Era otoño... el aire era frío... todos vestían de negro todos estaban tomados de las manos llorando las sillas llenas de personas delataban la angustia, el pequeño niño veía con miedo era lo mismo de siempre, eso siempre pasaba en los funerales.
Era un funeral...odiaba los funerales hacían que sintiera que algo extraño que algo le recorría la espalda haciendo que el pecho le doliera y el corazón le latiera con más y desbocada fuerza tomó con más fuerza la mano de su padre... y este lo vio y le sonrió con cariño.
--Tranquilo Nicholas... nada malo va a suceder -- le regaló una sonrisa mientras que el pequeño tomaba aire y miraba adelante
<<nada mala va a pasar... el funeral de mi madre ya sucedió este es otro... de una persona que no me importa... no debo sentirme así por alguien que no me importa... nunca>> pensaba y se repetía a sí mismo mientras caminaba.
Entonces se detuvieron frente a la mujer... una joven de hermoso cabello rubio y ojos azules, su corazón dio un golpe fuerte en el pecho ...la conocía Nicholas podía reconocerla... aunque no la recordara.
--Anne-- la saludó su padre soltando a Nicholas, aunque este apretó la mano de su padre y este lo miró -- Nick, hijo que tal si te sientas esta es una charla de adultos
Al principio Nicholas creía que era una cosa asombrosa escuchar a las personas mayores hablar era algo que lo hacía sentir alguien con un poder sumamente satisfactorio, pero a medida que fue creciendo ya no creía en esos lujos y en esa humanidad, pero nada más bastaba
el niño se retiró a una silla en frente al ataúd se limitó a mirar el cielo con admiración y con la mayor atención posible viendo figuras en el cielo tenía miedo de ver el ataúd y ver a su madre entonces vio a la gente... toda lloraba entonces vio a la única niña en todo el funeral la pequeña tenía el cabello suelto... el cabello negro le llegaba hasta la cintura tenía un vestido negro que le llegaba hasta sus rodillas y un niño con un traje también negro la abrazaba mientras esta lloraba y entonces lo recordó... esa era Valentina Johnson la niña volteó a verlo y sintió que su corazón latía con tanta fuerza que por más que quisiera no podría detenerlo pero en ese momento era lo que menos deseaba...
Seguía siendo lo mismo por más que lo recordara e intentara olvidarlo seguía teniendo los mismos sentimientos.... y tal vez nunca cambiarían pasara lo que pasara.