HoSeok
— Ahora solo seremos tú y yo.
Aquellas palabras seguían rondando en mi cabeza. Mientras tanto, yo veía todo en cámara lenta, veía como algunos de mis empleados se le acercaban y como otros se le quedaban mirando como idiotas.
Para cuando logré volver a la realidad, pude escuchar claramente como TaeHyung gritaba que no quería perder a nuestro bebé.
— Ese bastardo ya no nacerá y ya no tendrás que hacerte cargo de él. — volvió a susurrar YoonGi con un tono divertido en su voz.
Ignoré sus palabras y corrí hacia TaeHyung. Al estar a su lado, pude notar que aún mantenía sus brazos alrededor de su vientre.
— N...no lo... quiero p-perder — volvió a repetir, pero esta vez mirándome a mí.
— No lo perderás — dije con total seguridad. Mire a mi alrededor — ¡Tú! — señalé de repente a uno de los contadores. — Llama a una puta ambulancia ¡Ahora mismo!
Parecía asustado, pero aun así hizo lo que le pedí. No esperé a que terminara la llamada y tomé a TaeHyung en brazos para salir del edificio.
— ¡HoSeok! Si tú te largas con ese te juro que... Que me mataré — el grito de YoonGi me detuvo. — Sí, como lo oyes... ME MATARÉ — volvió a gritar. Miré a ambos lados y podía ver a todos mis empleados asombrados.
Luego miré a TaeHyung, quien tenía los ojos cerrados y emitía quejidos llenos de dolor.
— Es él o soy yo — volvió a repetir YoonGi.
En ese momento ya tenía una respuesta formulada.
Caminé con total seguridad hasta llegar al ascensor y adentrarme en este.
En gran parte me sentía desesperado y por otra parte aliviado. Había logrado sacarme de encima a YoonGi... Pero a un precio que aún no sabía si quería pagar.
— Ho-HoSeok — susurró TaeHyung. Estaba apretando los dientes con fuerza. — No te alejes de... de no-nosotros.
— Jamás lo haría... Jamás te dejaría solo... Nunca en mi vida te dejaría solo con nuestro hijo.
Sostuve con más fuerza el cuerpo de TaeHyung, en esos momentos agradecía que no haya engordado tanto por el embarazo, y me acerqué a sus labios para besarlo, pero antes de tocarlos volvió a soltar otro quejido.
Me alejé y solo me dediqué a observar los botones de aquel ascensor rogando que ya se detuviera en el número uno. Y cuando lo hizo, las puertas del ascensor se abrieron y pude escuchar las sirenas de una ambulancia.
Salí corriendo de aquel reducido lugar y cuando estuve por salir de la empresa alguien sostuvo mi brazo. Me devolví pensando en todos los insultos que le diría a YoonGi si se interponía en mi camino, pero el que me detuvo era JungKook
— ¡Diablos! ¡HoSeok! ¿Qué ocurrió con TaeHyung? — su rostro emanaba preocupación, pero no estaba para dar explicaciones en ese momento y menos cuando la ambulancia ya estaba al frente de la empresa.
— Llama a JiMin y nos vemos en el hospital central.
Antes de obtener respuesta, salí corriendo nuevamente.
Al llegar a la ambulancia, los paramédicos subieron a TaeHyung en la camilla y comenzaron a revisarlo. Mientras tanto, yo solo observaba.
El camino hacia el hospital fue muy desesperante, podía ver como tocaban su vientre y Tae solo se quejaba con mucha fuerza. En ese momento tomé su mano y él solo giró su cabeza para mirarme con aquellos ojos avellana que estaban rojos de tanto llorar.
Mantuve mi mano con la suya todo el tiempo, incluso cuando lo bajaron de la ambulancia para adentrarlo en el hospital, aún cuando estuvo al frente del doctor y también cuando le hicieron una ecografía para asegurar que el bebé no se había hecho ningún daño.
TaeHyung aún se quejaba de alguno que otro dolor, pero no tanto como al principio, cuando estaba en la empresa. Al parecer algunos de los medicamentos que le habían dado en la ambulancia lo habían calmado.
— ¿Esto te duele? — hablo el doctor mientras presionaba el vientre de TaeHyung con el ultrasonido. Él asintió. — Está bien, lo siento. — se disculpó con clara pena.
Me aferré con más fuerza a su mano y lo miré. Se estaba mordiendo el labio inferior. Tenía miedo, por lo que levanté su mano y la besé levemente, para luego mirar la pequeña pantalla que mostraba a mi frijolito en su esplendor.
En ese momento pude suspirar tranquilo. Mi bebé, mejor dicho, nuestro bebé estaba bien.
Seguí observando a mi hijo y esta vez sí lo podía diferenciar.
El doctor siguió moviendo el aparato en el vientre de TaeHyung y una que otra arruga se pronunciaba en su frente. Algo andaba mal.
— ¿Q-qué su-sucede? — logré decir casi en un susurro, aún sentía el temor de perder a nuestro bebé.
Él doctor nos miró y sonrió. Estaba confundido.
— No, no hay nada de que preocuparse... ¿Quieren saber si es niño o niña?
— ¡NO! — medio gritó TaeHyung. Lo miré y él volvió a negar. — Quiero que sea una sorpresa.
El doctor asintió.
— Entiendo, es lo típico de las parejas. — volvió a mover el aparato. — ¿Quieren escuchar sus latidos? — preguntó de repente.
— Sí — dijimos casi al unísono. Y después de unos minutos ya estábamos escuchando los fuertes latidos de nuestro hijo.
Mi sonrisa se ensanchó y pude mirar de reojo que TaeHyung estaba llorando. Lo abracé y mantuve mi mirada puesta en aquel punto que palpitaba dentro de todo ese lugar negro: Era el corazoncito de mi hijo o hija.
— Es muy hermoso — susurró entre hipidos.
— Lo sé... Será un niño o niña muy fuerte —
En aquel momento podía jurar que nos veíamos como toda una pareja de recién casados que estaba esperando a su primer hijo, y claro, me sentía de aquella forma. El solo ver a mi hijo y TaeHyung me hacía sentir cosas inexplicables que jamás, ni siquiera con YoonGi, había sentido.
— Bueno, su bebé está muy bien — dijo. Sonreí y le di un beso en la frente a TaeHyung, demostrándole todo mi apoyo y amor mediante ese acto. — pero... — en ese momento me puse totalmente serio. — es muy extraño que un bebé de solo tres meses tenga unos latidos tan fuertes como el de su hijo.
— E-eso es... Es malo — TaeHyung se había puesto un tanto nervioso y lo podía notar hasta en sus palabras.
— No, claro que no — rio amargamente. — solo que me parece raro. Más bien agradezcan que su bebé es muy fuerte, pues hay muchos casos en los cuales los bebés no sobreviven ante una caída.
Me tranquilice nuevamente y volví a besar a TaeHyung, pero esta vez fue en los labios. No me importó la presencia de terceras personas, lo único que necesitaba era un poco de contacto.
Saboreé sus labios a mi gusto, hasta que un gran carraspeo nos hizo separarnos.
Volví a darle un beso antes de dirigir mi mirada hacia el doctor.
— Lo único que puedo hacer para que tus dolores cesen totalmente es recomendarte que tomes tus vitaminas y el ácido folico.
TaeHyung asintió con aquella sonrisa cuadrada que decoraba su rostro.
Al salir del consultorio tomé con mucha delicadeza la cintura de Tae y una de sus manos también. Claro que podía caminar pero me gustaba estar cerca de él y disfrutar del calor corporal que emanaba. Caminamos por todos los pasillos de aquella manera hasta que llegamos a la salida del hospital.
Solo basto con dar un paso afuera de aquel lugar para que los brazos de JiMin estén rodeando el cuerpo de TaeHyung.
Me aparte un poco para no incomodar a los "mejores amigos" y me sorprendí al ver a JungKook recargado en la puerta de su auto y con Sandeul en brazos.
Si se había tomado enserio eso de venir al hospital. Caminé hacia ellos y al instante Sandeul comenzó a gritar "tío HoSeok" mientras reía, le sonreí y la cargué mientras miraba a TaeHyung, quien no dejaba de hablar con JiMin.
— ¿Cuántos meses tiene JiMin? — pregunté mientras miraba la gran barriga del esposo de mi amigo.
— Casi cinco... — Suspiró — me podrías decir por qué razón TaeHyung llegó al hospital.
Estaba a punto de contarle todo lo que había hecho YoonGi, cuando Sandeul comenzó a reír mientras estiraba sus pequeños brazitos hacia JiMin, quien se venía acercando junto a TaeHyung.
— ¿Te quedarás con TaeHyung? — volvió a hablar JungKook.
Sonreí y aparte a Sandeul de mi lado, entregándosela a mi mejor amigo, para luego caminar y agarrar la mano de TaeHyung a modo de respuesta.
JungKook solo me miró, sonrió y asintió antes de subir a su auto junto a JiMin y a su pequeña hija.
— ¿Entonces? ¿Quieres que te lleve a casa? — dije una vez que el auto de mi amigo desapareció en medio del trafico.
— A mi casa.
No me esperaba esa respuesta, pero aún así asentí.
Al entrar en el auto, TaeHyung me indicó la dirección de su nueva casa y yo solo seguí las indicaciones hasta llegar a aquel lugar. El lugar era bonito y tranquilo, pero aún me preguntaba ¿Con quién o en casa de quién estaba viviendo TaeHyung?
— Aquí es — dijo. Me detuve al frente de una casa de color azul y que estaba muy bien posicionada. — Gracias por traerme HoSeok...
— Disculpame... Disculpame por todo lo que te hizo YoonGi, jamás creí que fuera capaz de hacer eso, y bueno... Yo no quiero que nada les suceda. Ense--
Antes de terminar la frase, sentí sus labios encima de los míos, sin movimiento alguno, solo un simple contacto.
— No lo sientas... Ya pasó — dijo al separarse.
Me sonrió y salió del auto casi corriendo. Toqué mis labios y solo en ese momento me di cuenta que quería eso, quería sentir sus labios encima de los míos, quería sentir sus brazos rodearme, quería sentir el calor que me transmitía, quería verlo cada día al despertar... Quería tenerlo para mí solo.
— ¡TaeHyung! — grité apenas salí de mi auto. Corrí hasta llegar a él y abrazarlo con mucho cuidado de no dañar al bebé — Te necesito... Los necesito y esta vez lo digo enserio, no quiero tener que pasar por otra caída más para saber que lo único que quiero es a ustedes, a mi familia. — me alejé un poco y lo miré a los ojos, a esos preciosos ojos avellana — Quiero que todo vuelva a ser como antes de que llegara YoonGi... Con la diferencia de que ahora sí los protegeré, sí te protegeré.
— ¿E-esta vez si te quedarás con nosotros? — sus ojos se habían llenado de lágrimas. El embarazo sí lo volvió demasiado sensible.
Asentí.
— Estaré con ustedes siempre. — dije mientras me acercaba a sus labios.
Él cerro sus ojos y por primera vez sentí que de verdad nos besaríamos.
Con una mano tome su cintura y con la otra acaricie su vientre mientras me acercaba más hasta que llegué a rozar sus belfos.
Cerré mis ojos y lo besé, lo besé con el verdadero amor que estaba comenzando a sentir por él y no por la simple razón de que estaba esperando a mi hijo.
Todo estaba yendo bien, podía saborear sus labios y sentir la calidez que su vientre emanaba, pero todo lo bueno tiene un final...
— ¡Kim TaeHyung! — la voz de una mujer nos hizo separarnos.
Aquella mujer me miraba con cara de pocos amigos y no entendía el porqué.
— Mamá — aquel susurro que salió de los labios de TaeHyung lo explico todo.
Era su madre.
Regresé, tengo poco tiempo, pero aquí estoy. ¡Hoy es el cumple de Jin! Mi bebé está creciendo, ya cumplió 26 años y estoy emocionada. *-*
Bueno, gracias por su atención. Lxs amo❤
Nota actual:
Es obvio que la nota de arriba es antigua, así que ignorenla.