Estabamos en la feria y mi padre y yo nos encontrábamos en la montaña rusa.
-¡No vayas a gritar!.-gritó mi padre.
-Papá no estoy gritando.
-¡Esta bien!.-me gritó en el oído.
Cuando estábamos en la cima mi papá gritó mas fuerte cuando el carrito empezó a bajar a toda velocidad.
El zapato de mi papá salió volando y golpeó en la cara a las personas detrás de nosotros.
-¡Mi tenni!.-gritó él.