Después de aquel accidente automovilístico, Wesley Tucker había pasado de ser un chico fuerte, altanero, arrogante y decidido, a ser un pobre chico enfadado con el mundo, huraño, solitario que parecía que lo único que quería hacer era morir.
Había perdido la vista y con ello sus ganas de vivir.
¿Cómo iba a continuar con su vida?, ¿Cómo iba a vivir en un mundo que no podía ver?, ¿Quién iba a querer estar con una persona como él? él solo quería encerrarse hasta morir...
Rachel, era una chica amante de los libros, risueña, con una personalidad efervescente y explosiva. Sus padres eran invidentes y ella había aprendido a "ver" el mundo con sus manos, y el resto de sus sentidos. Tal y como ellos lo veían.
Por azares del destino, llega a la vida de Wesley para mostrarle el mundo de la forma en la que sus propios padres, le habían enseñado; mostrándole que había motivos para seguir viviendo y que había alguien que podía amarlo aunque no pudiera verla.