Donde está el amor...
3 años atrás...
Me fui de ti, pero no te olvido; esa es la verdad... nunca debí marcharme, pero aquel día no lo pensé...
La realidad es que, nunca supe el real motivo de irme. Si fue por tu fortaleza o por mi debilidad ante ti; el saber que el sentimiento que tenía no lo vería corresponder a mí...
El hecho es que muero... cada día desde que me marché he muerto un poco más...
Cambié, tras el tiempo y los años. La realidad es que me desconozco y cada día puedo verme menos del modo en que era entes y que tú quizás podías admirar, pero, no amar.
Esa era la realidad. No podía seguir viéndome anhelarte, cercano y lejano en un unísono y sabiendo que tu sonrisa no me iba jamás a corresponder.
Decidí marcharme aunque me muriera por dentro, de amor, de ti, sin ti, al fin...
Te culpe de mis errores, de mis miedos y fracasos, de lo que sabía y no; decidí que era mejor tomar el camino fácil a enfrentar el hecho de que solo podía verte volar pero no tomar tu mano, libre, al viento; sin miedos.
No podías compaginar con la vorágine de odio y sentires que me consumían, con tu ser lleno de paz. Y por eso, y por esa traba de mis sentires, de reminiscencias y de dolor, no pude continuar.
Es fácil creer que el tiempo borra todo y pasara, con caminos separados, bajo la lluvia y la soledad...
Pero cuanto tú eres tu peor enemigo, ni tu sombra puede ser fiel, ni el amor piensa por ti regresar.
En la oscuridad preferí hundirme, y por más que quiero retomar valor y regresar, veo que no puedo. No quiero.
Soy tan cobarde que me siento a morir de pensar en retornar y tenerte frente, después de ese día de lluvia negra y de dolor, y tener que escuchar tus reproches, y el detestarme como novedad.
Solo recuerdo tu cara frente a la mía, marcándome la despedida de uno, dejándote en las mejillas dos lágrimas.
No recuerdo más, porque no quiero o porque no puedo.
La cosa es que ha pasado tanto que mi camino ya no puedo encontrar... Es como aquella búsqueda interna de aquello que ya no eres.
Es como querer borrar tantos sentimientos para poder vivir a sabiendas que lo que te ha hecho vivir durante tanto tiempo, sin él, son esos sentimientos guardados con recelo en el arrebol del recuerdo de sus mejillas y sus pupilas de cielo llenas de alegría y dulzura.
Aquello opuesto a mí...
Aquello que al recordar, me hace morir, de amor... Naruto...