CHAPTER TWENTY-SEVEN
FRIENDS BEFORE TRENDS
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LA SALA COMÚN DE SLYTHERIN antes de las pruebas del torneo se llenaba de ánimo y apoyo hacia el campeón de Slytherin. Se hacía más fácil para Livvy ocultar su preocupación porque el aire estaba lleno de positividad. En realidad, el impulso repentino empujado en dirección a él sólo le permitía barrer sus propios problemas debajo de la alfombra y centrarse en todo lo que no tendría importancia en el largo plazo.
En el desayuno, sin embargo, Blaise estaba ausente. Livvy, Pansy, Daphne y Theodore habían tomado parte de la mesa más cercana a una de las chimeneas, ya que Draco y sus seguidores ya habían abandonado el desayuno al momento que ellos se presentaron. A lo largo del desayuno, Livvy estaba recibiendo llamadas de ánimo de otros Slytherins que él respondía con formas de agradecimiento; sonrisas, saludos con la mano, murmurar las palabras entre bocanadas de cereales...
Cuando Pansy agarró una de las rebanadas de pan tostado, Astoria se había sentado junto a su hermana mayor y frunció el ceño—Liv, ¿has visto a tu hermana? —preguntó ella.
Livvy negó con la cabeza—No he hablado con ella desde que empezó diciembre.
Tosiendo, Pansy murmuró—Porque eres un gato asustadizo cómo para hablar con ella sobre ese ridículo argumento.
Él la miró y Pansy rodó los ojos en él. Astoria continuó con el ceño fruncido, mirando hacia las otras mesas del Comedor—Bueno, cuando venía hacia aquí oí a los gemelos Weasley preguntando a Diggory al respecto —explicó ella—, no la han visto desde anoche. Pero, bueno, de todos modos, nos veremos luego. Buena suerte con la prueba, compañero.
Astoria los dejó, saltando hacia la dirección de las chicas de Slytherin de su edad. Daphne observó a su hermana marcharse y suspiró—Es mucho viniendo de ella cuando se da cuenta de lo mierda que es el mundo —murmuró—, tarde o temprano se verá obligada a darse cuenta de por qué sólo los Slytherins te desean buena suerte, Livvy, o por qué siempre terminamos siendo los malos.
Theodore se quejó—Sólo porque algunos de nuestros padres eran malos...
—Sí, bueno, no sé mucho sobre ti, pero yo diría que Liv va en esa dirección por la forma en la que trata a su hermana como una mierda y ella no hizo nada malo... —Pansy se detuvo al tiempo que Livvy la miraba. Ella se le quedó mirando—. Sabes que tengo razón. El hecho de que tuvieras esa extraña conversación con Moody no significa que tu hermano fuera la mala, porque ella no...
—Moody me dijo que ella era consciente de que me había dado el hechizo para realmente herir al dragón y no hay suficiente evidencia para apoyar eso —dijo Livvy. Hizo una mueca mientras comía su cereal. A su lado, Daphne y Theodore rodaron los ojos mientras que Pansy lo miraba—. Deja de mirarme así.
Pansy se quejó—¿Sabes qué? No me gusta como actúa tu hermana. Pero, para ser honesta, tu hermana está bien. Y a partir de lo que dices sobre ella, no haría nada que dañara a algo. No intencionalmente. No si habría otra forma...
—Sabes que estuvo a punto de entrar en Slytherin —dejó escapar Livvy. Daphne puso sus dedos en las sienes—. Tanto ella y los gemelos. Nos envió una carta diciendo que tenía una buena sensación de que los tres iban a ser clasificados para Slytherin porque tenían astucia. Pero al final, ya ves, están en Gryffindor.
Livvy dio una mirada a Pansy. Ella dejó escapar un gruñido—No me puedo creer que no vayas a aceptar el hecho de que Malfoy te dio el hechizo... lo aprendiste por él, no por tu hermana... pero le echas toda la culpa a Briar porque no te atreves a echársela a ese estúpido...
—Sin mencionar tu propia casa —murmuró Daphne—, no sólo los de Slytherin pueden herir algo inocente. ¿Qué hay de madres biológicas? Eran de Ravenclaw. Cierra la maldita boca, Livius.
—Sí, bueno, si no se la ha visto desde ayer no hay posibilidad de encontrarla —murmuró él—. Y de todos modos, teniendo en cuenta que ha estado fuera durante tanto tiempo, una vez que decida hacer una aparición otra vez, sus mejores amigos lo sabrían.
Lo que no captaron, sin embargo, fue cómo Moody lo explicó. Toda la prueba era ridícula, sí, pero la forma en la que lo dijo Moody fue... creíble. Livvy lo creyó. Moody sabía mucho y la idea de Briar haciendo algo fácilmente justificable y explicable ya era bastante probable.
Pansy le dio una patada a Livvy bajo la mesa.
—¿Por qué lo has hecho? —dejó escapar él—. ¡Duele!
Ella dijo—¡Ve y habla con sus amigos!
—Pero... mi reputación...
Pansy lo miró. Livvy alzó las cejas.
—Está siendo un tonto —declaró ella.
Livvy la miró. Por último, suspiró.
—Bueno, vale— él murmuró—. Te odio, por cierto.
Se puso en pie, ganando un pulgar hacia arriba de Theodore y dejó escapar un gruñido. Cuando Livvy salió del Comedor, en la dirección de los gemelos, se metió las manos en los bolsillos. Fred y George estaban de pie con Lee, quién todavía buscaba después de Sergeant.
Livvy miró al gemelo que creyó que era Fred y murmuró—Veo que ya has dejado de relamerte la cara con mi hermana. Gracias a Dios.
Ese gemelo frunció el ceño—No he besuqueado a Briar, diablos —dijo. Hizo un gesto hacia el otro pelirrojo—. Ese es Fred. Soy George.
Con indiferencia, Fred dijo a Livvy—Nos estamos dando un respiro.
Livvy preguntó—Vale, ¿sabéis donde está?
—Si lo supiéramos —decía Lee— no habríamos tenido que esconder a Sergeant en nuestras clases de hoy. Pero, Briar ha desaparecido, nosotros tenemos clases, así que Sergeant se viene. ¡Está teniendo un paseo con su segundo humano favorito, yo!
—Pensaba que...
—No, soy yo —interrumpió Lee—, me lo dijo cuanto estaba cepillando su pelo anoche. Briar es su humana favorita y yo el segundo. Me lo dijo. Lo juro.
Fred le dijo—Tal vez si no fueras un idiota como ella...
Livvy lo fulminó con la mirada. No podía evitarlo. Cuanto más giraba la mañana en torno a Briar, y cuando más pensaba en ese argumento, más se preguntaba si algo pasaba con Moody. En ese momento su caso se sentía muy cierto — y con todo lo demás, con lo que dijo Aster a principios de año, Livvy estaba obligado a ser un mortífago porque sus madres al nacer tenían una deuda con él, y se ha pasado todo el año enterrando sus sentimientos, sobre todo en caso de que recibiera una dosis excesiva y no pudiera concentrarse apropiadamente...
—Hola a todos —dijo otra voz. Cedric se alejaba de un grupo de Hufflepuffs—, supongo que no habréis oído nada acerca de Briar, ¿verdad?
—No, lo comprobamos con las chicas en el desayuno —explicó Fred.
George añadió—Pero, a veces aparece en el almuerzo, ya que tiene que pasar toda la mañana en la enfermería. Podría haber sido solo un mal momento cuando McGonagall habló anoche con ella.
Livvy sintió su estómago caer. Briar nunca le dijo que perdía clases debido a las visiones.
—Bueno, um —dijo Cedric—. Tenía la intención de preguntarle a la profesora McGonagall... por si acaso...
Fred le dijo—No te preocupes. Si la vemos te lo decimos.
Lee asintió—Probablemente acaba de tener una visión y está vomitando con Madame Pomfrey en el fondo.
—Además —George se encogió de hombros—, confía en nosotros, puede cuidar de sí misma.
Cedric frunció el ceño, pero asintió. Livvy, por una fracción de segundo, se preguntó si Sirius estaba de vuelta y si ellos cubrían a Briar mientras ella lo ayudaba. Pero, si ese fuera el caso, las circunstancias serían diferentes, ¿verdad? Briar lo habría buscado. Y, conociendo a Briar, les habría mentido sólo para mantenerlos a salvo en lugar de dejarlos asombrados y preocupados.
Livvy suspiró.
La segunda prueba apenas estaba en su mente.
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El sueño encantado en el que Briar había sido puesta no era el mejor, ya que era sin sueños y se sentía como si estuviera pasando la eternidad. Nunca en su vida se había sentido como la Bella Durmiente. Briar estaba dormida, pero se sentía como si estuviera en el mismo tipo de sueño en el que había estado Aurora, cien años perdidos con sus ojos cerrados y la herida de su dedo curándose hacia el comienzo de su sueño.
Aunque Briar carecía de la herida.
Ella se sentía como si hubiera estado dormida durante cien años, lo cual era una tortura total. Odiaba dormir sin sueños. Le recordaba que, tal vez, podría volverse ciega en un futuro y perdería la única cosa que siempre utilizaba como argumento cuando una parte de su cerebro pensaba en lo inútil que era.
Sin embargo, cuando comenzó a despertar del encantamiento de sueño, la parte posterior de sus párpados se convirtieron en el color del lago. Briar mantuvo los ojos cerrados, pero sintió que alguien, muy probablemente Cedric, sostenía sus brazos. Llegaron a la superficie y Briar intentó recobrar el aire mientras sus ojos se abrieron de golpe.
Cedric la mantenía a flote a su lado—¿Estás bien?
—Estoy bien —dijo Briar—, ¿tú?
—Cansado —le dijo. Briar se mofó y comenzó a nadar hacia las gradas en medio del lago. Cedric nadaba a su lado, los dos congelándose en el agua fría. Era una buena cosa que Briar hubiera pasado muchos veranos saliendo a la ciudad de al lado, ya que sin eso, no habría aprendido a nadar.
Se levantaron a las gradas. Madame Pomfrey fue de inmediato corriendo hacia ambos, echando mantas sobre ellos y obligándoles a beber una poción, ambos debían calentarse. Briar y Cedric fueron llevamos a sus pies y les dijeron de alejarse del agua mientras Madame Pomfrey comprobaba que todo estaba bien.
Briar y Cedric estaban acurrucados uno junto al otro. Ella miró por encima de las gradas y dijo a Cedric—Te quiero, eres mi mejor amigo, pero Cho va a enfadarse por no ser elegida.
—Quiero decir —murmuró Cedric—, que hemos sido amigos durante el último año o así, y los mejores desde el verano. Sólo llevo saliendo con Cho desde Navidad.
—Hermanas antes que señores —dijo Briar. Cedric resopló. Por un momento Briar hizo un puchero—. O cómo amigos antes que amantes. Porque, ya sabes, suele pasar el día que sales con alguien ¿no? Tú sales, después de un tiempo rompes, encuentras a otra persona, incluso si es mucho tiempo después... esas son las tendencias que tu crees, como por ejemplo en la ropa: puedes comprarla, pero entonces deja de gustarte por diferentes razones. Y entonces tienes la que realmente te gusta incluso cuando Vogue dice que está pasado de moda, porque a ti realmente no te importa lo que alguien diga de lo que te gusta.
Cedric divagó—Amigos antes que amantes —asintió. Sus cejas se fruncieron—. ¿Qué pasa si sales con uno de tus amigos?
—Sé lo que piensas, y si no estuviera tan halagada del hecho de que lo echarías de menos, te diría que te odio, pero en broma, pero no puedo, porque me has hecho el mejor cumplido del mundo...
Fleur apareció, solo que su hermana no estaba con ella. Briar dio un paso hacia delante, pero Cedric mantuvo un control sobre ella. Madame Pomfrey ya estaba corriendo hacia Fleur, quien se encontraba en histeria y estaba tratando de ser calmada por Madame Maxime.
Fleur parecía estar luchando por conseguir de nuevo entrar en el agua para llegar hasta su hermana, Gabrielle. En toda honestidad, Briar se sentía mal. Habría preguntado por ella y no habría tenido tiempo de cambiar de opinión, pero deseaba haberlo intentado. Siempre puedes hablar con alguien sobre algo. El tiempo puede ser rebobinado. El final del año anterior lo demostró.
Livvy y Blaise aparecieron, los dos se veían de la misma manera que Briar y Cedric. Fleur trataba de luchar con Madame Maxime para saltar al agua y salvar a su hermana, gritando desesperadamente en francés. Pero, al mismo tiempo que se produjo, Livvy y Blaise se sentaron, hablando entre sí.
Briar los miró, comprobando que su hermano estaba bien, pero la mirada no fue correspondida. Ella sonrió débilmente a sí misma.
Viktor y Hermione aparecieron al momento. Se quedaron ahí con Briar y Cedric, los cuatro no hablaron sobre nada, pero se amontonaron alrededor de la manera que ellos, y Fleur, se habían agrupado durante el baile. Briar deseaba que Harry y Livvy se incluyeran, pero también pensó que la brecha presente era entre los tres campeones originales y Harry y Livvy eran los nombres que no estaban destinados a salir.
Finalmente, Harry regresó con Ron y Gabrielle. Fleur dejó escapar—¡Gabrielle!, ¡Gabrielle! ¿Está viva? ¿Está heguida?
Briar frunció el ceño—Deberían dejar que la viera.
Viktor la miró y asintió con la cabeza.
(Ella sonrió. Parecía haber hecho un amigo muy tranquilo.)
Harry y Ron fueron conducidos hacia ellos, Hermione exclamó—¡Muy bien, Harry! ¡Lo hiciste, averiguaste el modo, y todo por ti mismo!
—Bueno... —él hizo una pausa. Briar levantó una ceja. Harry miró a Karkarov (Briar notó que su abuelo estaba ausente, otra vez), pero miró hacia atrás—. Sí, es verdad.
Viktor, con timidez, dijo—Tienes un escarrabajo en el pelo, Herr... mío... ne.
Cuando Hermione lo apartó, Briar echó un vistazo a la mesa de los jueces, viendo a Percy ponerse en pie, tratando de contener a sus dos hermanos pequeños. Briar captó la mirada de Fred y murmuró para Cedric—Vuelvo en un minuto, compi.
Ella pasó al lado de Madame Pomfrey, saludando a Fred y George con la sonrisa más brillante que pudo reunir sin herir sus mejillas. Briar se acercó y Fred le dio un beso.
Rápidamente, Percy tosió ruidosamente, y Briar se separó de Fred, tratando de mantener la manta colocada de forma sistemática sobre sus hombros, de manera que su cabello mojado no estuviera en su espalda.
—Es bueno que hayas llegado, Briar —comenzó Percy.
Fred sonrió—Muy bueno.
—Que te den —murmuró ella. Sus ojos se abrieron y puso una mano sobre su boca—, no digas lo que vas a decir. Oh Dios mío.
Percy no había oído lo que ella había dicho, pero continuó mirándoles con simpatía—Es más difícil controlarlos —explicó. Fred y George trataban de imitar su expresión, señalando a lo largo. Briar trató de ocultar una sonrisa—. Ya sabes, solo los miembros aprobados de la autoridad lo tienen permitido hasta este punto... bueno, tengo que ir a hablar con Ron...
A medida que se alejaban, los tres se pusieron en línea. Briar tiró de la manta más sobre ella—¿Lo ha oído? —dijo Fred—. Solo los miembros aprobados de la autoridad...
—Es más difícil controlarlos... —imitaba George. Briar rió y George negó con la cabeza hacia su hermano mayor. Percy pronto soltó a Ron, corriendo de nuevo a la mesa de jueces.
—El señor Crouch debe estar orgulloso de su querido Weatherby —dijo Fred.
Briar, riéndose de ellos, dijo—Está bien, podéis burlaros de vuestro hermano tanto cómo queráis, pero prefiero dejar a mi abuelo fuera de esto.
En el grupo de campeones y rehenes, Fleur daba las gracias a Harry y Ron por salvar a su hermana, besándolos en sus mejillas. Hermione parecía estar echando humo, más por la interacción de Fleur o la forma en la que Ron reaccionó hacia ella. Era como abrazar a alguien para mostrar gratitud o recibirlo.
—Damas y caballeros, hemos tomado una decisión —comenzó Bagman, haciendo saltar a todos con su voz. Fred, George y Briar se acercaron. Antes de continuar, Briar miró a Cedric y luego a Madame Pomfrey. Con el ceño fruncido, Briar se lanzó de nuevo al grupo originario con el que estaba, enviando una sonrisa a Harry, Ron y Hermione cuando los alcanzó.
»Murcus, la jefa sirena, nos ha explicado qué ha ocurrido exactamente en el fondo del lago, y hemos puntuado en consecuencia. El total de nuestras puntuaciones, que se dan sobre un máximo de cincuenta puntos a cada uno de los campeones, es el siguiente —se detuvo, potencialmente, para hacer el efecto dramático—. La señorita Delacour, aunque ha demostrado un uso excelente del encantamiento casco-burbuja, fue atacada por los grindylows cuando se acercaba a su meta, y no consiguió recuperar a su hermana. Le concedemos veinticinco puntos.
Hubo aplausos, Fleur negó, diciendo—Me meguezco un cego —cuando dejó escapar un suspiro y descansó sobre el hombro de Briar. Briar puso un brazo alrededor de ella.
—El señor Diggory, que también ha utilizado el encantamiento casco-burbuja, ha sido el primero en volver con su rehén, aunque lo hizo un minuto después de concluida la hora —dijo Bagman. Briar miró a Cedric y le envió un pulgar hacia arriba con la mano que no tenía sobre Fleur. La alegría de la grada era más fuerte que antes—, por tanto le concedemos cuarenta y siete puntos.
Bagman continuó, "Livius Gordon-Isley regresó segundo y también demostró un uso fantástico del casco burbuja. Le condecemos cuarenta y cinco puntos."
Slytherins dispersos en la multitud vitorearon, casi superando el ruido de las otras tres casa combinadas. Livvy sentado junto a Blaise, estaba radiante. Briar lo miró y Livvy devolvió la mirada y los dos torpemente mantuvieron su mirada hasta que ambos se apartaron, sin saber si fruncir el ceño o sonreír.
—El señor Viktor Krum ha utilizado una forma de transformación incompleta, que sin embargo dio buen resultado, y ha sido el segundo en volver con su rescatada. Le concedemos cuarenta puntos.
»El señor Harry Potter ha utilizado con mucho éxito las branquialgas. Volvió en último lugar, y mucho después de terminado el plazo de una hora. Pero la jefa sirena nos ha comunicado que el señor Potter fue el primero en llegar hasta los rehenes, y que el retraso en su vuelta se debió a su firme decisión de salvarlos a todos, no sólo al suyo. La mayoría de los miembros del tribunal están de acuerdo en que esto demuestra una gran altura moral y que merece ser recompensado con la máxima puntuación. No obstante... la puntuación del señor Potter son cuarenta y cinco puntos.
La multitud estalló en una ronda de aplausos. Fleur y Briar se separaron, cuando Fleur comenzó a aplaudir y Briar sonriendo con orgullo a Cedric—¡Quedaste primero! —exclamó ella—. ¡Bastardo suertudo!
Cuando dijo eso, su hermano se había acercado y su mirada se desviaba de Cedric a Livvy cada dos segundos. Nadie necesitaba saber que deseaba el bien a su hermano, pero ella no se sentía preparada para otra discusión.
Por lo menos ahora podía olvidarse del torneo por un tiempo. Por lo menos, ahora, su mayor preocupación no era un torneo al azar que pensaba que era peligroso, pero ella estaba preocupada por ver a Sirius. Eso se sentía reconfortarte. Preocuparse por su padrino era una vieja costumbre que se perdió en secreto.
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