-Jared, no voy a quedarme contigo- le dije mientras empacaba el resto de mis cosas
-por que no?- preguntó, indignado
-primero, porque este no es mi hogar. Quiero volver a casa, estar contigo se siente como huir-
-y lo segundo?-
Suspire esta era la parte que incluso a mi me constaba entender
-no es justo con tu hermano y los demas- dije en voz baja -cuando paso mas tiempo con uno me siento mal. Ellos están lejos y tu y yo aquí. Juntos. No me parece justo que a ellos les dijera que necesitaba tiempo y tu me veas pasear en toalla- me sonroje en esa ultima parte
Jared se quedo serio por un momento y luego me dio una sonrisa. Una ENORME sonrisa
-Por eso no podemos no estar contigo Emmy- dijo lentamente mostrándome sus manos antes de ponerlas en mis brazos
-lo entiendes?-
-por supuesto que si!- Jared me dio un beso en la frente -y lo aplaudo, o todos en la cama o todos en el piso. Las preferencias no ayudan a fortalecer el amor fraternal-
No pude evitar reírme
-aun no se que es lo que pasa pero si se que todo se quedara congelado hasta que ellos vuelvan- baje la cabeza avergonzada y triste -y hasta que no tengas que andar de puntillas conmigo cada vez que quieres tocarme-
Jared tomo mi mentón y me obligo a mirarlo a los ojos
-toma todo el tiempo que necesites, sabes que los chicos y yo te amamos por mucho mas que ese delicioso y cálido cuerpo tuyo-
Me ruborice furiosamente bajo su mirada hambrienta pero también sentí escalofríos
-gracias?-
Jared río -no será lo mismo sin ti-
Poniéndome de puntillas le di una rápido beso en la mejilla.
Loa meses pasaron y todos olvidaron lo sucedido porque así era como funcionaba. Solo los afectados quedábamos marcados, solo nuestro mundo era sacudido, pero los demás continuaban con sus vidas.
Jax se tomo dos meses para volver a dirigirme la palabra, se sentía tan mal. Como si fuera su culpa, había llorado en silencio mientras me decía cuanto lo sentía. Me tomo mucho hacerle entender que como yo, el también había sido engañado por la actitud calmada de Ian
Kiara no estaba mejor tampoco. No se separaba de mi, solo para nuestras clases y casi rompe con Jax lo que lo hizo todo peor.
Mientras intentaba convencerlos de que no era su culpa también luchaba con mi propia vocecita que decía que era mía. Pero yo tenia otras cuatro voces, mas fuertes, que me recordaban que el unico culpable era Ian.
En las noches, las malas, me lo imaginaba volviendo por mi, lo imaginaba logrando lo que no había conseguido la primera vez y me despertaba sudando y gritando. Kiara había tenido tan pocoas semanas de sueño como yo en nuestro segundo año.
Hablaba y le escribía a los chicos a menudo pero aun ignorabamos el gran elefante rosa en la habitación.
Para cuando comencé mi tercer año, tenia una loquera y medicación para poder dormir pero aun tenia un problema con que alguien se me acercara de forma repentina o que me tocaran.
A Jared le mataba verme así y todo se fue al cárabo cuando los demás lo presenciaron
-Así que regresaste- Nick suspiro -estoy feliz y preocupado al mismo tiempo como cuando estas en la montaña rusa y te ríes pero también quieres vomitar-
Rick se río -Emmy nos probo que es una chica ruda- dijo, dándome apoyo -pero por favor solo... Ten cuidado si?- y ahí estaba la preocupación
-Emmy no quie...- la voz de Jared se perdió con el rugido que estalló en mis oídos. Mi corazón palpitaba dolorosamente contra mis costillas y sólo sentía la mano de Jared en mi brazo como un hierro ardiente sobre mi piel. Me aparte de inmediato encogiéndome sobre mi misma. Los bordes de mi visión se volvieron negros
-no esta sucediendo de nuevo. No esta sucediendo de nuevo- repetí una y otra vez
-Emma!- mi nombre se escucho lejano opacado por la voz gutural y extraña de Ian murmurando en mi oído
-Ian no esta aquí- repetí en vi alta. -estas a salvo-
-Emmy...-mas voces llamando mi nombre
-Emma. Soy yo. Soy Jared- oh, mierda! El miedo en su voz apago mi propio miedo y potencio mi instinto por protegerlo a todos de esto. Del ente nervioso en el que me convertía -Emma, estas a salvo. Mirame-
-lo siento- dije mirando primero a Jared y luego al rostro de Nick, Rick y André. Todos y cada uno se veían a punto de romperse
-no digas eso Emmy- Rick se veía tan desolado como yo me sentía -no tienes nada porque disculparte-
-no quería que me vieran asi- dije con demasiada pena y cansancio
-Emmy...- Nick, siempre alegre u extrovertido se veía tan decaído.
-no debes preocuparte por nosotros- los ojos verdes de André fueron como un bálsamo y su voz una nana -nosotros... Solo lamentamos no estar ahí para ti-
Había estado demasiado drenada de energía para decirles que si estaban conmigo, sus palabras vivían en mi memoria y mi corazón. Me hacían fuerte.
Pero por mas que en mis sueños los ahnelara, en la realidad no podía...
Así que me concentre en mis estudios y en sanar.
Cada noche que no tenia una pesadilla cada vez que alguien pasaba por mi lado y su brazo rodaba el mio y no entraba en shock era una pequeña victoria.
Y así. Un año vino y se fue.
Y luego otro mas.
Cada vez que los veía ahora mi cuerpo respondía como solía hacerlo y aunque mi mente me restringía era solo por unos breves segundos.
Si, jodete Ian.
No ibas a quitarme el disfrutar del sexo.