Mates (Camren G!P)

By turningpages97

581K 32.7K 17.3K

El pueblo de Campbellville, Ontario, Canadá siempre ha sido el hogar de Lauren Jauregui, donde dio sus primer... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 5
Capítulo 6
N/A
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12 (Parte I)
Capítulo 12 (Parte II)
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
¡Mi nuevo libro ya está disponible!
Capítulo 17
Fallas/errores en Wattpad
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25

Capítulo 4

16.9K 1.1K 434
By turningpages97


Lauren's POV

"¡Muy bien, ahora a la derecha, duro!" Golpeé otras tres veces el saco negro, con fuerza, pero no lo suficiente como para romperlo. Mi respiración estaba agitada, no había parado de moverme en casi dos horas y media.

"Descansa por cinco minutos." Mi padre ordenó y Zayn se acercó a mí con una botella de agua.

"No estás tan concentrada como siempre, Laur..." Dijo Vero negando y con los brazos cruzados. Me di la vuelta y quité la botella de agua de un manotazo, mis ojos, brillantes y dorados juntándose con los de Vero.

"Woah. Tranquila, lobita, nosotros no somos el enemigo." Zayn me tomó por los hombros, obligándome a que me calmase.

"Lo sé. Lo siento." Agaché la vista con algo de impotencia. No entendía por qué me sentía así, tan vacía y tan estresada a la vez. Mis ojos por fin volvieron a su tonalidad original, mi mandíbula ablandándose.

"Está bien, pero debes concentrarte, no podemos pelear sin ti." Rodé los ojos y pasé una toalla por mi frente para luego colgarla alrededor de mi cuello.

"Nadie querrá arriesgarse a morir luchando contra nosotros. Todos saben perfectamente que no hay forma de que nos venzan." Mi firmeza no los sorprendía, ni mis palabras. Jeremy sólo asentía desde un rincón del gimnasio. Para nuestra suerte, teníamos un gimnasio bajo mi casa, lleno de maquinas y todo artefacto necesario para entrenar. Las paredes incluso eran a prueba de sonido, para estar totalmente concentrados y evitar que cualquiera oiga los sonidos animalísticos que producimos al transformarnos o al pelear.

"No hasta que encuentren una debilidad..." Fruncí el ceño, eso había detonado algo en mí. No era posible que encontrasen debilidades si no las había. Ninguno de nosotros tenía una. Todas nuestras familias y seres queridos sabían defenderse, después de todo, todos eramos de la misma raza, algunos incluso más fuertes que otros. Esa era una de las razones por las que los licantropos no suelen tener amigos humanos, sólo serían una presa fácil para los enemigos.

"No la encontrarán, porque no la hay." Continué golpeando el saco, noté una rajadura a la izquierda y di duramente contra esa zona, partiendo la gruesa tela y haciendo que toda la arena cayese al piso en una gran montaña.

"Lauren, ese es el tercero en la semana, por favor ten piedad con los sacos." Zayn rió y yo lo copié amargamente.

"Cállate y ponte a pelear." Gruñí transformándome.

"Como quieras." Sonrió casi malignamente y comenzó a transformarse. Zayn y yo eramos dos lobos negros, lo único que nos diferenciaba eran los ojos y el tamaño. Él tenía los ojos de un color marrón oscuro, mientras que yo tenía los ojos de un dorado brillante, con aureolas verdes. Al ser alfa de la manada, yo era de un tamaño más prominente que el de los demás. Vero era una loba de color marrón, con ojos muy parecidos, que a diferencia de nosotros, no era una alfa pura, su hermana lo era, pero cuando fue asesinada por un grupo de lobos salvajes, Vero debió tomar el puesto como heredera. Ella puede ser tan fuerte como un alfa normal, pero no tiene un aparato reproductor masculino. Técnicamente vendría a ser una especie de suplente de su hermana mayor fallecida. Jeremy era un lobo de pelaje rubio, algunos parches blancos por aquí y por allá, junto con un par de ojos azules... y mentalidad de niño.

Pelear con Zayn siempre era entretenido, era el único de los tres que podía acercarse mínimamente a mi poder, claro, sólo acercarse, porque no había chance de que pudiese igualarlo. Algunas veces a lo largo del año anterior él se había puesto un tanto celoso por eso, pero ya no le importaba, eramos hermanos, compadres, él haría cualquier cosa por mí y viceversa, nada nos podría separar.

Jeremy observaba la pelea divertido desde su lugar, sobre la maquina para ejercitar brazos, y Vero simplemente le daba puñetazos rápidos a una de las bolsas pequeñas, ella era la más pequeña del grupo, la que todos cuidamos y adoramos.

"Eso es suficiente chicos, ahora descansen, mañana continuaremos por la tarde." Mi padre me observó de arriba a abajo mientras yo volvía a mi forma humana. "Lauren, ve a darte una ducha, apestas a perro mojado." Solté una risa y con una toalla en mano me dirigí al baño contiguo al gimnasio, hecho especialmente para cuando sales y lo único que quieres es darte una buena ducha de agua fría.

-

Me tumbé en la cama, mi cabello aún húmedo y mi cuerpo solamente cubierto por un par de Calvin Klein's negros y un sujetador a juego. Tomé mi celular de la mesita y revisé mis mensajes. Nada demasiado interesante salvo por las atractivas fotos con poca ropa que enviaban algunas chicas del instituto.

[8:14 p.m.]

<Número Desconocido>: Anoche ha sido increíble, qué te parece repetirlo el lunes por la tarde?

Mmm no lo creo.

Lauren: Tengo planes.

<Número Desconocido>: Oh, qué lástima! Bueno, cuando tengas tiempo libre ya sabes ;*

Fue un buen polvo, pero nada memorable. Preferí ignorar el mensaje y mirar televisión por un rato. Lo único que había era una aburrida película antigua, que poco a poco logró que mis parpados se sintiesen más pesados, y finalmente, los cerrara. Había sido un largo día.

"Lo..." Sonreí para mis adentros al apodo. Sus ojos color chocolate invadieron mi vista, eran lo único que podía ver además de sus suaves labios que me daban ganas de besar en ese mismo instante. Puse mi mano en su mejilla y me acerqué, sintiendo choques eléctricos al roce de nuestras bocas. "Laur..." Su voz se escuchaba tenue, casi como suspiros. Mi otra mano fue a parar sobre su cintura, acariciándola, y cuando quise volver a besarla...

"¡LAUREN!" Me senté como un rayo en la cama y pude ver la televisión aún encendida frente a mí. Vero me observaba con una sonrisa de pie junto a mi cama. Llevé mis manos hacia mi rostro y quité las gotas de sudor que rodaban hasta llegar a mi cuello, algunos mechones de cabello se habían adherido a mi frente.

¿Qué carajos fue eso?

"¿Qué haces aquí, Vero?" Rió y se lanzó a uno de mis sofás de cuero negro.

"Mike dijo que todavía no te levantabas, así que vine yo misma a ayudarte con la difícil tarea." Dijo con un sarcasmo cómico. Negué y froté mis parpados con las yemas de mis dedos.

"Sal de aquí, tengo que cambiarme, espérame abajo." Me puse de pie y caminé hasta el armario de oscura y fina caoba esculpida. Todo seguía en su lugar e igual de limpio, como siempre. Había vuelto a mi amado cuarto. Sí, podía ser algo quisquillosa con el orden de mis cosas, heredé aquello de mi madre.

A pesar de contar con el dinero como para tener una mansión moderna y de lujo, mi familia siempre prefirió mantener un estilo rústico, quizás algo gastado, pero realmente nos hacía sentir en nuestro hábitat natural. Y lo mejor de tener dinero era que, todas las cabañas que se encontraban cerca, o sea a unos casi diez kilómetros, las utilizábamos para almacenar cosas o las vendíamos a nuestros aliados. No solemos ser muy cariñosos y nos gusta estar solos, tener nuestro tiempo propio para hacer lo que se nos de la gana sin nadie que nos moleste, o al menos yo soy así.

(Casa de la familia/Clan Jauregui)

"Oh, vamos, como si no te hubiese visto sin ropa ya." Apreté los parpados porque lo que vino a mi mente fue una escena desagradable. Yo jamás tuve ni tendría sexo con Vero, ella simplemente había entrado a mi cuarto en el momento menos indicado. El hecho había ocurrido hacía más de un año ya, pero de alguna manera supe que ella nunca me dejaría olvidarlo.

"Vete, Verónica." Gruñí entre dientes. Vero salió de mi habitación riendo.

-

El pasillo estaba vacío salvo por algunos estudiantes que entraban apresurados a sus respectivos salones. Una de esas era Camila, o eso creí, hasta que la vi acercarse y detenerse a sólo dos casilleros de distancia. Abrió la pequeña puerta roja luego de colocar la clave, pude oír cada click en su combinación.

248.

La observé mientras retiraba un par de libros y papeles, llevaba puesto unos jeans, un suéter color bordó, unas converse negras y un brazalete de perlas blancas. Se veía hermosa.

Pude ver como ocultaba sus miradas, y no entendía qué le daba a creer que debía hacerlo, si yo la estaba viendo tan descaradamente. Recargué mi hombro contra el frío metal rojizo y crucé mis brazos. Su trasero se veía magnifico.

"Deja de mirarme..." Alcé las cejas y me encontré con sus ojos, algo retraídos, su tono de voz carecía de firmeza, como si en realidad no le molestase que la observara, muy por el contrario le gustaba, pero quisiera mantener su orgullo pidiéndome que quite mi atención de esa espectacular curva.

"Soy libre de mirar a quien y lo que se me dé la gana." Sonreí victoriosa cuando bufó y siguió guardando sus libretas. Enderecé mi postura y me dispuse a ir al salón, no sin antes pasar por al lado suyo y chocar su hombro. Hoy también olía a fresas, y aunque nunca había sido una fan de las frutas, extrañamente en ella esa fragancia me encantaba, me recordaba al bosque.

-

Camila's POV

Cada vez que ella estaba cerca me costaba pensar las cosas bien, por lo que también se me dificultaba reaccionar en algunas situaciones. Llegué a la conclusión de que su postura ruda y áspera podía quizás intimidarme, eso debía ser, porque no le encontraba otra explicación coherente. Nada de lo que pensaba salía de mi boca, sólo me limitaba a bufar o suspirar, cosa que a ella y su maldita soberbia les fascinaba.

No voy a negarlo, por alguna razón no me molestaba que me mirase así, pero sí me ponía algo nerviosa. Al pasar sentí una vez más esa colonia embriagadora, juraría que si la portadora del maravilloso perfume no fuese una gran idiota, podría quedarme oliendo su camiseta o su chaqueta de chica mala por horas. Había algo en Lauren que me llamaba, algo que hacía que entre mil ojos, yo sólo viera los suyos, y me aterrorizaba el hecho de que esto fuese así a apenas una semana de conocerla.

"Hey, Mila, la clase ya acabó, ¿vienes con nosotras o te quedas?" Alcé la vista a Normani y Ally, que ya tenían todo empacado y estaban listas para largarse del salón.

"Oh, l-lo siento, estaba... pensando en... mi perro, olvidé darle de comer esta mañana." Ally hizo un puchero y Normani frotó mi hombro.

"No te preocupes, probablemente nos dejen salir después del segundo receso, no he visto a la profesora de Español por los pasillos." Dijo para brindarme algo de paz, lo que agradecí aunque lo de mi perro fuese una excusa. Esbocé una media sonrisa y empaqué mis cosas, saliendo del lugar y yendo directo a buscar a Dinah. Mientras caminábamos rumbo al patio trasero, vi a Lauren hablando con una chica muy guapa mientras se subía a una bella motocicleta negra, pero no parecían estar coqueteando, en cambio la pelinegra lucía bastante irritada. Nuestras miradas se encontraron por un segundo, en el que sus facciones se endurecieron y sentí como si sus ojos estuviesen atravesando mi alma. Un fuerte escalofrío viajó por todo mi cuerpo. Lauren arrancó el motor sin más, dejando a la muchacha sola, que gruñó y se marchó indignada.

(Harley Davidson 883 modelo 2014)

"Oigan... ¿Saben algo sobre Lauren Jauregui?" Pregunté por pura curiosidad, o de eso me convencía a mí misma.

"Uhm... Pues, ella no tiene muchos amigos, siempre está con los mismos." Se encogió de hombros. "No es como si necesitase tener amigos populares, ella ya lo es por ser guapa y por... Bueno, ya sabes..."

¿Qué se supone que debería saber?

"¿De qué hablas?" Normani y Ally intercambiaron miradas.

"¿Acaso no sabes sobre su... 'amigo'?"

¿Su qué?

"Uh, supongo que no... ¿Qué amigo?" Una expresión avergonzada se asomó por el rostro de Ally y Normani largó una suave risita.

"Tiene un amiguito entre las piernas," Fruncí el ceño. "o más bien un amigote por como las tiene suspirando a todas." Abrí los ojos bien grande, mi mandíbula casi cayendo al piso.

"Oh dios mío, ¿tiene pene?" Me acerqué a ellas y dije en voz baja para que ningún chismoso/a oyese.

"Mhm, es intersexual y muy orgullosa." Mi rostro se ruborizó furiosamente. Claro, sólo eso le faltaba, ser ruda, tener una motocicleta, vestirse como toda una estrella de rock rebelde y tener un pene grande; Lauren Jauregui era el paquete completo, y eso hacía que me sintiese aún más intimidada.

"¿Por qué lo preguntas? ¿Te gusta?" Arrugué la nariz juntando mis cejas.

"No, claro que no. Es sólo que... no lo sé, sentí que había algo extraño en ella." Mi voz disminuyendo en volumen al finalizar la frase.

"Es misteriosa, rica y guapa, agrégale un pene y tienes a todo el instituto a su alrededor." Rió. Asentí, quizás era eso, había leído tantas novelas sobre chicos o chicas guapas y misteriosas que ahora ya creía que había conocido a una en persona.

Los cuentos esos no existen, Camila.

"Sí, eso debe de ser."


Nota: Siento haberlxs hecho esperar, a veces soy un tanto perfeccionista y edito todo varias veces ((incluso después de haberlo publicado))

Si les gustó, por favor voten, comenten sus opiniones, pásense por mi otro fic, compartan con más Camren shippers y tengan un hermoso día. (o noche.)

Continue Reading

You'll Also Like

131K 9.8K 74
"Moriría por tí" • Historia de Alexa Grimes, de 22 años, Militar, hija del Sheriff Rick Grimes. En medio del apocalipsis conoce a Daryl Dixon, un ca...
70.9K 11.7K 32
"Sergio Pérez siempre ha sabido que no es suficiente para Max Verstappen. Desde su compromiso hasta sus actuales años de matrimonio, sabe que el Alfa...
2.3M 234K 132
Dónde Jisung tiene personalidad y alma de niño, y Minho solo es un estudiante malhumorado. ❝ ━𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, ¿𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘳𝘦𝘫...
87.9K 2.4K 27
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...