- Voy a demostrarte cuanto te amo. - dijo empujando dentro de mi. Jadeé.
- Fuerte no, Ron. Mañana tengo que hacer la ultima fuerza y necesito recobrar fuerzas. - dije riendo. Él negó con su cabeza divertido mientras mordía el lóbulo de mi oreja. Yo abrí mis ojos como platos.
- Eres un im...- él entró en mi haciéndome callar. - Te odio. - dije con la respiración entrecortada. Mi pecho subía y bajaba buscando oxigeno.
- Yo también te odio. - dijo mordiendo bruscamente mi labio inferior. Gemí.
- ¿Cómo es que sabes tanto de esto? - pregunté cuando sentí que entraba de nuevo. Él aceleró. Grité.
- Ya te lo dije, preciosa, es natural. - dijo con una sonrisa maligna.
- Dios...- gemí cuando llegué al paraíso. Me retorcí un poco. Él cerró sus ojos con fuerza y gimió. Se recostó sobre la cama agitado. Ambos miramos el techo. Reímos como unos adolescentes haciendo travesuras.
- Deberíamos estar en clase. - dije cubriéndome con la manta.
- Le dije a el director que dijera que estaba enfermo. - dijo Ron cogiendo un mechón de mi pelo y no poniéndolo detrás de mi oreja. Sonreí mostrando mis dientes.
- Eres perfecta. - dijo mordiendo su labio.
- No soy perfecta. - dije girando quedando de espaldas hacia él.
- ¿Que ocurre? - preguntó abrazandome por detrás.
- Tengo miedo de que Tom destruya todo lo que amo. - dije mientras que algunas lagrimas caían.
- basta ya de llorar,___. Me rompe verte asi. - dijo besando mis mojadas mejillas. Yo sonreí y le besé.
Narra Tom
- ¡Maldita sea! - dije golpeando con mi puño la mesa. - ¿Cómo la ha despertado? - dije alzando mis brazos confuso. Mi cara se tornó en una furiosa.
- El amor, señor. - intervino Bellatrix.
- ¿El amor?- dije con ironia. - El amor es de débiles. - dije mirandola con desprecio. Ella retrocedió un paso hacia atras.
- ¡TOM! - gritó alguien. Sonreí al ver que era mi fiel amigo Michael.
- ¿¡NO VES QUE ESTOY OCUPADO?!
- dije malhumorado. *Odio que la gente me interrumpa*
- ¿POR QUE LO HICISTE, TOM?! - me gritó feroz. Yo fruncí mi ceño. Todos los de la sala rieron ante mi mueca. - ¡DIJISTE QUE NO LE HARIAS DAÑO!! - gritó Michael con lagrimas en los ojos. Yo reí.
- ¿Que tu hermana sea tu punto debil? ¡NO DEBERIA SERLO! ¡Tu eres mas fuerte que esa mocosa! - le grité mientras que dos hombres lo cogían de los brazos para que no me golpeara.
- ¡PROMETISTE QUE NO LE HARIAS DAÑO! - dijo apuntandome con su varita.
- ¿Te atreves a revelarte contra mi? - dije riendo. *Esto no es el Michael que conozco*
- ¿Dónde está el Michael egoista que necesita mas poder ya que no puede evitar sentir deseo hacia los hechizos oscuros? - pregunté con un tono de decepción.
- Desapareció después de que su amigo le hiciera daño. - dijo con los ojos cristalizados.
- No seas debil, es lo que te enseñé. Me decepcionas, Michael. - dije con una sonrisa malevola. - Ambos queremos lo mismo.
- No quiero que vuelvas a utilizar tu maldita magia oscura sobre ella. ¿Me escuchaste? - dijo apretando los dientes. Yo reí.
- ¿mia? Querras decir nuestra. - dije acercandome a él. Él dejó de apuntarme con la varita. - Lo único que quiero es venganza. - dije con una sonrisa maligna. - Y tu hermana me esta ayudando mucho en ello.
- ¿A que te refieres? - dijo apuntandome de nuevo con la varita.
- Quitársela. - ordené a los guardias. Ellos con dificultad se la quitaron. Michael gruñó al ver que sus propios compañeros impedian que hiciera su propósito. - Deja de resistirte,Michael. No te devolverán tu maldita varita si no lo digo yo. - dije señálandome a mi mismo. Sonreí con paciencia. *Tom Riddle puede llegar a tener paciencia*
- Solo no quiero que le pase nada. - dijo negando con su cabeza. Vi una cosa en su cuello que me causó curiosidad. - ¿Que és? - pregunté mirando el objeto. Llevaba un collar en su cuello; Era plateado, por la parte de atrás ponia la fecha en que nació y delante habia ¿el castillo de hogwarts? Mientras que una especie de magia azul lo envolvía. Miré asombrado el colgante.
- ¿Qué coño haces? - preguntó mirandome confuso.
- ¿De dónde sacaste esto? - pregunté serio. Mis ojos verdes se fijaron en el objeto con admiración. Era asombroso. No se lo que significa pero no debe ser bueno para nosotros. *O tal vez sería un beneficio para nosotros*
- Me lo regaló mi abuelo. - dijo con una mirada asesina. Michael estaba enfadado con Tom ya que no podia creer que le hiciera daño a su querida hermana. Ahora la queria tanto que no podia permitir que nada le pasara*
- Soltarlo. - ordené haciendo un gesto con mi mano. Michael se acomodó su chaqueta negra. Sus ojos verdes se posaron en mi al igual que mis ojos e él. - Eres mi amigo. Lo único que quiero es vengarme. - dije alzando mis hombros. - Tu siempre estuviste a mi lado. - dijo haciendo un choque de manos. Michael rió.
- En ese caso, yo te ayudaré. - dijo Michael con una sonrisa malévola. - Le diré a la loca de Bellatrix que debe pensar en un plan. - dijo dispuesto a irse.
- ¡Eh! Espera, Mike. - dije a sus espaldas. Él se giró. - Ya sé como nos encontraremos con los concursantes.
- dije con una sonrisa maléfica.
- ¿Cómo? - preguntó confuso.
- En la última prueba de ese estupido torneo.- dije rodando mis ojos. La serpiente se posicionó a mi lado. La acaricié. - Nagini, quiere conocer a los alumnos de Hogwarts. - dije con malicia. Michael me sonrió travieso.
Narra ___
- Lo siento. - dije riendo.
- No te alejarás de mi. No lo permitiré jamas. ¿Me oyes? - dijo encima de mi. Yo asentí.
- Tenemos que vestirnos. - dije poniendome la bata de nuevo.
- Estas mejor sin ella. - dijo agarrandome de la cadera, obligandome a que me sentara encima de él. Sentí su miembro duro. Gemí. - Tienes que vestirte. - dije jadeante.
- No, un poco mas. - dijo desabrochando mi bata de nuevo. Reí. - Eres un chico muy travieso. - dije con dificultad ya que el acarició mi pecho. - Ron. - gemí.
- No queremos que nadie nos escuche. - dijo riendo. *Capullo* - Sientate encima de mi. Yo con confusión me senté. Entreabrí mis labios al notar que habia entrado en mi.
- ¡RON! ¡Lo hiciste a posta! - dije soltando repentinos jadeos.
- Claro que si. - dijo moviendose. - Queria sentirte de nuevo. - dijo mordiendo su labio. Gemí cuando el acabó de hacerme...¡Una MARCA! *Yo lo mato*
- ¡RON! ¡Te mataré cuando esto acabe! - repliqué. Gemí cerrando los ojos.
- Puedo matarte yo, ¿Sabias? - dijo moviendose mas rapido. Me recostó sobre la cama sin salir de mi y aceleró las embestidas. Pequeñas quejas se escapaban de mi boca.
- Ron...no...fuerte no. - dije agarrandolo de el brazo.
- Creéme al principio te dolera mucho ya que iré rapido pero luego ya no. - dijo agarrandome de la cadera. - ¿lista?
- Ron, por favor...- le supliqué.
- Eso es ___, suplicame. - dijo en mi oido. Me retorcí. Él entro en mi y empezó a entrar en mi de forma repentina y fuerte.
- Ron, yaaaaa, paraaaaa, dueleee. - dije con dificultad. Él me ignoró y siguió.
- Falta poco,___, ya casi. - dijo con una capa de sudor en su frente. Cerré mis ojos. Grité cuando llegué al clímax, este fue el clímax mas intenso que experimenté durante toda mi vida. Él se liberó y salió de mi. Sentí que me cubrió con la manta. Me dolian las piernas mucho. *Put* Ron*
- Te odio. - dije con un gemido de dolor.
- Ha valido la pena. - dijo mirandome fijamente.