El marido de April lleva una galera dorada tan extravagante como nunca podría haber imaginado. Jase ahoga una risita y Marcus observa la escena tan incrédulo como yo y el resto de los invitados.
Hace tan solo unos días me preguntaba si era posible el tema de la media naranja de April, y viéndolo ahora afirmo que si. Su caminata al altar ha sido montada como un musical y ambos cantan mientras avanzan y el resto de los alumnos hacen de Cupido.
—Creo que necesitaré un lavado de cerebro después de esto —confieso girándome mientras me sostengo de las solapas del traje de Marcus. Jason nos ha abandonado para hostigar a Emily y su horrendo disfraz
—Bueno, pues agradece que no tengo ninguna fantasía extraña con Cupido
—¡Que asco!
—A decir verdad —el moreno se lleva el dedo índice a su labio inferior y parece meditar unos segundos —un pañal gigante no debe ser tan malo... No moveria mi trasero de la cama y el plasma
—Eres un cochino, y alguien debería cambiarte los pañales —río
—Pues cuando seamos viejos, y tenga el trasero como una pasa de uva tú lo harás —le observo fijamente. Malditamente no habla en serio ¿Verdad?
Un líquido se expande por mi espalda fria y me muevo al compás del escalofrío tan pronto como lo siento. Me giro manteniendo la postura de sorpresa y noto a un muchacho sorprendido
—¡Lo siento tanto! —retira el pañuelo que lleva en el bolsillo de su smoking y se apresura a dar pequeños toques en mi espalda desnuda
—Esta bien, supongo fue un accidente... —mis muelas se presionan en mi boca mientras alejo el toque del muchacho. Al parecer se ha tropezado con una de las cuerdas que colgaban del techo por donde descendieron algún que otro Cupido
—Que está bien dijo —Marcus da un paso al frente obligando que el pelirrubio retroceda, sin embargo los ojos azules de este chico le retan con la mirada.
—Cálmate. Sólo intentaba alivianar mi error... Soy Alex —extiende una mano hacia mi, pero antes que pueda moverme Emily aparece por un costado discutiendo con Jason
—Aquí vamos de nuevo —ruedo los ojos, y me pregunto que le he hecho yo al universo para que me pague de esta forma, ¡Ah si, Marcus le llama Karma!
—Jason acaba de llamarme vaca voladora —dice mi amiga frustrada
Y tan pronto como llegan a mi lado me retiro dejándoles sólos en su estúpida pelea y con el enfrentamiento de testosterona.
Me he robado una copa de champagne de la barra y me reposo a un lado de Julieta mientras fijo la vista en Marcus y el chico de los cabellos rubios.
—Es mi novia. Nadie te dio permiso a tocarle, ponle un dedo encima y te hago tragar tus propios ojos —me asombro ante las palabras del Moreno
—Viejo, eso no es medicamente posible
—Las amenazas de Marcus nunca tienen mucho sentido —doy un saltito en el lugar, asombrada y me relajo al ver que Julieta observa la misma escena que yo a mi lado
—Su nivel de testosterona esta más alto de lo normal aparentemente. Siento que es un chimpancé que necesita hacer ver que es el líder, o no lo sé... dentro de poco levantara su pata y orinará sobre mi
—Pues yo voto por decir que tiene la regla —río mirando a la castaña a mi lado.
—Tu teoría no es tan mala después de todo —confieso, nunca me desagradó Julieta del todo, solo su actitud de Regina George constipada.
—Hora del polvo a escondidas —la chica se bebe de trago lo que le queda en la copa y arrastra a Jase por el brazo alejándolo de la discusión con Emily quien me observa perpleja y en menos de dos pasos se encuentra a mi lado.
—La odio. Es una zorra. Tiene más polvo que una calle de tierra —escupo por segunda vez en el día lo que tenía en la boca y rio observándole.
—Es más fácil que la tabla del dos —apunto
—Su agujero es más grande que el de la capa de ozono
—¡Emily! —chillo riendo
—Lo siento, pero la tipa me cabrea —la observo rodar los ojos, y noto cuán mío es aquel gesto. La abandono por unos momentos para dirigirme al baño.
Los pasillos del Instituto me resultan ajenos a lo que un día fue, y se me hacen interminables de cruzar sobre todo en tacones altos, sin embargo no voy del todo absorta cuando oigo pasos lentos que vienen detrás mío.
Me freno cuando la curiosidad me pica.
Todo mundo trae hoy las hormonas locas y me pregunto si será otra pareja que busca un lugar más calmo para el cachondeo.
Los pasos se frenan
Retomo el paso sintiéndome descubierta y oigo como los pasos que intentan ser sigilosos se ponen a andar una vez más. Me freno detrás del bote de basura donde una vez estaba oculto Marcus, sin embargo las pisadas se detienen una vez más.
Retomo el paso. Me imita. Freno. Frena
Me decido a seguir de largo la ruta del baño, quizás no quiere que alguien le vea entrar allí, pero el corazón se me acelera de sobre forma cuando descubro que también pasa de entrar al sanitario
Todos los recuerdos de las amenazas que he pasado vuelan a mi mente, y me siento a punto de hiperventilar. Decido echar a correr sujetando las faldas del vestido para no caer, y la persona que me sigue con prudente distancia aprieta el paso de forma notoria.
¿Será posible...?
No, no de nuevo
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A rosesdreams20 que me tildas de mala y haces trampa. Gracias por la emoción de cada comentario 💞