You're stupid • vkook

By okayvk

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❝En donde TaeHyung no capta las indirectas de Jungkook. ❞ »Pareja: Vkook/Taekook. ... More

❁;stupid
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❁;epilogo

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By okayvk

Después de meses, Jungkook podía confirmar que TaeHyung era el ser más maravilloso y perfecto como novio. Él se imaginaba que después de declararse su relación amistosa no cambiaría mucho, que seguirían tratándose igual pero con muestras de afectos entremedio. Pero jamás se le hubiera pasado por la cabeza que todas las mañanas él lo buscaría a su casa para ir al instituto o que estaría pegado como chicle, abrazándolo por la cintura mientras caminaban por los pasillos del instituto, acariciándole su nuca con la nariz o besándolo. Jungkook sentía que desfallecería en cualquier momento.

TaeHyung era muy atento, siempre pendiente de que no le faltara nada o le sucediera algo, lo trataba con delicadeza. También lo mimaba; cada vez que se paraba o sentaba cerca de Jungkook aprovechaba para jugar con su cabello o abrazarlo, incluso robarle algunos besos. Además, semanas después de que él se le declarara, apareció con un par de anillos y se lo entregó en medio del pasillo del instituto, matandolo de vergüenza pero también de ternura. Nunca pensó que tendría esa clase de detalles en una relación, y lo aprecia demasiado.

Hasta creía que era su manera de disculparse por haber tardado tanto en declararse y Jungkook, que planeaba castigarlo vilmente, sólo soltaba suspiros y las ideas se les desvanecían, apreciando el momento y la cálida compañía del castaño. Igualmente le pidió explicaciones a TaeHyung, aunque la respuesta no fue la que él esperaba; resultaba que TaeHyung también le dirigia algunas indirectas. Esto los convertía a ambos en estúpidos. Unos estúpidos enamorados.
El castaño era muy cursi y el menor lo ama por ello; porque lo hacía sentir especial a los ojos contrarios, único para él. No podía evitar analizar cada facción del mayor cuando se separaban después de un besó, se sentía mágico; irreal.

Temía despertar si se trataba de un sueño. De abrir los ojos darse cuenta que seguía con su absurda idea de darle indirectas.

Por otra parte, JiMin estaba contento por ellos, más por Jungkook; que tocaba su mano y jugaba con el anillo mientras sonreía, por fin había logrado lo que quería después de tanto tiempo. Y el castaño no quedaba tan atrás, sonreía embobado por el menor cada vez que lo veía. Se apreciaba perfectamente que están muy enamorados. Y JiMin se sentía un estúpido por no haberlo notado antes, estaba adelante de su nariz y nunca se propuso en juntarlos.
Pero ahora estaba feliz, feliz de que sus amigos dejaran de sufrir por sus sentimientos y se mostraran amor mutuo, sin importar que dijeran los demás, sin importar las críticas de la sociedad o las miles de mierdas que le podrían hacer; ellos eran felices juntos.

Y ahí estaban, de nuevo mimándose, en el sillón de la casa del menor viendo una película de comedía. El mencionado sentado en las piernas del mayor, dejando su peso en el pecho contrario mientras que éste lo abrazaba por la cintura y descansaba su mentón en el hombro del menor, ambos cubiertos por una colorida manta.

Victoria no estaba, debido a que hace un mes había comenzado a tener citas con distintos pretendientes. Después de haberse enterado de que el azabache era homosexual y que el mismísimo TaeHyung era su novio, no paraba de halagarlos, de organizar alguna cita para ambos e invitar al castaño a quedarse a dormir. Estaba contenta por su hijo; pero también un poco celosa y triste. Porque ver como su hijo era mimado le daba cierta nostalgia, le recordaba a su difunto esposo y la destrozaba.
Necesitaba despejarse un poco y por ende comenzó a salir, después de 7 años sola, conociendo más personas y disfrutando de tener varias citas.

No, no se acostaba con ninguno, o eso era lo que le decía a Jungkook.

Después de todo, ella aún era joven y trabajar demasiado la estresaba, necesitaba algún que otra salida para dispersar su mente; y hoy era una, dejando a su hijo sólo en casa con la cena ya lista. Por lo tanto, Jungkook aprovecho y llamó a TaeHyung, no le gustaba estar sólo mucho tiempo ya que se aburría rápido. Decidieron ver una película, el mayor había comprado varios snacks en el camino y propuso tal idea, luego de eso tal vez un video juego o irse a dormir.

Ambos reían por varias escenas, jugaban con sus manos y se daban de comer mutuamente. No era la primera vez que se quedaban solos, ni mucho menos; pero esta vez había algo distinto y lo notaron. No sabían si era la posición -pero era estúpida esa idea ya que habitualmente se posicionaban así- o sus hormonas que despertaban y quemaban cada vez que rozaban sus pieles.

TaeHyung apretó más a Jungkook a su cuerpo, aburrido de la escena que estaban pasando, decidió embriagarse con el aroma que emanaba el menor. Él se dejó e inclinó la cabeza hacía un lado, dándole mayor espació para recorrer con su nariz, que pronto fue reemplazado por sus labios. Le encantaba la piel que poseía, era adictiva y suave.

El azabache soltó un suspiro seguido de un gemido cuando su novio mordió ligeramente su cuello. Se apartó un poco para girarse y quedar cara a cara con el responsable de una muy probable marca roja. Mirando fijamente los brillantes y deseosos ojos, Jungkook rozó sus labios con los de TaeHyung mientras sonreía, él capturo entre sus dientes su labio inferior y lo estiró. El menor jadeo y rodeo su cuello con los brazos, acomodando sus piernas a cada lado de las caderas del castaño, y éste no se quedó atrás y colocó ambas manos en la pequeña cintura del azabache y las acaricio hasta su cadera.

Esto se estaba subiendo de tono, la habitación parecía haberse calentado un poco y sus cuerpos reaccionaban con simples caricias.
Fue TaeHyung quien rompió el leve silencio, ese silencio en donde ambos permanecieron mirándose fijamente, deseándose mutuamente sin palabras entremedio. Separando sus dientes del labio inferior de Jungkook, se atrevió a preguntar:

— ¿Sabes lo que pasara si seguimos? — Advirtió mientras alzaba una ceja. Pero termino tragando saliva al sentir como el menor se removía en su lugar, rozando su entrepierna con la opuesta. Asintió, acercándose para rozar sus narices.

— Algún día tenía que pasar. — Murmuró, ahora acercando sus labios. Se volvía loco con tan pocos roces. Estaba dispuesto a seguir, entregarse sin arrepentirse más tarde; TaeHyung le había demostrado que jamás le llegaría a hacer daño. Confiaba en él después de todo. Porque además de ser su novio, también es su mejor amigo.

TaeHyung exhaló, hipnotizado por los roces y palabras de Jungkook. Nuevamente aprisionó sus labios en un dulce y lento beso, acariciando su cadera con los pulgares y juntándolo más a su anatomía. El besó dejo de ser tierno para darle paso a sus lenguas, explorando la cavidad bucal ajena desesperada y necesitadamente. Jungkook comenzó a mover sus caderas, friccionando sus ya abultadas entrepiernas. Separaron sus labios pero siguieron rozándolas, el menor mordió su labio inferior mientras seguía moviéndose, dejando una mano apoyada en el pecho de su novio y otra en el respaldo del sofá para hacer mejor la acción.
La pareja respiraba irregularmente y se mezclaban haciendo el ambiente más enardecerte. TaeHyung miraba fijamente los oscuros ojos; estos ardían en deseo y pasión.

El castaño estiro su cuello, besándolo cortamente para luego cambiar roles; ahora el menor estaba acostado en el sofá con las piernas abiertas y TaeHyung situado entre ellas. El susodicho relamió sus labios, fascinado por lo bien que se veía Jungkook en esa posición, y sus manos no evitaron viajar por la poca piel descubierta que dejaba ver su playera, tocando su abdomen y, más adelante, sus pectorales. El tacto hacia que la piel del azabache ardiera y que una corriente eléctrica lo estremeciera, sacándole leves suspiros de excitación.

La camisa comenzaba a estorbarle al mayor y a desesperar a Jungkook, así que rápidamente se deshicieron de ella al igual que la contraria. El castaño se inclinó, besando lujuriosamente a su novio, apretando con los dedos uno de sus pezones y rozando sus entrepiernas desesperadamente. Jungkook gemía entre el besó, apretando los ojos y aferrándose a los hombros del mayor, enterrando sus uñas cada vez que estiraba su pezón bruscamente. Era dolorosa pero placentera, una mezcla que jamás había sentido.

Lentamente, TaeHyung fue bajando sus besos, por su cuello, pecho, abdomen y, finalmente, pelvis. Estiró los pantalones deportivos de Jungkook mientras gruñía y, en un abrir y cerrar de ojos, ya se encontraba completamente desnudo ante los dilatados ojos chocolates. Se sonrojo, era la primera vez que estaba en cuero delante de alguien, por más que fuese su novio, le daba un poco de vergüenza.

— Hermoso. —Susurró TaeHyung, lo suficientemente audible para que lo escuchara. Jungkook sostenía la mirada en el rostro del mayor, deleitado por como la traviesa lengua pasaba por sus labios, mojándolos al ver su erección libre de las prendas. Se estremeció y los pelos se le pusieron de punta al sentir una brisa fría chocar contra su longitud, dejando escapar un gruñido mientras entrecerraba los ojos.

TaeHyung llevó su mano al miembro de su pareja y comenzó a masturbarlo, deleitándose por los leves gemidos que salían de sus rojizos e hinchados labios. Movía la mano lentamente, en un vaivén que iba desde los testículos hasta la punta, oprimiendo con su pulgar el glande. Este acto provoco que de la garganta del menor saliera un ronco y excitante gemido, calentando más al castaño.

Desesperado, TaeHyung se las arregló con una mano para bajar sus propios pantalones y bóxer, siendo observado atentamente. Apartó la mano del miembro y comenzó a friccionar ambas erecciones entre sí, inclinándose para besar a Jungkook, quien gemía en su boca por más.

— T—TaeHyung... — Gimió el nombre de su amado, disfrutando de las caricias. Sentía que el mismísimo cielo lo estaba acariciando, estaba en el paraíso. El mayor gruñó al separarse, no podía aguantar tanto, por ende debía incorporarse para comenzar a lubricar a su pareja.
 Metió tres dedos en su propia boca, llenando de saliva como se le apeteciera y lo justo para deslizarlos en la cavidad anal. Un hilo de baba se conectó desde sus dedos hasta su labio inferior cuando los sacó, Jungkook lo notó y no pudo evitar gemir suavemente. Los deslizó hasta la rosada entrada y la apretó con un dedo, el azabache se tensó pero al sentir el segundo dígito ya introduciéndose no pudo evitar abrir más sus piernas, dándole una mejor vista al mayor. Los dedos se movían como si fuesen tijeras, extendiendo la entrada un poco más en cada desplazamiento. La estancia se resumía en los sonidos obscenos y húmedos de los largos dedos de TaeHyung en el interior del menor, los gemidos del mismo y de su amante.

Cuando el tercer dígito ya se encontraba entrando de apoco, el azabache enterró sus uñas en el respaldo de la cabecera del sofá y apretó los dientes y ojos, su respiración volviéndose cada vez más rápida. Dolió, sintió su entrada desgarrarse en cada embestida que daban los dedos dentro suyo, pero a la vez fue extrañamente excitante. Lentamente fue acostumbrándose, dejándose llevar por aquella mezcla de dolor y placer.

TaeHyung se concentraba en que estuviera cómodo, acariciando su muslo con las yemas de sus dedos, no le importaba que su miembro estuviera sufriendo por atención y simplemente goteara por lo exquisito que se veía Jungkook en esa posición, él sólo esperaba a que su novio se adaptara y no sintiera tanto dolor; que disfrutara en vez de estar arrepintiéndose. Quería que recordara ese día, memorizar lo perfecto que fue.

Vio como entreabría los labios, dejando escapar esos hermosos gemidos que lo enamoraban; le estaba gustando, era obvio. El castaño sonrió y lentamente fue abandonando sus dedos de la entrada, para ahora reemplazarlo con su miembro cubierto por el líquido preseminal. El azabache suspiró, sabiendo lo que se venía y que era aún mejor que tres dedos. Miró atentamente como las gotas de sudor caía por la frente de su novio y como este se concentraba en ser cuidadoso con sus movimientos. La morena piel estaba cubierta de sudor y, el menor no se había dado cuenta, él también tenía una fina capa, brillando en su formado cuerpo.

Cuidadosamente, TaeHyung fue deslizando su longitud por la ya lubricada entrada. Gimió roncamente al sentir el calor anal abrazar su falo. Jungkook, por su parte, mordía su mejilla interna mientras un cosquilleó se apoderaba de su estomagó. Intentaba acostumbrarse al grosor del pene.

No lagrimeó, no lo sintió tan desgarrador. TaeHyung atendía las expresiones del menor, fijándose si tenía que detenerse o tratar de distraerlo con caricias pero, para su sorpresa, el menor solamente suspiraba y le sonreía. Dio una suave embestida al momento de inclinarse para capturar los labios de Jungkook, quien aprovechó para rodear su cuello con los brazos y atraerlo más a su anatomía. Se besaron suavemente al igual que las embestidas, ambos gemían en la boca contraria y se miraban dulcemente.
El ritmo fue aumentando de apoco, TaeHyung apresó nuevamente la desatendida erección del menor con su mano, masturbándolo al compás de las penetraciones.

— Jungkook. — Susurraba el mayor cada vez que éste arañaba espalda. Eran un desastre de gemidos y suspiros, besándose cada vez que rozaban sus labios, mirándose fijamente, apreciando las expresiones de excitación. El azabache sonrió, amando como su nombre salía en un tono muy grave. Su anatomía se complementaba perfectamente con la del castaño, sabían cómo responder a las caricias contrarias a pesar de ser su primera vez.

TaeHyung fue embistiendo cada vez más profundo y fue hasta que Jungkook arqueó la espalda cuando se dio cuenta que había encontrado un punto de mayor placer. Siguió penetrando aquel lugar, causando que los gemidos  se volvieran cada vez más fuertes y que sus uñas se quedaran clavadas en sus hombros, apretando en cada movimiento. Besó su mejilla y nariz pero Jungkook atrapó sus labios en un desesperado besó, lamiendo la comisura y mordiendo.

— TaeHyung. — Unas cuantas embestidas fueron lo suficiente para que Jungkook echara la cabeza hacia atrás y se corriera; a TaeHyung no le faltaba tanto. La imagen de su novio llegando a su orgasmo era deléitate y lo encendía aún más. El menor rodeó la cadera del castaño con sus piernas, penetrándose aún más profundo.
El mayor por fin llegó a su clímax, llenando de su semilla el interior de su novio. Sus respiraciones eran irregulares y daban grandes bocados de aire, Jungkook sintiendo como el semen se escurría por su entrada y mojaba sus muslos y trasero. TaeHyung sacó su falo con cuidado, sentándose en el sofá intentando recuperar la respiración.

— Ven aquí. — Dijo después de haber observado como el azabache seguía tirado. Éste alzó la vista hasta TaeHyung y sonrió.

— Lamento decírtelo pero me duele el trasero. — Se burló, entrecerrando los ojos y volviéndose a acostar. El castaño quiso abofetearse. 

— Lo siento. — TaeHyung pensaba que había sido muy duro, que tal vez ahora Jungkook no podría moverse con facilidad. Pero no, el menor sólo estaba cansado y sentía un ligero ardor, ya que el castaño fue muy cuidadoso.

— No te disculpes, fue genial. — Escuchó la risa del mayor y sonrió. — Gracias. — Sus mejillas se tintaron de una matriz rosada. Su primera vez no dolió como había pensado, se sintió amado y cuidado. TaeHyung se levantó y se posiciono al lado de la cabeza de Jungkook, viéndolo con una enorme sonrisa.

— Te amo, Kookie. — Dijo mientras se colocaba en cuclillas para besarlo. Jungkook rió, amando ahora más que nunca sus labios y la forma en que lo trataba. No era la primera vez en la que se decían estas dos palabras, pero esta vez tenía un mayor significado en sus vidas.

— También te amo, estúpido. — Se burló, ganándose un puchero cuando rompieron el beso. Jungkook podía ser un poco atrevido con él pero también era igual de apegado. — Y espero que lo hayas disfrutado porque te dejare en abstinencia por un mes. — Y rencoroso; no dejaría pasar los meses en los que estuvo sufriendo por la atención del castaño, le haría pasar casi el mismo dolor que él. Claro, no podía dejarlo sin sexo por dos años, él tampoco aguantaría, pero si un mes. La cara de TaeHyung se volvió pálida y su mandíbula se cayó, debía ser una broma. No obstante, Jungkook volvió a besarlo para luego reincorporarse y ponerse su ropa. — Ahora ayúdame a limpiar esto antes que me castren.

— Ojala lo hagan. — Masculló el mayor, también colocándose su ropa. Tal vez sería fácil aguantar un mes sin esta clase de encuentros; a menos que Jungkook lo calentara. Y claramente, el susodicho tenía esa idea. Esta vez seria TaeHyung quien sufriría un poco.

❁ ❁ ❁

primero que nada; perdón por no actualizar, tenía unos problemas con mi computadora pero yastah, ya actualice, que no cunda el pánico; igual es un asco mi lemon, perdón es mi segunda vez escribiendo esta clase capítulos.

pero también ha terminado la historia. sinceramente no pensé que tantas personas lo leerían; +17k de leídas y +2.4k de votos, estoy que me muero❤, posta. pesaba que era una idea muy cliché pero quería darle mi punto de humor -no negro- a la historia.

well, muchas gracias por leer este mini fic y por todo el amor que le dieron💕
¡son las mejores!👏

¡Feliz navidad atrasado y año nuevo!
espero que lo hayan pasado re piola.


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