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Holaaa! Esta es mi primera historia, me inspiré cuando vi el cambio de lore de Diana y Leona y pense: "Ohhh Dios esto es bueno", asi que me puse a escribir, primero me gustaría ampliar un poco ambos lores y luego si dar rienda suelta a mi imaginación los capitulos seran de un largo corto-medio, de unas 500 a 1000 palabras pero intentare actualizar seguido. Sin más, Disfruten! si les gusta la historia comenten y compartan :3
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Los fríos vientos acompañados de cruel escarcha golpeaban su rostro, el frio que se hacía presente esa noche le calaba los huesos y sentía como si delgadas cuchillas le fuesen clavadas sin piedad en cada una de sus articulaciones sin embargo el, Nahan, no detuvo su paso en ningún momento porque sabía que no era el que peor la estaba pasando.
-Cariño...-
Escuchó la voz casi suplicante a su lado, inmediatamente se giró para ver a su esposa, aunque de lejos se notaba que ella estaba mucho mejor abrigada, todavía temblaba por los fríos vientos que le daban de lleno en las partes descubiertas de su rostro y que se colaban por las rendijas de su ropaje.
-Liss...- Dijo el en un tono que no ocultaba lo preocupado que se encontraba por su esposa.
Tranquila, Descansaremos tan pronto como encontremos un sitio adecuado.-
- No, Nahan... Cariño, aun puedo seguir.-
- No, Liss no es necesario que te esfuerces mas ya hemos avanzado todo el día, además ya casi anochece y las temperaturas pueden bajar aún más. Lo mejor será descansar un poco y continuar mañana, llevamos buen ritmo y seguro que ya no estamos muy lejos de la cima.-
- Supongo, que tienes razón...- Dijo Liss, era verdad que estaba cansada, que cada parte de su cuerpo le dolía y que sentía que su cuerpo colapsaría en cualquier momento, pero ella quería avanzar aunque fuera un poco más, solo un poco más que se acercaran a la cima mantendría viva sus esperanzas. Sin embargo no se podía tomar a la ligera las palabras de su esposo, después de todo no debía cuidar solo de ella sino del ser que llevaba en su interior, recordándolo empezó a divagar en sus pensamientos para olvidar su fatiga un poco, aun se debatía que nombre debía llevar su bebé, pero tal vez si fuera una niña Misha, como su difunta madre estaría bien... probablemente, y de ser niño sería Nahan como su amadísimo esposo. Liss esbozó una sonrisa y empezó a acariciar su vientre, ya no faltaba mucho ella lo sabía y sabía que debía de llegar a la cima antes de dar a luz a su hijo.
Nahan vio este acto y se acercó a ella acariciando su vientre también.
- No te preocupes, estarás bien y nuestro hijo también, lo prometo.-
Unos metros más adelante encontraron una figura en una de las paredes del risco, haciendo una cueva natural aunque dentro de esta no era mucha la diferencia en cuanto a temperatura, almenos estaba seca y el viento y granizo no golpeaban violentamente como en el exterior.
- Este será un buen lugar para descansar, ¿tú qué piensas Liss?-
- Si, me parece bien.-
Luego de haber soltado el poco equipaje que tenían, el cual solo consistía en comida precocinada, unas cuantas mantas y frazadas, algunas ramas secas para encender y un pequeño diario que servía como bitácora de viaje, luego de hacer una fogata que los mantuviera calientes y cenar una pequeña ración de comida Liss inmediatamente cayó rendida en sus frazadas mientras Nahan la observaba cuidadosamente.
- Lo siento...
Dijo en un susurro que fuera inaudible para su esposa, mientras quitaba el flequillo de cabello de la frente de Liss.
-Todo esto es mi culpa... Yo, lo siento-
Nahan maldecía su propia suerte. Aun recordaba como una simple predicción había cambiado su vida por completo, como ahora tenía que arriesgar a su familia para intentar salvarla.... Irónicamente.
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Continuara....