Maratón (parte 2)
Definitivamente, era un tonta cuando se trataba de beber. Ahora precisamente estaba a punto de sufrir una de las consecuencias de mi borrachera.
Sabía que lo que estaba a punto de hacer, iba a provocarme una gran vergüenza con Chris, pero eso no me importaba. Lo único que hacer, era desahogar el sentimiento de impotencia que tenía, al estar a punto de perder a mi chico común gracias a Camila.
—Eres mi idola—me dijo Amanda, mientras llevábamos una enorme escalera que le habíamos robado a Alex.
Mi jefe no se había dado cuenta que sacamos esa escalera, ya que Ami había tenido la llave de la entrada alternativa, donde a su vez también se hallaba la bodega del restaurante en la que estaba guardada la escalera. Para nuestra suerte, Alex estaba demasiado ocupado en el restaurante, como para darse cuenta que dos borrachas locas estaban saqueando su bodega.
—Si Alex nos ve, nos va a matar. Primero que nada; por haber robado su escalera—le informé a Ami—. Segundo; por estar borrachísimas. Y tercero; porque se supone que tú deberías estar trabajando—yo hice mi observación, pero Ami parecía ni hacerme caso. Ella solo estaba perdida en sus pensamientos.
—Naaa, ese chico es muy despistado como para andarse fijando en lo que ocurre en la calle. Y además le pedí permiso, porque tenía que estar contigo para evitar que te lances de un puente por culpa del amor—ella se burló de mi—. Claro que tuve que decirle que estaba enferma.
—Si claro, y ahora me va a llamar a mí para que vaya a reemplazarte—le dije con los ojos entrecerrados—. Y bien sabes que mis vacaciones debería estar ocupándolas, en ir a llorar por mi novio falso traidor—me reí nostálgica.
—Solo no le contestes a Alex y ya—me sugirió Ami.
—Que empleada más ejemplar—le dije irónica, pero ella solo me soltó una risa.
—Mi trabajo va después de mi amiga—ella por regresar a mirarme, casi se tropieza con todo y escalera. Por suerte yo la avance a agarrar—. ¡Estoy bien!—me gritó quitando mi mano que la sostenía del brazo—¡No necesito ayuda!... ahm...como iba diciendo...por ahora es más importante apoyar a mi amiga, con su venganza al idiota de su novio.
—Por eso te quiero tanto—le hablé sentimental—. Pero quiero recordarte que yo no me quiero vengar, él no se merece...
—¡Aby, ya deja de hacerte la niña buena!—ella se detuvo poniendo de golpe la escalera en el piso. Yo por supuesto casi fui llevada por el peso—. Tú sabes muy bien, que en el fondo quieres hacer esto. Tú amiga Aby, quieres desahogarte.
—No lo sé—dije mirando a mi alrededor, donde unas cuantas personas que pasaban, se iban riendo de nosotras. Menos mal no se habían quedado a ver nuestro show—. ¡Pero solo para que veas que soy de palabra y que no le temo a nada ...lo voy hacer!—si definitivamente el alcohol le hacía mal a mi cabeza. No sé cómo fue que se me ocurrió hacerme la valiente ante el maravilloso reto de Ami.
Agradecida internamente a que ya empezaba a oscurecer, así quizás nadie en la calle nos vería. Creo que por eso hasta empecé a caminar más tranquila hacia la casa de Chris. Pero la tranquilidad no me duro mucho, ya que mi mente se empezó a imaginar cómo sería aquel beso entre la Camila y Chris en la mañana. Solo eso me bastó, para que se me quitara el temor de continuar con mi serenata.
—¡Ese idiota, va a lamentar haberme traicionado con la chica minion!— dije furiosa.
—Créeme que lo va a lamentar—ella se empezó a reír con muchas ganas—. Eres toda una Julieta en busca de su Romeo...bueno, una Julieta que busca a su Romeo para romperle el corazón.
—¡Que Romeo ni que nada! ¡solo es un pendejo!— grité con rabia. Incluso por andar tan concentrada en la ira casi tropiezo, pero para mi suerte Ami fue la que me sostuvo.
Después de caminar por varios minutos más, llegamos a la casa de Chris. Pude ver que la luz de su cuarto estaba encendida, así que eso me hizo pensar, que había llegado el momento de mi reto venganza.
—¿Segura que no hay nadie aquí, aparte de él?—pregunté a la vez que me sentaba en la vereda.
—No amiga, esta solito—Ami se sentó a mi lado tratando de acomodar la escalera entre la vereda y la calle—. Mi mamá me dijo que se iba a ir con la señora... ahm....¿cómo se llama?...—Ami me miró pensativa— ¡Ah si! ...la señora Yenny. Ajap, si mi mamá me dijo que iba a ir con ella, a un matrimonio que quedaba a algunas horas de aquí. Y también me dijo, que Jonathan las iba acompañar, así que como conclusión... ¡el único que está en esta casa es Chris!—ella dio palmaditas de emoción.
—¿Estas segura?—yo miré hacia el segundo piso fijamente.
—Sí, tienes toda la noche para dedicarle tu romántica serenata—ella se empezó a reír de mi cara de angustia—. Mi mamá me dijo que iban a regresar en la madrugada o quizás en la mañana.
—Creo que mejor me voy—hablé nerviosa—. ¡Sí, me largo!—yo me puse con dificultad de pie, pero Ami me jaló por las mismas.
—Camila y Chris se besaron—ella me recordó—. Toma venganza mujer. Ya que no puedes tener al chico, al menos mándalo a la porra por querer a otra.
—¿Segura eres amiga de Chris?¿Qué clase de amiga eres?—le pregunté con ironía—. Tú mas bien deberías estar evitando que yo haga esto.
—En este momento estoy de parte del género femenino—ella me codeó—, y sin duda Chris traicionó a alguien de mi equipo, así que te apoyo Aby.
—Ya te dije que él no me traicio...
—¡No Aby! Traición es traición, así que cumple con tu reto y ya verás que te vas a sentir mejor.
Bueno, iba hacerle caso a Ami. Quizás ella tenía razón.
Me puse a meditar, que tal vez el insultarlo con una canción, me iba hacer sentir mejor. Quizás solo así, me seria menos difícil dejarlo ir con el amor de su vida.
Además tenía una ventaja con todo esto, y eso era que podía decir que todas las burradas que haría iban a ser como producto de haber estado borracha. Solo así yo quedaría excusada de mis actos sin problemas.
—¡Ya que!— exclamé poniendo toda mi fuerza de voluntad—. Vamos a ver qué tanta razón tienes.
Después de poner con muchas dificultades la escalera, me decidí a subir hasta el balcón que me llevaba hasta el cuarto de Chris. Al decir verdad se me quitaron los nervios, y más bien, me sentía muy divertida por todo lo que pasaba, cosa que me sorprendió. Supongo que todo eso fue gracias al alcohol en mi organismo.
—¿Cuál de todas le dedico?—le susurré a Amanda, cuando ya me encontraba instalada en el piso de arriba. Por suerte Chris aún no se daba cuenta de mi presencia
—Una canción de despecho, ¿quizás una balada? Mmm....¡O ya sé! ¿Que tal una ranchera?Siempre se mandan una de esas en las serenatas—ella empezó a reírse por poco recostada en el piso—. ¡Si una ranchera es perfecta para una serenata! ¡Ya quiero ver la cara de ese Vélez!
—Buenísima idea—susurré divertida. Nunca había cantado alguna ranchera, pero la sola idea de imaginarme haciéndolo me causo risa. Era vergonzoso y divertido a la vez—. ¿Que tal si primero hago que salga con una canción romántica?
—No amiguis, no. De una cántale la que venimos a cantar—ella me exigió desde abajo.
—¡No!—alcé la voz, pero inmediatamente me tape la boca arrepentida—. Esta es mi serenata y hago lo que quiera—yo revisaba que él no saliera por su puerta. Por lo visto no había escuchado mi grito.
—Bueno, no importa. Con tal que le cantes una canción donde le digas que es un idiota, me da igual lo que hagas—ella con dificultad se puso de pie y alzó los brazos—. ¡Tu puedes Abichuela! ¡Abichuela!¡Abichuela! ¡Urra!
Intentando no reírme, empecé a buscar una canción en youtube, y al encontrarme una de las típicas canciones de serenata con mariachi, la puse en alto volumen y empecé a cantar a todo pulmón.
—Estas son las mañanitas, que cantaba el rey David, a las muchachas...digo muchachos bonitos, se las cantamos así— yo entonaba con el alma la canción—. Despierta mi bien despierta , mira que ya amaneció. Ya...
De pronto la puerta de la habitación que tenía en frente se abrió de golpe, e inmediatamente un Christopher estupefacto salió a espiar.
—¿Aby?—él me miraba parpadeando exageradamente, como si tratara de comprobar que lo que estaba viendo era real.
—Que linda esta la mañana...digo noche, en que vengo a saludarte...
—¡¿Qué diablos...?!— él se acercó a mí para taparme la boca con su mano, y yo por supuesto empecé a forcejear.
—¡Oye no seas grosero! Solo venía a darte una serenata—empecé a gritar—¡Amanda, tu amigo no... me deja terminar..!—él seguía tratando de callarme.
—¡¿Qué?!—gritó ella desde abajo.
—¿Ami está aquí?—Chris empezó a caminar, jalándome junto a él hacia el filo del balcón. Sus ojos se abrieron al ver abajo a mi amiga borracha—¿Qué les pasa a ustedes?¡No puede ser!—se lamentó él.
—¡Voy a darte tu serenata quieras o no!—le advertí, soltándome bruscamente de su agarre—. Estas son las mañanitas...— quise seguir con mi canto pero no pude, ya que él me había vuelto a tapar la boca con su mano.
—Hermosa, por favor cállate, los vecinos ya se están empezando a dar cuenta—me informó y curiosa regresé a ver a las casas vecinas, donde efectivamente algunas luces se habían encendido. Incluso algunos noveleros estaban en sus terrazas disfrutando del espectáculo.
Si hubiera estado sobria, posiblemente ya me habría hecho una funda de papel con dos agujeros para taparme la cara, pero como en aquel momento estaba a modo "sin vergüenza", me empecé a reír como loca.
Juro morí de la risa, cuando noté a mi lado a un Chris en extremo nervioso debatiéndose en decidir a quién ayudar...si a mí o Amanda, la cual seguía abajo haciendo barras escandalosamente. Creo que el ver a Chris en apuros era muy divertido.
—¿Qué hago?—dijo pensativo
Mientras él estaba concentrado tomando decisiones, a mí se me había ocurrido mi siguiente canción en el repertorio. Sin duda la melodía de mi elección, no le gustaría a nadie que se la dediquen.
—Rata inmunda...Animal rastrero... Escoria de la vida... Adefesio mal hecho— le cantaba con todo mi corazón borracho.
Podría haber seguido cantando inspirada por mucho rato, pero lastimosamente él me interrumpió cuando me tapó la boca con su mano. Pero yo por supuesto no me dejé. Incluso le di un pequeño mordisco a la palma de su mano, causándole que gritara ligeramente.
Definitivamente Chris no iba a detener mi serenata.
—¡Infrahumano! .... ¡Espectro del infierno! ...¡Maldito bodoque! ... ¡Cuánto daño...!— yo gritaba mas que cantar.
De pronto Chris en cuestión de segundos, me había atrapado en sus brazos. Yo no pude ni siquiera reaccionar en el momento que me cargó con extrema facilidad. Ahora tan solo no podía evitar que me llevara hasta su habitación en medio de mis pataleos.
—¡No! ¡Oye pendejo, solo venía a cantarte tu canción!—sin evitarlo me reía escandalosamente en esos momentos—¡Déjame terminar maldito..!—empecé a retorcerme mientras me ponía sobre su cama.
—¡Aby! ¡Tú te vas a quedar aquí calladita! ¡¿entendido?!—me exigió mientras se iba hasta la puerta del balcón, para ponerle seguro con llave.
—¡No quiero!—protesté poniéndome de pie
Chris ignorando mis gritos, fue hasta la puerta interna de su cuarto. Yo porsupuesto afrentosa, iba detrás de él para intentar salir, pero él me tapaba el paso.
—¡¿Acaso estás pensando encerrarme?!—le grité en la cara, jalándolo de su camiseta. Chris por su parte no me hizo caso y salió dando portazo, dejándome adentro. Quise abrir la puerta pero ya estaba con llave.
—¡Oye! ¡No me puedes dejar aquí!—me quejaba golpeando la puerta
Pude escuchar por el pasillo, que él hablaba con alguien. Asumí que estaba hablando por teléfono.
—¡Ven inmediatamente a mi casa!—decía él—. No me importa, ven ahora mismo...
—¡Chris sácame de aquí!—volví a gritarle como último esfuerzo
—Sí, esa era Aby. Luego te explico, por ahora solo te necesito aquí...o más bien la borracha de tu novia de necesita—Chris conversaba con el que parecía ser Dani—. Sí, sí, apúrate, que ella está igual o más loca que Aby ....Claro, ahorita salgo a ver a Amanda... No Aby está en mi cuarto ...¡Daniel ahora no es momento para tus chistes pervertidos! ¡Te espero aquí!
Luego de esa conversación, pude escuchar pasos que se desvanecían, bajando por las escaleras.
Lo que había hecho definitivamente iba a ser una de las mayores ridiculeces del año. Internamente me reí al recordar mi serenata fallida para Chris. Se podría decir que en el mismo instante no me sentía avergonzada, pero sabía muy bien que en la mañana siguiente me sentiría como la mayor tonta en el mundo mundial.
En fin...después de reírme un poco mas de mis actos, mis pensamientos de pronto trajeron a la mente, el objetivo de la serenata, y eso era... terminar con Chris.
Solo ese detalle bastó para que mi buen humor se extinga, debido a que recordé que a partir del día siguiente, él iría libremente detrás de Camila. Y era mas que claro, que el pensar aquello me causo un dolor en el pecho, que debía aprender a soportar. Esa era mi única opción.
—¡Te voy acusar con mi osito!—escuché un grito de Amanda desde abajo—¡Cómo te atreves a obligarme a entrar aquí!
—¡Como se te ocurre obligar a la pobre Aby, a tráeme una serenata!—se quejó él— Esa idea solo a ti se te ocurriría.
—Bueno... sí se me ocurrió, pero a la final ella lo quiso hacer— Ami se empezó a reír—. Déjame decirte que a Aby le encantó mi brillante idea, tanto que hasta la cumplió. Así que como lo ves, yo no la obligue a nada, tarado.
—¿Le encanto? Pero si ella...—Chris se quedó en silencio— Creo que ya se está empezando a parecer a ti, porque ella era inocente hasta que tú...
—¡Claro, ahora échame a mí la culpa de lo que tú estas causándole!—gritó Ami
En mis adentros me puse a pensar, que aquello que dijo Amanda era verdad. Él estaba causando sentimientos que me estaban forzando a cambiar. Aquel castaño estaba haciendo que tome decisiones que nunca en mi vida creí tomar.
—¿Que yo hice qué?
—¡Pues sí! ¡¿No te das cuenta acaso?!—gritaba Ami—Ella está en serio molesta por que aún sientas algo por Camila... Y de hecho...fuera bueno que te dieras cuenta, para que así mires que a veces la persona correcta para ti, está más cerca de lo que crees.
—¡No entiendo nada!—habló Chris
—Escúchame... y solo para que lo sepas, ya se todo sobre su falso noviazgo—Ami le informó a Chris.
—¿Ella te dijo...?
—Sí, tuvo que contarme, porque si no lo hacía iba a tener una crisis emocional—la escuché hablar burlona.
—¿Crisis? ¿Por qué...?— él empezó a lanzar preguntas
En ese instante ya me estaba poniendo nerviosa. La idiota de Amanda estaba empezando a divulgar mis secretos, y por ninguna razón quería que Chris se enterara de lo que sentía por él. Odiaría que él me mirara incomodo. Yo no quería que Chris me tuviera lastima por no sentir lo mismo.
—Olvídalo, ya no importa. Ella ya soltó la sopa y está bien—Ami le respondió—. Pero...como te iba diciendo, a ella le está molestando algo o mas bien alguien. ¿Y tu quien crees?...pues...¡Camila!
—¿Molesta? Pero si ella es la que me está ayudando en eso—aseguró él
—Ella no está haciendo más que apoyarte, porque te quiere tanto que hasta te apoya en la idea más estúpida, solo por verte feliz.
—Ustedes sí que me confunden. Y de hecho...Aby es la que me confunde mas en todo. Yo solo...
De repente, pude escuchar el golpeteo en una puerta que interrumpió la conversación.
—¡¿Dónde está esa loca?!—escuché decir a Daniel.
—¡Loca tu abuela!—habló ofendida Amanda
—Sí, si bueno. Ahora ya vámonos, que capaz que llega la mamá de Chris y nos mata a todos.
—La señora Jenny no va a venir hoy. Ella se fue a un compromiso con mis padres—comentó Ami—¡Oye bájame, que si me ven llegar así van a pensar que estoy borracha!
—Amor, te informo que ya estas borracha—dijo Daniel de mal humor.
—Si llévatela por favor. No vaya a ser que se le ocurra darle más ideas a Aby—Chris pidió.
—¿Qué ideas le estabas dando amor?—había preguntado Dani
—Unas buenísimas. Fíjate que le dije a Aby que le diera...
—Más luego te llamo para contarte—interrumpió inmediatamente Chris
Luego de eso, pude escuchar las risas de Ami y Dani, hacer eco en el piso de abajo.
—¡Aby, muéstrale quien manda! ¡No te dejes dominar por los hombres traidores!—gritaba Ami para mí.
—Suerte con tu novia—dijo Chris. Supuse que eso le dijo a Dani.
—No sé qué voy hacer para callarla, pero ya se me ocurrirá algo en el camino. Tú suerte con Aby—habló Dani, para después escuchar la voz de Ami hacerme barras escandalosamente—. Y es mejor que la lleves pronto a su casa antes que llegue tu mamá.
—Por suerte va a llegar hasta mañana, así que aún tengo tiempo para regañar a la loca de mi novia—Chris dio un largo suspiro—. Y se lo merece, porque de seguro mi mamá me va matar por los chismes que le llegarán luego de esto.
—Mañana temprano vengo a tu funeral, hermano—Daniel se reía junto a Amanda.
—¡Eso es lo que se ganan los hombres por hacernos sufrir!—se burló mi amiga
—Sí, si amor. Mejor vámonos ya—sugirió Dani.
Después de un rato la puerta de abajo se cerró, dejando así un silencio profundo en toda la casa. Yo mientras tanto, me había sentado tranquilamente al filo de la cama a la espera de mi Romeo, el que seguramente venia listo para regañarme.
—Tengo que salir de aquí—me dije a mi misma, después de un largo rato de espera.
¡¿Porque carajos no venia?!
En un instante de pronto la puerta se abrió, y Chris entró con una taza en las manos. Y yo en ese momento intenté ignorarlo pero no pude, ya que sin querer solté una risita ante su cara de enojo. Era obvio que el alcohol hacia que viera todo como a chiste. Incluso me daba risa que Chris estuviera a punto de matarme por lo que le hice.
—Tómate esto— él me puso en frente una taza de café.
—En este momento no tengo tiempo para beber eso—le dije intentando ponerme de pie—. Y mejor me voy antes que llegue tu mamá.
—Tú te quedas aquí hasta que te pongas bien— Chris me empujó de los hombros para que me volviera a sentar—. Además mi mamá debe estar muy lejos.
—¡No quiero!—replicaba mirándolo asesinamente—. Mejor vete a cuidar a Camila— le solté mis palabras, nuevamente intentando pararme pero él me lo impidió.
—¡Tómate esto ya!—me gritó enojado, y yo sorprendida y de mal humor cedí.
—Ash, bueno papá.
Intentando no mirar a Chris me acabe de un bocado la bebida caliente, y me crucé de brazos enojada mirándolo de mal humor.
—Ahora sí, me voy—me puse de pie y me dirigí hasta la puerta. De reojo pude notar que el me clavaba la vista.
—¿Se puede saber porque hiciste esto?—preguntó de repente, haciendo que dejara la puerta a medio abrir.
—¿A qué te refieres?
—Pues a que viniste borracha a cantarme las mañanitas en el balcón de mi casa—Chris me miraba esperando una explicación.
—Pues es mi venganza—yo miraba a todos lados menos a él, debido a que esa frase me hizo sentir estúpida.
¡Diablos! ¡¿Desde cuando hacia esa clase de cosas por un chico?!
—¿Venganza?—él me miraba extrañado—¿Se puede saber que te hice?
Después de quedarme en un largo silencio, me decidí a decirle la razón de estar molesta y herida. Obviamente iba a sonar tonto que me haya molestado por una cita entre él y Camila, cuando se suponía que el hacer que eso suceda era mi misión.
—¿Camila estuvo aquí cierto?— cuestioné intentando estar calmada.
—¿Camila? ¿Co...como supiste?—él me miraba sorprendido.
—Un pajarito me lo contó— respondí, arrimándome a la puerta que volví a cerrar—. En realidad me contó muchas otras cosas.
—Aby, lo siento...no...en serio perdóname si...—Chris se veía muy nervioso—. Fue algo que yo no...
—No tienes que darme explicaciones—lo interrumpí mirándome las uñas, fingiendo que nada de la situación me dolía—. Tú bien sabes que no soy tu novia verdadera, así que a la final no hiciste nada malo.
—No Aby, debí contártelo.
—Bueno, ahora que dices eso,pues... creo que acabo de caer en cuenta que en realidad si hiciste algo malo—de repente cambie de humor en un abrir y cerrar de ojos—. ¡En eso si concuerdo contigo! ¡Al menos debiste decírmelo, porque tal vez de esa forma los hubiera ayudado a encontrar un lugar de encuentro, donde nadie los viera! — yo lo regresé a mirar con rencor— ¡Quizás nuestra relación sea falsa, pero para el resto del mundo esto es real, así que también para el resto del mundo la traición es real...!
—Si, eso ya lo sé, pero...
—¡Pero nada! ¡Soy la novia falsa, con cuernos reales!— grité con la mayor malicia que pude—¿Que tal si alguien los vio, mientras hacían...? ¡No sé qué hacían!— hablé intentando apartar todo feo pensamiento de mi mente—. Bueno, si alguien los vio, la que va a quedar en vergüenza soy yo. Al menos debieron...
—¡No lo entiendes...es que...!
—¡Déjame terminar!- reclamé acercándome peligrosamente unos cuantos pasos—. Como iba diciendo, al menos debiste decírmelo para planear un rompimiento en público. Así por lo menos ya quedarías libre, para hacer con ella lo que se te plazca.
Diablos, mi discurso de reproche, casi me había dejado sin aire. Chris por su parte solo me miraba cruzado de brazos, a la espera de que me calle.
—¿Ya acabaste?—él respiraba con dificultad.
—Si, por ahora ya—ahora yo me cruce de brazos, mirándolo con la ceja alzada.
—Bien, entonces ahora si te voy a decir lo que en realidad pasó.
Un silencio incomodo inundó el lugar, y Chris no ayudaba mucho a la incomodidad ya que en ese instante me clavaba la vista. Esa mirada intensa me obligó a mirar a otro lado.
Holas jeje, espero hayan tenido un lindo día.
Y pues bueno, aunque un poco tarde pero, aquí tienen la segunda parte jeje.
Por cierto gracias a las chicas que comentaron y votaron, las quiero un montón.
Me iré dándoles un pequeño adelanto, y pues lo que va a pasar en el siguiente capitulo es nada mas y nada menos que del rompimiento de estos novios falsos. ¿como creen que será?
Mañana nos vemos con otro capitulo, adiosito.