Llegar a la fraternidad no fue complicado.
¿Un gran edificio de tres plantas con enormes letras griegas en la fachada? Sencillo.
Había chicos y chicas por todas partes, haciendo parecer que el lugar vomitaba personas, el olor a cerveza invadió el aire tan pronto como entramos y luego estaba el humo de cigarrillo que se acumulaba en ciertos lugares. Serpenteamos entre la multitud con Kiara tomada de mi mano y llegamos casi intactas a la cocina.
Muchos cuerpos se movían juntos en el enorme salón y otras habitaciones aledañas, personas iban y venían del primer al segundo piso. Parejas se besuqueaban en todas partes y todos los chicos, o la mayoría, del equipo local usaban la camiseta.
Me parecía un pico ridículo pero me mordí la lengua y no dije nada. Seguro ellos no apreciarían mi comentario .
Tan pronto como pasamos 5 minutos allí, ya me quería ir.
—esto no esta funcionando— dije, acercándome a Kiara
—¿QUÉ?— ella grito de vuelta
—¡QUIERO IRME!
—pero si acabas de llegar— Ian susurro en mi oído mientras su palma rozaba mi espalda desnuda, por instinto me aparte de toque.
—Hola Ian!— Kiara lo saludo con entusiasmo antes de darle un rápido abrazo
Quise rodar los ojos, pero me contuve.
—GRACIAS POR VENIR— grito por encima de la música
Kiara sonrió y yo di la espalda, tomando un vaso de plástico del cual un chico rubio de bonitos ojos azules me sirvió cerveza.
—¿Bailas?— pregunto Ian, de nuevo acercándose un poco demasiado
—Yo...— dude
Que mierda!
Bebí de un sorbo mi cerveza y le di la sonrisa mas dulce —claro
Mal
Mal
Mal
El mantra se repitió una y otra vez mientras Ian tomaba mi mano y me guiaba a la improvisada pista de baile.
Mal
Muy
Muy
Mal
El mantra se volvió un grito mientras mi cuerpo y el de Ian se movía como uno solo, siguiendo el ritmo de la música de una canción que no pude reconocer.
¡Oh mierda! Esta Estaba tan tan mal
Había bebido solo una cerveza lo cual no era mucho para darme coraje liquido
Así que esto era todo yo. No podría culpar al alcohol en la mañana.
Pero en los brazos de Ian con su sonrisa y ojos encantadores no había caos, no había desorden, solo un chico y una chica.
Lo normal
Lo correcto
¿No es así?
Entonces ¿por que se sentía mal?
La culpa que sentía cuando estaba solo con uno de los chicos se había elevado exponencialmente ahora mientras Ian acercaba su rostro al mío, sus labios cada vez mas cerca y yo estaba simplemente tan estupefacta que cuando me beso simplemente me quede quieta. Sintiendo sus labios presionarse contra los míos.
La sensación era diferente a los besos de Jared, Rick o incluso el de André tantos años atrás.
Sus labios eran un poco toscos, un poco resecos, un poco inadecuados...
—mala jugada, Emmy
No es cierto
Si antes estaba congelada, ahora estaba... Totalmente paralizada.
Ian frunció el ceño, mirando sobre mi hombro y luego a mi
—¿Quién eres?- La voz de Ian no era igual a cuando me hablaba a mi o a Kiara, había una amenaza en su voz
—Vamonos, Emma— dijo Jared, en voz baja y amenazante
—¿Jared?— me gire para mirarlo y comprobar que esto en serio estuviera pasando y.... sus ojos azules eran gélidos
—vamos— me dijo y me ofreció su mano, pero sus ojos estaban fijos en los de Ian
—¿Emma?-
Ni si quiera era una elección o una competencia.
No cuando sabes quien va a ganar
—lo siento— Murmuré sin siquiera mirar a Ian y tome la mano de Jared
En una furia helada que parecía manar de él y que los demás parecían notar, nadie se cruzo en su camino a la salida
—¿Emma?— preguntó Kiara saliendo con chico que era una versión un poco mas joven de Jax
—yo... tengo que irme— dije entre pausas
—¿Quién es él?— dijo mirando con desconfianza a Jared
—esta bien, Kiara— trate de calmarla —él es el hermano de Rick. Jared
—¿segura?- preguntó de nuevo, sus ojos aun fijo en Jared
—si
—ella esta bien— Jared la miro con frialdad y esperaba que no se lo tomara personal, Jared estaba enojado conmigo pero no podía arreglar su actitud con los demás
Kiara frunció el ceño —no respondas por ella— casi pareció que le escupia
Suspire
—Estoy bien, lo prometo. Te llamo en cuanto llegue a donde sea que el amigo de mi infancia me lleve— quizá hable un poco mas fuerte de lo que debía pero quería que Ian escuchara, no era justo irme sin una explicación y con otro chico y... ni siquiera sabia que estaba haciendo. ÉL solo miro desde la entrada de la fraternidad, pero algo en su postura no parecía correcto, era como si se estuviera preparando para atacar.
—bien
Mire a Kiara y luego sobre su hombro esperando que entendiera la señal, ella siguió mi mirada y luego asintió hacia mi
Me subí a la camioneta de Jared y él se tomo un momento para respirar y luego empezar a conducir
Sentía que podría morir de la vergüenza
—¿Cómo llegaste aquí? ¿Qué haces aquí?— pregunte, su ira no me intimidaba
—no me jodas Emma. Estabas besando a un idiota. Perdón interrumpir tu momento— gruño
Estaba tan sorprendida que no respondí y él prosiguió
—¿lo ibas a dejar meterte entre tus bragas?— el comentario lleno de ira no dejaba de lado lo hiriente que era
—¡PARA EL PUTO AUTO! ¡JODETE, Jared!— grite —¡jamás en tu puta vida me vuelvas a hablar así! Como si fuera una zorra — estaba golpeando la puerta del auto para ese momento y luego me gire para mirarlo —no necesito a otra Lisa en mi vida
Jared apretó la mandíbula y detuvo el auto pero no desactivo el seguro —Lo siento— dijo, pero me importaba una mierda
—como si lo que he estado haciendo con ustedes fuera mucho mejor— Murmuré, llena de rabia
Jared me miro y me tomo de la mandíbula obligándome a mirarlo
—nosotros no somos cualquier idiota que conociste en una estúpida fiesta— Jared pronuncio cada palabra lentamente —Lo que tenemos no es igual a algo de una noche o algo que puedas fácilmente deshacer
Trague
—no quiero hablar de esto. No hasta que estemos todos. Ustedes siguen diciendo cosas que aun no logro entender— le dije apartando su mano de mi rostro —quería tener algo normal, para variar
Su mirada se suavizo —la normalidad es relativa— fue todo lo que dijo y siguió conduciendo
—¿a donde vamos?— le pregunte cuando note que empezábamos a salir de la ciudad
—camino a Chicago— dijo sin apartar la mirada del camino
—Jared yo no...
—es mi graduación del entrenamiento y la celebración por mi nuevo trabajo en la estación central de Chicago
—¿¡¿Qué?!?— chille de alegría —¡¡¡Felicitaciones!!!
—gracias— dijo aun un poco serio
Activando un direccional nos guio a un cálido y simpático hostal junto a la carretera
—descansaremos aquí y nos iremos en la mañana
—Jared no puedes simplemente ir y sacarme de mi vida sin mas, sin preguntar o si quiera avisarme
—Lo se, lo siento, pero quiero que estés conmigo. Es importante para mi y te quiero ahí
—pudiste decírmelo y no solamente llegar e interrumpir y solo llevarme a rastas
Jared apretó la mandíbula, era algo que así cuando no le seguía la corriente. Jared era tan terco como una mula, pero no iba a ceder en esto
—no lo hare de nuevo, lo prometo— dijo finalmente cuando se dio cuenta de que no lo iba a dejar salirse con la suya
—gracias— ahora si me baje del auto y lo seguí a la recepción, fue Jared el que hablo con la recepcionista y nos conseguía un cuarto.
La habitación era sorpresivamente amplia y limpia.
—Lo siento— dije finalmente, no sabia muy bien porque me disculpaba por besar a Ian, o algo así, pero sentía que debía hacerlo
—eso no te absolverá— dijo y antes de que pudiera procesarlo Jared me besaba, demandante, y sin ser consciente respondí a su demanda, besándolo con tanta ansia que hasta yo me sorprendí
—ya los has tenido suave Emma, pero no esta vez, no conmigo
Sin pensarlo Jared me despojo de mi blusa y quise poder resistirme, tener el valor de decirle que no, pero no podía engañarlo o engañarme. Mi cuerpo me delataba
—dime que no Emma— me reto
Y yo sólo pude gemir mientras él llevaba mis pezones a su boca
—dilo, Emma— succionó uno con fuerza y luego mordió la punta
—¡Jared!— gemí, aferrándome a sus anchos hombros
—Dios, Emma— rugió, apartándose para deshacerse de su camiseta.
Jared no fue suave, justo como prometió, sacándome de mis vaqueros con un movimiento brusco y tosco
El mismo se desnudo y luego volvió sobre mi, con su boca viajando por cada centímetro de mi piel, su lengua saboreándome, sus dientes tentándome.
Sus mordiscos no eran suaves, sus dientes dejaban marcas allí donde se posaban, sus labios succionaban fuerte dejando pequeños círculos rojos en ciertos lugares y sus manos amasaban con firmeza y casi rudeza mi suave piel, enviando pequeños e intermitentes silbidos de dolor
—¡oh, Emma!— exclamo, su aliento cosquilleando en mi vientre —eres incluso mas embriagadora de lo que alguna vez podría haber imaginado
Mire sus ojos llenos de lujuria y me perdí en ellos y en la adictiva sensación de estar con él
Me giro sobre mi vientre y tomo mis caderas —por mas que quisiera... Solo... Adorarte. Soy fiel a mi palabra
Manteniendo su agarre en mi cadera con una mano se apoyo en su antebrazo y entrelazo su mano libre con la mía
El acto dulce se perdió cuando con un empujón empezó su viaje dentro de mi, estirandome de forma deliciosa y dolorosa.
—Joder. Puta. Mierda— dijo a través de sus dientes —tan deliciosa...
Salió y entro en mi en un ritmo lento y cadencioso que en cierto punto convirtió el dolor en simple incomodidad
Me centre en lo demás, en el poderoso cuerpo de Jared sobre el mío, sus empujes controlados, su aliento acariciando mi cuello
Era simplemente abrumador.
Jared me libero de su agarre en mi cintura y luego llevó su mano a mi cuello, naturalmente me arquee y sus labios se presionaron en mi frente mientras sus caderas seguían empujando y mis músculos se aferraban a él cada vez que salía.
Su mano, que había estado entrelazada con la mía se libero y serpenteo bajo mi cuerpo
—lo haré bueno Emma... También te daré tanto placer como este precioso cuerpo tuyo me esta dando...— cuando termino, sus dedos viajaron a mi hendidura y luego estuvieron en mi clítoris masajeando con experto toque aquel lugar
Estuve gimiendo casi tan rápido como sus dedos estuvieron en mi
—Oh.... Oh... Dios—no sabia bien que era lo que estaba diciendo pero mis manos se aferraron a las sabanas y se olvidaron de la incomodidad y del leve dolor de espalda que empezaba por mantener la posición
—vamos Emma— la voz de Jared era urgente pero sus dedos se movían con firmeza
—Jared... Jared...— repetí mientras sentía mi vientre empezar a contraerse y en ese momento Jared se inclino mas hacia adelante y me beso, tragándose mi estruendoso gemido mientras sus caderas chocaban fuertemente contra mis nalgas
Sentí algo cálido derramarse dentro y no pude evitar gemir un poco mas mientras Jared se contenía y presionaba su frente con la mía.
Mi cuerpo aun temblaba mientras intentaba recuperar el aliento
—no olvides a donde perteneces. Con quienes perteneces— fue lo ultimo que le escuche susurrar antes de quedarme dormida ahorcadas sobre su pecho