En Jaque (PRIMEROS OCHO CAPÍT...

By AprilRussel123

1.2M 30.9K 2.4K

Ambos han quedado destrozados ante el terrible mal entendido que ocasionó Aiden. Tanto Sergey como Amanda qui... More

PRÓXIMAMENTE
Antes de Leer
Prólogo
Capitulo 1: Libertad
Capitulo 2: Cruel verdad
Capitulo 3: Un loco impulso
Capítulo 4: Un pequeño chance
Capitulo 6: A contra reloj
Capitulo 7: Navidades ausentes
Capitulo 8: Reconciliacion ¿A medias?
NOTICIAS!!!

Capitulo 5: Vuelve el deseo

36.3K 3.1K 314
By AprilRussel123

Amanda Bachmann

Estoy harta de este jodido encierro. No soporto el frío y mucho menos la gente extraña hablando ruso todo el tiempo. La comida es horrible y fría. ¡Quiero irme a Alemania ya! Es increíble que para salir de aquí tenga que acceder a lo que el idiota de Sergey quiere. Tocan la puerta y seguido entra Sergey, el gran idiota de todos los idiotas. Trae consigo unas compras y poniendolas sobre la mesa dice

— Dentro hay ropa seca y cálida, una manta y botas. Anda, quítate ese vestido duchate y ponte eso

— Tienes cinco minutos para decir la estupidez que quieras decir y no me voy a poner nada

— Obedece

— Dije que no

Acerca las compras y me mira con intimidación

— Que te pongas la jodida ropa y ya. Deja de pelear. Te espero afuera

Niego con la cabeza

— Dijiste sólo hablar. No me voy a ir de aquí contigo.

Da unos cuantos pasos hacia mi y me pone contra la pared y él. Siento su respiración sobre mi rostro y sus ojos se ciernen en los míos. Acaricia mi mejilla y esbozando una leve sonrisa replica

— No haré nada que tu no apruebes Amanda. Además no me hace mucha ilusión hablar en la detención de la delegación.

Sale de la sala y muero de la curiosidad por saber que hay dentro de las compras. Hay un lindo vestido rojo con estampado de líneas negras, unas mallas oscuras y unas botas a los tobillos de igual color. Me conoce bien, demasiado bien. Uso una de las duchas de la delegación y me pongo la ropa y mirándome en el espejo doy brinquitos, ¡Me encanta! Salgo de la sala de detención y Sergey me espera sentado. Doy unos pasos hacia él y le digo

— Tienes cinco minutos, ya te lo he dicho

— Retire los cargos en tu contra. Una vez me escuches puedes irte si te place

Tanto drama para nada, al salir veo otro coche último modelo acabado de comprar. Todo lo hizo a propósito. ¡Me bulle! Subo al coche y seguido lo hace el. Tengo el corazón que quiere salirse del pecho. En el estómago tengo una revolución de maripositas y odio sentir las jodidas maripositas. Se supone que lo odie, que lo odie mucho y aunque sigo enojada con el hay veces en las que siento que puedo flaquear.

— ¿Tienes hambre?

— No— Respondo seca

Se queda callado y sigue manejando. Yo, yo lo veo de reojo y su mirada es decaída y triste. Eso no me debe de importar en lo absoluto pero aunque sea un poco, me importa. Llegamos a su edificio donde vive y alterada hago que se detenga.

— A tu apartamento no voy, a otro lado.

— Sólo charlaremos, te lo prometo

Aparca el coche y camino tras de él hasta llegar a él penthouse. Desde adentro se escucha la voz de una pequeña y me extraño. Abre la puerta y al entrar hay una niña de cabellos dorados y ojos verdes con un lindo vestido lila sentada en el sofá coloreando y en la cocina hay una mujer sentada en el taburete escribiendo en una libreta. Sergey cierra la puerta y todo esto parece una burla

— ¿Que? ¿Antes era Carol y ahora resulta que hasta hija tienes?

Pone los ojos en blanco y con un gesto llama a la niña. Sonriente camina hacia nosotros y Sergey cargándola en brazos dice

— Ella es Victoria, mi hermana y la mujer de allá es su niñera. — Mira a la niña— Princesa ella es Amanda

— ¿Eres su novia? ¡Eres igualita a mi dibujo! ¡Eres mi tía!

— Eh no, no soy la novia de Sergey. Soy..., soy una amiga. Sólo eso. Eres muy linda y tienes un nombre muy bonito

Sergey se despide de la niña y la niñera se la lleva del apartamento. Quedamos solos, no me gusta la idea de quedarnos solos en este apartamento. Me mantengo lo más alejada de él aunque en realidad quiera hacer todo lo contrario. Me siento en el sofá y soltando un suspiro le pregunto que quiere hablar; sigue callado mientras se sirve un poco de agua.

— Hace años, estuve a punto de casarme. Fue una relación extraña. Hasta ahora me doy cuenta, antes de ser mi novia ella, ella fue mi psicóloga y posteriormente mi ama. Aunque no lo parezca, por años fui yo el sumiso y ella creó en mi una gran inseguridad. Una inseguridad que trato de disimular con arrogancia y a veces con dureza y hermetismo. — Se sienta en el diván y sin quitarme la vista de encima continua — Luego de eso, sólo usaba a las mujeres. Me ocultaba tras de un contrato para hacer de ellas mi propio placer. Nunca sentí absolutamente nada por ellas, todas me parecían inferiores hasta que apareciste tu. Al principio me caias horrible porque fuiste la primera mujer que se atrevió a retarme. Me enamoré, por más que luche, por más que intenté retenerlo no pude. Cuando vi esas fotografías no lo soporté, sentí que volvían a hacerme lo mismo de hace años atrás. No pensé en escuchar sólo me cegue por la ira y el dolor. Sé que merezco tu rechazo y tu resentimiento y lo acepto. Sólo quiero que sepas que al enterarme me sentí como el hombre más idiota de la tierra, se que te perdí y lo asumiré pero al menos necesito tu perdón.

Retengo las lágrimas y sólo siento rencor y nada más que rencor

— ¿Perdón? ¿Sabes lo que pase yo cuando tu te fuiste? Me sentí sola, me sentí usada. En medio de todo me entero que estaba esperando un bebé tuyo y días después lo pierdo. ¡Eso lo pasé sola! Luego me entero de que Carol estaba contigo. ¿Asi termino todo? ¿Ese es el amor que dices tenerme? A otra con ese cuento, yo no soy la misma idiota a la que te cogiste en Francia. Gracias a ti he pasado los peores momentos de mi vida. Esto no se resuelve con una charla y un "perdón" no Sergey, no es así.

Con el rostro lleno de tensión y pesar baja la cabeza y cubriéndose el rostro pregunta

— Qué ocurrió con el bebé. ¿Porque lo perdiste?

Trago saliva y secando unas cuantas lágrimas replico

— Era un embarazo ectopico. No podía nacer. Tengo endometriosis y para agregarle algo más a mi desdicha quizá no pueda tener hijos. Dudo mucho que eso te importe

— No digas eso Amanda, te amo y todo lo que te pase me importa.

Me levanto del sofá y antes de que siga diciendo cosas que quizá sean más falsas que el amor que dice sentir por mi camino hacia la puerta e intento irme pero me detiene. Agarra mi muñeca y ruega que no me vaya. Amanda, ¡no seas blanda!

— Hubiera preferido pasar lo que fuera necesario con tal de que tu no sufrieras esa pérdida.

— Ya dejame por favor, no hay más por hacer. Todo está dicho

Me mira, me mira con desesperación y su respiración se acelera. Esta ansioso, alterado. Intenta tocar mi rostro preguntando

— Hace unos días un hombre fue a verte a la delegación, dijo ser tu novio. ¿Es cierto? Amanda, dime que no.

— Nicolás es mi novio, no eres el ombligo del mundo. La vida sigue Sergey y tu ya eres pasado. Acéptalo ya

Su mirada se oscurece, se llena de celos y eso por más que quiera no logra ocultarlo. Me pone contra la puerta y su perfecto y moldeado cuerpo acariciandome con su aliento. Nos miramos por unos segundos y finalmente sonriendo con burla le pido

— Bésame

Sus manos rapidamente se reposan sobre mi nuca y tirando de ella con deseo besa mis labios y un mar de sensaciones que creí haber olvidado me arropan traicionando mi cuerpo, mi mente, mi corazón. Intento ser fría pero inconscientemente respondo el beso y ardo, ardo por dentro como hace meses no sentía. Sus labios, esa suavidad que me ha vuelto adicta a él, esos pequeños gemidos que salen de su garganta me animan, me avivan la morbosa interior y no puedo ni quiero permitirlo. Sujeta mis manos y colocándolas por encima de mi cabeza me besa el cuello susurrando

— Te extraño

— Sólo esto es lo que tendrás de mi, mi cuerpo.

Niega con la cabeza

— Te extraño a ti, no a tu cuerpo. Amanda, te necesito.

— Sólo quiero divertirme, ya no deseo nada más. ¿Quieres un buen acoston? — Susurro en su oído mordiendo suavemente su lóbulo

— No entiendo, no te comprendo Amanda

Bajo la cremallera de su pantalón y metiendo mi mano agarro su pene, poco a poco se va tornando rígido y sonriendo con lascivia digo

— Te diré lo que haré contigo. Te haré gemir, se te pondrán los ojos en blanco con mis lamidas, te volverás loco de tanto placer y hablarás en lenguas extrañas como si estuvieras poseído. Alabarás a mis padres por haberme engendrado, dirás groserías con la voz entrecortada y sentirás morirte deshidratado, porque te sacaré hasta la última gota. Temblarás como sacudido por un gigante y quedarás exhausto, con ganas de dormir treinta horas, hasta poder recuperarte...— Sonrio convencida de que ahora yo seré su perdición —
Te haré gritar, como ninguna otra mujer lo ha hecho, te dejaré obsesionado con tan solo una noche, y cuando me busques, te romperé el corazón igual como tú lo hiciste conmigo. porque para repetir la satisfacción de tenerme, hace falta el trabajo de conquistarme, el sacrificio de rebajar el orgullo. No soy la misma de antes Sergey, soy eso que tu creaste en tu contra, puro deseo por fuera, puro odio por dentro. Me llamaste zorra, una zorra no le es fiel a ningún hombre así que vivo el momento, vivo el hombre que tenga en frente sin importar nada más. Sólo eso tendrás de mi, sólo esto buscaré de ti, sexo. Porque tu sólo eres un pene grande y cuerpo de infarto. Nada más.

Con la voz entrecortada aqueja

— Estas siendo cruel

— No más cruel de lo que has sido tu. ¿Lo tomas o lo dejas?

— No quiero de ti tu cuerpo no sexo, puedo demostrarte que me importas mucho más allá de lo carnal.

Abro la puerta y dejándolo con su dureza a flor de piel chasqueo la lengua

— Me da igual. ¿Aceptas divertirte conmigo?

— No Amanda, no quiero sólo sexo.

— Ok, vale entonces adiós. Ah y no vuelvas a buscarme. Ten un poquito de dignidad.

Cierro la puerta y sólo estando sola en un frío corredor me desarmo por dentro. Comienzo a llorar desganada, se que lo he lastimado, lo he herido en lo más profundo y pensé que me sentiría bien pero la realidad es que me siento peor. Camino hacia fuera del edificio y tomo un taxi de regreso al hotel. Aún pienso en todo eso que fui capaz de decirle y no me lo perdono. Abro la puerta de la habitación y escucho la ducha abierta, Noah está en la habitación y se que va a cuestionar varías cosas. Me siento en la cama y algo ida miro mi móvil y me veo sentada a escribirle a Sergey. Sigo sintiéndome horrible

— Hasta que llegas

Me volteo y Nicolas está en toalla recostado del marco de la puerta. No quiero pelear, ¡no quiero dar jodidas explicaciones! Me mira con algo de enojo y pregunta

— ¿Donde estabas? ¿Porque le hiciste eso al coche de ese señor?

— Nicolás, no quiero discutir. Me cuestionas como si fueras mi pareja. Te he dejado muchas veces claro que sólo somos amigos. Compartimos sexo y momentos divertidos. ¡Nada más!

Con la voz furiosa pregunta

— ¿Y que pretendes? ¿Sólo ser amable y tomarme en cuenta para coger nada más? Luego que, te vas haces y deshaces y yo tengo que aceptarlo.

— Pues si. Desde un principio esas fueron las reglas y tu las aceptaste. — Respondo cabreada.

Nicolás agarra un periódico junto a una fotografía de la mesa de noche y lanzandomelos sigue vociferando. Miro la fotografía y me quedo paraliza, ¿de donde saco esto?

— ¿Ese era tu gran secreto aquí en Rusia cierto?

— Está fotografía estaba en mis cosas personales Nicolás, ¡como te atreves a hurgar mis cosas!

Sentándose en el diván junto a la ventana se cubre el rostro. Está afligido y me duele que sea por mi culpa, intenté olvidar pero inconscientemente el destino me llevó nuevamente aquí, a Rusia. Me levanto de la cama y me acerco a él con pesar. Ya basta de mentiras, basta de engañarme a mi misma.

— El es Sergey Kozlov. Él..., el es parte de mi pasado.

— No lo es, ese señor es el mismo que ví en la delegación y es el dueño del coche que estropeaste. — Resopla— Amanda, no más mentiras. No quieras verme la cara de idiota

Lo miro a los ojos y harta de tanto cuestionamiento e interrogatorio camino de lado a lado alterada

— ¿Quieres saber la verdad? ¡Bien! Te voy a decir la jodida verdad. Vine a Rusia para intentar vengarme de Sergey Kozlov, si ese señor al que le jodí el coche y no me arrepiento. ¿Sabes porque quiero hacerle la vida imposible? Porque así como me hizo conocer el cielo de un golpe me aventó al infierno. Porque jugó con lo que sentí por él. Lo más que me duele es saber que aún estando aquí y teniendo todo para hacerlo infeliz no puedo hacerlo. No tengo el valor.

Baja la mirada y con el rostro envenenado en celos pregunta con voz entrecortada

— ¿Porque no tienes el valor?

— Porque aun lo amo, nunca he dejado de hacerlo por más que me he engañado a mi misma. Lo siento Nicolás, jamás podré amar a nadie más.

Me odio, me odio a mi misma por ser tan idiota y no poder controlar lo que siento. Pero sólo yo sabré que aún él sigue siendo dueño de mis pensamientos, de mi corazón.

Continue Reading

You'll Also Like

123K 18K 67
«El corazón existe para romperlo» Oscar Wilde. ~ Palabra de Bruja #1 ~ Honey siente que no pertenece a ningún lugar. Una bruja sin magia, atrapada en...
1.2K 115 15
La vida a veces puede ser un poco desafiante o en este caso ser un completo caos. Amelie Stone ha pagado con creces cada error de su vida, que enamor...
869K 45.4K 36
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...