Ella simplemente ya no soportaba cada golpe que su puddin le daba. De verdad era un martirio para ella seguir así, debía de ver ya no tanto por ella, si no por ese pequeño que estaba creciendo dentro de ella.
- Saldré un momento Harley, voy a arreglar unos asuntos con el murciélago, no me esperes despierta.- minutos después escucho el azote de la puerta.
Era el momento perfecto para hacerlo. Sacó una maleta grande y empaco toda su ropa, cada objeto que metía a su maleta le daba tristeza, más que nada porque eran cosas que su amor le había obsequiado. Sacó su teléfono y llamo a Deadshoot.
- Más vale que sea algo bueno Quinnzel.- sonaba con voz grave, señal que lo despertó.
- Él ha salido, necesito que vengas por mi en este momento.- miro a todos lados, asegurándose de que ningún secuaz la escuchara.
- Bien, paso por ti en 15 minutos, sal por la parte trasera de la casa, y escóndete bien.- dicho esto, corto la llamada.
Subió rápidamente a su habitación y busco entre los cajones, y al encontrar su objetivo, cerró rápidamente este. Una foto en la mesita de noche llamo su atención, eran ambos dándose un beso, de esos que pocas veces llegaba a recibir por parte de él, tomó la foto y bajo corriendo. Agarro la maleta y salió por la parte trasera de la casa, justo como Dead dijo, ya se encontraba afuera, subió las cosas y se sentó de copiloto.
- Sólo esperó que tu novio psicópata no me mate por esto después.- ella sólo río ante el comentario. - enserio Harley, sabes que tengo una hija de la cual me hago cargo, mañana nos iremos a Nueva York, estaremos ahí un tiempo.- afirmo el moreno.
- Debemos quedarnos ahí hasta que me sienta mejor.-
- ¿Te has sentido mal?.-
- Si, pero tal vez no es nada, sólo una infección.-
~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~
Aclaraciones: la historia en cuestión es sobre todo lo que pasó detrás de esas "Cartas", así que sí no la han leído, pasen por mi perfil, ahí la encontrarán