– No existe nadie como Krum – Afirma Ron molesto.
– ¿El tonto Krum? – Se burla George.
– Por la forma en que vuela parece un ave – Defiende Ron – Es más que un atleta, es una artista. Es un artista.
– Estas enamorado, Ron – Se burla Ginny.
– Callate – Ordena.
Irlanda había ganado el partido por tener más puntos, Sophie no prestó mucha atención ya que se la pasó hablando con Cedric.
– Viktor te amo... – Comienzan a cantar los gemelos – Eres mi héroe. Bésame mucho cuando no puedo estar junto a tí – Cantan pero ahora Harry se suma a ellos.
– Creo que los irlandeses están festejando – Comenta Fred al oír el ruido de afuera.
– ¡Alto! ¡Deténganse! – Sophie deja de revisar su mochila al oír a su padre – No son los irlandeses – Aclara – Tenemos que salir de aquí, ahora.
Harry es el primero en salir seguido de Hermione. Sophie guinda su mochila en su hombro y sale tras ellos. Había mucho fuego afuera y varias personas corrían.
– Vayan al transportador juntos. ¡Y quédense juntos! – Ordena Arthur – Fred, George, Ginny y Sophie son su responsabilidad – Dice antes de desaparecer.
Fred y George toman las manos de sus hermanas y corren hacia la colina. Sophie se tropieza un par de veces, y si no fuera por la mano de George hubiese caído.
– Mal momento para ser de Ravenclaw, ¿Eh Sophie? – Se burla su hermano, la castaña rueda los ojos y continúa corriendo. En la colina estaban Cedric y Amos, el mayor se veía algo cansado, pero Cedric estaba intacto.
– ¿Estas bien? – Pregunta el castaño sin percatarse de la presencia de los demás.
– Sí – Asiente, y toma una bocanada de aire – Gracias por preocuparte – Sonríe Sophie.
– Que asco – Susurran los gemelos. Arthur llega y se exalta al ver que hacían faltan personas.
– ¿Donde esta Ron? ¿Y Hermione y Harry? – Pregunta desesperado el Weasley.
– No lo se – Ginny da una rápida mirada a su padre – Corrimos y no los vimos.
– Ire a buscarlos, ¡Quédense aquí! – Arthur vuelve a bajar la colina.
En el cielo una nube de color verde, comienza a formarse, para después quedar con la forma de una calavera. Alguien había realizado el hechizo «Morsmordre» lo que significa la muerte de alguien.
Harry, Hermione y Ron también habían visto la marca, y la cicatriz de Harry había comenzado a arder.
– ¡Desmaius! – Los del ministerio apuntan sus varitas, y una luz roja sale de esta. El trío se agacha al instante y no recibe ninguna herida.
– ¡Deténganse! – Grita Arthur – ¡Él es mi hijo! – Arthur camina apresuradamente hasta el trío – Ron, Harry, Hermione, ¿Están bien?
– Volvimos por Harry – Explica Ron.
– ¿Quién la conjuro? – Pregunta un hombre y apunta con su varita el cuello de Harry.
– Crouch... – Suspira Arthur – No es posible.
– ¿Quién lo hizo? – Ignora – Los descubrimos en la escena del crimen.
– ¿Crimen? – Pregunta Harry confundido.
– Barty, son sólo niños – Afirma Arthur sin quitar la vista del hombre.
– ¿Cuál crimen? – Repite Harry esperando una respuesta.
– Harry, es la marca tenebrosa – Responde Hermione – Es su marca – Dice para finalizar, y aclara las sospechas de Harry.
– Lord Voldemort – Murmura Harry – La gente que vimos con las máscaras – Harry traga en seco – ¿Eran sus seguidores?
– Sí – Asiente Arthur – Mortífagos.
–Síganme – Ordena el hombre que los había amenazado.
– Había un hombre – Comenta Harry, y el hombre voltea a verlo – Parado allá – Harry señala un punto frente a él.
– ¡Vamos! – Exclama Crouch – ¡Por aquí! – Los del ministerio corren y desaparecen entre los restos del lugar.
– ¿Un hombre, Harry? – Susurra Arthur – ¿Quien?
– No lo sé – Murmura Harry – No pude ver su rostro.
Harry voltea a ver el cielo, y la calavera color verde seguía ahí, al verla su cicatriz vuelve a arder. Arthur pone una mano en su hombro y obliga a seguirlo al transportador.
– ¡Arthur! – Exclama Amos – ¿Estan bien? – Pregunta ya recuperado.
Sophie corre y envuelve a su hermano entre sus brazos, Ron le devuelve el abrazo. Ginny imita a su hermana solo que la pelirroja abraza a Hermione, y los gemelos dan un par de palmadas en la espalda de Harry.
– Sí, Amos – Contesta Arthur – Creo que será mejor irnos. Todos alrededor de la bota – Ordena y todos obedecen.
La bota repite el mismo proceso que había hecho en la mañana, girar y elevarse en el aire. Sophie cierra sus ojos para evitar que la suciedad caiga en ellos, Cedric observa el rostro de la castaña.
– Es hermosa – Piensa Cedric.
– ¡Chicos! – Exclama Arthur – ¡Ya saben que hacer! – Dice, y todos sueltan la bota, Sophie esta vez no cae en el suelo, si no que gana un poco de estabilidad y logra caer de pie, impresionando a los gemelos.
– ¿Como hiciste eso? – Pregunta George mientras respira agitada-mente.
– No lo sé – Susurra Sophie – Sólo lo hice.
– ¡Muy bien, Sophie! – Felicita Amos tras ella – Pronto podrás aterrizar como toda una profesional.
La castaña sonríe y comienza a caminar, la madriguera no quedaba tan lejos del transportador. Amos y Cedric se despiden al llegar al mismo árbol de esa mañana, Cedric se despide de Sophie con una sonrisa y sigue a su padre.
– ¿¡Qué sucedió!? – Pregunta una alterada Molly al ver a su familia llegar.
– Mortífagos – Contesta Arthur y cuelga su sombrero en el perchero – Atacaron el campamento después del partido.
– ¡Madre santa! – Exclama Molly horrorizada y se acerca a sus hijos – ¿Estan bien? – Pregunta y examina el rostro de Sophie.
– Sí, mamá – La castaña sonríe, y aparta las manos de su madre – Iré a ducharme.
Sophie sube las escaleras, y entra al baño de arriba, ese era el baño que ella y sus hermanos compartían. La castaña entra a la lluvia artificial y deja que toque su cabello, el jabón quita las manchas de tierra y deja a la vista algunos moretones.
– Jamás en la vida volveré a usar un transportador – Suspira Sophie y presiona el moretón de su brazo – ¡Auch! – Se queja.
– ¡Sophie, apúrate! – Grita Fred – ¡Quiero ducharme!
Sophie gira la llave de la ducha y se envuelve en una toalla, cepilla sus dientes y sale del baño – Todo tuyo – Sonríe y entra a su habitación. De todos los Weasley, Sophie era la más dulce y amable, era muy parecida a su madre.
– Mejor – Susurra la castaña al ponerse su pijama, y enrollarse en sus cobijas. Sophie iba a dormir pero unos golpes en la puerta la interrumpen – Adelante.
– Hola, Sophie – Saluda Ron, y se sienta en la cama de su hermana.
– Ron – Suspira Sophie – ¿Qué haces aquí?, Deberias dormir hoy fue un día muy agetreado, y...– Ron la interrumpe.
– ¿Qué hay entre tú y Cedric? – Pregunta sin rodeos.
– ¿Qué? – Susurra la castaña sintiendo la sangre subir a sus mejillas.
– No te hagas – Se burla Ron – Esas sonrisas, esas miradas, ¡El chico no podía dejar de rodearte con sus brazos en el partido! – Sophie arruga su nariz ante las palabras de Ron – Te gusta, ¿No es así?
– Ron – Suspira la castaña y toma las manos de su hermano – Se que te preocupas por mí, pero es mi vida privada. No te diré si me gusta o no.
– Y yo que creía que los de Ravenclaw eran buenas personas – Espeta Ron poniéndose de pie – ¡Eres lo peor, Sophie Cornelia! – Exclama el pelirrojo con una sonrisa en su rostro y Sophie ríe silenciosamente – Que descanses – Se despide y sale de la habitación de la castaña.
Sophie vuelve a acurrucarse en sus cobijas y poco tiempo después cae profundamente dormida, mientras que un sólo pensamiento esta en su cabeza, o más bien dicho una persona, Cedric.