La decisión de separarse definitivamente de Lauren no tardó en llegar y en menos de un santiamén se instaló en Nueva York, a menudo viajaba a visitar a su pequeña, pero su tarea más importante era caminar todas las mañanas por Central Park hasta hallar a Charis, era una tarea tediosa, aún así no bajaba los brazos. Tomaba fotografías a menudo, ya que pretendía hacer una exposición. Sin embargo un llamado en particular hizo que abandonase todo y viajase al otro extremo del país.
-¿Cómo está?- preguntó al ingresar a la clínica Ronald Reagan UCLA Medical Center de Los Ángeles
-Bien, le están haciendo un par de chequeos, pero todavía no tiene un diagnóstico certero- comento Lauren arrojándose a los brazos de Nick
-Buenos días- saludo Benjamín Olsen, uno de los médicos pediatras más prestigiosos del país- quieren pasar por aquí- indicándoles el camino que los llevaba al consultorio
-Claro, vamos Lauren- apartándola de él y siguiendo al médico
-Tomen asiento. Como ya le informamos a su esposa, se realizaron varios estudios para determinar cuál es la causa del malestar de su pequeña, y nos lleva a pensar que es leucemia- comentó observando como la angustia invadía los rostros de Lauren y Nick en tanto lo escuchaban en silencio- los síntomas coinciden, el cansancio constante, la pérdida de peso y apetito sumado a los hematomas en la piel. Hizo bien en traerla cuando comenzó la fiebre, estamos tratando de bajarla. Hoy le hicimos una punción lumbar, y la aspiración de la médula ósea. Esto nos da la pauta para determinar si es leucemia- concluyo
-Pero... no lo puedo creer, creí que era una simple gripe y que pronto estaríamos en casa- comentó Lauren
-Es más que una simple gripe y de una pequeña anemia
-¿Nuestra separación pudo desencadenar la enfermedad?- insistió en tanto observaba la reacción de Nick y el deseo de hacerlo sentir culpable
-No señora Carter. Tampoco es algo que se puede prevenir, pero tiene cura, con un buen tratamiento o un transplante en menos de seis meses podrá estar jugando nuevamente.
-Quiero que reciba el mejor tratamiento, no importan los costos- comentó Nick que se había mantenido callado tratando de digerir la noticia
-Señor Carter le seré franco, aquí en la clínica no realizamos en sí los tratamientos para esta patología, pero si los centros especializados en oncología.
-¿Cuál es el mejor?
-Hay varios...
-Solo me interesa el mejor- respondió firmemente mirando al médico
-En Nueva York hay una clínica oncológica que solo atiende niños, todo sería cuestión de hacer un par de llamadas a mis contactos y averiguar si cuentan con disponibilidad. Al ser una institución con mucha afluencia de pacientes.
-¡No me importa que es lo que tenga que hacer, hágalo, está en juego la vida de mi hija!- reclamó Lauren preocupada
Un par de horas más tarde Charis se encontraba frente al director de la clínica donde trabajaba
-Bien, necesito que esto sea lo más profesional posible, en todos los aspectos, por lo que quiero que estés a cargo de esta paciente- comentó seriamente luego de que le diese los detalles sobre el estado de Isabella
-Me parece bien Dr. Ronics... pero bien sabe que estamos sobrecargados, además debe tener en cuenta que en menos de un mes tengo licencia...- comentó tomando la historia clínica en sus manos
-No afectará en nada esto, necesito que esta paciente la atiendan como si fuera la reina de Inglaterra, los padres dejaran un gran donativo y con ello terminaremos las plantas que necesitamos para la institución-
-Muy bien doctor, armaremos el equipo- levantándose del sillón en el que estaba y se dirigía hacia la puerta de salida
-¡Momento! Casi lo olvidaba, que le asigne un sector restringido, una enfermera exclusiva y por supuesto la mayor de las reservas por favor
-Así será- saliendo rápidamente y reuniendo su equipo
Luego de una breve reunión se dirigió hasta su consultorio
Toc.toc
-¡Adelante!- informó en tanto terminaba de guardar un par de papeles en su maletín, pronta a huir y dedicarle tiempo a su hijo
-¿Ya te vas amor?- interrogó cerrando la puerta tras de sí y abrazándola
-Quiero ir a ver a Matt, le prometí que iríamos al parque a pasear un rato, quizás comer afuera pero antes de todo eso te iba a secuestrar para que nos acompañes- dándole un beso
-Me parece bien señora Galarza... sabes necesito un poco de paz... quizás algo romántico... o podemos esperar a realizar nuestro viaje a Grecia... solos junto al Mediterráneo
-Ansió esas semanas... - comunicó en tanto ambos se retiraban
Pasaron las horas y la mañana no tardó en llegar, ese día la nieve cubría la mayor parte de la acera, sin embargo para Charis era siempre la misma rutina al llegar a la clínica. No se terminó de abrir el ascensor en el quinto piso que la detuvo Susan entregándole la tabla que portaba las primeras evaluaciones realizadas a la paciente- Toma, habitación 510, aislada del mundo... Te gustara mucho atender a ese solcito y quién te dice al bomboncito del padre- comentó guiñándole el ojo
-Buen día Charis... llegó la paciente de Los Ángeles, aquí tienes los laboratorios... y no tengo ojos para otro hombre que no sea mi gallego- comentó irónicamente
-Podrías cambiar de parecer con el rubio... en fin diviértete...
Nick se encontraba en el otro extremo del pasillo y creyó divisarla, pero su angustia en ese momento era más fuerte que cualquier deseo de volver a verla.
Llego hasta el cuarto que le habían asignado y dos fornidos hombres la detuvieron- ¡Identificación!- habló uno de ellos con voz intimidante
-¿Identificación?- levantando una de sus cejas- ¿alguien podría explicarme que es todo esto?- interrogó dirigiendo la mirada al office de personal que tenía cerca
-Es la doctora Galarza, quien atenderá a la niña- le informó la enfermera que tenía asignada
-Disculpe doctora, puede proseguir
-¡Gracias!- ironizó entrando al cuarto de la pequeña, suspiró y esbozó una gran sonrisa - ¡Buen día! ¿Cómo estás?-
-Bien- respondió la pequeña de cabellos oscuros y grandes ojos celestes que la miraba desde su cama
-¿Cómo te llamas?- prosiguió con una sonrisa en sus labios y tocando su mano para controlar sus pulsaciones
-Leslie Isabella Carter- respondió
-¿Cómo te dicen?
-Isabella... ¿Dónde está mi mamá?- interrogó curiosa
-Está esperando a que te termine de revisar- al concluir con la evaluación de ingreso, se despidió de la niña, se retiró a su despacho a realizar las órdenes para los exámenes complementarios.
Nick y Lauren se encontraban en la recepción, esperando impacientemente para conocer el médico que atendería el caso de Isabella- Disculpe- interrumpió a la enfermera que se encontraba en el corredor de informes
-¿En qué puedo ayudarlo?
-Soy el papá de la niña que ingresó de Los Ángeles, me gustaría saber si ya la atendieron o no
-Si, la Doctora Galarza está en el caso, apenas lleguen los resultados hablará con ustedes, si quiere tomar asiento
-Gracias- dirigiéndose nuevamente a la recepción y comunicándole a Lauren
-Bueno, entonces esperaremos Nick- dijo en un tono afable
Nick no podía contener su nerviosismo por lo que comenzó a recorrer la sala de espera y se detuvo a leer el cartel de especialistas
Dirección General- Dr. A. Ronics
Jefe de Oncología- Dra. C. Galarza
Jefe de Investigación – Dr. O. Thomson
Jefe de Residentes- Dra. E. Freller
Jefe de Cirugía General- Dr. E. Galarza
Jefe de Quimioterapia- Dra. A. Ovren
-¡Nick! Llegó el abogado- interrumpió Lauren acercándose a él
-¡Bien!- dirigiéndose a él- ¿Trajo todos los papeles?
-Así es Nick, ¿Necesitas algo más?
-No, con esto está bien, gracias Jack, ahora deberemos esperar a que la médica se digne a atendernos
Toc- toc
-¡Adelante!-
-Charis, aquí tiene los informes- pasándole los resultados del mismo
-Muy bien Susan, reúne el equipo en cinco minutos en la sala de juntas- pidió. Luego de deliberar el caso al fin se encontraba en condiciones de recibir a los padres de la pequeña
-Susan le dices a los Señores Carter que pasen por favor- dijo a través del intercomunicador
-Enseguida Charis
Unos instantes más tardes se abría la puerta dando paso a los familiares, Charis se levantó de su silla dibujando una sonrisa y se quedó estupefacta al ver que detrás de la mujer de cabellos negros ingresaba Nick apresuradamente.
-¡Maldición!¡Maldición!¡Maldición! ¿Cómo demonios es que no revisé los nombres de los padres? No puede ser que de más de cincuenta millones de personas tenga que venir a atender a la hija de Nick? ¿Dios por qué me pones a prueba? –pensaba tratando de no quitar su sonrisa-¡Muy buen día!- logró decir en tanto sentía como su estómago se comprimía, le extendió la mano a Lauren – Charis Galarza- soltándola y extendiéndole la mano a Nick quién no daba crédito a lo que sus ojos veía- Charis Galarza- logró balbucear en tanto él le retuvo la mano más de lo debido-
-Nick Carter, ella es Lauren y el caballero Jack Petrius, mi abogado- y sus ojos centellantes no lograban despegarse a los de ella
-Un gusto señores, por favor tomen asiento- quitando la mano rápidamente- Disculpen la demora, como les decía soy Charis Galarza y seré quién atienda a Isabella a partir desde este preciso momento- su voz se tornó gélida y su mirada fría- seré indiscreta, ¿A qué se debe la visita del señor Petrius?-