Thomas me dejó pasar primero a su gran casa.
Miré curioso lo que estaba alrededor,había una cabeza de venado arriba de la chimenea.
El estómago se me revolvió,no me gusta este tipo de animales disecados.
-¿Bonito,no?.-se acercó al animal.
-N-no me parece bonito.-me alejo de ese lugar.
La piel se me eriza al escuchar el ladrido de Frost,el perro de Thomas.Me subo al sillón y me hago bolita,tapando mi rostro.
Escucho la carcajada de Thomas.
-¡Frost,fuera!.-ordena.
Cuando mis oídos no escuchan ningún ladrido de ese perro,mi cuerpo deja de estar tenso.
-Oye Alex...mira esto.-susurra Thomas.
Levanto el rostro lentamente y mis ojos brillan y sonrio.
-¡Un gatito!.-me acerco a Thomas,que se encuentra enfrente de mi con un gato negro en sus manos.
-Lo había encontrado hace poco afuera de mi casa,me recordaba a ti.-dejó el gato en mis brazos.
Acaricié la pequeña nariz del gatito.
-Aww,Hola gatito.-hablé.
El gato levantaba las patas y me tocaba el rostro.
Thomas se quitaba la camiseta,que anteriormente estaba empapada por la lluvia.
Yo miré como se la quitaba,cuando me miró y sonrió.
-No mires.-hizo un ademán con la mano,diciéndome que mirara a otra parte.
Yo obedecí su orden y continúe mirando al gatito.
-Listo.-dijo él.
Lo observé de nuevo y la camiseta que tenía había sido reemplazada por una manga larga oscura.
-Bueno,vamos,dormirás conmigo.-dijo Thomas caminando a su habitación.
-N-no creo que sea correcto dormir juntos,puedo dormir en el sillón si quieres.
-El sillón te dará dolor de espalda,ahora ven.-se acercó y tomó mi muñeca.
Fui arrastrado a su habitación y me tiró a la cama.
-Dormiremos aqui y punto.-se cruzó de brazos.-Ahora quítate la ropa.
-¡¿Q-que?!.-lo miré asustado.
-Tu ropa esta empapada,te dará un resfriado.-sonrió.-¿Que pensaste gato miedoso?,si que eres un pervertido.
Me sonrojé y comencé a quitarme la camiseta,después desabrochar los pantalones y quitarme los zapatos.
-Dame eso,lo lavare.-extendió la mano para tomar mi ropa e irse.
Me quedé solamente en boxer,busqué con la mirada algo que me cubriera y encontré una sábana.Me acerqué para tomarla y taparme con ella mi cuerpo semidesnudo.
Después de unos minutos regresó Thomas y se acostó en la cama,dando palmadas a un lado de él.
-Ven aquí.-sonrió.
Sin confianza alguna me acosté lentamente,dándole la espalda,me daba vergüenza mirarlo.
La lluvia no cesaba y los truenos no fueron de esperarse.
Grité como una chica y tomé con más fuerza la sábana que me cubría.
-¿Tienes miedo?.-preguntó Thomas a mis espaldas.
Yo asentí rápidamente y con la sábana limpié las lágrimas que estaban en mis mejillas.
Thomas me abrazó fuertemente.
-Lo siento y...descansa.-susurró en mi oído.
Me relaje y comencé a cerrar los ojos lentamente.
Cuando de manera inesperada se escucho una explosión en la entrada..