Después de acompañar a nuestra madre al aeropuerto nos encontramos ya en casa listas (o al menos yo) para asistir a nuestro primer día de instituto.
-Zoe, me iré en mi moto y tú vete en el auto- le digo mientras salgo del departamento.
Saludo a Luis y voy en mi moto directo al instituto, Zoe se quedó en el departamento "haciéndose unos retoques".
Llego al instituto y veo los típicos grupos: "Populares" Nerds" "Perras" y "Mundanos".
Noto el delgado cuerpo de Donnie a lo lejos y lo veo acercarse rápidamente.
-Manuela, no sabes cuanto te extrañe- dice él mientras me abraza.
-Yo también te extrañé, Donnie- digo de vuelta.
Donnie es "mi mejor amigo gay", es un amor, no pasamos vacaciones juntos porque tuvo que viajar donde su abuela, era un viaje familiar obligatorio.
-¿Entusiasmada con el primer día de clases?- pregunta él mirándome fijamente.
-No, sabes que odio estudiar Donnie- respondo rodando los ojos.
Suena el timbre y caminamos todos hacia nuestros casilleros.
Pasaron las primeras tres horas más aburridas del mundo y ya es hora de receso, así que acompañada de Donnie me dirijo a cafetería, pedimos nuestros almuerzos y nos sentamos en una mesa cerca de la puerta.
De pronto la cafetería queda en completo silencio, ¿saben por qué?, porque las perras del instituto hacen su "triunfal" entrada, parecen tres chihuahuas calvas.
-Chica, ¿acaso te disfrazaste de anciana?- pregunta Megan en mi dirección haciendo que todos los estudiantes presentes se rían.
-No, sólo que yo sí tengo claro que vengo a estudiar, no a pararme en una esquina- respondo neutral, con expresión fría y lo más relajada posible.
Escucho a todos reír por lo bajo y murmurar.
-Mírame niñata, es mejor que no te metas con...- la interrumpo.
-Escúchame tú a mí, prostituta barata, no te tengo miedo, así que escribe tus amenazas en un papel y mételas por tu culo- le digo con furia levantándome de mi asiento, miro a Donnie de reojo y este mira la escena perplejo.
Megan coje una bebida de la mesa siguiente y la riega sobre mi blusa.
-¿Sabes que esta blusa vale más de lo que ganas en un año por prostituirte?- todos la abuchean por mi comentario y esta se pone roja de la furia.
-Ya, Megan- ordena Andrés apareciendo de la nada mientras la desafia con la mirada.
Esta me dió una mirada asesina para luego retirarse.
-Ya vengo Donnie- le digo a mi amigo mientras salgo de la cafetería.
-Oye, Manuela- la varonil voz de Andrés me llama, haciéndome detener.
Camina rápidamente y se posiciona frente a mí.
-Quieres decirme, ¿con quién te fuiste a casa después de la fiesta?- pregunta arrugando su entrecejo.
-Después responderé eso, ahora tengo algo más importante que solucionar- le digo mientras retomo mi camino.
-Toma- dice mientras se quitaba su fina chaqueta y me la extiende- quítate esa blusa y ponte mi chaqueta- vuelve a hablar.
-No Andrés, como crees, yo iré a casa y me cambiaré, además en casa tengo tu suéter- le digo para luego agachar la cabeza pues recordé ese vergonzoso momento.
-No debes sentirte avergonzada Manuela, todo pasa por un motivo...- dice mientras me hace levantar la cabeza con su dedo índice -así que... Toma, ve a cambiarte- ordena para luego extenderme nuevamente su chaqueta.
-Gracias, te la devolveré- le aseguro para luego dirigirme al baño de mujeres.
Me quito la blusa y me pongo la chaqueta de Andrés, salgo pero él ya no se encuentra por ningún lado, suena el timbre indicando el regreso a nuestras aulas, ruedo los ojos y camino hacia al salón de Español.
Tomo asiento al lado de una chica pálida y con muchas pecas en su rostro.
-Muy buenas tardes muchachos, como ya saben la antigua maestra de Español ha sido pensionada, así que yo soy su nueva maestra, mi nombre es Vee Melano- ¿qué?, ¡por Dios! pobre mujer, para mí que la vieja es virgen todavía, ¿ustedes se la imaginan ligando?
-Hola, ¿como te llamas?
-Vee Melano.
-Tengo que ir al baño *se va corriendo y no vuelve nunca más*.
-Profesora no le parece indebido una relación así entre docente y alumno, también es muy apresurado para pedirnos eso- dice Bryan, uno de los populares del instituto haciendo que todos se rían.
-Sí, tienes toda la razón caballero, pero lo que no es demasiado apresurado es ponerle mala nota, ¿no cree?- pregunta la profesora haciendo que las risas y los murmullos cesen.
Bryan rodó los ojos y como todo idiota no le importó lo que le dijo la maestra.
Pasaron las siguientes horas de clases (muy aburridas) y ya todos salen del instituto para dirigirse a sus casas.
No he visto a Zoe en todo el día y menos a Axel.
-¡No me jodas!- grita Donnie posicionándose frente a mí- ¿a caso tienes puesta la chaqueta de Andrés Howland?- pregunta él en voz baja.
-Sí, no le veo tanto misterio y ¿por qué hablas así?- pregunto desconcertada por su extraño comportamiento.
-Eres una cabrona tan afortunada- dice mientras niega con la cabeza, me da un beso en los labios y después se marcha sin darme tiempo de hablar.
Salgo del instituto y me dirijo al estacionamiento en busca de mi moto, pero lo que ven mis ojos en este instante me deja inmóvil por unos segundos, sentado encima de ella estaba Axel con una rosa, niego por milésima vez en el día con la cabeza y sigo hasta llegar a él.
-Toma- dice con una radiante sonrisa en su rostro.
La tomo y la acerco a mi nariz, pero dentro de esta hay un pequeño pedazo de papel, lo saco y miro a Axel, este asiente con la cabeza dándome a entender que ese es su propósito.
La desenvuelvo y con una letra cursiva muy linda, el papel dice:
“A la verga la rosa, vamos a comer pizza”
Mi sonrisa se ensancha y muero de la ternura cuando miro a Axel.
-Acepto- le digo mientras trato de parecer una niña normal, porque debo tener una cara de idiota.
-Todavía no nos casamos chica- dice él guiñandome el ojo y haciéndome sonreír aún más.
Miro mi ropa...
-Axel, ¿crees que podemos pasar primero por mi departamento?- pregunto señalando mi ropa.
-Claro- responde.
Me subo en mi moto y él entra en su auto.
Al cabo de unos minutos me encontro en mi edificio, me bajo de la moto y entro directo a cambiarme sin mirar atrás.
Abro la puerta y... ¿¡Qué carajos!?
Zoe esta follando con un tipo en el sofá, en nuestro sofá para ver películas ,quiero llorar de la rabia.
-Hijo de puta... Coje tu ropa y lárgate de aquí- le ordeno impotente mientras le señalo la puerta.
El chico mira a Zoe avergonzado por toda la situación, recoge su ropa y sale desnudo tapando su cosa con la mano.
-Eres una perra asquerosa- le digo mientras niego con la cabeza y subo a mi habitación para cambiarme de ropa.
Saco un pañito y me limpio el pecho, pues lo siento pegajoso por la bebida que Megan derramo en mí, me quito la chaqueta de Andrés y me pongo una blusa cómoda, salgo del departamento sin mirar a Zoe, no quiero discutir eso con ella ahora.
Bajo en el ascensor y Axel se encuentra recostado en su auto.
-¿Lista?- me pregunta cuando llego a su lado.
-Lista- afirmo dándole una amplia sonrisa y entrando en su auto.
Axel es muy divertido, atento, tierno, es sencillamente un amor y eso me da mala espina, ¿no creen que es muy perfecto para ser cierto?
-Hemos llegado señorita Manuela- dice él mientras me abre la puerta (si ya nos encontramos en mi edificio).
-Muchas gracias caballero, ha sido un placer- digo mientras salgo del auto.
-El placer es todo mío- dijo dándome un beso en la mano. ¿Lo ven?, esto debe ser un sueño.
Sonrío ampliamente y este hizo lo mismo.
-Nos vemos mañana en clase- dice mientras me da un beso en la mejilla, me guiña el ojo y se sube en su auto.
Subo en el ascensor hasta llegar a mi departamento, abro la puerta y veo a Zoe aún desnuda y dormida sobre el sofá (que nunca más volveré a usar), y eso era señal de que me estaba esperando.
Sigo mi camino directo a la habitación, me baño y me acuesto a dormir.