Me sorprende llegar y ver a Jeffrey en el despacho de mi mamá. Me paro en la puerta y el deja de leer unos documentos para observarme, me sonríe y yo creo que mis piernas tienen vida propia porque en menos de dos segundos estaba parada a su lado.
--Hola –susurro y el vuelve a reír, ¿qué le causa tanta gracia?-
-- Hola. –Tira de mi mano hasta que caigo sentada en sus piernas- ¿Cómo estás?
-- Bien... y tu? –observo como se ve bastante cansado, saco sus lentes y el me da un suave beso.- te ves cansado
-- Lo estoy –suspira y vuelve a colocar unos papeles en una carpeta, la cual dice "Caso cerrado".- Terminé mi trabajo para tu mamá.
-- Oh, qué bien. ¿Y ahora?
-- Me iré. Ya estuve demasiado tiempo en esta ciudad -¿y ahora qué? Qué pasará con nosotros?-
-- Oh... -tomo su mano y juego con sus dedos-
-- ¿Qué harás tú Alex? –Coloca un mechón detrás de mi oreja y besa mi hombro descubierto.-
-- No lo sé, seguramente vuelva a Nueva York después de la boda de mi hermano. –me encojo de hombros- Estoy segura que si mamá me habla, va a ser para correrme de esta casa. Además creo que si me voy, no vuelvo más –observo como Jeffrey frunce el ceño.-
-- Tienes razón.
-- ¿Mi madre sabe que te irás? –El se encoje de hombros- ¿La quieres?
-- No lo sé –se encoje de hombros.- Es una mujer hermosa
-- Pero la dejarás... -me dejarás a mí también.-
-- Ella sabía que yo no me iba a quedar por mucho tiempo, supongo que sabe que ahora que termino mi trabajo me iré, yo le dije antes de comenzar todo esto.
-- ¿Y yo? –Susurro un poco dolida, y si fui solo una más?-
-- Tú qué? –me pregunta confuso-
-- Te acostaste conmigo –intento levantarme de sus piernas pero el me lo impide- No quiero pensar que me usaste.
-- Hey, no. –toma mi rosto con un mano y sonríe- Me das curiosidad Alex, desde el momento que abriste la puerta y nos conocimos. Estoy intrigado por conocerte. –yo sonrío-
-- Pero... te irás.
-- ¿Quién dijo que no puedo irme a Nueva York? –me susurra en el oído, yo me estremezco.-
Siento la puerta del apartamento abrirse e inmediatamente me levanto de sus piernas, abro la puerta del despacho y veo que mi madre está hablando por teléfono en la cocina, me giro y tiro un beso a Jeffrey, y corro a mi habitación; escapando de la vista de mi madre.
Arreglo mis cosas, pongo mis pinceles y las tintas en una maleta, junto con algunos libros. Observo mi habitación, seguramente sea la última vez que la vea. Cuando me fui a Nueva York intenté llevarme todo lo posible, libros, ropa, y mis pinturas y dibujos. Esta casi vacía, el closet no tiene nada más que los vestidos y zapatos caros que mi madre me compraba, algunas carteras. Nada que fuera mío, o que me gustara.
Coloqué mis cuadros en un rincón y escribí una nota
"Para Ian:
Aquí te dejo algunos para que los vendas, ¿quieres ser mi empresario? (por si me vuelvo famosa vendiendo cuadros). Te amo y gracias.
Alex. "
Sentí los gritos de mamá, estaban discutiendo. Intenté concentrarme en el dibujo que tenía enfrente pero era imposible, escuchaba cosas como:
"Fuiste atrás de ella y me dejaste a mi" "Yo soy tu novia"
No escuchaba la voz de Jeffrey, al parecer él estaba bastante calmo, cosa que seguramente enfureció más a mi madre.
Me acerqué a la puerta y la abri, escuche que sus voces se hacían más potentes asi que seguramente salieron a la sala
"Yo te avise que terminaba esto y me iba" Dijo Jeffrey
"Estas conmigo, no puedes irte" Replico mi madre, furiosa.
"Yo no sabía que iba a pasar todo esto entre nosotros, además te dije que no me gusta que me aten a algún lugar... y tu eres como un ancla Nina, no sales nunca de tu lugar y no dejas a nadie moverse tampoco" Asentí para mí mismo, era pura verdad lo que decía él.
"Acompáñame a la boda al menos" Dijo mi madre y no escuche respuesta, solo escuche como se cerraba la puerta y después sentí algunos vidrios chocarse, seguramente ella estaría tomando uno de sus vinos carísimos.