¡Maratón: una historia jamás contada 6/11!
Espero que les guste :)
Chloe.
¿Qué tan fácil es para alguien que vive en la fantasía ser lastimado? La respuesta es simple: Demasiado.
Chloe Beckett, una lectora en todo el esplendor de la palabra, una chica que soñaba con el chico correcto para vivir su historia, para ser Katniss, o Annabeth, por una vez en su vida, quería vivir la historia en lugar de leerla... Para su mala suerte, la vida no es tan sencilla. Pretendientes nunca le faltaron, pues era una bella pelirroja, con ojos café verdoso, y una sonrisa que contagiaba, sus piernas eran largas haciéndola lucir más alta y atractiva, su piel era blanca y sus vestimentas eran todo tipo de combinaciones sin perder el estilo jamás. Pero a veces ser linda no significaba tener suerte en el amor.
"Te quiero." Esas palabras pronunciadas por una inocente adolescente de catorce años. "¿Hablas en serio? ¡Ja! ¡Que patética eres! ¡Chicos, gane la apuesta!" Los amigos del que se decía era su novio comenzaron a reír, burlándose de ella, de lo patética que había sido, ¿por que? Por que había confiado en alguien, por creer que el amor era igual que en los libros. "¿Por qué? ¿Por qué me haces esto Aiden?" Lágrimas caían de su rostro, corrió al baño para no seguir siendo humillada. "¿Te sucede algo?" La voz de alguien hizo que brincara. "N-no, e-estoy b-bien." Intento hablar como si nada, pero sus lágrimas no se lo permitían. "Si claro, y yo soy Katniss Everdeen." Contesto esta última con sarcasmo. "¿Tu sabes quien es Katniss?" La chica levanto su mirada. "Por supuesto." Contesto la desconocida en tono obvio. "Por cierto, soy Annette, pero todos me dicen Ann, ¿y tu eres...?" La chica se levanto y limpio sus ojos. "Chloe." Contesto aún con la voz entrecortada. "Mucho gusto Chloe. Ahora cuéntame, ¿por que llorabas?"
Meses después esas chicas se habían vuelto inseparables, tanto una como otra conocía sus secretos... Y Chloe, aquella chica a la que le rompieron el corazón, no se dio por vencida, el indicado llegaría algún día, eso era seguro. Mientras eso sucedia, ayudaría a su amiga a conquistar a su príncipe. "Kian Blackwell... Si, suena lindo."
Por fin tenía en quien confiar, alguien que no la lastimaria, alguien por quien ella haría lo que fuera. Jamás le había sucedido antes pues no tenía hermanos y sus padres estaban en medio de un divorcio, por lo que los problemas de una adolescente de catorce años no era una prioridad.
"Se que hay juegos mucho peores..."
"... Y la segui, sin mirar atrás..."
"... Y te juro que en este momento, somos infinitos..."
"El mundo podía estar colapsando, y lo único que me importaba en ese momento es que ella estaba viva..."
"-Real? -Real."
"El primer diente de León en primavera..."
Frases que la ayudaban a soñar en un mejor mañana, ella sabía que algún día encontraría a quien la quisiera tanto como Percy a Annabeth.
"Disculpen, soy nueva, ¿podrían enseñarme donde queda la clase de algebra?" Una rubia demasiado atractiva les hablo su primer día de preparatoria. "Una chica de libro..." Fue el pensamiento de aquella chica obsesionada con los libros. "Somos nuevas también, pero nos dirigimos al mismo lugar, tal vez deberíamos ir juntas." Hablo entusiasmada. "Claro, ¿por que no?"
Dos mejores amigas. Ella no podría ser más feliz que en ese momento... O eso creía ella, hasta que lo vio. Rubio, ojos verdes, una luz que iluminaba su rostro como lo hacen en las películas. Su principe, sin duda alguna.
"¡Chloe!" La llamo su amiga. "¿S-si?" Hablo esta aun perdida por la imagen de ese rubio desconocido. "He dicho que ese es el amigo de Kian, del que te platique." Oh, fue lo que penso. Ahora se lo que sigue, se dijo a ella misma. Su amiga le había contado de un amigo que el amor imposible de esta última había hecho en un campamento de verano y que se mudaria a esta zona este mismo año. "Si, servira." Contesto con una sonrisa. "Ahora, ve por el." Guiño su ojo.
Alexander Janil, el nuevo, el amigo de Kian, su amor platonico, el novio de su mejor amiga... Había tantas formas de describirlo, pero casi ninguna en voz alta. Había convivido con el, pues al ser el novio de su amiga pasaba bastante tiempo con ellas, era doloroso querer a alguien que simplemente era prohibido.
"No." Contesto seguida de una risa. "Claro que si, es un reto, ahora ve y besa a ese bagabundo." Ella negó nuevamente y se levanto. Camino y tomo el rostro del hombre sin hogar para juntar sus labios. Regreso haciendo muecas. "Oh vamos Chloe, no fue tan malo, ¿O si?" Le dijo el de forma burlona. "Al menos ya no estas deprimido." Contesto ella con una sonrisa ladina. "Si, gracias." El se levanto. "Sabes, se que le dije a Ann que la amaba y todo, pero... hay algo que, simplemente no me hacia creerlo completamente..." Ella lo observó y el a ella. "¿Que dices?" Contesto ella aún confundida. "Nada." Hubo un incomodo silencio. "Debo irme, te veré luego, ¿esta bien?" Tomo su mochila. "Claro, hasta luego Alex." El asintió y se fue.
"Oh rapunzel, deja caer tu cabello." Esa frase le hacía saber que era hora de sus salidas nocturnas con el que se había vuelto su amiga secreto, debido a que la rivalidad entre sus mejores amigos solo incremento, y el hecho de que Kian y el mismo Alex, no pudieran ver a Ann y ella del mismo modo, ella decidió que sería mejor que nadie supiera de su amistad. "Oh romeo, romeo, ¿Dónde estás que no te veo?" Respondió ella con una risa. "Sabes que así no es." El muchacho, uno de esos locos que aman la obra, como ella decía, se irritaba al escuchar eso, pero jamás con ella. "¿Que sucede Alex?" Le preguntó una vez junto a el. "¡Me han aceptado!" Hablo el emocionado. "¡Oh por dios!" Ambos se unieron en un abrazo de felicidad, pues irian a la misma universidad. El abrazo duro más de lo normal, pues cada uno se sentía tan bien con el calor del otro.
Transcurridos unos minutos, el abrazo se rompio, ambos se observaban con intriga, los ojos de ella bajaron hacia sus labios e involuntariamente se acerco, el hizo lo mismo, y en menos de diez segundos sus labios ya se encontraban unidos.
¿Era amor? No lo sabía, pero jamás se había sentido tan bien. "La escuela comienza pronto, ¿les diremos?" Pregunto el a ella mientras se encontraban en su patio recostados en el pasto, ella con su cabeza en su estomago. "No podemos mantenerlo en secreto por siempre, pero..." Ella sabía lo que diría pues ella se sentía igual, y aunque amaba a su amiga, ¿por que siempre todo giraba alrededor de Brielle y Kian? El pensamiento la hizo fruncir el ceño, pero rápidamente cambio el gesto por una sonrisa. "Será nuestro secreto por ahora." Se acercó a él para depositar un beso en sus labios. "Solo nuestro." Dijo el con una sonrisa.
'Todo mundo ama una historia de amor prohibido... ¿verdad?' Ese era su lema, además de parte de su motivación. Ella lo quería y el a ella, no importaba más ¿cierto? Aunque a veces parecía que Brielle Adkins y Kian Blackwell importaban mas...
Esta es la historia de una chica que ama los libros, que ama a su novio, aunque nadie lo sepa, ella lo tenía y eso bastaba, una chica llamada Chloe Beckett.
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¡Feliz Navidad Chic@s!
Espero que se la pasen genial, disfruten de sus familias y coman lo más que pueda.
Les deseo lo mejor y que todos sus sueños se hagan realidad. :)
Gracias por compartir estos meses de este año y espero que compartamos el año que viene también. Hasta mañana.
- Ashley :)