—¿Amor?
Idiota
Se encontraba arreglándose la camisa, mientras que la zorra, digo la rubia acomodada su falda, su blusa, su sostén y creo que también sus bragas.
—Claro que si.— me acerqué a él de la manera más sensual que pude moviendo las cadera, yo también tenía mis encantos.
Le moví un poco la cabeza para que desde ese ángulo la rubia creyera que lo estaba besando en la boca, cuando sólo fue un beso en la mejilla, y el más ruidoso.
No lo hubiera besado pero quería que sonora algo para hacerlo real.
Ahora me volteé para quedar frente a frente, pasé un brazo por la espalda de Landon. Esto podría ser un poco exagerado pero no me importaba, yo no sería la esposa estúpida que le soportaba las infidelidades a su estúpido esposo.
Yo soy Emily Western y no me dejo pisotear por nadie, y Landon Evans no será la excepción.
—¿Y qué hacían querido?
—Sólo trabajo.— levanté una ceja —Estábamos acordando algunos aspecto sobre un nuevo proyecto que emprenderemos.
—No deberías trabajar mucho, gracias a eso me dejas abandonada mucho tiempo.— fingí hacer un pequeño puchero —¿No me piensas presentar a tu amiguita? Amor
Ejem, zorra.
Hablo torpemente —Claro ella es Bárbara una socia de la empresa.— hizo una pequeña pausa para ahora dirigirse a la tal Bárbara —Bárbara ella es Emily, mi esposa.
Ahora Landon paso un brazo por mi cintura, la cara se le desfiguro completamente, toma esa zorra.
—Encantada de conocerte Emily.— me ofreció la mano.
Qué asco. Me sentía sucia por el sólo hecho de escuchar salir mi nombre de sus labios.
Estuve tentada a dejarla con la mano estirada pero Landon apretó el agarré en mi cintura dándome a entender que no me atreviera a dejarla así.
Yo no, no me agradan las zorras —Igualmente.— estrechamos nuestras manos, se sentía la tensión en el ambiente, después de eso ambas disimuladamente limpiamos nuestras manos en la ropa.
Tal vez fue un acto un poco inmaduro de nuestra parte, pero no lo pudimos evitar.
—Bien Landon, creo que ya después quedamos para terminar lo que empezamos.
¿Es enserio? Más lanzada no podía ser.
Se acercó para despedirse de él con un beso en la mejilla, no me separe de él en ningún momento.
—Claro, ya después arreglamos los detalles del proyecto.— trato de acomodarle a la frase.
Salió de la oficina contoneando las cadera, eso no fue para nada sensual, pareciera como si se estuviera zarandeando.
En cuanto salió me separe de Landon como si me fuera a contagiar algo —¿Me puedes decir que te sucede?
—Yo no soy la persona que sólo vino para hacer una escena de celos.
—¿Celos? Sueñas, para tener celos por ti primero tendrías que importarme.
—¿Entonces que acaba de pasar?
—Tal vez fue una escena como tu dices, pero no de celos si no una de orgullo, te vine a demostrar que tu.— lo señale acusatoriamente —No te burlas de mi.
—Lo que digas.
—Yo sólo quería informarte que ahora tenemos una mascota.
Chasqueo la lengua con disgusto —¿Mascota? Yo no quiero una bola de pelos en mi casa.
—No es una bola de pelos, es un hermoso perrito y además ahora estamos casados y por ende también es mi casa.
—Ahora que ya viniste al darme el disgusto del día ¿te puedes marchar? Tengo trabajo que hacer.
Es un completo imbécil.
—Así como tu tienes una amante que no te extrañe si yo algún día llegó a tener también.
—Sabes que eso traería graves consecuencias.
—Tu rompiste los acuerdo primero, no te vengas a hacer el ofendido.
—Dijiste que te importaba una mierda lo que hiciera con mi vida.
—Y lo sigue haciendo, mientras no me afecte. Pero si me disculpas tengo mejores cosas que hacer.
En verdad no, pero ya vería con que distraerme.
—Estas advertida.
Como si me importará.
[...]
—El señor Landon solicita su presencia.
—¿Para qué?
—Quiere que lo acompaña a cenar.
—De acuerdo Elena, bajo enseguida.
No tenía ganas de hacerlo pero ver la cara de disgusto de Landon cuando lo molestará con algún comentario se oía tentador.
Baje tratando de hacer el sonido más molesto que pudiera al bajar —Tu bola de pelos destrozó mis zapatos.
Apreté lo dientes, sería de mala educación reírme de él aunque fuera demasiado graciosa la situación.
Él se encontraba en una punta de la mesa así que preferí sentarme en la otra punta, aunque quedaremos frente a frente. Elena enseguida atrajo mi cena, se veía deliciosa.
Ambos estuvimos comiendo en total silencio, en uno mi e incómodo. Acabando yo me pensaba marchar de nuevo a mi habitación hasta que su voz me detuvo.
—Creo que había olvidado completamente informarte que muy pronto tendremos una cena con mis padres para presentarme como mi esposa.
Me quedé en total silencio, estaba en un trance.
Landon me miró con burla —¿Te encuentra bien? Estas muy pálida, amor.
Idiota, idiota, idiota.
—En perfectas condiciones, y creo que algo tan importante como eso no se olvida.— murmure entre dientes.
—Tengo tanto trabajo que descuido cosas importantes, como a ti, pero descuida cariño pasaremos más tiempo juntos.
Me levanté exaltada —¡No!
—¿Qué no era eso lo que querías?
—Sabes porque lo dije. Si me disculpas me retiro, estoy cansada.
Antes de irme pasé por un vaso de agua y cuando volví el comedor ya se encontraba vacío, creo que alguien se había molestado o tal vez también estaba agotado.
Antes de entrar a mi habitación escuche los pequeños ladridos de Bobby, lo busque y cuando lo encontré, la escena que estaba frente a mis ojos me causó una risa incontrolable.
—No, bola de pelos, suéltalo, perro malo.
Más ladridos.
Landon se encontraba jalando un zapato que Bobby tenia entre sus dientes, al parecer decía la verdad cuando dijo que Bobby había destrozado sus zapatos.
Esto sería divertido, ya tenía a alguien de mi parte para enfadar a Landon.
Además me tendría que vengar de alguna forma por lo que Landon me hizo y Bobby parecía un buen ayudante.
---
N/A
Créanme la relación entre Bobby y Landon será divertida, se los aseguro. Y quiero decirles que aceptó sugerencia para la venganza que tomará Emily en contra de Landon.
Nos leemos después.