Hija de Dragón (Harry Potter)...

Da MarSlyH

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En el mundo mágico existen muchos relatos para niños, relatos que contienen enseñanzas acerca de la magia y q... Altro

La historia.
Capítulo 1
Capítulo 2
¡NOS MUDAMOS!
Capítulo 5
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
❤Oportunidad de Oro❤
Capitulo 14

Capítulo 6

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Da MarSlyH

Atención: El vídeo que esta en multimedia es el mismo que aprece casi al final del capítulo por si quieren escucharlo al mismo tiempo que leen :3 ¡Disfruten!

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-Entonces Rinka, dijiste que la Poción pimentónica era para...-pregunto uno de los regordetes amigos mientras escribía pesadamente en su pergamino.

-Deja de molestarla Goyle; ella también debe hacer su tarea- le reprendió Malfoy quien se encontraba a su costado.  

La chica de cabello blanco les sonrió a ambos sin despegar la mirada de su pergamino, escribía con tanta velocidad y determinación que más bien parecía escribir un cuento a un ensayo de pociones para la salud. En realidad la tarea que Severus les había dejado era pan comido para ella. Desde que aprendió a leer sus clases favoritas eran con ese profesor y, a pesar de que en muchas ocasiones Snape se portaba fríamente con la niña muy en el fondo él la apreciaba; de otra manera no le hubiera dado tantos libros de pociones para que ella pudiera comprender sus clases en las que mas de una ocasión se escabullía.

-Sirve para el resfriado común Goyle-contestó de manera monótona y sin perder un poco de concentración. -El cuerno de bicornio y la raíz de mandrágoras son sus principales ingredientes.-

El regordete escribió de inmediato todo lo que su amiga mitad dragona le decía. Draco entornó sus ojos a señal de molestia y siguió escribiendo en su pergamino. Era la hora del descanso y muchos estudiante aprovechaban para tomar un refrigerio, fruta o dulce mientras estudiaban en el gran comedor que también servía como sala común entre todas las casas. Rinka les recomendó aprovechar esas horas para realizar las tareas pues, el año siguiente tendrán ese buen habito y no habrá problema alguno con sus actividades.

-¿Que son las mandrágoras?- pregunto Crabbe copiandole el trabajo a su compañero de comida-

-Es una planta- bufó Draco a punto de perder la paciencia- Déjenla ya en paz; pónganse a leer-

La chica rió divertida por la defensa de su amigo rubio, seguía sin despegar los ojos de su pergaminos y remojaba la punta de su pluma de vez en cuando. Draco por su parte miraba en ocasiones a la mitad dragona, le impresionaba su inteligencia y su manera de ser tan calma y relajada.

-Draco, ¿Me pasarías una manzana por favor?- la petición de su amiga lo sobresaltó. Se sonrojó de manera inmediata al saber que Rinka se había dado cuenta que la miraba mucho; asintió y sin volver a girar sus ojos hacia ella le paso la manzana verde que había tomado del costado contrario. -Gracias- y son decir más cerro su pergamino y comenzó a comer.

-¿Terminaste?- pregunto un atónito Goyle. La chica asintió y le dio otra mordida a su manzana. -Eres increíble Rinka-

-La paquetería viene- contestó divertida. Los chicos la miraron extrañada pero las lechuzas volando sobre ellos les respondió inmediatamente- Oídos de dragón- explico.

Draco miró maravillado todas las aves que volaban sobre él; sabían a quien entregar su paquete y donde dejarlo caer para que llegará a las manos correctas. Un paquete enorme calló en las manos de Crabbe, uno mas pequeño en las de Goyle y una carta enroscada y una caja mediana en las de Draco. Los tres Slytherin miraron a la chica que seguía sin recibir nada.

-Tranquilos.- los calmó al darse cuenta de la angustia en sus ojos- mi padre es Dumbledore ¿Que carta podría recibir si esta en el mismo lugar que yo.-

-¿Estas segura?- preguntó Draco antes de abrir su carta.

-Por supuesto-

El rubio se encogió de brazos y examino el sobre que había caído en sus manos. Rinka miró de reojo que Harry tampoco había recibido algo pero ¿Por que? que sus tíos fueran muggles no quería decir que no pudieran mandarle aun que sea una carta. 

-¡Dulces!- exclamo Crabbe muy contento. La mitad dragona centró su atención en su amigo que estaba frente a ella. La caja era enorme por que contenía todo tipo de chocolate, bombas explosivas y grageas de sabores.- Mi madre me las ha traído de Egipto- proclamó divertido a la par que abría la caja y la acercaba al centro de su grupo no sin antes tomar un puñado de ellos en la mano. 

Crabbe sonrió de oreja a oreja y estiró su brazo hasta la caja para tomar también un puñado. Draco imitó el movimiento solo que el tomo un dulce; Rinka sin embargo no tomo nada. Goyle la miró extrañado, ella estaba pérdida solamente en un dulce color salmón redondo sin embargo aún no lo tomaba.

-¿Pasa algo Rinka? ¿Por que no tomas uno?- ella negó rotundamente cuando escucho la voz de su amigo. -Pero, ¿Por que?- 

-Soy alérgica a los dulces de calabaza y a los dulces picantes-

-¿Que dices?- exclamó una atónito Malfoy.

-Si como uno puede que muera; en especial si pica.- contestó acompañada de un suspiro de resignación.

-Pero ¿Por que?- pregunto Crabbe sin dejar de comer dulces-

-Soy una dragona de hielo Crabbe-

-Pero, ¿De verdad un dulce te puede matar?- pregunto Goyle sorprendentemente dejando de comer. La chica asintió pesadamente- y ¿Que tiene que ver los dulces de calabaza?-

-Soy alérgica a la calabaza- rió nerviosa.

Dos regordetes asintieron y Malfoy dejo de comer. No sabía por que lo había hecho pero no quería ver a Rinka presenciar a los demás disfrutando de delicias exóticas y que ellos sólo lo ignoraran. Aun que los dulces egipcios eran sus favoritos decidió seguir leyendo la carta que su madre le había mandado en silencio.

-y bien ¿Que te mandaron a ti?- pregunto Crabbe a Goyle

El chico se apresuró a abrir su paquete y de el sacó un estuche  de gobstones que a primera vista  se veían muy caros.

-Gobstones- alardeo el chico de manera divertida- El nuevo paquete mejorado ¡Estoy listo para aplastarte Vicent!- la punta del dedo indice señalaba desafiante a su amigo que estaba a lado de él. El chico amenazado comenzó a reír a carcajada y como acto de ignorarlo se dedico a comer sus dulces de nuevo. A ambos se les olvidó por completó la tarea de Snape.

La de ojos cristalinos miro a Draco en silenció. Algo había leído en la carta que lo había puesto totalmente serio. Miro como la caja que sostenía en su mano izquierda temblaba ligeramente y no pudo aguantar las ganas de picarle suavemente su brazo para que los ojos grises de su amigo se dirigieran a ella.

-¿Todo bien?- pero lejos de calmarlo un sonrojo excesivo apareció en el rostro del pálido niño

-P..por supu..supesto- tartamudeó intentando fingir un rostro arrogante. La chica hizo una mueca como las que siempre hace a su mejor amigo Pers; infló los cachetes y frunció el ceño.

-A una dragona no puedes mentirle Draco Malfoy- el chico volvió a tensarse cuando escucho su nombre en conjunto con su apellido- Pero tranquilo- y su sonrisa perfecta y blanca lo hizo ponerse más nervioso.- No te obligaré a decírmelo si no quieres. solo espero que todo este bien-

La hora del descansó terminó apenas el corazón del chico se calmó. Los Slytherin de su grupo acomodaban tranquilamente sus cosas mientras que él se limitaba a ver la carta que le había llegado ¡Que verguenza lo que su madre le pide!. 

-Vamonos Draco. Toca clase de vuelo- sentenció la chica de manera emocionada.

Malfoy por otra parte sólo asintió. Es verdad que desde que llegó la clase de vuelo era una actividad que le entusiasmaba mucho aprender; en su mansión solía volar con su Nimbus 2000, obsequio de su madre, pero bajo la penosa circunstancia en la que la mismo lo había puesto lo hizo olvidar de todo lo que antes le emocionaba.

-Rinka../¡Rinka!- el prefecto de Gryffindor interrumpió el apenas audible susurro de Draco. La chica miro al culpable con emoción y una sonrisa de oreja a oreja se figuró en ella.

-Pers- exclamó con entusiasmo - ¿No vas tarde a clases?-

-Efectivamente- encorvo una ceja al niño Malfoy que, por supuesto, el mismo no se quedo atrás dirigiéndole una mirada retadora.- Acompáñame, tenemos que hablar.-

-Esta bien- aceptó de manera inmediata y luego miró a sus acompañantes que tenían una expresión recelosa al Gryffindor mayor- los alcanzo con Madame Hooch- fulminó y sin decir más caminó al costado del pelirrojo.

-Pero que molesto es ese Weasley- susurro Draco mientras caminaba por delante de su grupo.

-¿No han pensado que al Weasley le gusta Rinka?- pregunto Crabbe sin dejar de comer. Draco se detuvo unos segundos y después de meditarlo volvió a caminar.

-Ya te dije que es mucho mayor que ella Crabbe-

-Si pero, ¿Por que son tan unidos? ¿Haz visto como es él con ella y como es con los demás?- le apoyo Goyle razonando en las palabras de su amigo comelón.

Draco no dijo nada; siguió caminando a regañadientes intentando ignorar las teorías de sus compañeros. Nada podía empeorar salvo.

-¡Draco! ¡Espérame!- Si, precisamente Pansy tenía que estar ahí.

Mientras tanto de vuelta a los lugares de las mesas centrales una pequeña peliblanca posaba sentada con una expresión curiosa y a la vez emocionada. Quería mucho a ese Weasley, no era extraño que lo prefiriera por encima de muchos. El chico por otra parte buscaba entre sus cosas un paquete pequeño; a pesar de no hablar mucho con sus padres y ser muy frío con su familia gracias a sus hermanos gemelos los padres de Percy se enteraron que tenia una amistad extremadamente unida a la mitad dragona por lo que año con año (a pesar de las intensas reclamaciones de Persy) el padre del chico le hacía llegar por medió de la lechuza familiar un regalo muggle a la niña.

-Esta vez es algo más frágil- señaló a la par que encontraba el paquete envuelto en un plástico rosa y se lo estiraba a la niña que estaba frente a él: a pesar de que Rinka estuviera ansiosa Percy opto por quitar el regalo envuelto de su cara antes de que la Slytherin emocionada lo pidiera- ¿Tengo que repetirte que estoy en contra de que mis padres te manden regalos?- 

-¡Quiero verlo! ¡Quiero verlo!- rogó moviendo sus pequeñas piernitas de un lado a otro- Vamos Pers, ¿Por que eres tan malo?-

-Siento que mis padres te quieren comprar- fulminó con la palabra y en tono serio- Por que te mandan regalos si ni siquiera te conocen- La chica dejo de patalear y agachó la mirada. -Entiende Rinka que hay personas malas en este mundo-

-Tus padres no son malos.- se atrevió a decir- y no creo que me estén comprando-

-¿Entonces que es?- preguntó con la misma seriedad de antes.

-Tu padre trabaja con cosas muggles y sabe que yo amo las cosas muggles; no dudo que Fred y George se lo hayan contado- se cruzó de brazos- se que la relación con tu familia no es muy cariñosa hablando de ti Pers, ¿Por que no les das una oportunidad y pasas mas tiempo con ellos que con los libros?-

El pelirrojo sonrió de lado; no era posible que una niña mucho más pequeña que él le estuviera dando consejos familiares. Suspiró resignado y volvió a poner el paquete rosa en el panorama de visión de su amiga dragona. La chica ladeo la cabeza a un lado pues aún no le había contestado la pregunta que lanzó.

-a veces quisiera que fueras así de inocente como lo eres hoy- 

Rinka tomó el paquete en sus manos y lo pegó a su pecho como si estuviera esperando por ese regalo todo el año. Desde que conoce a Fred y George su padre le ah dado por mandarle regalos a la niña. No es por las intenciones que Persy cree si no más bien por la humildad y cariño de los Weasley. 

-¿A que te refieres?- preguntó confundida a su petición.

-a que no quiero que crezcas.- explicó sabiendo que la pregunta llegaría.

-¡Oh! ¡pero Pers! ¡Me pides algo imposible! ¿Como quieres tu que no crezca?- la risa del prefecto no se pudo contener. La niña no había entendido el sentido metafórico de la petición y precisamente era eso lo que más le agradaba de su pequeña amiga.

-Tienes razón- dijo el pelirrojo apenas terminó de reír- Anda, abre el paquete-

La chica asintió después de un breve puchero con los cachetes inflados; suspiro y quitó cuidadosamente la envoltura del paquete. Abajo había una caja de cartón que también debía ser abierta así que Rinka comenzó el cometido; apenas vio por el hueco que se trataba de otra caja volvió a inflar sus cachetes ocasionando la risa de su amigo pelirrojo.

-¿que pasa Rinka?¿No te gusta?- pregunto curioso tras su reacción.

-Es que no entiendo por que esa maña de poner una caja sobre otra caja-

-¿Y por que no sacas la caja que esta dentro de la caja?- se divirtió esperando a que la peliblanca se resignará.

La niña le hizo caso y deslizo la caja sobre sus manos. Abrió los ojos sorprendida de que aquella caja dentro era más hermosa y más detallada de la primera que solo servía como protección. 

-Ábrela-  contempló con una sonrisa su amigo. Rinka no podía con la emoción así que intentó abrirla apenas termino de escuchar a Pers pero los intentos eran inútiles, hacía falta de una llave. De nuevo se escucharon las risas del prefecto de Gryffindor, definitivamente se aprovechaba de su amiga pequeña para hacerla sufrir lentamente de la emoción. -Toma- suspiro y le dio una llave casi del tamaño de su meñique. La de ojos cristalinos le saco la lengua, estaba acostumbrada a que la tratara como a una hermana menor.

Metió la llave en la cerradura y la giró con cuidado para que se escuchara un "clic". La tapa se botó ligeramente y por fin dejo ver el contenido de esa caja tan hermosa. Los ojos de Rinka se iluminaron cuando escucharon la melodía en el interior 

Luego observó como una mujer en vestido corto bailaba dando vueltas sobre su pie. Percy sólo la miraba fijamente, sonreía para si mismo y la contemplaba. ¿Que le pasaba?, ¿Como es que quería tanto a esa niña? sabía perfectamente que su clase empezaría dentro de poco y tendría que correr para llegar a tiempo pero, las expresiones tan puras de Rinka recompensaban todo lo demás.

-¿Como se llama esto?- pregunto la niña con los ojos fijos en la muñeca dentro de la caja.

-Es una bailarina; y la caja es una caja musical de muggles- respondió tranquilo y con una pizca de cariño en su voz.- ¿Te gusta?-

La niña asintió de inmediato.  Sentía que el corazón iba a salir de su cuerpo y sus ojos se llenaban de lágrimas. La melodía que escuchaba le hacían sentir de manera tan extraña que por un momento creyó no estar en Hogwarts.

Pers cambió de actitud cuando bajo los pies de Rinka aparecía escarcha, la temperatura bajo y copos de nieve comenzaron a caer del techo mágico. 

-Rinka- murmuro el pelirrojo intentando hacerla regresar pero, era inútil. 

El suelo se hacia más de hielo y las cosas que había al rededor comenzaban a levitar, incluso las túnicas de los alumnos que había todavía se movían ligeramente. Percy al notar que todos la miraban de manera atónito se molesto y cerró la caja de un momento a otro. Las cosas que antes levitaban se cayeron y las túnicas dejaron de jugar los ojos de la niña se centraron en los de su amigo, unas lagrimas caían por su cara pero esto no fue lo que dejaba atónito al Weasley si no que, en efecto sus lagrimas se convertían en cristales apenas salían de sus ojos. 

-Rinka..- volvió a murmurar solo que esta vez fue acompañado de un abrazó.- Rinka que..-

-Es lo más hermoso que eh visto en mi vida Persy-

El gryffindor no lo creía, tan sólo con una emoción que cautivo a Rinka ella era capaz de hacer cosas increíbles. Definitivamente ser hija de Dragón era algo más que solo el nombre ¿Que era ese extraño sentimiento de querer cuidarla aún más?. 

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Después de tres meses traigo la continuación xD 

¡Ciao, ciao!

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