Mordió su labio inferior, tratando de no lanzar una carcajada que despertara a su familia. No podía dormir y dentro de unas horas tenía que ir al instituto, también –y por desgracia- tenia prueba de matemáticas y, como todo un vago nato, ni siquiera había abierto su carpeta para saber cómo se hacían los ejercicios. Ya veía el perfecto cero rojo en su hoja, y una nota de "tendrías que ir a clases de apoyo" por parte de su maestra.
Era buen alumno, tenía las mejores notas, claro, a excepción de matemáticas. Los números eran como su vida, un desastre. Y también su relación con TaeHyung, no avanzaba.
Un muy buen ejempló de cómo iban las cosas en tan solo un mes de intentar declararse de distintas maneras, y sinceramente estaba pensando en la lencería. Pero ya estaban comenzando el frío y un "Tapate, te puedes enfermar" era lo único que podía esperar de los labios de TaeHyung.
Era un idiota. Él era el claro ejemplo de: Tu madre te dejo caer de niño. Porque vamos a ser realistas ¿Qué clase de persona no se daría cuenta de una insinuación? Tal vez un niño, pero TaeHyung no era un niño –aunque varias veces se comportara como uno-. No era inocente y mucho menos incrédulo, y Jungkook ya se daba la clara idea de que lo estaba rechazando sin ser tan directo, como él había sido con su declaración.
Su dilema ahora era si debería seguir intentando o ya ir construyendo un hogar en la friendzone.
Una nueva notificación y en seguida Jungkook la abrió. Eran las tres de la mañana y se encontraba chateando con JiMin. Era una conversación sin sentido alguno, literalmente; era una clase de roleo lleno de bullying a sus artistas favoritos, que a simple vista era una total idiotez pero ellos se divertían demasiado y trataban de ahogar sus risas para no causar alboroto y que sus madres aparecieran por la puerta amenazándolos con castigarlos. Jungkook le costaba más reprimirlos y a veces tenía que apagar la pantalla y fingir que dormía por si llegaban a entrar a su cuarto, debido a que la habitación de sus padres y hermano no estaban para nada lejos de la suya, solo había una fina pared que los separaba y maldecía esto.
Una sonrisa se dibujó en la cara del menor. Le había contado a JiMin sobre su problema amoroso con TaeHyung, también sobre sus indirectas muy directas; absolutamente todo lo que había intentado hacer, y este le estaba aconsejando mientras seguían su extraña creación de conversación; pero obviamente nada era para tomarse en serio, a excepción de "Deberías entregarle el culo para que se deje de boberías." No tomaría la parte de entregar su culo, aunque para que engañar, al principio lo dudaba pero inmediatamente alejo la idea.
Recibió otro mensaje y, sobresaltándose en la cama, echo un chillido al ver el nombre de TaeHyung.
TaeHyung:
¿Qué haces despierto?
Sonrió, idiotizado de que el responsable de que él estuviera en la friendzone le haya hablado. Era algo habitual que hablaran pero le hizo feliz de todos modos, y más en esos momentos en el que ya estaba pensando en la arquitectura de su hogar en aquella zona ya mencionada. Oh, sí; Jungkook era un exagerado.
Jungkook:
Esperándote 😃
Rió por su respuesta tan estúpida, tal vez TaeHyung no era el único idiota, no obstante Jungkook no admitiría estar en su nivel de incredulidad.
Se dio un golpe mentalmente, había olvidado a JiMin por unos momentos. Y deslizando su dedo, abrió la conversación que compartía con el de pelos anaranjados.
JiMin:
Tardas mucho, así que estás hablando con alguien más 😥
Estoy de regresó y tú me dejas ya abandonado.
Jungkook rodó los ojos por el drama de su amigo, había vuelto hace un mes y desde ese entonces no se despega de él y TaeHyung. Era como si estuvieran sus cuerpos adheridos.
Jungkook:
Sí, con TaeHyung.
JiMin:
¿Vas a seguir con las indirectas?
La pregunta hizo que la anatomía de Jungkook se tensara y una mueca apareciera en su rostro. Quisiera decirle que no pero no podía mentir y ocultar su vergüenza, además que necesitaba consejos, ya que no sabía qué siguiente pasó dar en el tablero.
Jungkook:
Sí...
Contesto secó, que hasta el mismísimo JiMin podía notar la desesperación y decepción en esa sola palabra.
JiMin:
Hazle cumplidos, tal vez así abrirá la nuez que él llama cerebro.
Bufo, como si no lo hubiera intentado antes. Ya intentó: "¿Te dolió cuando caíste del cielo?"; "Quien fuera bizco para verte dos veces"; "Las rosas son roja, el viento las mueve, yo seré el seis y tú serás el nueve."; "Quien fuese policía para estamparte contra la pared"; "Muéstrame a tu sargento que yo lo vuelvo mayor".
Jungkook:
Pero ya lo he hecho.
JiMin:
Cumplidos, no piropos de camionero, Jeon.
Parpadeo, ¿Cuál era la diferencia? En esos momentos su mente estaba en blanco.
— Cumplidos. — Repitió en un murmuro para sí mismo, haciendo una mueca. Palabras dulces, melosas; ese no era Jungkook. Pero podría funcionar, o podría quedar en ridículo. Y como si su mente tuviera el control del mundo, su celular sonó debido a un nuevo mensaje.
TaeHyung:
Gracias.
Pero si hubiera sabido que me estarías esperando, habría aparecido cuanto antes.
¿Eso fue un cumplido? La sonrisa de Jungkook se agrandó y no pudo resistir soltar una risita aniñada. Tal vez la haya mal interpretado, pero de igual modo no evito el sonrojo de sus mejillas. Le gusto, TaeHyung le gustaba.
Dios, quien lo viese creería que era una colegiala enamorada.
Jungkook:
¿Eso fue un cumplido, Kim?
Bien, eso fue estúpido ¡Claro que lo era!
TaeHyung:
Como quieras, Jeon.
«Como si hubieras dicho que mi presencia te encantaba. » Pensó el pelinegro, mordiendo su labio inferior.
Jungkook:
Que tierno.
TaeHyung:
Siempre lo fui 😂😂
"Egocéntrico" fue lo primero que cruzo la mente de Jungkook al leer su respuesta.
Jungkook:
Sí.
Lindo y tierno.
¿Algo más que podría agregar? Descartando el "estúpido". No se le ocurrió nada más, así que lo envió.
TaeHyung:
Lo herede de mi madre, obvio.
— ¡¿Qué?! — Exclamó Jungkook, tapando repentinamente su boca al darse cuenta de que había alzado la voz. Esperaba que su madre no lo haya escuchado, o en cambió lo mataría. Frunció el ceño, apartando lentamente sus manos; él esperaba otro cumplido como agradecimiento o un simple "gracias", por lo menos, pero no que se lo tomase en broma.
Así pasó las horas, regalándole algún que otro cumplido suelto al mayor como: Guapo, inteligente, hermosa sonrisa, etc. Todo lo que pudiera su mente armar en esos momentos, ya que estaba adormilándose pero no quería dejar a TaeHyung colgado. Pero en todos los cumplidos que había ofrecido, el castaño daba una respuesta decepcionante para Jungkook.
Y a este último casi le daba un ataque, no obstante, en vez de mándalo a la mierda, simplemente dejó de lado los halagos.
— Idiota. — Murmuró mientras mandaba un mensaje de despedida a TaeHyung, debido a que este ya se estaba durmiendo y comenzaba a escribir de forma extraña. Suspirando, cerro el chat del castaño para entrar el de JiMin, y se llevó una gran decepción al ver que este ya no estaba en línea y siquiera le había contestado. Lo dejó apartado solo por unas horas, se sentía una mala persona.
Bloqueó su celular y lo dejó en su mesita de noche, comenzaba a hartarse de esto; de que TaeHyung no le diera ni siquiera la hora.
Y como si la suerte estuviera en su contra, la puerta de su habitación se abrió y luego las cortinas, dejando que el sol iluminará la oscura estancia, y no fue de esperar que su madre apareciera adelante de sus ojos con una sonrisa.
— Buenos días. — Saludó. Jungkook abrió los ojos exageradamente ¿Buen día? ¿Ya eran las diez de la mañana? ¡Ni siquiera había cerrado sus ojos más que para parpadear!
Masculló maldiciones mientras se sentaba en su cama, pasó sus manos por la cara, estaba más que dormido y el equilibrio y concentración le fallaban. Y lo peor de todo es que, mientras TaeHyung se quedaba en su casa, durmiendo plácidamente, él tendría que ir al instituto, debido a que su madre era una estricta con las faltas. Dios, que alguien lo matase.