Habían pasado 10 minutos desde que el caos en la casa Dougas se había disipado; los presentes jadeaban y una chica de 16 años se recostaba tranquilamente en el sofá de la casa.
-Prometiste no volver a bailar cumbia en visitas- declaró la chica apenas visualizo a su madre acomodándose el cabello. Era sorprendente que tanta energía poseía su madre para bailar tanto tiempo y con tanta intensidad. Lo peor de todo era que el precio lo pagaban sus hijos.
-En el hospital solo ponen música clásica- se defendió de manera automática la madre- Por cierto, tu amigo el platinado toca muy bien el piano deberían..-
-No volveré a tocar esa cosa de madera si es lo que te estas proponiendo- fulmino con la palabra la chica. Los presentes solo admiraban la conversación. No sabían si estaba bien interferir o simplemente irse discretamente de ahí para mantener lo poca de estabilidad mental que aun tenían.
El silencio gobernó; la joven miraba a su madre con la misma intensidad que ella le regresaba la mirada. Al parecer ese tema no les era muy como de hablar. La mujer suspiro.
-Solo digo que no desperdicies años de clases-
La chica no contestó. Sabía que hablar de ese tema con su madre no traería nada bueno por lo que negó con la cabeza y tras segundos de meditación se cruzó de brazos y se paró levemente fulminando con la mirada a todos los que las miraban en silencio. Aligero su mirada cuando vio a Dino recuperarse de tan traumàtica situación. Se acercó delicadamente y se puso a su altura considerando que el posaba en el suelo para recuperar el aire desgastado. El rubio al mirarla tan cerca de el no pudo evitar sonrojarse.
-Lamento mucho lo que pasó Dino- le sonrió la francesa a la par que le tendía la mano- espero que eso sea suficiente para aprender que a mi madre no se le debe poner cumbia-
Un escalofrío recorrió la espina dorsal del italiano; Arlett se echó a reír en cuanto vio eso. A Dino no le había tocado la fase de su madre cuando era amante de la chancla o bien, Fiel sirviente de Satanás. Cavallone había pasado por alto lo suave que era la piel de arlett; tener contacto directo con ella lo puso nervioso. Estar con mujeres era algo de lo que estaba plenamente acostumbrado; muchas lo acosaban por el simple hecho de ser guapo y millonario pero, al ver a Arlett...su humildad le ¿Atraía?.
-Gracias Arly- susurro con una sonrisa apenas se puso de pie. Se miraron unos segundo; no fue incomodo, mas bien relajante, pareciendo que uno quería ver a través de la mirada del otro lo que pensaba.
-¿Encontraste todo lo que buscabas en la tienda de electrónicos?-fue Reborn quien interrumpió el momento. Arlett se sobresaltó unos segundo y luego se sonrojo al darse cuenta que miraba al italiano más de lo normal.
-Si- contesto intentando esconder esa molestia que se producía en su estomago como si fuera un leve cosquilleo- La tarjeta que me dio Nubecita me facilitó las cosas-
Hibari, quien había permanecido en silencio a todo momento se desconcertó de la mirada agradecida tan inesperada de la francesa. No es como si no estuviera atendiendo a los hechos, más bien quería darse a si mismo una respuesta sobre todo lo que a estado pasando. Suspiro y sin mirar a nadie se adentro a la cocina. A Arlett le preocupó su actitud.
"Tranquila Arly; debe estar en sus días." quiso tranquilizarse a ella mismo. No veía momento alguno en el que haya dicho algo para incomodarlo. su apodo no debe ser ¿Quien se enfadarìa por ser una esponjocita nube? cierto, Kyoya.
-Te ayudare con esas bolsas Arly- sentenció uno de los presente. Arlett lo miro y sonrio. Yamamoto resultó ser el chico mas tierno que había conocido desde que ellos llegaron, la francesa asintió y luego miró a Tsuna y a Gokudera que seguían limpiando el piso después de todo lo que su madre había tirado en un momento de inspiración.
-¿Esta la comida?- le pregunto al castaño que segundos antes la había mirado con preocupación
-Bueno..-
-El Italiano atractivo la preparo- se apresuró a decir su madre interrumpiendo la contestación del chico mas bajo de todos. Dino se sonrojo cuando vio a Arlett burlarse del nuevo apodo de su madre. -Acomodare la mesa mientras te cambias Ar-
La chica asintió. Subió los escalones y detras de ella yamamoto la seguìa. Su hermano de seguro estaba en su habitación encerrado con audifonos y su consola de videojuegos, después de zafarse del mortal agarre de su madre y ver a su hermana mayor entrar por la puerta lo único que le paso por la cabeza para estar sano y salvo fue refugiarse en su cuarto.
-Esta bien aqui Yamamoto- el chico sonrio y dejo las bolsas en la mano de Arlett. Ella le contestó con un asentimiento de cabeza y se dirigió a la puerta de su habitación para abrirla. No esperaba nada de lo iria a ver. Si pudiera regresar el tiempo unos segundos cambiaría la loca idea de abrir su habitación y mirar hacia enfrente para encontrarse con un...
- ¡¡¡¡AAAHHHHHH /VOIIIIIIIII!!!!!-se escuchó al unísono. Yamamoto entró a la habitación de una manera seria y en forma de defensa, abrió los ojos como plato y comenzó a reír nervioso.
-Squalo...- bufo con dificultad. No es muy comùn ver a su más grande contrincante en la espada..desnudo-
Las pisadas de un carnívoro furioso se escucharon apenas el grito retumbó por la casa. Dino, Tsuna y gokudera iban tras el pelinegro que fue el primero en reaccionar ante la situación preocupados de que la chica y yamamoto hayan tenido un encuentro desafortunado con miembros de la mafia francesa o de GIPN
-Oye tonta..- se dirigió el de mirada gris apenas la tuvo en su panorama de vista. Sus tonfas estaba listas para el ataque.
-¿¡QUI ÊTES-VOUS MERDE!? (¿quien mierda eres tu?)- grito de nuevo la francesa, esta vez furica y roja a mas no poder.
-¡QUE VOUS OSEZ ME PARLER COMME! (Como te atreves a hablarme así)-
-Ciaossu- la voz chillona solo molesto mas a Arlett. La chica se dirigió a mirar al bebe que llegaba en la cabeza de Tsuna y la mirada que le dirigió era casi parecida a la de su madre cuando estaba furiosa. Reborn se sorprendió pero también le divirtió.
-Saca a ese maldito pervertido de mi cuarto Reborn-
-Su nombre es Squalo- le presentó tranquilamente ignorando el hecho de que estaba completamente desnudo- le dije que podía ducharse en tu cuarto ya que las demás luchas estaban ocupadas-
-Me vale un comino como se llame. Sacalo de mi cuarto y que se ponga algo ¡Por dios!-
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POV HIBARI:
Tantas dudas sucumben en mi cabeza de una manera tan inesperada que me frustraba no encontrar la respuesta. ¿Cómo estará Namimori?, no tengo de otra que dejarle el trabajo a Kusakabe. Hibird se quedó y espero que también se las arregle mientras que.. ¡Agh! Son tantas cosas que tengo que pensar que prefiero lavar trastes.
La escena de hace rato me pareció perturbadora por el simple hecho que la herbívora mayor quería sacarme a mi a bailar ¡Que ridiculez! ¿Yo bailando?.
Escuche como la niña subía las escaleras con alguien detrás de ella mientras que los demás herbívoros ponían la mesa y de más. Caballo salvaje se quitó el delantal que traía puesto y se acercó a mi -Eso no quería decir nada bueno- tomó una tela para secar trastes y comenzó con los platos.
-Tranquilo- sentenció apenas se dio cuenta que me percate de su presencia- siendo de la Mafia un jefe Mafioso siempre debe tener un plan para esto- lo mire seriamente al escuchar esas palabras venir de su boca; el suspiro y tomo un plato nuevo.- Por supuesto que ni en mis más locas fantasías me imaginaria que saliera de un mundo alterno a otro pero...si tenía un plan cuando desapareciera por culpa de uno de mis enemigos-
La seriedad del caballo salvaje me desconcertó y me molesto. Quería relajarme en la cocina lavando trastes de herbívoros y este idiota lo empeora todo.
-Lo mismo pasa con mi hermano Tsuna- continuó explicando sin perder la mirada de su labor- a pesar de que apenas se están consolidando como la décima generación vongola se debe tener un plan en caso de que enemigos como Xanxus que quieran el poder absoluto; es por eso que cuando desaparecieron tanto el noveno como sus subordinados se encargaron de mantener el control- luego me miro; no me habia dado cuenta que le estaba prestando más atención de la debida- puesto que Reborn tambien esta aqui las cosas se ponen serias allá o eso debe creer Timoteo; como sea estoy seguro que todo está bajo control.-
Bufé y deje el ultimo cubierto recien lavado en el porta trastes, me sequé las manos y cerré los ojos. Iba a contestarle de la manera más fría posible pero otra vez esa niña irrumpe en mis pensamientos.
-¡AHHHHH!- no, no estaba irrumpiendo en mis pensamientos. Ella estaba gritando de verdad. Apenas caballo salvaje reaccionó a quien era la dueña de esa voz cuando yo salía de la cocina a toda velocidad. "Esa niña siempre se está metiendo en problemas" pensè a la par que sacaba mis tonfas para atacar a cualquier persona que haya entrado a la casa sea del GIPN o de la Mafia.
Pero llegando ahí y verla frente al herbívoro de ojos cafes con un semblante sumamente furioso y colorado me detuvo; mire a la dirección del primer herbívoro y me encontré con la asquerosa escena de otro herbívoro desnudo.
-Su nombre es Squalo- le presentó el bebe tranquilamente ignorando el hecho de que Arlett estaba furiosa- le dije que podía ducharse en tu cuarto ya que las demás luchas estaban ocupadas- eso lo explicaba.. ¡COMO QUE DUCHARSE EN CUARTO! chasquee la lengua porque no sabía en en momento me había molestado tanto ni por qué. El bebé pareció percatarse por lo que me miró fijamente.
-Me vale un comino como se llame. Sacalo de mi cuarto y que se ponga algo ¡Por dios!- y acto seguido salió de su cuarto pasando por todos los que habían subido para ver si alguien había atacado. Se dirigió al cuarto de su madre; el bebé rió entre dientes y de inmediato supe que algo tramaba.
No tuve que esperar tanto pues otra puerta azotándose seguido de algo que se rompia del otro lado me hizo prestar atención a la habitación de la herbívora mayor.
-¡LÁRGATE ESCORIA!-
-¡DIME ESCORIA OTRA VEZ Y ME ENCARGO DE QUE JAMÁS REGRESES!- le gritó del otro lado de la puerta. ¿tan infantil era esta niña?.
Gire la mirada a los presente. Un herbívoro estaba nervioso, otro reía con la mano en la nuca y sawada, por último, temblaba como cobarde y la con cara pálida a las reacciones de Arlett. Mire de nuevo a la francesa, si su cuerpo se lo permitiera tal vez estaría echando humo por las orejas. Se dirigió amenazadoramente al bebé que seguía en la cabeza de Sawada. El castaño apenas vio que se acercaba se hizo bolita y comenzó a chillar...patético.
-¿¡COMO TE ATREVES A GRITARLE AL JEFE TU..!?-
-¿Me estás hablando?- ahora su mirada era furica. Incluso a mi me recorrio un escalofrio de tan solo escucharla. El peliblanco dio un paso para atrás apenas se cruzó con los ojos claros de Arlett. Bufo para el mismo y la reto. -Que no te dije..- aligero su voz a una tenebrosa combinación de sadismo con tan amabilidad. Acepto que poder hacer eso requiere de un don natural..- ¡¿QUE TE PUSIERAS ROPA MALDITO PERVERTIDO!?-
Squalo miro a Reborn que a su vez asintió con la cabeza. El peliblanco estaba furioso pero no tuvo de otra que obedecer y volver a encerrarse en la habitación de Arlett misma que camino a la planta de arriba donde estaba el ático y la habitación donde duermo. El bebé de nuevo río. Lo mire, rodé mis ojos en señal de molestia por lo que me dispuse a bajar para continuar con labores lejos de estos herbívoros.
Apenas toque el primer escalón para descender un grito con la frase "Estoy arta de esto" se escuchó. Quise ignorarlo y bajar de todos modos pero algo dentro de mi me hizo mirarla; lo que vi me hizo cabrear.
-Rokudo Mukuro; un placer-sabía que este herbívoro estaba aquí pero confiaba en que no saliera de esa habitación por lo menos hasta que se muera.
-Guardián de la Niebla ¿eh?- fue lo único que dijo Arlett ante la incómoda situación. Al parecer no estaba acostumbrada a que la trataran tan caballerosa...¿Le estaba besando la mano?-
-Mukuro; al parecer ya estas listo- proclamó Reborn. El ilusionista se separó lentamente de la chica y la abrazo tan facilmente que parecia una muñeca de trapo. El sonrojo de la herbívora fue más que obvio.
-Kufufu..- Esa risa...¡ESA MALDITA RISA!- por supuesto, tengo hambre.-
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POV NORMAL:
Arly no sabía de qué manera interpretar lo que estaba sucediendo; un chico de mirada heterocromatica la abrazaba como si fuera una muñeca de trapo; hace unos minutos vio a un hombre desnudo en su cuarto; luego un tipo intentó matarla con el mismo florero que le lanzó su madre aquella vez y nubecita...¿Está furioso?¿De que?; Tsna miraba la escena como si su vida se fuera a acabar es dia; Gokudera intentaba ignorar la situación mientras que Yamamoto solo sonreía y todo esto en el pasillo de la segunda planta..genial . Decidió concentrarse en su situación actual, Rokudo era bastante más alto que ella así que apenas y podía mirar por su brazo, su olor era parecido al cedrón y su cabello tenía una forma muy curiosa de piña.
-¿Terminaste?- preguntó la chica juntando las fuerzas de su interior para sonar seria. Cosa que no le salio en lo más absoluto.
Sin embargo Mukuro no le prestó la misma atención que le prestaba a Hibari; era claro que entre ellos había una competitividad muy fuerte y que, evidentemente no esperaría más para tener un vencedor.
-Alondra-kun- sonrió al unísono de la pronunciación; Hibari chasqueo la lengua, un aura endemoniada lo cubría- Así que también estás aquí-
A pesar de que Arly tuviera cierta coartada de lo que estaba pasando no entendía muy bien lo que Mukuro decía. Había dejado de usar su traductor de Japonés cuando los chicos tuvieron el propio de francés.
Las cosas se pusieron pero cuando Hibari comenzó a rodar sus Tonfas a una velocidad impresionante. Mukuro sonrió y soltó a Arlett, apenas esta quedó libre Dino la jalo hacia él y la sostuvo protectoramente. Ella se desconcentro de la rapidez del momento.
-¡Kyoya!¡Mukuro! Arlett está aquí- Las reclamaciones de Dino fueron ignoradas por el guardián de la nube mientras que el ilusionista optó por detenerse y mirar a la francesa que no entendía nada de lo que pasaba.
-Cavallone tiene razón- sentenció esquivando el primer golpe de Kyoya- no debemos pelear frente a una hermosa dama-
Hibar bufo.Le enojaba estar tan cabreado y lo peor es que no sabia por que. No era ese tipo de enojo que le daba cuando estaba cerca de la presencia de Rokudo Mukuro, si bien era cierto que estaba molesto por la misma razón esta vez se trataba de algo diferente; algo que lo molestaba de una manera inusual...bueno inusual cuando todo era normal porque desde que estaba en ese mundo nada de lo que le pasaba por dentro era normal.
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POV TSUNA:
Me acerque a Arlett cuando vi que Hibari iba directo a Mukuro para iniciar una pelea. Aunque Dino la estaba protegiendo con sus brazos yo tambien senti que debia hacer algo asi que me puse a su lado por mucho que temblara de miedo, la tome de su mango y la tranquilice...(aunque el que debía ser tranquilizado era yo). Acepto que cada dia Dino me impresiona mas sabiendo controlar la situación, me incomoda que ambos estén juntos en la misma casa sabiendo lo mucho que desean la muerte del otro; mas que por mi seguridad me preocupa la de Arlett y su familia.
-¡A comer!- se escuchó la voz de su madre; Arly suspiro. ¿Estaba sonrojada por que Dino la estaba abrazando o porque estaba enojada? acaso hay alguna posibilidad de que a Arlett le guste Dino-san?-
-Bajen a comer- sentenció la francesa tomando aire para poder hablar; todos la voltearon a ver- Reborn encargate del señor pervertido y Don escoria..yo bajaré a mi hermano.-
Reborn asintió y se bajó de mi cabeza caminando a la habitación de la madre de Arlett.
-Dino...ya puedes soltarme-
Dino se sonrojo apenas se dio cuenta del abrazo y la soltó inmediatamente. ¿A Dino también le gusta Arlett?
-Lo siento Arly es solo que ellos...-
-Si su temperamento; lo se- ambos estaban sonrojados y evitaban mirarse el uno al otro.- Llevalos a la cocina, que no peleen-
-Esta bien; no tardes muchos. Debes comer y dormir después de no haber dormido ayer-
Ella le sonrió y asintió. Hibari se adelantó a bajar ignorando por completo la escena que yo apreciaba a cuidado de detalle. Nunca había visto a Dino hablar de esa forma con una mujer...más bien nunca lo había visto con una mujer.
-Kufufu..alondra-kun se ha ido-
-¡¿Eh!?- reacciono Dino despegando sus ojos olivos de los claros de Arlett- Ky-Ky-Kyoya!! ¡Espera!-
Suspire, mire a Arlett y ella asintió; todos estábamos agotados pero mas ella que casi no ha dormido nada.
-Vamonos- susurre a Gokudera y Yamamoto que estaba detrás de mí.- Es hora de comer- Ojala pudiéramos ayudarla. Siento que solo estamos haciendo acto de presencia, sentarnos con los brazos cruzados y esperando a que ella haga todo el trabajo pesado. Si hubiera alguna manera...
-¿que piensa Décimo?- fue gokudera el primero en preguntar.
-Me preocupa Arlett; no quiero que haga todo sola- confesé.
Bajamos las escaleras y al llegar a la planta baja un olor a estofado de Cuscus invadió mi nariz; tenia tanta hambre de la que Reborn jamas me enseño en sus duros entrenamientos.
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hola!! ya se, deje en el olvido todas mis novelas; apenas me puse a leer esta y me moria tanto de la risa que me puse a escribir otro capítulo.
En el próximo se resolverán la mayoría de las dudas que eh dejado hasta aquí.
Ciao!!