¡Por fin!
Las horas de clases se habían acabado, el primer día y ya odio al maestro de historia y de matemáticas. Salí corriendo del salón lleno de hormonales.
Digamos que nunca fui atlético, pero cuando se trata de salir de la escuela le gano hasta Usain Bolt.
Bueno, quizás exagere pero se entendió el punto.
»¡Suga!
¿Por qué no me dejan en paz?, ¿acaso tengo un cartel que dice molestame?
»¡Hyung!
»¿Qué quieres Jeon?
Me di vuelta provocando que frenaras de golpe, chocaste con mi pecho y aún siendo tú más alto te sonrojaste, patético.
»¿Qué quieres?
»S-se te olvido en tu banco.
Me extendiste el libro de matemáticas, debo de decir que de algo sirves. Al menos no faltare con la primera tarea.
¡Yuju! Más tarea por hacer en vez de dormir toda la tarde, que felicidad. Nótese el sarcasmo por favor.
»¡Ay! Gracias Kookie que lindo.
Te sonrojarse de nuevo.
¿Acaso no entiendes el sarcasmo?
Eres muy ingenuo, eso me molesta. Todo tu me molesta.
Esto es tan raro.
— Min YoonGi.