Ayer entendí que te conozco más a ti que a mi misma. Conozco cada gesto, cada mirada, todas esas pequeñas cosas que me hacen quererte; entendí que tal vez te conozco un poco más que tu mismo.
Conozco tus gustos y debilidades, lo que te molesta y lo que te hace sonreír.
Conozco cada lunar de tu rostro y me se a la perfección esos hermosos ojos celestes que destellan alegría, tu pelo y tu aroma.
Conozco todo de ti y casi nada de mi pero con eso me basta.