No soy tu princesa.©

By violetslay

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"― Yo de ti no jugaría a fútbol. ― dijo, acercándose más a mí, de modo que tuve que levantar un poco la cabez... More

No soy tu princesa.
01. ¡Idiota!
02. Mala suerte.
03. En el mismo equipo.
04. Pizza y más pizza.
05. ¿Enemigos?
06. De nuevas y principiantes.
07. Polos opuestos.
08. Bajo el mismo techo.
09. Algo no va bien.
10. Rupturas y helado.
11. Primer partido.
12. Annielleta.
13. Corazones rotos y fiestas.
14. Pruebas.
15. Algo como amigos.
16. ¿Conocerme?
17. Preguntas.
18. Gracias, Parker.
19. Antes del desastre.
20. Acampada.
21. Reencuentros y problemas.
22. Recuerdos.
23. Enamorado.
24. Una nueva guerra.
25. Operación mortadela.
26. Chicos, soy gay.
27. Indirectas y cambios.
28. El ¿amor? está en el aire.
29. Hakuna Matata.
30. Y los problemas vuelven.
31. Recuerda eso, Parker.
32. Perdiendo el norte.
33. ¿Estás nerviosa?
34. Nick Carter.
35. Intento de Cupido.
36. Baile, zorras, y un idiota enamorado.
37. Te quiero, idiota.
38. Esto no se ha acabado.
39. Algo más que eso.
40. Alma de la fiesta.
41. Último partido.
42. Colores, miradas y una llama.
44. Te lo prometo. [Parte II]
Especial uno: Princesa.
Especial dos: Brianna Smith.
45. Cuento de hadas. [Final]
Epílogo.
Agradecimientos y aclaraciones.
¡Gracias por los 1M! ♡

43. Alguien diferente. [Parte I]

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By violetslay

Me desperté cuando sentí algo blando impactar contra mi cara, y me envolví aún más en mis sábanas, negándome a levantarme.

― Oh, vamos, Annie. ― le oí decir a una voz parecida a la de Luke.

Después, oí el sonido de una puerta abriéndose y pasos. Y luego sentí algo... frío. Demasiado frío.

Salté del susto y rodé de la cama, cayéndome al suelo junto con algunas de mis sábanas, y gruñí.

― Listo, gracias por el cubo con cubitos de hielo y agua fría, Jay. ― agradeció otra voz, y estaba segura de que era Diana.

Me apoyé sobre la cama para levantarme —a pesar de que sólo conseguí sentarme— y le dirigí una mirada asesina a la chica pelirroja que ahora se encontraba en el suelo riéndose.

Tanto Diana como Luke iban bastante arreglados, lo cual me confundió al principio, hasta que recordé algo.

― Cuando dije que iría al baile, no recuerdo haber firmado para esto. ― me quejé, y Luke me ayudó a levantarme.

― Y nosotros tampoco, llevamos por lo menos media hora tratando de despertarte. ― se pasó una mano por el pelo y suspiró.

Tiré las sábanas a un lado y éstas cayeron al suelo, pero no las presté ninguna atención y, en vez de eso, me dirigí a la cocina, evitando a Diana.

― ¿Por qué me habéis despertado tan temprano? Todavía son las... ¿tres de la tarde? ― dirigí mi mirada al reloj, y abrí tanto los ojos que temí que se me cayeran en cualquier momento.

― ¿Y te parece que despertarse a las tres de la tarde es temprano? No te queda mucho para prepararte para el baile, casi no tengo tiempo para hacer mi magia. ― replicó Diana, siguiéndome mientras me dirigía a la cocina.

― No eres mi hada madrina, no soy una princesa, y esto no es Cenicienta, corta el rollo. ― solté, dando por terminada la conversación, y me llevé una galleta a la boca.

Me senté en una de las sillas, dispuesta a terminar de desayunar, mientras Diana y Luke hablaban sobre el supuesto amigo con el que iba a vivir.

― Ambos sabemos que tú eres la pasiva de la relación, Luke, no lo niegues. ― insistió Diana, causando que me atragantara de la risa y que Luke le golpeara en el hombro.

― ¿Cuántas veces te lo tengo que decir? No estamos saliendo. ― protestó éste, pero empezó a sonrojarse y Diana negó con la cabeza, riéndose.

― Mira, hasta llevas uke en tu nombre; no niegues la evidencia. ― empecé a reírme aún más y Luke rodó los ojos.

Justo cuando terminé de desayunar, sonó el timbre y entró Skylar, la cual, al parecer ya estaba preparada para el baile, también llevaba una bolsa y si tenía algo que ver con Diana, no quería saber nada de ello.

Subí sola a mi cuarto, dejando a los tres hablando de lo que fuera de lo que estuvieran hablando, y entré en mi baño, dispuesta a ducharme. Me quité el pijama, entré en la ducha y encendí el grifo de agua fría.

Y justo en ese momento, tuve que acordarme de que no tenía pareja para el baile. Sí, Chris me pidió que fuera con él y todo eso, pero al fin y al cabo, no volvió a hablarme desde ese día, así que eso quizás quería decir que debería buscarme otra pareja.

Pero a estas alturas, no quedaba nadie sin pareja, excepto algunos chicos que eran demasiado tímidos como para pedírselo a la chica que les gustaba, y tampoco es como si quisiera ir con alguno de ellos.

Suspiré: los bailes definitivamente no eran lo mío. Y menos cuando sabía que tendría que estar por lo menos seis horas sentada en un rincón comiendo cualquier tipo de comida basura mientras escuchaba canciones románticas y aguantaba a los mismos idiotas de siempre. Irónicamente cliché.

Terminé de ducharme y de lavarme el pelo rápidamente, y salí de la ducha con una toalla enrollada alrededor de mi cuerpo y otra alrededor de mi pelo.

Salí de mi baño, donde se encontraba un vestido sobre mi cama, que seguramente había dejado Diana mientras estaba en el baño, y los zapatos con plataforma que compramos el día anterior.

Después de asegurarme de que la puerta de mi cuarto estaba cerrada con el seguro, dejé las toallas sobre mi cama y me puse el vestido. Hice mi mayor esfuerzo para abrocharlo y luego me senté sobre mi cama para ponerme los zapatos.

Una vez que me los hube puesto, me levanté sólo para caerme gracias a mi falta de equilibrio andando con plataformas, y la segunda vez que lo intenté conseguí dar cinco pasos. Algo es algo, pensé.

Me miré en el espejo y sonreí. El vestido era negro y ceñido de cintura para arriba, pero la falda era suelta y me llegaba a la mitad de los muslos. Por encima del escote en forma del corazón, había una tela negra transparente con cuello y mangas cortas, las cuales en los bordes tenían una cinta negra.

A pesar de que era lo suficientemente cómodo, no pude evitar pensar cuánto tiempo aguantaría con ese vestido.

Los botines con plataforma, al menos, eran más cómodos y era más fácil andar con ellos que con tacones.

No pude evitar reírme. Si no fuera porque aquello era un espejo, juraría que no era yo la que estaba reflejada en él.

Alguien tocó a la puerta de mi cuarto, y dejé ambas toallas en el baño para luego abrir la puerta. Skylar y Diana entraron y, como era de esperar, sacaron lo que parecía ser una montaña de maquillaje y me hicieron sentarme en frente del espejo de mi baño.

Después de una hora y media poniéndome y quitándome varios productos de la cara, me miré en el espejo y noté que llevaba labial rojo, rímel, línea de ojos, base, y creía llevar más cosas en la cara las cuales no podía ver.

Después de aquello, me secaron el pelo y Diana me hizo una trenza, a lo que le agradecí por no hacerme un peinado complicado que hiciera que me pesara toda la cabeza.

Salimos las tres del baño y miré por toda mi habitación antes de fruncir el ceño.

― ¿Dónde está Luke? ― pregunté, y ambas se encogieron de hombros.

― Dijo que tenía algo que hacer y que nos vería en la fiesta, y se fue. ― informó Diana, y rodé los ojos antes de sonreír.

Mi puerta se abrió de repente y mi madre entró en mi cuarto, pero un segundo después se detuvo para llevarse ambas manos a la cara.

― Annie, ¿estás segura de que eres tú? ¿La misma Annie que no es siquiera capaz de subirse en unos simples tacones? ― exclamó, en un tono gracioso, y reí.

― Eso es, le hemos dado un cambio radical a su hija. ― respondió Skylar, y se giró a mirarme. ― Ahora es una chica hecha y derecha como las animadoras de su instituto.

Al parecer, tanto mi madre como Diana no se creyeron el chiste, porque se empezaron a reír como si su vida dependiera de ello.

― Está bien, ahora, si habéis dejado de hacer el ridículo, podemos irnos. ― me quejé, y asintieron para luego salir todas.

Salimos de mi casa y entramos en el coche de mi madre, y miré la hora. Apenas eran las siete. La fiesta había empezado hacía una hora, así que quizás todo saldría bien.

***

Llegamos al instituto, y bajamos del coche de mi madre después de despedirnos de ella y de que nos dijera que tuviéramos cuidado. El estacionamiento del instituto ya estaba lleno de coches, así que no me sorprendería que el campo de fútbol ya estuviera lleno de gente.

Nada más pasar la puerta del instituto, la música llegó a mis oídos y tomé aire antes de dirigirnos hacia el campo de fútbol.

Al llegar ahí, salimos y vimos que en el escenario ya había gente cantando, la comida de las mesas ya estaba a medias y había mucha gente alrededor de el puesto de bebidas. Algunas personas estaban bailando al ritmo de la música, otras sentadas hablando y otras haciendo otras cosas, y me sentí perdida entre todo ese alboroto.

― Chicas, iré a buscar a James. ¡Disfrutad de la fiesta! ― nos gritó Skylar, para hacerse oír sobre la música, antes de irse hacia donde la mayoría de chicos del equipo de fútbol estaban.

Nos adentramos más entre la fiesta, y Diana no me soltó el brazo en ningún momento, guiándome a través de la gente hasta que llegamos hasta una de las mesas más cercanas al escenario, donde pude reconocer a alguien apoyado sobre ella.

― Hola, chi- woah, Annie, ¿qué te ha pasado? ― sonreí, sorprendida de que pudiera verme a pesar de la poca luz que había, y me encogí de hombros.

― Danos las gracias a Skylar y a mí, Luke. ― anunció Diana, orgullosa, y Luke soltó una risa.

― Estás hermosa, Annie. Pero espero tener a mi estúpida y masculina mejor amiga de vuelta mañana. ― arqueó una ceja y asentí, también riéndome.

― Te prometo que sigo siendo la misma Annie de siempre. ― levanté el dedo meñique y Luke sonrió.

Un chico se acercó a Luke y le susurró algo, a lo que éste le respondió con una sonrisa, y tanto Diana como yo nos confundimos el doble cuando entrelazaron sus dedos.

― ¿Qué...? ― quise preguntar, pero fui interrumpida por Luke.

― Chicas, creo que es hora de que os lo presente. Este es Dylan, mi a- digo, novio. Dylan, estas son mis mejores amigas, Annie y Diana. ― Luke sonrió y, a pesar de que no podía ver a Diana, sabía que tenía la misma expresión que yo.

― ¿Cuántas cosas más piensas ocultarnos, Lukey? ― se quejó Diana, a lo que Luke y su novio rieron. ― Es un placer, Dylan. Por favor, cuida bien de Luke. Y por tu propio bien, será mejor que no le hagas daño, o si no... ― le tapé la boca a Diana antes de que pudiera continuar y le sonreí a un confundido Dylan.

― Está bien, no tiene nada contra ti, créeme, es así con todo el mundo. Es un placer conocerte, Dylan. ― le extendí mi otra mano, y la tomó antes de devolverme la sonrisa.

― Dejad de asustar a mi novio, por favor. Te miro a ti, Diana. ― advirtió Luke en un tono divertido, y ésta se encogió de hombros.

Nos despedimos de Luke, dejándole a solas con su novio, y nos dirigimos hacia un par de sillas vacías al lado de una mesa, a lo que yo me senté en una de ellas.

― Ann, voy a buscar bebidas. ¿Quieres algo? ― preguntó Diana, lo suficientemente alto para que la oyera, y asentí.

― Creo que con cualquier refresco estará bien, gracias. ― respondí, y cuando desapareció entre la multitud, alcancé un trozo de pastel de la mesa de al lado.

No me hacía ninguna gracia el estar sola en medio de una fiesta, y menos teniendo en cuenta que quizás Aaron estaba ahí, pero tomé aire tratando de evitar pensar en ello y intenté distraerme tratando de reconocer a personas entre la multitud, y a una en particular.

N/A:

Imaginaros a Dylan, el novio de Luke, como Blake Michael de Lemonade Mouth.

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