Crazy In Love

By Michelle_live28

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Tal vez el destino hace las cosas por algo, pero Percy Jackson no creía en el destino y las cosas que este de... More

Prefacio
Capitulo 1
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capitulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capitulo 16
Capítulo 17
Capitulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Nota
Nota 2

Capítulo 2

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By Michelle_live28

   CONOCIENDO AL ENEMIGO

Después del breve encuentro que tuve con la colegiala, regrese a la Atlactic Tower, mi padre ya no estaba, así que me resguarde en mi oficina, he de decir que tengo mis privilegios, mi guarida, es espaciosa y con una gran ventana de vidrio, que da una vista panorámica de la transitada ciudad de Manhattan, estuve largas horas revisando documentos y analizando las campañas publicitarias de la nueva Cadena, estaba agotado, me levante de mi cómoda silla de cuero y me acerque a la ventana apoyandome con una mano en el cristal, el paisaje era asombroso, las motas color naranja y rojo del atardecer cerniendose en el cielo, algunas luces de otros edificios ya encendidas, era simplemente perfecto y entre toda esa vista un recuerdo recorrió mi mente, el recuerdo de la chica rubia del Starbucks, inconscientemente me lleve una mano a mi mejilla izquierda, todo de ella me embargo, me descubrí a mi mismo deseando que me abofeteara todo lo que quisiera, pero que nuestros encuentros pudieran ser normales, pero rápidamente deseche eso, claramente pasar tantas horas encerrado trabajando estaba empezando a afectarme, así que decidí que ya era hora de irme, cuando mi acerque a mi escritorio mi teléfono celular empezó a vibrar mostrando una foto y nombre de Rachel, una llamada de mi prometida.

-¿ bueno, Rachel?

- Hola Percy.

- ah, hola y dime ¿que sucede?

- nada Percy, solamente quería saber como estaba mi futuro esposo y saber si vendrás esta noche a mi departamento.

- no puedo Rachel, tengo demasiado trabajo y no se si pueda salir para entonces, lo siento sera en otra ocasión.

- nunca tienes tiempo, para vernos, siempre el maldito trabajo, adiós Percy.

Y con eso colgó, odiaba los días cuando se ponía en plan novia sentida, cuando nuestra relación permanecía estancada desde hace al menos un par de años, empezamos nuestro noviazgo en la universidad, cuando teníamos 20 años y yo estudiaba biología marina en la NY University y Rachel Arte en Parsons, nuestros padres tienen lazos de amistad, creo que realmente fue eso lo que nos llevo a iniciar una relación, la verdad era que ya no tenia trabajo por terminar, solo me excuse, no tenia ganas de verla, simplemente ya sabia lo que me esperaba si acudía a su encuentro esa noche, llegar a su departamento, beber un poco de vino tinto, una breve platica acerca de como va su galería de arte y luego sexo sin sentimientos, solo sexo, no me incomodaba pero empezaba a aburrirme deseaba descubrir algo nuevo, y con Rachel claramente eso nunca sucedería.

Al llegar a mi departamento personal, me saque el saco negro y me afloje la corbata gris, los puños de la camisa blanca los remangue hasta los codos y me serví una copa de Whisky, necesitaba relajarme, los últimos días habían sido algo ajetreados, me senté en el gran sillón de cuero mirando el gran ventanal de vidrio, que dejaba una gran vista nocturna de las calles de Nueva York, de nuevo me encontré pensando en la colegiala, algo realmente tonto, reconcidere la idea de ir con Rachel, pero la deseche rápidamente, tal vez podría marcar el numero de algunas de las chicas que me llevaba a la cama con estúpidas promesas que claramente nunca cumpliría y que siempre estaban dispuestas a tener un breve encuentro conmigo, nunca las había traído a mi departamento, ni siquiera había pasado la noche con Rachel en mi cama, siempre que estábamos juntos era en su departamento, sentía que invadían mi espacio personal y odiaba eso, odiaba que las mujeres creyeran que porque habían tenido un acoston contigo tenían alguna oportunidad, odiaba tener que compartir la cama con alguien, por lo regular después de cada encuentro me retiraba o simplemente ellas se alejaban por petición mía, esas eran mis condiciones, nada de explicaciones, no ilusiones, no celos, no empalagos, solo sexo sin compromisos y solo yo podía tener el absoluto control sobre todo, tal vez suene algo egoísta y canalla, pero no lo podía cambiar era parte de mi naturaleza y no pensaba cambiar por nada del mundo.

Decidi descansar, estaba agotado y eso me hacia pensar estupideces.

                      

                        (.   .   .)

La mañana siguiente, todo marchaba normal, pero empezaba a necesitar mi dosis diaria de cafeína, así que salí del edificio y conduje en mi Maserati negro que gracias a los dioses ya había salido de sus reparaciones no me gustaba que Argos fuera conmigo a todas partes, me estacione y entre al establecimiento, me encamine a la barra y ordene mi expresso caliente esta vez era un poco mas tarde de la hora habitual que acostumbraba a ingerir cafeína, me sorprendí buscando una larga cabellera rubia ondulada entre la multitud, pero no estaba, seguramente estaba en horario de clases, Vassar College, es una prestigiosa Universidad solo para señoritas, lo mas seguro es que la colegiala llamada Annabeth perteneciera a una buena familia que por supuesto no sabia que la educación que le habían inculcado había sido un total desperdicio ya que la chica se comportaba como una maleducada revoltosa y agresiva, tome mi expresso y me retire del lugar de regreso a la Atlantic Tower.

El resto del día había sido aburrido.

                       ( .  .  . )

Los días siguientes había tenido encuentros con ella y el primer par de veces había recibido mi ya rutinaria bofetada, los dos siguientes a esos, solo nos habíamos ignorado y lanzado miradas fulminantes, todo completamente normal y eso era lo mejor para mi. Claro hasta este dia, ya era tarde pasaba del medio día y tenia una reunión dentro de una hora, al llegar al establecimiento la vi sentada en una mesa del fondo tomando un capuccino y leyendo un libro, vestia su habitual uniforme de Vassar, con su falda, blusa polo y con el blazer remangado hasta los antebrazos, traía el cabello suelto en suaves ondas en las puntas, odiaba admitirlo pero la chica es guapa, creó que sintió que alguien la observaba, porque levanto la mirada de su libro y me observo, rodó los ojos y volvió su vista al libro que tenía en  mano, no se que fue lo que me impulso, pero me encontraba caminando hacia donde estaba, me senté justo frente a ella y fue cuando levanto la mirada, hasta apenas me percate que tenia unos hermosos ojos grises, como el cielo antes de una tormenta, simplemente fascinantes, hizo una mueca y volvió la vista al libro.

- si solo quieres molestar mejor vete, no estoy de humor para lidiar con tu alto ego.- exclamo sin levantar la mirada del libro.

- tranquilizate niña, solo quiero limar asperezas y que nos comportemos como gente civilizada.

Ella levanto la mirada del libro y me miro arqueando una perfecta ceja interrogante.

- primero, no soy una niña y segundo, no es posible comportarse civilizadamente con un tipo egocéntrico y arrogante como tú.

- prefiero no continuar algo que no, nos llevará a ningún lado.- Dije.

- de todos modos, prefiero estar sola.- dijo impaciente.

- pues acostumbrate que no me iré.

- maldita sea no puedes dejar de molestar un solo día, por los dioses, que odioso eres.

- mira quien lo dice, tu eres una niña insufrible.

- si tan insufrible soy, porque no te largas.

- fácil, porque no me da la gana.

- te odio.- dijo con desprecio, lo admito eso me dolió pero sólo un poco, iba a replicar pero un chico bronceado, supuse seria un mesero, se acerco a la mesa.

- disculpen, ¿se les ofrece algo?

- un expresso.- dije mirándolo.

- y ¿usted señorita?.- dijo dirigiendo su vista a la chica.

- no se me ofrece nada, gracias.

- entonces me retiro.- dijo el chico bronceado antes de retirarse.

- no es que tu me agrades niña.- replique.

- ¿entonces que haces aquí?

- como ya te dije limar asperesas.

- esta bien.- se rindió.- pero ni creas que me disculparé por lo que dije las veces anteriores.

- pues, ni creas que yo también lo haré.

Sentí la llegada del mesero con el expresso, en una bandeja plateada.

- señor su expresso.- se volvió hacia la rubia y le guiño un ojo, después se retiro.

Sentí una ligera molestia en mi interior pero decidí ignorarla, estuvimos un buen rato en silencio, solo mirándonos de vez en cuando, cada quien en su mundo, mas tarde regreso el mesero por la cuenta, se retiro y regresó un par de minutos después con el cambio, miro a la colegiala, le entregó un pequeño papel doblado, le guiño un ojo de nuevo, pero esta vez ella le devolvió el guiño, de nuevo ese pequeño malestar.

- vaya ni coquetear sabes.- dije de manera burlona.

- eso a ti no te interesa.- dijo para después guardar el papel.

- y encima guardarás tu intento de coqueteó, tu no harias caer ni a un perro.- dije de manera mas hiriente.

- como te dije eso no es de tu incumbencia.- después de decir eso, se levanto, tomo su cosas, me miro, sonrió ladinamente, me lanzo un guiño y se fue.

Me quede sorprendido, acaso ella acababa de coquetearme, salí sorprendido aun del lugar, me dirigí a la reunión que tenia planeada, pero jamas pude sacarme ese pensamiento de la cabeza.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Hola querido lectores, aquí le traigo un nuevo capitulo, espero y les guste, los invitó a votar y comentar.

Disculpen si se presentan faltas ortográficas.

Gracias por leer.

Se despide Michelle.

Bye. ;')

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