-¿No vas a comer?.-preguntó Thomas,metiendo comida a su boca.
-N-no tengo apetito.-continúe mirando a otro sitio.
Él se encogió de hombros y siguió comiendo.
A veces lo observaba de reojo,él me pillaba en algunas ocasiones y se reía.
-Entonces...¿como te va en la vida?.-dejó su plato de lado y me miró.
-P-pues Lean esta siendo...-me interrumpió.
-No hablemos de ese chico,cuéntame algo que hiciste tu sólo.-recargó su cabeza en la palma de su mano.
-B-bueno,cuide a Alen.-hablé nervioso.
-Ah,el bebé,ese niño es tan lindo.-sonrió Thomas.
Me sonroje,nunca había visto a Thomas sonreír,solamente había visto dos expresiones,seriedad y burla.
-Emm y...bueno,me siento responsable.
-Por supuesto,cuidar a un recién nacido es lo más hermoso del mundo,pero se necesita mucha responsabilidad,no hay que tomarlo a la ligera,necesita cuidados especiales.-habló Thomas.
Mis ojos estaban completamente abiertos,nunca había escuchado a Thomas hablar de esa forma,tan seguro de sus palabras y tanto conocimiento.
-¿Como es que sabes tanto del cuidado de los bebés?.-le pregunté intrigado.
El sólo me guiño el ojo y sonrió mostrando sus dientes blancos.
A los pocos minutos empezamos una conversación,sobre nuestros gustos,conociendonos más.
-¿Entonces...quieres estudiar Criminología?.-bebí del refresco.
-Si,me interesa ese tipo de temas,crimen,víctimas,me daría una gran satisfacción.-se recargó en la mesa.
Nuestra conversación fue interrumpida por la camarera que dejó la cuenta y se llevó los platos que habíamos usado.
Tomé el pequeño papel y saque mi billetera.Thomas me quita la hoja.
-No te preocupes por la cuenta,yo invito.-dejó un billete de 1,000 y se levantó de la silla.
Yo hice la misma acción y me acerqué a él,quedando a un lado.
-Gracias.-susurré.
-Jaja,no hay problema,gato miedoso.-abrió la puerta del establecimiento y me dejó salir primero.
Al salir,gotas de agua cayeron en mi cabeza y mi piel se erizó.
-Mmm,lluvia,en la televisión habían dicho que no habría lluvia en toda la semana.-tocó el agua con sus manos.-Bueno,si nos vamos ahora,hay posibilidad de que no quedemos empapados.
Asentí y tomé su mano,odio la lluvia,en especial si es de noche y todo esta a oscuras.
-¿Te parece si vamos a mi casa?,la tuya esta muy alejada y no querrás pescar un resfriado,¿verdad?.-me miró esperando mi respuesta.
Lo pensé por unos momentos.
-Claro,pero primero tengo que hablar con mi madre.-saqué mi celular.
Marqué el número de mi madre y lo puse en mi oreja.
¿Bueno?
Madre,soy yo Alex,te quería pedir si puedo quedarme en casa de un...amigo.
¡Oh!,claro hijo,cuidate,adiós.
Adiós.