-Aun no lo hará público. –Dijo Soonyoung a un costado de mí mientras que comía de su dulce.
-No lo presiones. –Dije jugando con mi lápiz mientras que mi vista estaba fija en la libreta que estaba apoyada en mis piernas.
-Es un desconsiderado. –Dijo haciendo una mueca aun con el dulce metido en la boca, haciendo que su mueca sea extremadamente extraña.
-Deja de hablar mal de mi novio. –Dije refunfuñando y levantando la cabeza para mirarlo seriamente.
-Está bien, lo siento chico –Dijo elevando los brazos mientras que tenía en una de sus manos el palillo del dulce-. Pero deberías considerar que sería mejor que él estuviera aquí con nosotros conversando, ¿no lo crees?
-También es su decisión Soonyoung, solo dejémoselo a él. –Dije volviendo mi vista a mi libreta y tomando el lápiz para escribir la primera palabra en la hoja en blanco.
-¿Andarías con él de la mano si él llega a contar todo? –Preguntó para después volver a introducir el dulce en su boca.
-Soonyoung cállate un rato, no me dejas concentrarme. –Dije mirándolo con el ceño fruncido.
-¿Por qué no quieres hablar conmigo? Siempre estás metido en esa libreta y ni siquiera me quieres decir lo que haces. –Dijo el pelinegro cruzándose de brazos.
Arranqué la hoja en la que solo había escrito una palabra y la hice una bolita para después cerrar la libreta con un suspiro y guardarla junto con el lápiz dentro de mí mochila, no me gusta que alguien vea dentro de aquella libreta.
-Está bien. ¿Qué quieres hacer? –Pregunté jadeante por la hiperactividad del chico que tenía delante.
Tomándome desprevenidamente Soonyoung se lanzó sobre mí haciendo que mi cuerpo se hiciera haca atrás y que mi cabeza tocara poco delicadamente el suelo.
-¡Mierda me he pegado! –Exclamó sentándose sobre mi abdomen mientras se sacaba el dulce de la boca y se masajeaba la mejilla, yo me apoyé en los codos para mirarlo con una sonrisa burlona.
-¿Y todavía no te das cuenta de lo idiota que eres? –Para mi sorpresa sentí como Soonyoung me metía en la boca el dulce que él mismo había chupado.
Asqueado tomé el dulce del palo para sacarlo de mi boca y se lo lancé al pelinegro, haciendo que este rebotara en su cabeza y callera en mi abdomen.
Me reí en cuanto vi como Soonyoung se masajeaba la frente, otra vez tomé el dulce y se lo volví a lanzar, aunque esta vez haciendo que quedara atrapado en su rubio cabello.
El chico rápidamente lo tomó y lo tironeó, solo después de un rato pudo sacarlo y me apuntó con el mientras que abría los ojos y elevaba las cejas.
-No me lo vuelvas a meter a la boca. –Dije mirándolo seriamente.
-¿Y qué quieres que haga? ¿Llamo a Mingyu para que te lo meta por el culo? –Dijo sonando serio pero al segundo se puso a reír sonoramente.
Lo empujé fuertemente haciendo que el chico cayera de culo, me tire sobre él para pegarle un suave golpe en el hombro.
-Me vuelves a decir cosas así, idiota y seré yo quien te meta ese pato por el culo hasta que se te salga por los ojos. –Dijo sin parar de golpear su hombro y pecho, él me detuvo tomándome por las muñecas mientras que reía.
-¿Cómo se siento Wonwoo? –Preguntó mientras que calmaba su risa.
-¿Cómo se siente qué? –Le cuestioné sin apartar mi mirada de sus ojos.
-Que alguien te la meta por el culo. –Dijo sin vergüenza alguna.
-¿Estás hablando en serio? –Pregunté mirándolo con una ceja alzada.
-¿Qué tiene de malo? Tengo curiosidad. –Dijo dándome una sonrisa.
-¿Por qué mejor no vas a un club y pruebas que tal se siente? –Dije divertido y me levanté de él para volver a apoyarme sobre el tronco del árbol en el cual estaba hace unos minutos.
-¿Crees que debería ir? –Preguntó sentándose sobre el pasto mientras cruzaba las piernas y me miraba seriamente.
-Haz la mierda que quieras, Soonyoung –Dije suspirando mientras que apoyaba mi cabeza sobre la superficie del árbol-. Ya eres lo suficiente raro, independiente lo que hagas no te va a hacer más raro.
-¿Crees? –Dijo mirando a lo lejos.
-En realidad... no creo estar muy seguro –Dije lentamente mirando al rubio-. Creo que incluso, conociéndote, te podrías hacer más raro.
-me agrada mucho ser raro cuando estoy contigo. –Dijo esta vez mirándome mientras me sonreía.
-¿Por qué? –Pregunté con extrañes.
-En mi otro instituto los chicos siempre me excluían por ser demasiado raro –Dijo encogiéndose de hombros-. Pero al parecer a ustedes les caigo bien, me agradó mucho conocer a tus otros amigos, me sentí parte de la familia.
-Aun te falta conocer a mi mejor amigo. –Dije sonriendo mientras no apartaba mi mirada del pasto.
-¿Yo no soy tu mejor amigo? –Preguntó haciendo un puchero-. Eso me desilusiona. –Dijo para después sonreírme un poco, dándome a demostrar de que no estaba verdaderamente molesto conmigo.
-Cuando lo conozcas te darás cuenta por qué es mi mejor amigo. –Dije sonriéndole esta vez a Soonyoung.
-¡No hables de tu mejor amigo! –Dijo saltando como niño pequeño-. Me hace sentir celoso.
Reí un poco y luego le tire una de las bolas de papel que había hecho hace un rato cuando estaba escribiendo, para mi suerte la bola rebotó justo en su frente. Escuché como suspiró sonoramente y luego se puso a reír.
-Tu chico está molesto. –Dijo un Soonyoung demasiado burlón.
-¿Qué? –Pregunté con las cejas fruncidas mientras que mi vista se dirigía hacia donde estaba mirando el rubio.
Pude ver a lo lejos como estaba Mingyu conversando con sus amigos pero al parecer sin poner nada de atención a lo que decían los demás chicos y solo concentrando su atención en nosotros.
Vi de reojo como Soonyoung movía efusivamente la mano de un lado a otro y bien en lo alto para que todos los veos, de un manotazo le pegué a su brazo para que dejara de saludar a Mingyu.
-No te pongas celoso, solo lo estoy saludando. –Dijo mirándome como estuviera ofendido.
-No estoy celoso –Dije haciendo rodar los ojos-. Lo estás avergonzando.
-¿Qué más da? –Dijo con alegría el rubio-. Te avergüenzo a ti siempre y nunca dices nada.
-Es porque yo soy yo, pero Mingyu es Mingyu.
-Tienes razón, si ni siquiera tiene las pelotas como para agarrarte de la mano en público no sé cómo me devolverá el saludo. –Dijo Soonyoung bajando su mano con desilusión mientras que miraba hacia el peli-azul.
Me volví a acomodar sobre la corteza del árbol y miré como Soonyoung me miraba con una sonrisa pícara.
-¿Y a ti que te pasa ahora? –Pregunté frunciendo el ceño.
-¿Qué tal si nos besamos? –Dijo el rubio y yo inmediatamente fruncí el ceño.
-¿Para qué mierda quieres besarme? Te dije que fueras a un club. –Dije dándole una mueca de asco.
-Quiero poner celoso a tu novio –Dijo sonriendo triunfantemente-. Él no me ha querido saludar.
-¿Estás consciente de lo que te puede hacer si me besas? –Pregunté divertido mientras movía mi mano derecha para expresarme.
-¡Que me golpee! Yo también...
-Claro Soonyoung -Lo interrumpí-, lo derrotarás con un paso de baile. –Musité burlonamente.
-¡Oye! Se bailar bien. –Dijo no abriendo los ojos.
-Hay que ver para creer si es en tu caso, Soonyoung. –Exclamé divertido para luego reírme un poco.
-Pues te darás cuenta de lo bueno que soy. –Dijo sacándome la lengua.
El rubio se acercó hasta mí y se recostó para apoyar la cabeza sobre mis piernas, yo lo miré con una ceja alzada.
-Voy a dormir un rato, ¿qué tal si escribes en tu diario niñita? –Dijo para después cerrar los ojos.
[...]
Miércoles 11:37 a.m
Me removí en el poco espacio que tenía, a pesar de haber despertado hace unos segundos estaba consciente de que el brazo de Mingyu estaba alrededor de mi cintura era lo que me aprisionaba.
Me apegue más al cuerpo caliente que estaba a mi costado y pasé mi brazo por sobre su espalda aun manteniendo los ojos cerrados, deleitándome por el olor de Mingyu.
Escuché un grito ahogado a lo lejos, abrí considerablemente los ojos y miré hacia un costado para observar la cara del peli-azul, quizás lo había aplastado un poco, pero el peli-azul seguía igual de dormido que antes.
Me di la vuelta haciendo que el brazo de Mingyu quedara sobre mi abdomen, me froté los ojos y luego me senté sobre la cama para ver lo que en realidad había hecho ese ruido.
-¿Vernon? –Murmuré sin quitar la vista del castaño que estaba parado a un lado de la puerta con la boca levemente abierta y con una maleta a un costado de él.
Fantasy – VIXX