me detuve un segundo y continué hablando.-¿Te gusta Cameron?
-No lo sé... Creo que si.-Respondió mirando hacia el piso.
-No me lo habías contado eh, pero bueno.-Me quedé callada un rato mientras comía.
-¿Vamos a hablarle a Ashley? Tal vez sea una buena persona.-Dijo Sam.
-Está bien, vamos.-Caminamos hacia donde estaba Ashley, ella estaba sentada en una banca mirando a los chicos jugar fútbol.
-Hola, me llamo Samantha.
-Hola, yo soy Ashley.-Dijo la chica.-¿Quieren... sentarse?
-Ok.-Respondió Sam sentándose.-Ella es Madison.
-Hola.-En mis labios se formó una sonrisa forzada.
-Hola Madison.-Dijo Ashley.
Estuvimos hablando un rato y unos minutos más tarde sonó la campana, subimos a nuestro salón y el profesor de educación física entró, luego bajamos al patio y comenzamos a calentar.
-¡Atención! ¡Hey! ¡Cameron, Wesley y Blaziken, pongan atención acá adelante!-El profesor esperó a que todos hagan silencio y luego continuó hablando.-El día de hoy vamos a jugar fútbol, primero las chicas y luego los chicos, formen equipos.
-¿Quiénes son las capitanas?-Pregunté.
-Tú y...-El profesor miró alrededor y luego procedió.-¿Cómo se llama la chica de allá?
-¿Quién? ¿Ashley?
-Si, ustedes dos son las capitanas.-Respondió el profesor.
-Si quieres tu elige primero Ashley.
-Ok, elijo a Samantha.-Dijo ella.
-Mierda.-Susurré.-A Ginna.
Fuimos eligiendo así sucesivamente hasta que terminamos de elegir y comenzamos a jugar. Íbamos 5-3, mi equipo iba ganando hasta que Ashley me pateó y caí al suelo.
-¡Maddie!-Gritó Sam.
Todos se acercaron a mí y formaron un círculo a mi alrededor. Mi rodilla estaba roja y sangraba un poco.
-Lo siento mucho.-Dijo Ashley.
Yo no le respondí ya que estaba concentrada en el dolor, además estaba molesta con ella, sentí que lo había hecho a propósito y lo hizo parecer un accidente.
-Samantha y Ginna llévenla a la enfermería, por favor.-Dijo el profesor.
Me ayudaron a levantarme y me apoyé en sus hombros, caminamos hasta la enfermería y me dejaron en una camilla.
-¿Qué le pasó?-Preguntó la enfermera.
-Estábamos jugando fútbol y una compañera la pateó por accidente.-Respondió Ginna.
La enfermera comenzó a buscar algodón pero no encontró.-Quédense aquí, voy por algodón, no tardo.-Salió de la habitación y cerró la puerta.
-¿Maddie, estás bien? ¿Te duele mucho?-Preguntó Sam.
-Si, estoy bien.-Respondí un poco adolorida.
Estaba buscando la forma de decirles que no me pareció un accidente, pero no sabía si estaba en lo correcto, tal vez si fue un accidente y yo me estoy imaginando cosas.
-Ustedes...-Dudé si debía preguntarles o no.-¿Ustedes creen que haya sido un accidente?
-¿De qué hablas?-Dijo Sam
-¿A qué te refieres?-Preguntó Ginna.
-Yo... No lo sé, sentí como si Ashley lo hubiera hecho a propósito.-Respondí.
-Yo noté que cuando te caíste ella parecía estar feliz.-Dijo Ginna.
-Chicas, es su primer día aquí y no podemos culparla, tal vez si fue un accidente.-Dijo Sam.-Además, ¿por qué querría hacerte daño? Si te acaba de conocer.
-Tienes razón, todo esto debe ser un mal entendido.
-Yo aún no me convenzo de que haya sido un accidente.-Ginna nos miró a las dos y luego continuó hablando.-Hay algo en ella que no me gusta.
La enfermera entró a la habitación con el algodón.-Chicas, ya pueden irse a su clase yo me quedo con Madison.-Dijo mientras le ponía alcohol al algodón.
-Está bien. Te esperamos en el salón, Maddie.-Dijo Sam.
-Adiós chicas.
-Esto te va a arder un poco.-Dijo la enfermera poniendo el algodón sobre la herida.
-¡Arde, arde, arde!-Me quejé, luego la enfermera retiró el algodón.
-Te voy a vendar la rodilla.-La enfermera agarró una venda y me la puso.-Listo, ya puedes ir a tu salón.
-Gracias.-Dije levantándome de la camilla.
-De nada.-La enfermera me acompañó hasta la puerta y luego caminé hacia el patio.
-Madison, ¿ya estás mejor?-Preguntó el profesor caminando hacia mi.
-Si, pero como no puedo hacer educación física, ¿puedo ir al salón?
-Ok, ve con cuidado.-Respondió el profesor.
Me alejé de ahí y fui al salón. Cuando llegué, me senté en mi lugar y vi que había una nota encima de mi mesa.
Nota:
Dejemos de fingir, sé que no te agrado y tú tampoco a mí. Voy a poner a todos tus amigos en tu contra y pronto dejarás de agradarles, tú mejor amiga ahora será mía y el chico que te gusta también. Así que disfruta este día porque los días felices para ti terminan hoy.
Anónimo.
Arrugué la carta y luego la hice bolita. ¿Quién me pudo escribir algo así y por qué? Esas eran las dos preguntas que me hacía y que no dejaban de rondar por mi cabeza.
Gracias por leer. Voten para continuar 💕