LOCACIONES
PERSONAJES
Ian soltó una rápida y pícara risa, dejando muy sorprendida a Ashley ante la noticia, quien comienza a ir de un lugar a otro muy ansiosa.
—No puedes estar hablando en serio, Ian —Le dijo Ashley, algo nerviosa—. ¿Cómo es que Charlotte está muerta? Y quiero que me digas los verdaderos motivos por los que regresaste.
—Quería verte...
Le respondió, así que Ashley en sólo un segundo, llega corriendo a él y lo toma del cuello, levantándolo hacia arriba con mucha fuerza.
—¡Respóndeme con la verdad ahora mismo, maldito imbécil! —Le exigió ella furiosa.
Y justo en ese momento, Ashley se ve obligada a soltar a Ian porque una fuerte migraña comienza a atacarla. La reina se derrumba al piso tocándose la cabeza muy adolorida, pero repentinamente, el dolor desaparece mientras Ian le sonríe.
—¿Acaso me estás subestimando? —Le preguntó con malicia—. Te recuerdo que soy capaz de dominar la telequinesis. Ahora mismo te puedo matar, así implique gastar todo mi poder en ti y morir juntos.
—Asumo que regresaste para quedarte con mi trono —Le dijo Ashley levantándose—. ¿Es cierto?
—Te equivocas, querida. Solamente quiero volver ahora que tu padre está muerto —Respondió Ian, volviéndose a sentar en el trono descaradamente—. Tú y yo éramos muy buenos amantes, ¿lo recuerdas? Lástima que el imbécil de tu padre me haya exiliado porque decía que no te merecía.
—Bueno, me sé esa historia, continúa —Le dijo.
—Así que he regresado para quedarme. Quiero que me des un cargo importante en el reino, algo poderoso... —Dijo él, sorprendiendo a la muchacha— Me lo merezco, por tu culpa me exiliaron del reino hace varios meses, por estar detrás de ti... Eras tú quien me buscaba. Es hora que me devuelvas el favor. Entiendo que seas la reina, y eso nadie lo puede cambiar, pero... Puedo convertirme en el príncipe, ¿no te gusta?
—No seas imbécil, tendrás que ganarte mi confianza para ello —Dijo Ashley.
—¿Qué más quieres? He asesinado a Charlotte. Ella era una miserable traidora —Dijo Ian—. Hay que encargarse del cuerpo, puedes incinerarlo o sólo enterrarlo. Sólo hay que pedirles a las sirvientas a que lo hagan.
—¿Estás seguro de que era una traidora? —Le preguntó la reina, curiosa.
***
Afuera de la cabaña del bosque, Hanna está sentada en una roca, mirando a la nada. En ese momento, Daniel y Mía se acercan a ella.
—Será difícil aprender a dominar el poder del jaguar —Le dijo Mía—. Pero te aseguro que con los días, vas a acostumbrarte.
—Entiendo, pero me siento muy rara. Siento como si fuera una bendición tener este poder... Pero también una maldición —Dijo Hanna, algo desanimada—. Ahora soy jaguar, y tengo que destruir la vida de mi hermana y la de Seth, que está dentro de ella.
—Te has recuperado muy rápidamente, Hanna —Comentó Daniel—. Tu cuerpo ya ha desarrollado poderes como "el espejo", la "fuerza electromagnética", el "factor curativo", la "inmortalidad", "el jaguar" y ya estás aprendiendo sobre las "artes marciales".
—De eso nos encargaremos nosotros, Hanna, de practicar artes marciales contigo —Le prometió Mía—. Ahora con el jaguar dentro, aprenderás más rápido y fácil.
—Cuando estaba saliendo de la pirámide, descubrí que he desarrollado la súper agilidad y velocidad, salí corriendo rápidamente de allí y llegué a este lugar, en sólo unos segundos —Dijo Hanna.
Y justo en ese momento, Hanna se levanta de la roca y sale corriendo, haciéndolo demasiado rápido y saltando por encima de los árboles. Daniel y Mía se miran entre sí, muy sorprendidos. Hanna regresa hasta ellos mientras sonríe.
—Ya lo vieron —Dijo Hanna.
—Bueno, yo también tengo algo que contarles —Dijo Mía—. Ahora que la fuerza del jaguar ya no está en mi cuerpo, soy libre, soy una bruja... Mi abuela también lo era, y ella en el imperio me estuvo enseñando varios trucos y me entregó el grimorio, donde están todos los hechizos, claro, cuando estaba viva, pero falleció porque envejeció. Ser bruja no significa ser inmortal, caso contrario de Hanna y Ashley que sí son inmortales, porque incluso Daniel también tiene su lado humano, él puede morir al igual que yo, y envejecer del mismo modo.
—Pero tengo entendido que la brujería estaba prohibida en el imperio, Mía —Le dijo Daniel frunciendo el ceño.
—Así es, pero cuando el Rey se dio cuenta de que mi abuela y yo éramos brujas, nos perdonó —Le respondió Mía—. Pero a parte de mí, ya nadie podía ser bruja. Charlotte todo este tiempo lo ha estado intentando, pero lo hace para hacer hechizos de amores no correspondidos. La estaba espiando cuando vivía en el imperio, ella está obsesionada con Alexander...
—Es decir, utiliza la brujería para mal, y no para el bien —Dijo Hanna, comprendiendo.
—Exactamente —Respondió Mía—. También quería contarles, que en el imperio hay un antídoto oculto. El Rey le había pedido a mi abuela que hiciera un hechizo para sellar el escondite, nadie puede entrar ahí al menos que yo destruya el hechizo. Ahí hay un antídoto escondido, que permite convertir a Hanna o a Ashley, en humanas.
—Eso es magnífico —Le dijo Hanna algo animada—. Podríamos lograr que Ashley beba eso, al igual que yo, y estaríamos más vulnerables a morir por ser humanas... Y quizás así se podría evitar la batalla.
—No es tan fácil, Hanna. Así ustedes beban ese antídoto, la batalla es inevitable. Está escrito —Dijo Mía.
—¿Ashley sabe de ese antídoto? —Le preguntó.
—No, pero sí lo sabe Ian —Respondió Mía, sorprendiendo a Daniel.
—¿Quién es Ian? —Les preguntó Hanna.
—Él y Ashley eran amantes, no lo puedes recordar bien, seguramente... —Respondió Mía— El Rey los descubrió, y le exigió a Ian que se fuera del imperio, no sólo porque era amante de su hija, sino porque también sabía del antídoto. Oyó una conversación entre el Rey y yo, cuando hablábamos de dicho antídoto.
—No se puede confiar en ese tipo —Les advirtió Daniel—. Ahora que el Rey ha muerto y que Ashley es la reina, podría regresar para buscar ese antídoto y hacer todo lo posible por sacarlo del escondite y lograr que Ashley lo beba, para convertirla en humana y que le sea más fácil arrebatarle el trono.
—Eso sería algo equitativo, ¿no creen? —Preguntó Hanna.
—Sería el fin, Hanna —Dijo Daniel—. Él es capaz de dominar la telequinesis. Nunca pudo practicarla en frente del Rey porque él era un ser muchísimo más poderoso, era el único que podía bloquearle ese gran poder, porque ni tú ni Ashley podrían. Ian es ambicioso, era amante de Ashley seguramente porque creía que ella era la sucesora y así sería su mano derecha.
—En cualquier momento puede regresar, con el objetivo de quedarse con el imperio —Dijo Mía, algo preocupada.
***
En el imperio, Ashley está ingresando al oscuro sótano del imperio, acompañada de Ian. La muchacha se sorprende al ver a Charlotte, con una espada atravesada en el corazón.
—Cuando estaba hurgando en tus cosas, le maté con la espada y la traje aquí —Le confesó Ian—. Pero no podemos dejarla aquí o este lugar olerá horrible, hay que enterrarla o incinerarla.
—Ella siempre parecía estar ocultándome cosas, nunca quise ejercer el control mental porque la consideraba mi amiga, pero es suficiente —Dijo Ashley.
—Qué tierna, la mujer que exilió a su hermana ahora tiene sentimientos encontrados —Comentó Ian con burla.
—No seas imbécil, la traición siempre dolerá más que cualquier cosa —Dijo Ashley furiosa—. Les pediré a las sirvientas que incineren el cuerpo. No me sirve para congelarlo porque era un híbrido, mitad humana y mitad bestia. Vamos.
Ashley sale del sótano al igual que Ian. Ambos llegan hasta el jardín principal del imperio y caminan por allí, mientras el fuerte viento sopla sus cabellos.
—Quieres ganarte mi confianza, lo sé, ¿qué opinarías si te digo que sé dónde está Hanna? —Le preguntó Ian, impactando a Ashley—. La he estado vigilando, sé que se está hospedando en la casa de un anciano junto con otra muchacha, de quien puedo percibir una energía de odio y rencor.
—¿Me estás hablando en serio? —Le preguntó y él asintió con la cabeza—. Entonces hay que ir hasta allá y matarla de una vez por todas, es un peligro para mí.
—No es tan fácil, my darling —Dijo Ian, con un tono de sarcasmo y de encanto—. Hanna ahora es poderosa. Lo que tenemos que hacer, es utilizar a la chica rencorosa para que nos ayude a ir hasta ella. Usarás el control mental sobre Amy, porque así se llama... Ella nos dirá dónde puede estar Hanna y con quién, porque estoy seguro que cuando vayamos a la casa, tu inteligente hermana nos detectará. No podemos subestimar al enemigo, Ashley.
—Perfecto, entonces vamos ahora mismo —Le propuso Ashley—. Si Hanna se da cuenta que nos estamos acercando, se esconderá, pero probablemente esa tal Amy sepa algo de ella y de sus amigos. Podríamos incluso asesinar al viejo, para que Hanna sepa con quién se está involucrando. Pero tienes que ir conmigo, porque yo no puedo ingresar a ninguna sin ser invitada y tampoco puedo obligar al dueño de la propiedad. Hay que conseguir que tú puedas entrar, y así, serás quien me invite a entrar.
Ian asiente con la cabeza con cierta malicia, en ese momento, comienza a pensar, bloqueando todas las energías exteriores para que Ashley no le pueda leer la mente, si se concentra.
—Pobre ilusa, si supiera que sólo la estoy ayudando porque me ganaré su confianza y así, encontraré el antídoto, haré que ambas lo beban y las mataré —Pensó Ian—. El imperio será mío... Si encontramos a Hanna, podremos encontrar a Mía, porque seguramente ambas están aliadas, y ella es una bruja... Tendrá que romper el hechizo y sólo así, yo sacaré el antídoto y completaré mi objetivo.
Ian deja de pensar y continúa caminando con Ashley dirigiéndose a la salida del imperio. El muchacho sigue bloqueando las energías para que nadie pueda leer su mente, porque si Ashley lo hace, podría descubrir sus verdaderos objetivos.
***
Hanna y Daniel están en medio del campo, practicando artes marciales. Ella se ve demasiado ágil y rápida, e inesperadamente, termina dándole una patada a Daniel en el abdomen que lo lanza lejos. Mía sonríe, en señal de que está aprendiendo rápido. Hanna, algo preocupada, va hacia Daniel mientras ríe.
—Lo siento, ¿estás bien? —Le preguntó la exiliada muchacha.
—Sí, no te preocupes, me siento feliz de que estés aprendiendo rápido —Le dijo Daniel levantándose mientras ella le daba la mano—. Eres muy fuerte.
—Creo que Ashley debería de estar temblando del miedo, no sabe con quién se va a enfrentar —Comentó Mía acercándose a ellos.
Y en ese momento, una brisa toca a Hanna, quien se queda paralizada por unos breves segundos y por sus ojos, pasan algunas imágenes rápidas y alcanza a escuchar voces, confundiéndose de inmediato.
—¿Ocurre algo, Hanna? —Le preguntó Daniel, frunciendo el ceño muy extrañado.
—Se está acercando un nuevo enemigo —Respondió ella, extrañando a Daniel y Mía—. Siento dos presencias negativas, una de ellas es la Ashley, la misma que sentí hace unas horas cuando tuvimos que escondernos en la pirámide... La otra energía, no la puedo reconocer bien, pero... Es un hombre.
—¿De quién se tratará? —Preguntó Mía—. Tal vez pueda ser Ian, pero... Sería demasiado repentino. Justo estábamos hablando de él hoy.
Hanna se queda un poco preocupada, sin imaginarse de la llegada de su hermana y de Ian a la casa de Párker.
***
Ashley e Ian llegan a Northville, al exterior de la casa de Parker. Ambos se acercan, mientras la reina observa todo algo curiosa.
—Ya sabes lo que tienes que hacer, ¿entendido? —Le preguntó Ashley e Ian asintió con la cabeza.
Ian llega a la casa de Parker, toca la puerta y justo en ese momento, el anciano la abre.
—Buenas tardes, señor. Estoy perdido, he llegado a la ciudad, pero desconocía que estaba en éste estado —Le dijo Ian, mintiendo—. ¿Podría por favor prestarme su teléfono? De verdad se lo agradecería mucho, mi celular está muerto...
—Está bien, pasa —Le dijo Parker, algo inseguro.
Ian ingresa a la casa y justo en ese momento, Ashley aparece allí. La muchacha no puede entrar, parece como si hubiera una barrera transparente en la puerta. Parker se sorprende, pues se da cuenta que se parece demasiado a Hanna.
—Puedes pasar, Ashley —Le dijo Ian maliciosamente.
—¿Qué quieren de mí? —Preguntó Parker, alto temeroso.
—Así que me has reconocido, así es... Soy Ashley, la hermana de Hanna, a quien has ayudado todo este tiempo —Le dijo Ashley al mismo tiempo que entraba a la casa—. Cometiste el error más grande de tu vida, viejo. Por tu culpa ella ahora está recuperada, debería de estar en el túnel, muriéndose, pero la decidiste ayudar...
Parker muy espantado se adentra con prisa a la casa tratando e subir al piso de arriba, pero Ashley con muchísima agilidad y velocidad, va hacia él, lo toma del cuello y luego lo choca contra la pared, con tanta fuerza, que los cuadros se caen y se rompen en miles de pedazos. Los ojos de la perversa muchacha se vuelven negros totalmente y la esclerótica roja. Unas venas diabólicas aparecen por debajo de sus ojos, Parker está totalmente asustado.
—Por favor, tengo una nieta... —Le suplicó Parker.
—Bien sabes que puedo matarte y arreglarme las uñas al mismo tiempo, entonces debiste haber pensado eso antes de proteger a Hanna —Le dijo Ashley.
Después de las frías palabras de Ashley, la muchacha saca las largas uñas de su mano y luego se las entierra a Parker en el pecho, sacándole el corazón de inmediato, el cual sostiene con las manos mientras la sangre se derrama. La perversa reina tira el corazón hacia una pared y todo se mancha de sangre. Parker cae al piso, muerto instantáneamente y en ese momento, Amy se asoma por las escaleras, completamente en shock, así que sale corriendo de allí a encerrarse en su habitación.
—Has sido muy dura con el viejito, Ashley, estaba disfrutando de sus últimos años de vida —Le dijo Ian con burla.
—Vamos por la chica —Dijo Ashley.
La reina salta con rapidez hacia el segundo piso y con una gran fuerza, derriba la puerta, entrando a la habitación de Amy, quien está sentada en la cama, abrazándose las piernas muy asustada.
—Por favor...
Le suplicó Amy, pero Ashley va hacia ella y le da un fuerte golpe en el cuello con el que logra dormirla.
***
Han pasado varios minutos. Hanna, Daniel y Mía están en Northville, dirigiéndose a la casa de Parker.
—Tengo que asegurarme que ellos estén bien, tengo muy mal presentimiento —Dijo Hanna.
—Pierde cuidado, Hanna, Ashley no sabe de la existencia de Parker —Le dijo Mía, tratando de tranquilizarla.
Los tres llegan a la casa, viendo la puerta abierta, así que Hanna ingresa y se lleva las manos a la boca, en shock, atónita a lo que sus ojos están viendo. Un frío inmenso se pasa por su cuerpo, un frío que se provocó al ver el cadáver de Parker tirado en el suelo y su corazón a unos metros de allí. Daniel y Mía también están impactados, pero no más que Hanna, quien se derrumba al piso mientras las lágrimas salen de sus ojos.
—¡No, no, no! —Gritaba Hanna, impactada— Por favor no, no...
Hanna llora desgarrada en frente del cuerpo sin vida de Parker.