Yo siempre me sentí patética,
avanzando con pasos torpes,
tropezando con mis propios pies,
sintiéndome ridícula la mayor parte del tiempo.
Demasiado frágil,
demasiado inocente,
demasiado buena,
demasiado soñadora.
Sintiéndome inferior,
viendo como las demás parecían no tener problemas con ellas mismas,
envidiando su facilidad para relacionarse con el mundo,
en cambio yo,
me sentía tan jodidamente incomoda cada vez que tenía que interactuar con alguien mas.
Luego llegaste tu,
y algo fluyo naturalmente,
no me fue difícil sentirme a gusto,
no fue necesario esconderme detrás de actitudes déspota,
para que corrieras lejos de mi,
no,
por primera vez me mostré tal como era,
te conte mis miedos,
mis sueños,
las cosas tontas que me hacen feliz,
lo que me hacia llorar.
Y te quedaste,
te sentaste en el suelo a mi lado,
rodeaste mis hombros con tus brazos,
y me contaste tu historia.
Y de eso se trata esto,
el amor se basa en,
la confianza,
el respeto,
en sentir tranquilidad al lado de la otra persona,
el amor es pasión,
es comunicación,
y por nada del mundo el amor justifica,
los malos tratos,
el egoísmo,
la posesión,
la dependencia emocional,
el amor no es un,
"Si tu me dejas me muero".
El amor no daña,
ni te hace llorar.
El amor no es celoso,
es comprensivo.
El amor es algo que une,
nunca divide.
El amor,
es lo que hacemos a diario,
cada vez que nos miramos y sonreímos,
cada vez que tomamos té con galletas mientras vemos una película,
cada vez que nuestras caderas se juntan,
cada vez que aprendemos y conocemos más del otro.