Duele, no salen las palabras
duele que me cueste hablar sin lágrimas...
que mis ojos se vuelvan agua.
Duele porque podría haber sido
y no era tan difícil,
ahora nado en tu pozo del olvido, sola, con cara de imbécil.
Qué os voy a contar yo
si siempre ando con la maldita misma historia
los mismos renglones llenos de palabras rotas,
unos versos que me salen del alma, no de la boca.
Que os voy a contar yo si sabéis que siempre hay otra
que no soy suficiente porque quizá sea idiota,
que tengo un nombre en la mente y protagoniza mis derrotas.
Perdón si me desahogo pero sólo tengo una meta:
llegar a un corazón, rozar alguna vena,
que mis letras os devuelvan la razón
o las ganas de perder la cabeza...
que os den la vida que os falta
y la magia que os llena.