—Amor, tienes que descansar.
—No Harry, pronto vendrá el doctor y nos darán noticias sobre Scarleth.
—Lo sé, pero debes de al menos dormir unas horas.
—No, así estoy bien.
—Pe...
—¿Y el bebé? —lo interrumpí.
—Oh...—sonrió— Está en casa, se quedó con mi mamá.
—¿Es niña o niño?— pregunté.
—Niña—sonrió.—Es bastante linda.
—Ya quiero conocerla—dije.
Liam había llamado a Harry rápidamente una vez que se enteró de lo que pasaba con Scarleth. Harry no dudó en venir de nuevo y una vez que llegó al hospital no se ha separado de mí.
—¿Ustedes son los padres de Scarleth Styles?—preguntó un doctor.
—Sí—dijimos rápidamente.
—Acompañenme.
Lo seguimos hasta la oficina a la que yo había ido anteriormente. Nos sentamos frente a el y él nos miró.
—¿Cómo está mi hija?—preguntó Harry.
—Ella está bien ahora. Está fuera de peligro y se encuentra mucho mejor. También quería comentarles sobre Toby Styles, él reaccionó muy bien a los medicamentos y a la cirugía. —sonrió.
—Dios...—susurré.
Harry sonrió y me miró.
—Muchas gracias.
—Toby saldrá mañana en la mañana. Y Scarleth, aún no lo sabemos, probablemente salga mañana también, pero con muy buenos cuidados.
—Está bien.
—Gracias—dije.
Harry y yo salimos de la oficina y rápidamente lo abracé. Estoy tan feliz de que mis hijos estén bien ahora. Ahora puedo respirar tranquilamente.
Harry rodeó mi cuerpo con sus brazos y me acercó más a el. Acarició mi cabello con su mano y me dio un beso en la frente.
—Vamos, tenemos que avisarle a los chicos.
Asentí y caminamos hacia la sala de espera. Ahí estaban todos mirándonos. Luke alzó una ceja como preguntando que pasó y asentí mientras sonreía. Todos se levantaron rápidamente y nos abrazamos.
—Dios, por fin está bien.—suspiró Danna.
—¿Y Toby?—preguntó Nicole.
—Él probablemente salga mañana en la mañana, y Scarleth puede que también pero con mucho cuidado. —dijo Harry.
Todos sonrieron y nos volvimos a abrazar.
—Eso es increíble —me dijo Michael una vez que todos se fueron a sentar de nuevo.
—Sí...—suspiré.
—Y...¿cuándo podremos conocer a nuestro nuevo sobrino?—preguntó Calum.
Sonreí y miré a Harry.
—Probablemente mañana, cuando Toby y Scarleth vuelvan a casa.
—Muero por conocerlo. —dijo Olivia.
—De hecho... Es niña—rió Harry.
Todos abrieron los ojos y sonrieron.
—Otra mini Harry, porque Ariana no es su mamá y...—dijo nervioso Niall y me miró.—Lo siento.
Ginn lo golpeó en el brazo para que se callara pero yo sonreí triste y negué.
—No importa Niall, está bien.
Harry me miró y me abrazó.
—Si no fuera tu amigo o si Ariana no estuviera aquí te patearía las bolas.—le dijo Michael a Harry.
Sonreí y solté una pequeña risa.
(...)
Mis ojos se llenaron de lágrimas de nuevo, Harry de nuevo las limpió y suspiró.
La vida es injusta y conmigo lo ha sido demasiado y realmente no sé que hice para merecerlo.
—Estará bien, cariño.
—¡Deja de decir eso Harry, todo está mal!
—Nena...
—¡Está en coma,Harry! ¡En coma! ¿¡Cómo mierda sabremos si estará bien!?
Harry cerró los ojos y me miró.
—¡Si fueras un poco más positiva todo sería más fácil!—dijo enojado.
—¿¡Cómo mierda voy a ser positiva después de todo esto!? ¡Mi hija está en coma! ¿¡Qué tiene eso de positivo!?
—¡Nada! ¡No tiene nada de positivo, jamás dije que lo tenía! Sólo deberías de tratar de pensar que ella estará bien y volverá a despertar.
—¡Lo hago Harry, lo hago! Pero si estás a cada segundo recordándome que estará bien sin siquiera saberlo me harta. ¡Deja de hacerlo!
—¡Entonces disculpa por querer hacerte sentir mejor, si no quieres que te apoye pues bien!—se levantó de la silla y se fue hacia la otra sala de espera.
Las lágrimas salieron con mayor intensidad de mis ojos y cubrí mi cara con mis manos.
Sentí a alguien abrazarme pero no levanté la vista para ver quién era. Ahora eso no me importa.
No podía ser alguno de los chicos ya que ellos se han ido a descansar un poco ya que prácticamente los obligué.
La persona que estaba a mi lado comenzó a sobar mi espalda y mi cabello, de un hombro me jaló hacía su cuerpo y apoye mi cabeza en su pecho. Miré uno de sus brazos y pude ver uno de sus tatuajes.
—Tranquila, se arreglarán. Ambos están bajo mucha presión y por eso reaccionaron así. —me dijo.
Levanté la vista y sonreí débilmente.
—¿Qué haces aquí? Ve a descansar.
—Vine por que no pienso dejarte aquí. Además ya descansé unas horas, eso basta para mí.
—Claro que no. No es suficiente.
—Tú también debes descansar y no lo estás haciendo así que estamos a mano.—sonrió.
—Bien. Parece que estos meses no saldré del hospital.
—No digas eso,Ariana. Ella mejorará y saldrán de aquí.
—Eso espero, estoy comenzando a odiar el color blanco y los hospitales por igual.
—Sí, creo que yo también.
—Odio todo esto.
—Yo igual, eres mi amiga y me pone mal ver como pasas por todo esto.
—Deseo con todas mis fuerzas que jamás pases por esto Calum, ni tú ni nadie de los chicos y las chicas.
—Gracias, yo también espero que jamás le pase a nadie.
Duramos en silencio varios minutos hasta que alguien se posó delante de nosotros. Levanté la vista y me levanté rápidamente.
—Hola Ariana—me abrazó.
—Oh Dios mío, hola Anne—la abracé.
—¿Cómo estás?—preguntó después de saludar a Calum.
—Bien..,creo ¿Y usted?
—Bien, cariño. Lamento todo por lo que están pasando tú y Harry.
—Gracias. ¿Qué hace por aquí?
—Oh, cariño, me tengo que ir a casa de nuevo y venía a disculparme por ello, no podré seguir cuidando a mi nieta y bueno...
Miré hacia sus brazos y ahí cargaba a un pequeño bebé recién nacido. No me había dado cuenta hasta ahora.
—Oh está bien, no hay problema.
Se despidió y me tendió al bebé, lo tomé lentamente. Ella se fue y suspire.
Me senté a un lado de Calum. Lentamente miré su pequeña carita.
—¿Es la bebé? —preguntó.
—Sí...—susurré.
Miré atentamente todos sus movimientos y mis ojos se llenaron de lágrimas.
—No llores Ari.
—Se parece demasiado a Scarleth.
Él me abrazó más fuerte.
—No te preocupes, todos estarán bien.
—Ya perdí un bebé antes, Calum. No quiero perder a mi hija—lloré.
—No lo harás, nena.
La bebé comenzó a llorar y me paré, comencé a moverme lentamente para que se durmiera y le canté una canción despacio. Levanté la vista y Harry me miraba desde el otro extremo de la sala. Limpié mis lágrimas y acerqué más al pequeño bebé que tenía en mis brazos a mí.
—Eres hermosa, cariño. —le susurré. —No estarás sola, yo seré tu mami ahora.—le besé su frente.