Asuya
Un día después . . .
Me desperté y el reloj marca las 6:30 am.
Para un viernes esta bien, aunque el jueves se había ido tan rápido que no lo sentí.
Me bañe y me aliste para ir a clases.
Baje al primer nivel y vi que mi madre estaba parada.
— Hola hijo, buenos días —dijo mi madre con una sonrisa
Algo raro en ella . . .
— Buenos días —respondí secamente
E ignorandola por completo
— Hoy te hice jugo de fresa, y torta de chocolate —dijo mi madre y con otra sonrisa falsa en su rostro
A esa mujer la conocía y para que actúe con tanto cariño, alguien le había dado dinero, porque ella no es la clase de persona que te trata con cariño y menos con amor
— ¡Dime de una buena vez quien te pago! —grite molesto y mirándo directamente a sus ojos, en otras palabras como retándola
— Tu novio —respondió de lo mas tranquila y cambiando su sonrisa falsa por un rostro serio.
— Entiendo, y no es necesario que finjas cuando el no está, dejate de hipocresía y hablame de lo mas normal y NO ES MI NOVIO
— Jajaja si claro, bueno eso no me interesa con tal de que me dea dinero y joyas, con eso me conformo
— Jajajajaj, con eso te compra, Jajajajaj "que bajo caíste" . . . sabes . . . creo que en tu otra vida pudistes haber sido "ramera"
— "Ramera" jajaja, al fin no hay mucha diferencia entre tu y yo
Como dice el dicho . . .
"De tal palo, tal . . .
— ¡CALLATE! NO VUELVAS A INSULTAR A MIS PADRES —GRITE MOLESTO Y DANDOME LA VUELTA PARA MARCHARME.
— ¿Padres? Te recuerdo que te abandonaron y que la mujer que se encargó de criarte, soy yo, así que no seas infantil y me vengas con estupideces. Ya que si nos ponemos a comparar quien es mas animal que el otro, tu y tus queridos padres no salen ileso de eso.
— Bye —dije molesto y yendome de la presencia de esa mujer.
. . . . .
Subí a mi habitación y cogí mi mochila, celular y llaves, para luego salir de esa casa como loco.
Ya que solo respirar el mismo aire de esa mujer me causa estrés severo.
Ya afuera, empecé a caminar de lo más lento a la universidad, porque aún es temprano, pero para vergüenza mía, no voy bien vestido.
Seguí caminando hasta pasar por la casa de Ryoma, me quede mirándo un rato y luego decidí marcharme, hasta que escuchó una voz pronunciar mi nombre.
— ¡Enano! —grito Allen el amigo de Ryoma.
Esos dos ya me tenían arto, que me digan "enano".
Por fastidiarle seguí caminando y no voltie, hasta que oigo decir mi nombre correctamente.
— Ok, Asuya lo siento —dijo Allen y voltie y pude ver una sonrisa aparentemente pidiendo disculpa y el se acercó y me abrazo del cuello como si fuéramos "amigos".
— Está bien disculpa aceptada y ahora sueltame —dije serio y safandome de su abrazo.
— Y dime a que se debe tu visita a Ryoma o acaso pasaron la noche juntos y ya te estabas yendo —volvió a fastidiar Allen.
— ¡QUE! NADA QUE VER, SOLO PASE POR SU CASA PORQUE ES UNA DE LAS RUTAS QUE TOMO PARA IR A LA UNIVERSIDAD —DIJE INTENTANDO PARECER CALMADO PERO NO LO LOGRE.
Ya que mis nervios se notaba y mucho mas cuando Allen me mira con esa mirada burlona.
— Jajajaja, ya calmate "pequeño Asuya" —dijo Allen y dándome un abrazo, a lo cual yo tuve que alejarlo de nuevo.
— ¡Sueltame! —grite molesto y alejándome de el.
— Bueno, ya que estás aquí, entremos a la humilde casa de Ryoma, para tomar desayuno —dijo con sarcasmo Allen y mostrando una sonrisa de oreja a oreja.
— Oye, yo me tengo que ir —dije intentando soltarme de su agarre pero no lo logre.
Ya habíamos entrado a su mansión, cuando aparecen diez guardias y más que veinte sirvientas.
Tanta servidumbre tenia Ryoma, o acaso es el presidente del país o un mafioso.
— Deja de pensar tonterías y sigueme— dijo Allen y jalandome de la mano.
Algo que ya se les había hecho costumbre a esos "niños mimados".
Y también le diría adivino, ya que supo lo que estuve pensando o fue por la expresión que puse en mi rostro.
Jajaja
Bueno la primera vez que vine, su casa estaba vacía y no había casi nadie de servidumbre.
— Dejenme pasar, acaso no saben quien "soy" —dijo Allen gritando y haciendo un escandalo.
Ese niño, si que no tenia vergüenza, para ellos no existe la palabra por favor y menos sabrán el significado.
— ¡QUE PASA AQUI! PORQUE TANTA BULLA —SE ESCUCHÓ UNA VOZ GRUESA Y DE MUY MAL HUMOR
Y ES "RYOMA"
— ¡¡TUS GUARDAESPALDAS!! NO ME QUIEREN DEJAR PASAR —dijo Allen reclamando y haciendo su drama.
— Mmm IDIOTAS, YA LES DIJE QUE EL ES MI AMIGO.
— LO SENTIMOS JOVEN AMO, pero vino con otro chico y no sabíamos quien es, y como usted esta durmiendo no quisimos despertarlo —dijo uno de los guardaespaldas.
Y luego todos apuntaron su mirada hacia mi.
Y fue muy incomodo ya que me sentí acosado por todos.
— ¡Tu! ¿Enano que haces en mi casa a estás horas?
— ¡Idiota! Ya te dije que tengo nombre—grite molesto y mirando a Ryoma.
Cuando sentí la mirada asesina de todos y un aura espeluznante.
Ya que me olvide que estaba en la "mansión de Ryoma"
En otras palabras territorio del enemigo.
— Retirense todos ustedes —dijo Ryoma a sus sirvientes.
Y ellos le respondieron.
— Si joven amo —y se fueron.
— Siganme —dijo Ryoma serio y nosotros le seguimos hasta su habitación.
Ya en su habitación Ryoma empezó hablar más tranquilo
— ¿Oye? Que paso con tus otros guardaespaldas —pregunto Allen
y esperando la respuesta de Ryoma
— Los despedí —dijo de lo más tranquilo Ryoma y mostrando una mirada seria.
— Mmm ya veo
— ¿Y tu enano a que se debe tu visita?—preguntó Ryoma serio, para luego cambiar su expresión a una sonrisa burlona.
— Pues . . .
— Yo lo traje, ya que pensé que se extrañaban mucho, y de paso para que conozca su futuro hogar —dijo burlón Allen y riéndose como loco psicópata.
A lo cual Ryoma le miro con ira y le tiro un zapato que estaba cerca a el
— ¡Oye! Calmate, solo bromeo, no es para que te enojes —respondió Allen y con una mirada de molestia.
— Entonces deja de joder, si no quieres que a la próxima te caiga un vaso de vidrio.
— Jaja —reí un poco, al escuchar su comentario.
Lo que logro que los dos se me queden mirando, pero lo que me daba más risa, es ver como se pelean y la confianza que tienen, eso implica amistad de años y un vinculo muy fuerte.
— De que te ríes enano —dijieron los dos a una sola voz y mirándome serio.
— Me gusta, la amistad que reflejan ustedes dos, aunque son muy "idiotas".
— ¡Oye! A quien llamas idiota, si quieres llamalo a tu "principe", pero a mi no —grito Allen.
A lo cual yo respondí groseramente
—"Príncipe" jajaja CALLATE ALLEN DE MIERDA, y sabes . . . LOS PRINCIPES NO EXISTEN —DIJE SERIO y cambiando mi expresión de rostro por una mirada intimidante.
— Jajaja, si tu lo dices sera pues . . . "pequeño crió" —dijo burlón Allen.
— Ció! Jajaja, entonces que te digo "tío" jajaja.
— ¡Oye enano! Tu . . .
— Basta de pelear, par de niños —dijo serio Ryoma y mirándonos con una mirada asesina.
— Ash —bufimos los dos.
Y guardando de nuevo silencio.
— Bueno, ya que se nota que ustedes no han tomado desayuno, bajen al primer nivel y esperen, mientras me alistó para ir a clases —dijo Ryoma serio.
— Vale —dijimos los dos y saliendo de su habitación.
Llegamos al primer nivel como dijo Ryoma y nos sentamos en el comedor, lo cual la mesa es bien grande para dos personas.
— ¿Que vas a querer enano? —dijo Allen con una sonrisa burlona.
— Eso a ti no te interesa —respondí de mala gana.
— Jajaja, enano de mierda —dijo Allen con una sonrisa malévola.
— Que desean para desayunar — pregunto una de las sirvientas, que es bien atractiva.
— Mmm, yo deseo comerte a besos — dijo Allen coqueteando y guiñando el ojo.
— Mmm a besos? Con cuantas ya te has acostado Allen? —hice una broma de mal gusto.
— Mocoso de mierda —grito Allen.
Y la chica poco a poco se fue alejando, mientras que se acerca otra sirvienta.
— Jajaja —reí burlon.
— Ksh —escuche salir algunos insultos de la boca de Allen.
— Disculpe por el comportamiento de mi anterior compañera, ahora si diganme por favor, su orden —dijo otra sirvienta de color de cabello azul.
— Pues . . . te comería a ti, si es que estas disponible —Allen por senguda vez y el mismo floro.
— Joven Allen, ya estoy enamorada de otra persona, disculpe mi rechazo — dijo la sirvienta y mostrando una reverencia.
— Bueno . . . y quien es el afortunado? Si es que se puede saber —preguntó Allen de periodista.
— El, es . . .
— YA LLEGUE —dijo Ryoma serio y sentándose en la silla de su trono.
— Disculpa, joven Ryoma me puede decir que desea para desayunar — pregunto la sirvienta a Ryoma
— Solo jugo de fresa —respondió Ryoma serio.
A lo cual la sirvienta le sonrió muy "sensualmente".
Y Ryoma solo le miro serio, como de costumbre.
— ¡Ya entiendo! —exclamó Allen
— ¿Entiendes que? —pregunto Ryoma dudoso
— A ella tu le gustas, aunque para ti es normal Ryoma, ya que todos se mueren por salir contigo, pero que mal que tengas tan mal gusto —dijo Allen con una sonrisa burlona y riendo entre si.
Es verdad, Allen tenia razón, habían miles de mujeres hermosas y el prefería jugar con un hombre, acaso esta loco.
— A ti no te imcumbe —respondió Ryoma serio y mirandome de la nada, a lo cual yo desvíe la mirada.
— Mm como tu digas "príncipe" —dijo Allen con sarcasmo.
Y la mirada de Ryoma que es amenazante, en otras palabras quería matarlo.
Luego de haber tomado desayuno todos, nos fuimos para la habitación de Ryoma.
— ¿Allen tu a que vinistes?
— Yo vine, es . . . "secreto"
— Entiendo —dije serio y cambiando la expresión de mi rostro.
Ya que me incomodo aquella respuesta
— No te molestes enano, por mi te lo diría, pero el no quiere decirte —dijo Allen serio y señalando a Ryoma.
— No me interesa, sus asuntos de ustedes —dije serio y poniéndome de pie para marcharme.
— ¿Ya te vas?
— Si —dije serio y saliendo de la habitación.
Pero pude observar a Ryoma y el solo se me quedo observando, en otras palabras, él no confia en mi.
Que patético, pensar que Ryoma . . .
me tenia confianza.
— Ash mierda —susurré enojado.
Ya que la sangre me hervía de la ira, al solo pensar que Ryoma, no confía absolutamente nada en mi.
Llegue al primer nivel, y las sirvientas en coro me dijieron —hasta luego joven Asuya.
No se quien les dijo mi nombre, pero lo sabían.
Después de salir, me dirigí hacia la universidad ya que ahora si es tarde.
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"Rabia, cuando te humillan por una tontería del pasado"
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27/11/16