-J-
Vaya que el día había pasado demasiado lento, estar en hospitales no era lo mío y nunca lo será.
Decidí esperar a Hiccup dentro de la camioneta, ya tenía suficiente con lídear con él y ahora con su padre con el ánimo por el subsuelo.
Talle mis ojos con pereza, la única opción que tendría para acercarme más a Hiccup era esa fiesta y si él no asistiría mis planes se iban directo al caño pero para mi buena suerte su padre había confiado en mi.
—¿Puedes abrirme? —preguntó Hiccup señalando el botón.
No me había dado cuenta de que Hiccup estaba fuera del carro, oprimi el botón y el seguro se quitó.
—¿Por qué tan encerrado? —preguntó carismático.
¿Qué acaso ver a su madre tumbada en una cama de hospital no lo deprimía?
Todo el mundo estaría triste, si vieran a su madre en una cama de hospital, con suero y con un aparato que le ayuda a respirar.
—Sólo quería paz —hice una mueca.
Asintió y yo suspire.
Lo que menos deseaba en estos momentos era quedarme callado frente a él.
—Será mejor que te lleve a casa —dije encendiendo el auto.
—Gracias por traerme hasta aquí y después llevarme a casa —me dio una sonrisa.
—No tengo ningún inconveniente —dije sin dejar de mirar la calle.
Ambos nos quedamos callados, ninguno dijo nada en todo el camino, y si no hacía algo moriría de aburrimiento.
—¿Cómo está tu mamá? —rompí el hielo
—Bien, supongo. Los doctores la cuidan pero temo que si no despierta la dejarán morir o peor aún; papá y yo tendríamos que escoger —su voz se escuchaba quebrada, dolida y sin sentimiento.
—Estará bien —tomé su rodilla lo que provocó un pequeño salto.
—Gracias —movió ligeramente su mejilla para que encajara perfecto con mi mano.
Lo miré de reojo y tenía las mejillas levemente rojas. Sacudí mi cabeza con brusquedad y aparte mi mano de su mejilla para después volver la vista a la calle.
—Ya estamos por llegar —anuncié.
Eso había sido incómodo y demasiado gay...
Estacioné el carro frente a su casa, pude escuchar un ligero y pesado suspiro saliendo de sus labios, se veía cansado y agotado de todo.
—¿Crees que se mejorará? —soltó de repente.
Trague saliva, se veía preocupado, pero era entendible. ¿Quién demonios no estaría mal?, eres un idiota jack. Me regañe mentalmente.
—Todo saldrá bien, te lo aseguro —sus ojos impactaron con los míos.
Azul y verde, linda combinación. Pensé, le di una sonrisa y me la devolvió.
—De nuevo muchas gracias por traerme; no era necesario todo esto, te veré mañana en la escuela —desabrochó su cinturón y antes de que pudiera irse lo sujete fuerte del brazo.
—¿Iras a la fiesta? —tenía que estar seguro.
—Jack, sabes que...
—Por favor, no quiero ir a la fiesta y saber que tu te quedarás encerrado y solo.
Traté de hacer el mejor puchero posible con mis labios, era sumamente raro.
—Al menos prométeme que lo pensarás, tienes hasta mañana para decirme.
Asintió.
—Está bien, mañana te diré cuál fue mi decisión —sonreí.
Dejé que bajará de mi carro y esperé a que entrará y una vez dentro arranque la camioneta de vuelta a casa.
Tendré que pensar en más opciones, no quisiera verme sospechoso. Estoy a sólo pasos de ganar. Sonreí ante mi discurso mental.
[...]
Definitivamente las mañanas eran lo peor del planeta tierra y digo todo el planeta tierra, ya que dudo que a un ser humano que habita aquí le gusten las mañanas y más si es en escuela. Excepto los fines de semana en que te despiertas y te das cuenta que es sábado.
Dejé escapar una risa boba y me acerqué a mi casillero, frío y con más comida que libros así era mi casillero.
—¡Hey amigo! —gritó Hans.
—¿Qué pasa? —nos saludamos con un choque de puños.
—Me enteré que quieres ir a la fiesta que dará Merida —dijo sonriendo.
—Una fiesta es una fiesta —levanté los hombros.
—Si pero no sabía que te gustaba ir a las fiestas de los amigos de Hiccup —me miró con una boba sonrisa.
—Tú también irás idiota.
—Buen punto pero quería saber si todos vamos a ir, ya sabes las chicas y nosotros —frunci mi frente y lo miré directo a los ojos.
— ¿Por qué preguntas eso? —mordió su labio, era obvio que algo pasaba.
—Yo solo quería saber si...
Y antes de que pudiera articular bien su oración me alejé de él, le dejé con la boca abierta. Pero Hiccup ya había llegado y necesitaba saber que era lo que decidió.
—Hola —saludé alegre.
—Hola —respondió sin ganas.
—¿Me dirás tú respuesta final sobre ir a la fiesta?
—¿Seguirás insistiendo? —asentí.— Bien, entonces si no tengo otra opción iré.
—Yuju, gracias por haber aceptado ir a la fiesta.
—Pero solo tengo una condición.
—¿Cuál es?
—Tengo que estar en casa a las diez, a más tardar once —asentí.
—No pasará de media noche, lo prometo —levante mi mano derecha en señal de promesa.
—Bien, ahora tengo clase de ética y moral, ¿Te veré en el descanso? — preguntó con sus libros en sus manos.
—Claro.
Ambos sonreímos y tomamos nuestro camino por separado, Hans estaba con Kristoff lo cuál y por algún motivo no me molestaba.
—¡Jack! —volteé a ver a la persona que había gritado mi nombre encontrándome con Astrid.
—¿Sí? — respondí.
—¿Puedes explicarme lo que tu y Kristoff hicieron?
Todo mi cuerpo se tensó de inmediato, ¿Cómo era posible? ¿Por qué ahora?
—¿De qué hablas? —me hice el tonto.
—Oí decir a Kristoff que te ganaría en una boba apuesta y que por esa razón estabas cómo loco presionando a Hiccup para que fuera a la fiesta de Merida —me miro y se cruzó de brazos, claramente estaba molesta.
—¿Eso dijo? —sonreí nervioso.
Una parte de mí estaba nervioso y la otra parte estaba realmente maldiciendo a Kristoff.
—¿Hiccup es parte de una apuesta entre tú y Kristoff?
—Claro que no, ¿Piensas que soy tan malo? —me señalé completo
—La verdad... —calló por unos segundos.— Si y no dudaría de ti, lo afirmaría como lo estoy haciendo ahora.
—Ten por seguro que él no tiene nada que ver y jamás haría eso, no soy tan maldito, la apuesta que escuchaste era porque él pensaba que Hiccup no dejaría sus estudios para pasarla bien, no es algo para lastimarlo.
—Eso piensas pero no creó que tu te intereses por alguien de esa manera —chasqueo.
—Es cosa que no te incumbe, y ahora si me permites tengo clase y no planeo llegar tarde —me giré y me dispuse a caminar.
—¡Investigaré lo que sea que estés tramando y no dudes en que no le contaré a Hiccup! —gritó llamando la atención de todo el pasillo.
Apreté los puños molesto ya que si Astrid se enteraba todo se iba a la mierda.
Eres un idiota jack.
㊀ ㊀ ㊀
¡Volví!
Esto de la escuela se sale de control, la vez pasada (que iba actualizar) no pude, tenia muchas faltas de ortografía y estaba demasiado corto. Lo corregí y lo amplíe.
Espero que les este gustando, en la fiesta se viene lo bueno. 😏
¡LOS AMO!
IGUAL A MIS FANTASMITAS.
¡LOS AMO!
Adiós.
AnaPines.🍼🌼