Me desperté por culpa de la alarma de mi móvil, era sábado y el sol estaba fuerte hoy, me levanto para ir al baño y 30 minutos después estoy bajando las escaleras para ir a desayunar.
Había mucho ruido en la cocina.
-¡Buenos días a todos! – estos me observan delicadamente, estaban los señores D'Agostino desayunando junto a mis padres, mi hermano y Martina, en el comedor principal.
Gianluca también estaba.
-¡Buenos días! – Louis se levanta y aparta una silla junto a Gianluca para que me sentara a comer con ellos.
-Buenos días Samantha... - me saluda Gianluca y sonríe de lado y mis mejillas toman un color carmesí suave.
¿Qué hacían ellos aquí?
No lo sé Sam, creo que es lindo Gianluca.
Lo sé, lo sé.
-Buenos días Gianluca. – Le respondí normal y comí lo que me ha traído mi madre.
Después de una conversación muy agradable con Gianluca me entero que nuestros padres tienen un proyecto muy importante, como ambos eran Ingenieros y Arquitectos tienen una construcción de unos hoteles.
Quede impresionada por lo que hará mi padre.
Después de un rato, me doy cuenta que Raechel creo un grupo de WhatsApp que estábamos Amanda, Ryan, Adam, Austin, Archie, Cristian, una chica llamada Miranda, otra llamada Sophia, estaba Jake, Connor y yo.
Grupo de WhatsApp:
-Ryan: Me parece extraño que Samantha aún no ha escrito.
-Miranda: ¡Hola chicos y chicas!
-Archie: ¿Dónde está la muñeca?
-Sophia: ¿Cuál muñeca Archie?
-Archie: Pues Samantha, quien más.
-Jake: Archie, enserio no le digas así, ¡te vas a ganar otro golpe! Pero esta vez será mío.
-Archie: Sabes que lo digo jugando Jake, no te molestes.
-Sophia: ¿Quién mierda es Samantha?
-Raechel: Una loca que anda suelta por ahí.
-Austin: ¿Por qué no añadieron a Louis?
-Ryan: Por que va a ver una tercera guerra mundial aquí con Jake, y no quiero ver sangre.
-Adam: Estúpido, como vas a ver sangre si estas a través de tu móvil.
-Ryan: Cállate Adam.
-Miranda: ¿Podrían decir quien mierda es Samantha?
***
-Samantha: Dios Santo, ustedes si hablan.
-Archie: Muñeca hermosa.
-Jake: Archie... Te va a pesar.
-Samantha: Yo soy Samantha, Mucho gusto Miranda y Sophia.
-Sophia: Mucho gusto Samantha.
-Miranda: Igual Sam.
-Archie: Jake, te dije que era jugando.
-Samantha: ¡SAQUENME DE MI CASA POR FAVOR!
-Jake: ¿Porque nena?
-Samantha: Estoy aburrida...
-Jake: Ya voy para allá.
Me Salí del chat.
La mañana pasó entre risas y conversaciones sobre la construcción, pase más de una hora hablando con Gianluca sobre cosas triviales, el chico sabe cómo ganarse mi confianza; después de un rato llega Jake junto a Cristian y Austin.
Mi padre y el señor Matteo estaban muy concentrados en su proyecto, mientras mi madre y la señora Anabella estaban muy entretenidas hablando de viajes y demás cosas.
Al ver a Jake mis mejillas ardieron, me muerdo mi labio inferior para no sonreírle.
¡Mierda!
Louis ayer me golpeo y me acabo de morder.
¡DUELE MUCHO!
-Buenos días... - Jake saludo cordialmente mientras mi padre los presentaba.
-¿Quién es él? – Gianluca me susurra al oído.
-Los tres, son los mejores amigos de mi hermano, siempre se la pasan aquí ya que sus familias están lejos. – dije por lo bajo para no pudieran oír.
-Pero el castaño te mira de otra manera...
-¿Jake? – Asiente y me encojo de hombros – ¿Por qué crees que mi hermano y el siempre pelean?
-¿Entonces era con él, con el que peleabas ayer en el instituto?
-No, con mi hermano...
Sonríe de lado y asiente.
-Que prefieres, ¿El café, o el té? – y ahora, ¿a qué viene la pregunta?
-El café, ¿por qué? – sonríe haciendo ver su dentadura perfecta.
-Te invito a tomar café – se levanta y me extiende su mano cordialmente la cual la recibo con una sonrisa.
Por el rabillo del ojo veo que los demás nos observan delicadamente y Jake tiene el ceño fruncido.
-Voy a pedirle las llaves del auto a mi padre, aguarda un minuto, disculpa. – lo tomo del brazo antes que caminara hacia su padre.
-Vamos en mi auto, no tengo problema.
-Entonces aquel Camaro blanco si era tu auto... - sonríe pícaro.
Asentí y me extiende su brazo, entrelace el mío y caminamos hasta el auto.
-¿Conduces tú, o lo hago yo?
-Yo conduzco... - me sonríe tierno y veo a Jake salir de la casa echo un demonio.
Tiene el labio roto...
¿Qué sucedió?
-¿Me esperas un minuto? – Dije alejándome un poco para entrar a la casa - ¿Qué sucedió madre?
-Tu hermano. – Dijo a secas y vi a Louis con el ceño fruncido.
Me acerque a el tiernamente, no me gusta pelear con él y ahora se está haciendo de costumbre.
-¿VIENES A RECLAMARME ALGO? – espeta violento.
Lo mire con nostalgia y relajó un poco el rostro.
-No vengo a reclamarte nada – le acaricio la mejilla – solo quiero que te tranquilices por favor, no le hagas más daño, ni tu a él, ni el a ti. – me abrazo fuertemente – Por favor hermanito, no aguanto más esto, quiero que sean de nuevo los mejores amigos.
-No soporto verte con alguien, siento que te harán daño o algo por el estilo...
-No pasa nada, creo saber cuidarme, pero ahora necesito que me dejes el camino libre para poder vivir... ¿O si no que? ¿Quieres que siempre sea una niña? ¿La cual necesita que su hermano mayor la cuide?
-Así tú no quieras Samantha, siempre te voy a cuidar, eres mi hermanita...
-Solo necesito un poco de espacio, por favor... - asiente y me sonríe – ahora, iré a tomar café con Gianluca ¿sí? – asiente y me suelto de su agarre para ir de nuevo afuera.
Me acerco a Gianluca y este me sonríe tierno extendiéndome su mano para entrar al auto.
Es todo un caballero, Jake nunca hace esto.
Fuimos a un pequeño café que se encontraba un poco lejos, al llegar me extiende su brazo para yo entrelazar el mío. Nos sentamos en una mesa un poco alejada, la cual estaba justo a un lado de un gran ventanal que hace ver la playa.
-A ver, dime... - hace una pausa – ¿Qué te apetece hacer hoy?
¿Piensa que pasemos el día junto o qué?
-No lo sé, ¿qué quieres hacer?
Se encoje de hombros.
-Hoy es sábado, así que lo más seguro es que el desierto este abierto... ¿Quieres ir?
-No sé qué es eso, recuerda que yo no vivía aquí, me explicarías señorita...
Bien, admito que me he sonrojado mucho con su mirada.
-Sabes que es curioso, que me parecías engreído... Ahora sé que no hay que juzgar a alguien por su portada. –Le miro a esos ojos tan hermosos que tiene.
-Tú eras la que parecías engreída, hasta me miraste mal... Eso no se hace Samantha – Hace un puchero infantil – venga, ¿dime que quieres hacer hoy?
-Te he dicho que quisiera ir al desierto, de vez en cuando quisiera calentar mi V8.- Frunce el ceño confundido – no sabes de lo que estoy hablando verdad...
Carcajee un poco.
-Tranquila, te refieres a una carrera, he escuchado sobre eso... Tu hermano me ha dicho esta mañana que eres un loca desquiciada por los autos, en especial por el tuyo – reí tiernamente – Tengo entendido que ya has corrido allí, y si eso deseas, pues vamos que yo también se correr autos pequeña.
Me guiña un ojo.
Oh Gianluca, juro los todos los chocolates del mundo que no imagine que eras así, me impresionas.
Tomo mi móvil y le marque a Louis, para que se quede tranquilo.
-Louis, iré al desierto, hoy es sábado y lo más seguro es que haiga alguna que otra carrera... Estoy con Gianluca.
-Tranquila Sami, con el estas más que segura.
-Vale adiós.
¿A qué se refiere?
No logro entender a mi hermano, se molesta con Jake porque siempre está conmigo, y según él no estoy segura. Lo que él no sabe que Jake es muy celoso, no permitiría que me sucediera nada, es muy alocado, es tal cual como yo. Por otro lado, Gianluca es un caballero, podría decir que parece un romántico empedernido.
Al salir de aquel café, nos montamos en el auto tranquilamente, unos pocos minutos después suena en la radio "Grande Amore – Il Volo" solté un gritico que hizo que Gianluca se sobresaltara.
-No sabía que te gustaba la música italiana. – lo mire emocionada y de la nada comienza a cantarla con una voz que sinceramente me encanta.
Lo mire todo el rato que duro la canción, lo miraba emocionada. Su voz, su voz era completamente hermosa, mis oídos estaban encantados al poder escuchar su melodía tan encantadora. Sus gestos en el rosto hacían notar su inspiración al cantar.
Por lógica mis ojos estaba completamente iluminados solo con verlo cantar, su voz era muy similar a la de los chicos del grupo.
Al terminar la canción, me mira con una gran sonrisa.
-¿Por qué me miras de esa manera? – pregunta tímido.
-Me he enamorado de tu voz... - espete sin nada de aliento.
Samantha, eres una loca ¿No tienes vergüenza a lo que acabas de decir?
Agacho la cabeza tímida y siento mis mejillas arder.
-Te has sonrojado bastante – se estaciona frente a la entrada del desierto – te ves tan tierna así Samantha...
-No trates de burlarte... No me da risa.
-No estoy burlándome Samantha; Solo trato de ser tierno... Siempre suelo hacerlo cuando me atrae una chica.
Mis mejillas se tornaron un carmesí súper intenso.
-¡SAM! – Me volteo a ver quién me llamaba y me encuentro el pervertido de Adam.
-¡ADAM! – Me acerco a él rápidamente para abrazarlo - ¿Qué haces aquí?
-A pasar el rato, estamos todos, me pareció raro que tu no estabas – me volteo y de hecho están todos los chicos.
Estaba también Jake.
Oh no Samantha, ahora que vas hacer...
No lo sé, pienso ignorarlo. Tengo que pensar muy bien todo lo que está pasando con él.
Me acerco tiernamente a Gianluca que tenía el ceño fruncido, me extiende su brazo y con una sonrisa lo tomo sin ningún problema.
-Gianluca, ellos son mis amigos... También estudian en el instituto – se me acerca al oído y susurra:
-Esta el castaño, me has dicho que es el mejor amigo de tu hermano. Pero Samantha... - me acerca aún más a él tomándome de la cintura – Tiene una mirada aniquilante, y en este momento la tiene hacia mí.
Me he sonrojado al contacto de sus suaves manos en mi cintura.
-No te preocupes – le susurre de igual forma al oído- No hay nada de qué preocuparse.
-Si la hay...- me toma de la mano y se dirige a un gran mesón para registrarnos.
El chico del mesón me parece conocido, lo he visto en algún lado.
-¿Hola? – sonreí y Gianluca me toma de la cintura.
-Hello Kitty, lamento decirte que como ya estas registrada, sabemos tu edad y no podrás correr Samantha Phipps.
Lo mire mal.
Obviamente que lo conocía, era Jhon... La primera vez que corrí aquí en el desierto le gane.
-¿Molesto por que te gane? – hice un puchero infantil
Jake se acerca a mí bruscamente.
-Querido amigo, te han cambiado muy rápido. – Jhon ríe de forma cínica.
-¿No has superado aun que una chica te gano? - espeta Jake.
-¡BASTA! Vine acá para divertirme, no para ver pelear a mas imbéciles.
Jake abre los ojos como platos al escuchar lo que he dicho, Gianluca se me acerca cautelosamente y me toma de la cintura para alejarnos de allí hacia otro mesón.
Una chica atendió a Gianluca, él tenía 18 años y podría correr tranquilamente, después de unos cuantos minutos lo llamaron para posicionarse en la entrada de la carrera.
-Explícame como piensas correr sin auto. – carcajee y el hice el mismo acto.
-Te iba a pedir tu auto, el mío está en el hotel donde nos estamos hospedando.
-Con una condición – puse cara sádica – que algún día me dejes correr en el tuyo.
-Eso no tienes que preguntarlo. – me guiña un ojo.
-Italianito, te toca... - dijo Jhon de mala manera.
Mire a Gianluca y tiernamente me acerco para depositarle un beso en la mejilla, acto seguido él se voltea haciendo que me bese en la comisura de los labios, mis mejillas arden al contacto de sus labios. Me separo rápidamente de él y me sonríe, le entrego las llaves del auto y se dirige a la línea de salida.
Jake se acerca mi por detrás.
-¿Me podrías decir que te sucede? – me sobresalte al escucharlo.
Me miraba atento, sus ojos estaban cristalizados y su labio se encontraba roto de un lado.
-¿Qué te sucedió? – pregunte melancólica mientras rozaba mis dedos por su labio roto.
-Tu hermano me ha golpeado esta mañana cuando llegue con los chicos, fui a buscarte para salir un rato pero el Italiano se me adelantó... Samantha, tu eres mía.
-Jake, yo no soy tuya, yo no le pertenezco a nadie. Me molesta que cada vez que vayas a casa mi hermano te reciba con un golpe, quiero que ustedes dos sean de nuevo los mejores amigos... - mi mira un tanto dolido – Me duele verte así – toco de nuevo su labio – me quiero alejar un poco para poder hablar con Louis y arreglar las cosas, pero mientras estemos así siempre será pelea tras pelea.
-Yo no puedo vivir sin ti Samantha, me acostumbre a ti y ahora me va a costar perderte.
Este agacho la cabeza en forma de rendimiento.
-Tranquilo, ¿cómo te hizo esto? – rozo mis dedos por su labio.
-De una u otra manera, ustedes dos son hermanos... - reí – tenía un anillo similar al tuyo.
Separe los labios para responderle, pero...
-Samantha he ganado, HE GANADO PARA TI... - grita Gianluca.
Observo un segundo más a Jake que me mirada atento, niego lentamente y me doy vuelta para sonreírle a Gianluca, tenía los brazos abiertos y una gran sonrisa le abrace y me atrae más a él por la cintura.
-No me has visto, ¡AMO TU AUTO!
-No, no te vi. Lo lamento – dije con melancolía.
-Estabas hablando con el castaño de mirada aniquilante. – Reí - No te preocupes – me entrega las llaves del auto y saludo a los chicos para irnos a comer.
Me despido de Jake con un abrazo, me toma por la cintura y me apega más a él, rodeo su cuello con mis brazos para abrazarlo aún más fuerte, se despega un poco de mi para mirarme a los ojos, sus ojos se cristalizan un una pequeña gota de una lagrima cae por su mejilla la cual atrapo con mis dedos. Me separo de el para irme antes que Gianluca se molestara.
Si no es mi hermano, es Jake, y ahora es Gianluca.
Dios, yo no he sido mala persona.
-Muero de hambre Gianluca... - espeto alejados de la multitud.
-Yo igual, ¿quieres ir a casa? – se detiene en seco y me observa detenidamente – ¿o quieres comer en otro lado?
-No lo sé, ¿dónde quieres comer tú? – se enoje de hombros.
-Te llevare a un lugar interesante...
-¿A dónde?
-A casa, no quiero que tu hermano me haga lo mismo que al castaño de mirada aniquilante.
Suelto una sonora carcajada.
Que ingenuo, Jake si enfrentaba a mi hermano.
Volví a sonreír un poco.
***
Al llegar todos nos miran risueños, salgo corriendo a los brazos de mi madre y esta hace el mismo acto.
-¿Dónde estabas mi nena? - me pregunta mama con esa mirada dulce.
-En el desierto, habían carreras y Gianluca corrió con mi auto. Yo no pude por mi edad. – hice un puchero.
-¿Pero cómo lo has hacho la otra vez que fuiste con Jake?
-Mentí sobre mi edad, pero luego me han pedido mi identificación y supieron mi edad original.
-Eres un loquita, oye cariño, ¿Qué ha pasado con Jake? Les he visto un poco alejados...
-No quiero hablar de eso madre... - sin más nada que decir me dirijo a mi habitación por una ducha.
Apenas entre a mi habitación me encuentro con Louis sentado en la orilla de la cama esperándome.
-Tengo que hablar contigo Samantha.
Me siento a su lado para abrasarlo, recibe mis brazos tiernamente con una sonrisa.
-¿Que sucede? – dije mirándolo atenta.
-Por favor, te suplico que me digas que sucede con Jake, no quiero pelear contigo, he venido por la paz.
¿Y ahora? ¿Qué le digo?
Samantha, a ti te pasa de todo.
-El me gusta, pero ahora no se si soy correspondida.
Dije sin pensarlo.
Estúpida, estúpida, estúpida.
-Sam, me he dado cuenta que él te quiere, pero es que cuando los veo juntos me dan unas ganar de romperle la cara, y no pienso en nada... Que es lo peor, solo me le arrebato en sima sin pensarlo.
¡¿Qué?! Oh perfecto, ahora si me dices que él me quiere.
¡Voy a matarlo!
¿Por qué no puedo ser normal? ¿O tener una familia normal?
-Déjame ser feliz, te lo suplico... - mis ojos se cristalizan – Antes no lo era, al llegar aquí los ojos de Jake me...
Me interrumpe, de paso.
-No llores por favor – lagrimas salen por nuestros ojos, exactamente, ambos estamos llorando – eres mi única hermanita, te amo tanto y no quiero que nadie te haga daño.
-El daño me lo has hecho tú...
Esto me parte en mil pedacitos, me duele lo que está pasando, Louis y yo éramos inseparables, ahora nuestras vidas se han convertido en peleas constantes y no me gusta.
-No me digas esas cosas Samantha, no quiero ser una bestia para ti.
La puerta de la habitación se abre haciendo que me sobresaltara, Jake, estaba apoyado en el marco de la puerta mirándonos, Louis me abraza fuerte y me aferro a su pecho para no ver a Jake.