Capítulo Trece: Disculpas.
La castaña ondulada cerró los ojos con fuerza dejando caer varias lágrimas de estos mientras apretaba con fuerza sus brazos.
—T-Trent...—sollozaba—. ¡TRENT! —Chilló pateando un montículo de tierra que resultó ser una piedra cubierta—. ¡Oh demonios! —se dejó caer de rodillas y empezó a acariciar su pie lastimado.
Una pequeña risa se escuchó.
—¿Oye estás bien? —la chica alzó la cabeza para ver como un rubio estaba parado en frente de ella—. Deberías tener más cuidado—al mirarla con detenimiento la expresión de su rostro cambio—. ¿Por qué lloras?
—N-Nada importante...—mordió su labio reteniendo sus ganas de llorar.
El chico extendió su mano para ayudar a la castaña a levantarse.
—Soy Bill—sonrió dulcemente apretando la mano de la chica—. Encantado de conocerte.
Esta se sonrojó.
—Soy Channel...
La chica abrió los ojos mirando al techo y extiendo su brazo, como si quisiera tomar la mano de Bill como la primera vez que lo conoció.
[...]
Todos los chicos tragaron saliva al ver aquel lugar en donde se quedarían estos días. Solo cuatro sabía que el templo no funcionaría pero al no terminar la cinta tal vez el lugar tenga algo que ver con la desaparición de la maldición.
—¿L-Les parece si tomamos una foto para la ocasión? —todos miraron a Logan—. Después de todo... es nuestro último año en la escuela y sería bonito recordarnos como promoción.
Todos se miraron entre ellos y empezaron a cambiar posiciones para poder colocarse para la foto.
Las gemelas se pusieron una al lado de la otra, Bill al lado de Channel. Jacob estaba junto a Alex. Megan con Thomas y Shane. Namie al lado de Isabella, Rouse y Bianca. Lester con Darrell y Eiza. Y finalmente Abigail junto a Dustin.
—Profesor, póngase en la foto también.
Joseph asintió y se puso al lado de Namie.
Logan tomó en la foto, en la cual, ninguno sonreía. Todos tenían una cara de angustia y miedo. Sinceramente la foto resultaba ser un tanto impactante por la falta de alegría que había en ella.
El pelinegro miró la foto y sonrió.
—¡Listo!
—Faltas tú, déjame ayudarte—el profesor le quitó la cámara a Logan dejando que este se acerqué al grupo para tomar otra foto—. Ya está.
Al terminar de tomas las fotos los alumnos y el profesor se adentraron a la casa de reposo en la cual se quedaría.
—¡Es un gusto que los amigos de nuestro nieto vengan a visitarnos! Nos da mucha alegría imaginar que en todos ustedes queda una pequeña parte de Brent—sonrió la señora—. Si necesitan algo en estos tres días no duden en pedírnoslo—dijo mientras se señalaba a ella y a su esposo.
—Sí señora.
Todos los estudiantes se esparcieron por todo el lugar para escoger sus habitaciones. Mientras tanto los cuatro chicos que había escuchado la cinta se escondieron en un pequeño cuarto para poder terminarla.
—Bien...—Bill suspiró—. Ojala funcione—murmuró mordiéndose el labio para apretar el botón de reproducir.
Otro gran silencio se hizo al momento de esperar que la cinta se reproduzca.
—Ahora... esta es la parte más importante... cuando por fin llegamos abajo es cuando... cuando sucedió eso... y por eso me refiero a...a... Yo... no muy lejos de la casa de reposo, en el bosque, entré en una discusión con un chico llamado ***—se escuchó un soplido—. Terminamos intercambiando golpes y entonces... y entonces...—tragó saliva—. Él... él ya no se estaba moviendo... estaba tirado bajo un gran árbol.... Cuando me acerqué a verlo con detenimiento noté que tenía una rama atravesada en la garganta. Sí, él estaba muerto... ¡Yo lo había matado! Aterrado regresé corriendo a la casa de reposo, esa noche no dormí. Estaba seguro de que alguien encontraría el cuerpo de *** pero al día siguiente nadie pareció notarlo, así que regresé al bosque para buscar su cuerpo, increíblemente no había nada ahí... no había rastros de él, ni sangre, ni nada. Volví a la casa y les pregunté a mis compañeros si lo habían visto... pero todos me miraban como si estuviera loco "¿Quién es ese?" me dijeron "No conozco a nadie con ese nombre". Incluso dijeron que éramos diecinueve en la clase, no veinte. Ahí fue cuando me di cuenta... el chico que había matado había sido el estudiante extra todo este tiempo. Decidí confesarme aquí para que alguien se enterará de la verdad y me creyera. Han pasado dos semanas desde que mate a *** y soy el único que lo recuerda, aunque sé que es solo cuestión de tiempo. Escuchen... esto es lo que deben hacer para detener la calamidad... envíenlos a donde pertenecen ¡Envíen los muertos a la muerte! —y el audio se cortó.
Alex miró la cinta con los ojos entrecerrados.
—No pude escuchar el nombre.
Todos negaron.
—Al parecer la cinta fue alterada ya que yo tampoco lo escuche—dijo Jacob.
—De todas maneras no necesitamos el nombre—Bill se rascó la cabeza—. Solo la manera de detener la calamidad.
—Pero no hay manera de distinguir a los muertos—intervino Logan—. Ni ellos saben que están muertos.
—¿Hay alguna manera de saberlo? —preguntó Bill.
—Lo de Haru fue pura coincidencia, así que no la hay—dijo Jacob.
—Creen... ¿Que el estudiante extra este aquí en la casa?
—Y si lo encontramos...—Jacob habló—. ¿Tendríamos que matarlo?
Bill rascó su mejilla.
—Bueno supongo que...
—¿Serían capaz de matar a un compañero? —interrumpió Jacob.
Todos se quedaron callados haciendo una mueca de espanto.
[...]
La hora de la cena llegó, los cuatro chicos se sentaron en una mesa calmadamente y empezaron a hablar sobre el tema con discreción.
—Saben... he estado pensando de quien podría ser el extra.
—¿Tienes a alguien en mente, Bill?
—Bueno, yo...—el chico se calló al ver como su novia lo fulminaba desde la otra mesa.
La chica se limpió la boca con una servilleta.
—¿Puedo decir algo, maestro? —alzó la voz Channel.
El maestro Joseph la miró y asintió.
—Desde Mayo hemos estado experimentado cosas horribles. Hace unos días hemos perdido a Aisha y a tu hermano Megan—miró a la chica quien había puesto sus labios en una línea—. En primer lugar quería disculparme por no lograr protegerlos...—cerró los ojos con fuerza haciendo que todos sus compañeros se miren entre si—. Aunque no sabemos si este viaje nos salvará, sinceramente creo que tú, Alex—volteo a ver a la chica—. Tienes algo.
Todos empezaron a asentir.
Jacob miró a Alex preocupado.
—¿Por qué?
—Si Alex hubiera cumplido bien su papel de estudiante "No existente" nada de esto estaría ocurriendo.
—¡Oye! —Dijo Bill frunciendo el ceño—. ¡Lo que sucedió fue inevitable! No es su culpa que todo se viniera abajo.
Channel lo miró fríamente haciendo que la piel del chico se escarapelara.
—¿En serio? Si hubiera evitado todo contacto con Jacob la contramedida hubiera tenido éxito.
—Pero...
—Creo que la causante de que todo se viniera abajo es ella y creo que no soy la única.
Bill bufó mirando decepcionado a su novia.
—Y qué quieres que haga ahora ¿Ah?
—Que se disculpe. No hemos escuchado ninguna disculpa por parte de ella, es más, pareciese como si no le importará nada de esto.
—Bien...—la chica se levantó—. Si disculparme es tan importante para ti, entonces lo haré—dijo la castaña de ojos mieles mirando a Channel.
Silencio.
—Alex... no tienes que disculparte, no es tu culpa—intervino Jacob.
La chica se volteó para quedar cara a cara con Channel e hizo una pequeña reverencia.
—Discúlpame, todo es mi culpa.
—¡No lo es! —gritó Jacob.
—¡Basta! —chilló Logan.
Bill golpeó su mesa y se levantó.
—¡Esto no tiene sentido, Channel! ¡Lo importante es darse cuenta de quién es el que sobran en esta clase!
—Hey, Lester ¿Estás bien? —intervino la voz de Shane preocupado al ver como su amigo caía encima de su comida respirando con dificultad.
Todos voltearon a verlo, el profesor corrió hasta él y tomó su inhalador que estaba vacío.
—¿Pero qué...? ¡Alguien llame a una ambulancia!
Todos intentaron hacerlo pero desgraciadamente era una noche lluviosa por lo que no había señal.
—Demonios...—dijo el profesor y lo cargó—. ¡Quédense aquí todos! ¡Voy por ayuda!
Todos miraron hacia la puerta por donde salió el profesor. Se pararon y salieron del comedor.
—Jacob...—le susurró Alex al chico—. Gracias por defenderme.
—No fui solo yo...—rascó su nuca—. También fueron Logan y Bill.
La chica sonrió levemente.
—¿Me acompañas a mi habitación?
El chico asintió y ambos caminaron hasta el lugar.
—¿Eres la única que tiene la habitación sola?
La chica suspiró y asintió.
—Necesito decirte la verdad—el chico la miró desconcertado—. Necesito que sepas que por mi culpa la calamidad no empezó.
—Alex, eso lo sé...
—No... quiero que estés cien por ciento seguro de que por mí no empezó—tragó saliva—. El día... en el que te conocí, algo muy triste sucedió—miró al chico de reojo—. Mi madre murió—Jacob la miró asombrado—. Nadie lo sabe... ya que no me refería a ella como madre, los tíos no pueden morir en la calamidad... ella me cuidó toda mi vida como si fuera mi tía ya que... me regaló a su hermana...
Jacob la miró aturdido por lo que acababa de escuchar.
—Es por eso que tú me dijiste la otra vez que esto ya pudo haber empezado.
La chica lo miró con nostalgia y asintió.
—Mi madre fue víctima de la calamidad...—sus ojos se cristalizaron.
—¿Por qué no se lo dijiste a nadie?
—No quería creerlo... no podía creer que alguien tan buena como mi madre haya muerto—lo miró—. No pienses mal que ella hizo mal al regalarme... fue un favor que le hizo a su hermana que no podía tener hijos...
—Oh... entonces... eso quiere decir que la calamidad no empezó en Mayo como todos creen, sino en Abril—el chico miró a la chica—. ¿Es por eso que estás tan segura de que yo no soy el muerto?
—Sí... pero esa no es la razón principal...
—Y cuál es entonces...
—Es... que... yo sé... quien es el muerto.
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Falta poco para el final 7u7
Daal♛