En serio perdón por no haber subido todos estos días, pero he estado con mil cosas en mi mente.
Y sí, me inspiré mucho en este cap😌
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¿Les ha pasado alguna vez que pensaban que un día iba a ser terrible por como inició pero cuando ya está por acabar cambias de opinión y crees que es uno de los mejores? Bueno, eso me pasó hoy.
Al despertarme en la mañana pensé que, como mi papá no me había saludado por mi cumpleaños y no la pasaría con él ni con Cristina, iba a ser un mal día. Que el hecho de no haber recibido algún saludo por mis redes sociales me harían sentir peor, pero no. Cuando Ethan me mandó la carta; en el momento en que la leí todas esas ideas se borraron automáticamente de mi mente al saber que una persona que se ha vuelto tan importante en mi vida me escribiera eso, una carta disculpándose. Simplemente lo arregló todo. Una sonrisa se plasmó en mi rostro desde ese entonces, no podía parar de sonreír ya que pasaría mi cumpleaños con él, con mi novio.
Y no puedo pedir nada mejor que pasarlo con él.
Ahora estamos en el carro del papá de Ethan, quien se lo prestó por esta noche. Ethan está conduciendo, su mirada dirigida hacia la autopista. Su cabello está ligeramente despeinado por el viento y luce demasiado bien.
Una sonrisa se forma en su rostro y no puedo dejar de mirarlo.
¿Qué hice para tener a este gran chico como novio?
— ¿Que tanto me miras?
Salgo de mi trance e involuntariamente me sonrojo.
—¿Qué? No te estaba viendo.—miro hacia la calle.
—Jaz, te veía mirándome de reojo, no mientas. No sabes mentir.—frunzo el ceño.
— Claro que sé mentir.
—Claro—dice en forma sarcástica—cuando tratas de mentir te sonrojas, juegas con tus manos como lo estás haciendo ahora y te pones a la defensiva.
Detesto que me conozca tanto.
Volteo hacia mi ventana y me distraigo viendo el paisaje. Las casas, los árboles, la gente pasar.. por todo.
En realidad no me concentro en eso, sino que mi mente se nubla de mil pensamientos. El recuerdo de cuando lo vi subir esa vez al metro, cuando me habló por primera vez, la vez en que se le cayó su dibujo que resultó siendo de mi, cuando me morí de vergüenza porque esa señora pensó que eramos novios cuando aún no lo éramos,la vez en la que se me declaró... Me pongo a pensar en todos y cada uno de los momentos que he pasado con Ethan. Momentos que son únicos y que espero que nunca acaben.
—Listo, llegamos.
Ethan estaciona el auto frente a... Espera, ¿qué?
—¿Qué hacemos aquí?—bajo del carro y frunzo el ceño.
Ethan me muestra una sonrisa de boca cerrada.
—¿No te lo esperabas?
—No...
—Esa era la idea—y ahora si me muestra una sonrisa con dientes.
—Ethan, amor, no es que me queje pero... ¿Qué hacemos en mi casa?
El ya nombrado solo se limita a reírse. No entiendo, ¿de qué se ríe el estúpido este? No, espera, yo no hablo así. Mucho me junto con Cristina.
—Te seré honesto... La idea era llevarte a comer, pero me llamaron hace una hora diciendo que el restaurante iba a estar reservado hoy por una empresa y nos quitaron de la lista. Así que decidí hacer algo más sencillo y pedir pizza ya que tú amas eso y amas estar en tu casa acostada viendo películas, pero ya estaba cambiado y no te iba a decir a último minuto que te pongas cualquier cosa porque solo estaríamos en tu casa. Por eso dimos unas vueltas, en el camino pensé en ir a otro lugar pero cerca solo hay dos restaurantes que te encantan y el otro está cerrado así que volví a la idea de la pizza. Sé que no es la gran cosa, que es algo sencillo y no es lo que te mereces por tu cumpleaños y que...
Dejó de hablar. No porque ya no sabía qué decir, sino porque no lo dejé continuar. Había pegado mis labios a los suyos mucho antes de que termine la oración.
Simplemente lo besé. Lo besé por el hecho de hacer tan tierno detalle, el querer verme feliz, el explicarme todo y disculparse por no poder hacer lo que tenía planeado cuando yo me conformaba con solo verlo. Lo besé, y nada se sintió mejor que hacerlo.
El beso fue lento, nuestros labios aún algo tímidos rosaban unos contra otros. Se sentía demasiado bien y no quería que acabara. Pareciera que estuvieran hechos el uno para el otro, encajaban perfectamente y no pude evitar sonreír ante esta increíble sensación. Ethan besa demasiado bien y en serio no quería dejar de hacer lo que ahora se ha vuelto mi adicción, mi pasatiempo favorito, besarlo. Sin embargo la respiración nos jugó en contra y tuvimos que separarnos por falta de aire. Eso sí, cada uno con una sonrisa.
—Wow...—habla Ethan aún con una sonrisa.
—Gracias, en serio.
Entramos a mi casa y al prender las luces me sorprendo al ver una nota.
"Hija mía, siento no estar pero me llamaron del trabajo y debo cubrir un turno. Ve al patio, a que te gustará lo que hay ahí."
Frunzo el ceño. ¿Qué puede haber en el patio?
Volteo hacia Ethan y él niega con la cabeza.
Junto a él vamos al patio, el cual está totalmente oscuro, no se ve nada. Lo cual es raro ya que siempre está prendida una lámpara. Abro la puerta de vidrio y prendo la luz. Honestamente no me esperaba esto.
—¡SORPRESA!— gritaron un montón de personas, de las cuales las primeras que vi fueron mi papá, Cristina y Franco. Los dos últimos nombrados sostenían un cartel que decía "Feliz cumpleaños Jaz".
Sonreí. No me esperaba esto.
Me acerqué donde mi papá y me recibió con un cálido abrazo de aquellos que solo él sabe dar.
—Feliz cumpleaños mi niña, ¿creías que no estaría en tu día?—solo sonreí, mi papá siempre ha estado conmigo, siempre los dos.
Me volteo hacia Ethan quien me sonríe.
—¿Tú sabías de esto?
—Yo lo organicé... —frunzo el ceño, ¿en qué momento? Como si me leyera la mente vuelve a hablar:— Cuando vine para cenar con tu papá, en el momento en que fuiste a arreglar no me acuerdo qué, hablé con él y organizamos esto. Jaz, es tu día especial y mereces lo mejor de lo mejor, al lado de las personas que amas, obviamente yo incluido.— se alaga. Su ego Dios mío.—Además, sé que siempre quisiste una fiesta sorpresa.
No digo nada, solo sonrío y acto seguido mis labios están de nuevo sobre los suyos. El beso es lento pero apasionado, siento que en el le agradezco todo lo que ha hecho por mi en este poco tiempo que lo conozco y que somos pareja. Ethan mueve sus labios al ritmo de los míos, no sé quién está dirigiendo el beso, tal vez los dos; solo sé que es uno de los mejores que nos hemos dado.
No quiero que acabe pero debo separarme de él ya que escucho una voz carraspeando al lado de nosotros.
Nos separamos y volteo hacia Cristina quien está al lado de Franco agarrados de la mano y me sonríen. Lo de agarrados de la mano me toma por sorpresa pero no digo nada, no es el momento, ya luego de la fiesta hablaré con ella para que me explique todo.
Cristina se suelta de Franco y me da un fuerte abrazo.
— ¡Feliz cumple Jaz!—sonrío—¿Qué te parece el ambiente? Lo decoré yo misma.—Ethan y Franco la miran mal— Bueno, tal vez no del todo sola, pero sí decoré bastante.
—Me encanta, muchas gracias chicos.
Le doy otra mirada al patio. Lo decoraron tan bien que por todas partes grita Jazmín. Sin duda tengo al mejor novio, los mejores amigos y al mejor papá del mundo.
No puedo parar de sonreír. Honestamente nunca hubiera pensado en que me hicieran una fiesta sorpresa. O sea, sí, siempre quise una, más nunca pensé que de verdad me harían una.
Sin duda no puedo pedir nada más de lo que tengo ahora. Este año ha sido uno de los mejores, por no decir el mejor. Sé que si estuviera mi mamá aquí sería mucho mejor, pero por algo pasan las cosas. Mi papá es todo y más de lo que puedo pedir, siempre ha estado ahí para mi, más que un padre es mi mejor amigo y agradezco demasiado eso.
Y qué decir de mi gran y guapo novio. Ethan es una de las mejores personas que han podido llegar a mi vida.
—¡Amor!—grita Ethan desde el fondo y no puedo evitar sonreír al escuchar cómo me llama en ocasiones—Ven para cortar el pastel.
Sonrío y voy donde él está. Sin duda este es mi mejor cumpleaños.