L.U.C.I.F.E.R

By cuervoStarr

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El proyecto L.U.C.I.F.E.R inicio en el siglo xx impulsado por el Vaticano este proyecto tenía como principal... More

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la resistencia
1
1 (continuacion)
la cápsula 1 (²parte)
3

capítulo 2

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By cuervoStarr

MinervaSkins gracias por tú apoyo te dedico este capítulo ojalá te guste :)

Capítulo 2

El anciano que viajaba cómodamente en uno de los vehículos cambio su expresión en un momento.
- alto. - su voz se oía débil por los motores pero aun así se detuvieron los tres vehículos uno tras otro; el general que estaba en otro vehículo detrás de el del anciano bajo de inmediato a ver qué sucedía.
- viejo que... - el anciano jaló de su uniforme al hombre y estando a su altura respondió.
- predatori notturni y creo que también games, no podemos continuar, seríamos presa fácil y descubrirán la basa.
- ¿seguro son games? ¿No estás equivocado?
- siento un aroma de muerte, mira arriba; nada. Las aves dejaron de volar y ahora están ocultas, tal vez no te hayas percatado pero yo sí. No podemos continuar es peligroso.

El general puso un gesto de preocupación evidente si continuaban quedarían atrapados y todos en infierno cazados, devorados o incluso era posible que experimenten con ellos como hacen desde hace ochocientos años...

- Y bien que haremos ahora

El anciano se puso de cuclillas al piso y tomando tierra entre sus manos comenzó a olfatear todo a su alrededor.

- deja de hacer eso pareces un sabueso. - el general rascó su cabeza frustrado y continuó. - ¿vienen por las cuevas verdad? Si es así podemos pensar en algo no, ¿usted qué cree abuelo?

- necesitamos una carnada para desviar su olfato. - el anciano permaneció observando a su alrededor - tendremos que dejar a los chicos Roy son una carga y no podemos continuar con ellos.

Los ojos del hombre se abrieron y su boca se quedó abierta por unos minutos.
- no los dejaré anciano son sólo unos niños. Tú conoces la Primera regla de infierno, no puedo dejarlos.

- ¿entonces moriremos todos? incluso los de infierno serán capturados si llevamos a esos niños. Entiende Roy es peligroso.
- me quedaré yo. - el general se cruzó de brazos y el anciano se limitó a negar en silencio.
- ¿y abandonar a los de infierno por un par de vidas?
Una vida no es más valiosa que otra Roy. Hice esto para que regresaras a infierno, no para jugar a ser un héroe.

- yo me quedaré general. - una joven de pelo rojizo interrumpió al anciano.
- Aricia eres uno de los próximos miembros elite, no puedes quedarte. - el general respondió a la joven sin verla.

- usted tampoco puede quedarse, si usted muere ¿quién cuidará a todos en infierno? Nadie respetará las reglas y será un caos, usted tiene que volver a infierno, me quedaré aunque no quiera.
- ¡Aricia!
- está decidido, serán la carnada. Traten de salir vivos, entendido. - el anciano se dirigió hacia la joven ignorando al general. - si Keith sigue vivo llegará a infierno por una ruta alternativa no lo esperen. - el anciano giro hacia otra dirección - al salir el sol mañana tomen otro camino que no se dirija a infierno, tomen cualquier otro camino sin importar a donde lleguen, sólo no vayan a infierno.

- lo entiendo perfectamente. - Aricia regreso hacia uno de los vehículos y sacó un arma.
- ¿cuánto tiempo tendré que esperar para volver a infierno?
- no lo sé Aricia, en una semana cuando mucho habrán perdido a los games, pero los predatori notturni son persistentes.
- está bien, me quedaré sola, puedo perderlos sin ayuda.
- eso no - el general hizo ademán de su autoría y se impuso. - te acompañarán o de lo contrario no te quedarás, entendido.
- pero es no es...
- es mi última palabra Aricia te quedarás aquí. Pero no sola, te acompañarán los novatos es mi última palabra.
- no es justo ellos no saben nada morirán antes de mañana.
- y si mueren ellos tienes más posibilidades de sobrevivir ¿o no?

La joven trago saliva y giro sobre sus pies en dirección opuesta.
- está bien, pero ellos tendrán que saber a qué se quedan.

↓↓↓•

- ¡mocosos! - el general grito con autoría y de los vehículos salieron cinco chicos dos de ellos adelante y el resto caminaba oculto tras de ellos.
- esperamos sus órdenes general. - el joven rubio se puso delante del resto mientras el general se preparaba para hablar.

- hoy – el pronunciar cada palabra hizo que el general tragara su saliva. - fue algo complicado el llegar hasta aquí ¿verdad?, pero ahora por desgracia no podemos continuar. - los jóvenes susurraban entre ellos hasta que la mirada mortal del rubio hizo que callasen.

- hoy, estamos en peligro - con ligeros movimientos camino en su dirección - como habitantes de infierno ustedes saben que no pueden descubrir la ubicación del único refugio lo suficientemente grande para todos. Detrás nuestro al noroeste se encuentran "games" creo que no es necesario decir desde donde son enviados.

El rostro de los chicos palideció al oír lo último mientras el anciano sólo observaba desde lejos.
- lo que les pediré es complicado, pero es necesario hacerlo.

- lo haremos general, no importa que sea, si es necesario lo haremos. - el joven rubio dio un paso adelante sin dudarlo.

El general se acercó al rubio y con una mano en su hombro respondió.
- lo siento, pero esta vez depende de los novatos. - dirigiendo su mirada a los jóvenes tras el rubio y continuó. - es su decisión; sólo dos personas que quieran quedarse para desviar a los games y predatori notturni bastarán para poder mantener a salvo infierno.

- preda... Predatori... - una de las jóvenes parecía palidecer cada vez más mientras que su mirada permanencia en el piso. - no puede ser, ellos no salen al sol... ¿po-por qué?...

El joven rubio giro rápidamente y camino rumbo a la joven de pelo oscuro con pequeños detalles azules y puso una mano en su hombro.

- sé que tu antes viste a estos seres, no te pediré que te quedes - el general miro con calma a la joven que ahora temblando en el piso parecía no reaccionar.

- yo quiero quedarme general. - una joven de cabello cortado a la altura de las orejas camino hacia delante. - junto a ella otro joven también avanzó.
- yo también me quedaré. Mi hermano sólo puede estar a salvo en infierno, no dejaré que pierda ese hogar. - el joven Moreno se puso junto a la joven de pelo corto y sonrió al general.

- bien entonces también me quedo. - Aricia apareció entre ellos con una sonrisa en el rostro.
- ¡no puedes! - la joven de pelo corto tiro de su brazo.
- no me lo puedes impedir. - la joven sonrió victoriosa mientras retiraba su brazo del agarre de su compañera.
- ¡general! - la joven de pelo corto giro para enfrentar con la mirada a el hombre y este sólo giro la cabeza.

La joven se rindió al ver que el general sólo la evadía y la de pelo rojizo aprovechó eso para continuar.
- deberán dejar dos de los vehículos y llegar a infierno sólo con uno, ocultaremos uno de ellos aquí y nos llevaremos el otro con nosotros. Así será más seguro. - la joven se movió rápidamente mientras tomaba unas armas de los vehículos.

- bien, nosotros nos llevaremos el vehículo de transporte con la cápsula y ustedes se ocuparán de los "games" - mientras respondía a la joven el anciano tomaba sus mochilas del primer vehículo.

- ¿qué hacen? - uno de los jóvenes miraba aturdido los movimientos de la joven y el anciano.

- preparan todo para que nos separemos, ¿que no es obvio? - el joven rubio respondió mientras levantaba del piso a la joven de pelo azulado.
- los que no se quedan suban a el de transporte ahora mismo. - el general señaló a el vehículo, mientras el anciano entregaba las mochilas, unos centímetros más pequeñas que él, al general que rápidamente las elevó en el aire y camino rumbo al vehículo.

- adiós tío. - la joven de pelo rojizo le sonrió al hombre que subía las mochilas a el vehículo.

- nos vemos luego Aricia. - el hombre se despidió de la joven para luego subir al vehículo junto a el anciano
- no mueras, no podemos perder vehículos ahora. - el rubio le habló sin siquiera mirarla mientras de su hombro colgaba una joven.
- estaré bien amor, no te preocupes. - la joven respondió con una sonrisa coqueta al rubio y este sólo rodó los ojos.

- oculten bien el vehículo.
- después de perder a los games podrán recuperar el vehículo tras unos días, tranquilo. - la joven respondió al chico rubio y este siguió su camino.

El resto de jóvenes subió al vehículo y este luego de encendido, rodeo los otros dos vehículos y siguió su camino perdiéndose de la vista de los jóvenes.

Pasadas unas horas. A distancia de ellos estaban otra pareja que saliendo de un rocoso camino los observaba dispuestos a caminar en su dirección.

- están más lejos de lo que pensé. La joven de ojos verdes caminaba entre suspiros de cansancio
- ¿no pasó ni tres kilómetros y quieres volver a descansar? - un joven de pelo rojizo le recriminaba a la morena y está sólo le lanzaba miradas mortales.
- para comenzar, tú estuviste descansando más tiempo; mientras yo, tuve que caminar por más de una hora entera desde que pasamos las rocas - la joven respiraba agitada señalado detrás suyo sin despegar la mirada del rubio.
- no es mi culpa que no tengas uno de estos. - el joven señaló a sus pies donde por encima de sus botas se veía un extraño aparato que desde sus tobillos hasta la planta de estas emitía una extraña luz azul marino.
- te odio, passer miserable. - la joven enderezó su postura y retirando los mechones de pelo que estaban en su cara continúo su camino.

- y vamos otra vez... - con pesadez el joven pelirrojo siguió a la joven, pero tras unos pasos el aparato en sus tobillos brillo nuevamente y este parecía haberse tele transportado uno o dos kilómetros lejos de la joven.

- ¡eres menos que escoria! ¡Un caballero me habría ofrecido ayuda cuando menos! - la joven grito en dirección al pelirrojo con el sudor recorriendo su frente.
- ¿caballeros? Esos mueren en menos de una semana, ahora, deja de quejarte y camina - el pelirrojo se sentó en el piso mientras hacía señas con el brazo izquierdo a la morena "animándola a continuar".

Unos kilómetros de distancia estaban dos seres extraños que en la oscuridad de una cueva se movían rápidamente y siguiéndolos dos... ¿humanos?

Pasaban los minutos entre los jóvenes uniformados, se veían tensos y ninguno hablaba, era demasiado silencioso incluso los cuervos parecían guardar silencio, cada sonido provocaba en los jóvenes algún sobresaltó y sus respiraciones eran agitadas parecía que el aire pesaba más con cada respiró.

- Aricia ¿crees que esto es seguro? - el joven Moreno pregunto a la pelirroja rompiendo el extraño silencio.

- si tú entrenamiento valió la pena hoy podrás demostrarlo. - la joven de cabello color rojizo que parecía más sangre muerta permanencia relajada junto a los vehículos y sus armas.

- Aricia, por... ¿por qué te quedaste?
- quería quedarme, ¿por qué? ¿Planeas echarme acaso? - reto con la mirada a una joven de pelo oscuro cuya incomodidad era notoria.
- podrías dejar de mirarme así. Fue mi decisión quedarme aquí, además es obvio que sobreviviré. - con una sonrisa de soberbia continuó - Pero ustedes tal vez no, así que deja de preocuparte por mí y salva tu trasero, que yo no planeo ayudar en nada para que se salven. Después de todo yo soy prácticamente un miembro de elite y ustedes sólo perros guardianes.

Dicho eso la pelirroja se levantó con un arma y se subió al capó del vehículo despreocupada.
- ¿crees que nos atacarán? - el joven Moreno aún sostenía su arma tenso.
- ¿dónde crees que este Keith? - la joven ignoró al Moreno y continuó pensativa. - ¿estará herido? ¿Tal vez no debimos dejarlo?
- ¡oye! - el joven ya cansado y con nervios le dio un grito bajo a la joven - te podrías concentrar, ¡estamos varados aquí y a ti te preocupa más un passer que tu vida! ¡¿Que acaso no entiendes que podríamos morir?!
- ¡vuelve a gritar si te atreves! - la joven se levantó y lo amenazó con la mirada.
- ¡grito cuanto quiero! ¡No me lo puedes impedir!
- ¡Tú! - la joven de pelo corto se acercó para golpearlo cuando una mano la detuvo.
- ¡Aricia!... - guarden silencio - la mano de la joven tapó de inmediato la boca de su compañera y soltando la mano que sujetaba les hizo señas.
Un segundo de duda entre el moreno y la castaña, para luego pegarse y juntando sus cabezas empezaron a susurrar.
- tenemos que mover la fogata y preparar una trampa.
- creí que tardarían más...
- igual - el moreno respondió a la castaña con una sonrisa triste.
- pongamos señuelos, podemos usar las rocas de la fogata y formar figuras humanas. - la castaña miro a Natasha esperando su aprobación.
- excelente, ellos se guían por el calor y no son muy listos puede funcionar.
- ¿y los games? - la sonrisa que se había formado en el rostro de las jóvenes desapareció al instante.
Sus miradas pérdidas, los vellos del cuerpo totalmente erizado, ¿tenían miedo o ansiedad? Ninguno se miraba, sus ojos estaban en el piso.
- los predatori notturni son más rápidos, ellos seguramente llegarán primero. - la mirada de la castaña estaba sin brillo, la mirada de los tres era así, ¿morirían? ¿Tan pronto? El ambiente era muy tenso entre ellos.
- no perdamos tiempo, es por infierno que aún estamos vivos, ahora preparen todo mientras yo hago la carnada. – la joven se dirigió a un vehículo y lanzó con fuerza mayor a su tamaño un saco verdoso hacia los jóvenes. Ellos tomaron cosas de este y empezaron a moverse en toda dirección. La trampa los esperaba, sólo tenían que llegar.

- vamos sube - el joven pelirrojo se puso de cuclillas y la joven de ojos verdes giro su cabeza y miro a su derecha.
- sube ahora no podemos perder más tiempo o ¿prefieres caminar más? - una sonrisa de satisfacción de dibujo en el pelirrojo tras el cambio en la mirada de la joven. - es tu última oportunidad. A las una, a las dos, a las...
- está bien, está bien - la joven subió a la espalda del pelirrojo resignada.
- es algo desagradable la primera vez, pero te acostumbras. - el pelirrojo sonrió mirando frente suyo y la joven se sujetaba fuertemente de él. - ¿lista?
- ¿por qué es desagrada...
- ¡YA! - con su grito la voz de Valery fue ahogada. En unos pasos el joven pelirrojo había desaparecido con Valery en sus espaldas.

La joven se sujetaba fuertemente de la chaqueta de él pelirrojo hasta que una carcajada la hizo abrir aquellos ojos verdes, giro a su alrededor y nada se veía fuera de lo normal, habían llegado, bueno casi habían llegado, en apenas unos minutos ¿cómo era posible eso?
Como un conejo asustado Valery descendió de la espalda del pelirrojo, analizando con la mirada todo a su alrededor.
- tenemos que bajar, por aquí es más rápido y llegaremos mucho antes. - la voz del pelirrojo se oía ahogada por las carcajadas que trataba de retener tenía los ojos llorosos y su rostro tomaba un rojizo muy fuerte como si no pudiera respirar más.
El pelirrojo observaba a Valery con una mirada suplicante y está pronto cambio por una sonrisa su sería mirada.
En un segundo ambos reían tirados en el piso sin parar, ya con el rostro rojizo por la falta de aire se miraron otra vez, para reír hasta perder el aire nuevamente.
- te ves horrible... - con una bocanada de aire Valery trataba que su voz sonará lo más claro posible.
- tu pareces un "game" con esa cara... - limpiándose una pequeña lágrima que escapaba de los ojos Keith giro a ver a Valery que paro de reír de repente. - lo siento, no fue... - la expresión de Keith cambio rápidamente a una completamente sería.
- no entendí. - Valery respondió sería mirando al vacío, para luego girar su rostro y reír señalando el rostro de el pelirrojo.
Ambos reían nuevamente, parecía una escena irreal para el pelirrojo, esto no era algo habitual aquí. Al menos no para un "passer miserable"
- vamos ya, me duelen los pies de tanto caminar. No sé cuánto más aguanté. - Valery se levantó y estirando su cuerpo camino hacia aquel pequeño ¿acantilado? A Keith le daba igual si era o no un acantilado el pelirrojo no quería eso, él quería reír un minuto más sin preocupaciones, disfrutar unos segundos. Pero los passer no pueden tener eso. Pensó. Tomando aire se levantó por completo del piso y continúo dejando atrás a Valery.
- yo bajaré primero, tu sigue mis pasos de cerca y pisa donde yo ¿entendido? - el pelirrojo no miro a Valery ni por descuido, él no quería mirarla mientras bajaba. Es extraño... Los pensamientos que tenía eran lo contrario a todo lo demás era como volver a ser un simple humano, antes de ser passer, antes de conocer infierno, antes de "conocer el mundo" sólo disfrutar sin pensar.
El pelirrojo no noto cuando había tocado el piso hasta que una mano en su hombro lo regresó a la realidad.
Giro un poco y tras casi sin ver el rostro de Valery continúo caminando- continuemos, casi es de noche.
La joven lo miraba extrañada sin moverse. - ¿qué pasa? - el pelirrojo giro a verla con ninguna expresión en su rostro.
- ¿que son "games"? - el joven le regaló una sonrisa pero antes de responder miro atentamente a la joven.
Se dio cuenta entonces que la joven tenía raspones y pequeñas cortadas, su ropa no era la más adecuada para este lugar, un traje simple, algo manchado en los extremos pero aún se distinguía el blanco descolorido de la tela. Keith bajo la mirada, Sus pies no estaban descalzos eso era un alivio, estaba tan concentrado en los datos que olvidó lo más importante.
Se acercó a ella y retirando de su cuerpo la chaqueta se lo colocó con cuidado a Valery. Su chaqueta era algo simple, pero funciona bien. La joven paso sus brazos por los agujeros de la misma y al momento este se ajustó a su cuerpo perfectamente, las mangas estaban exactas a su cuerpo igual que el resto de la chaqueta.
- ¿pero cómo... - la tecnología de los passer es la mejor. - el joven la interrumpió con una expresión de orgullo dibujada en su rostro.
- genial. - la voz de la joven no sonaba entusiasta, parecía estar examinando cada rincón de las mangas mientras Keith la observaba extrañado.
- es mejor que cualquier versión anterior. Disfrútalo. - el pelirrojo le dio la espalda a la joven y continúo el camino con una sonrisa en el rostro.

Cerca de ellos estaban los tres jóvenes esperando que su trampa funcione como lo habían planeado. Un ruido, un sonido por lo más extraño o habitual que fuese los ponía más ansiosos.
Uno de los autos ya estaba oculto, el otro torpemente cubierto con maleza u otros objetos que hallaron cerca. La tensión se podía palpar en el aire, ellos estaban ansiosos, tanto que hasta el sonido de su respiración los molestaba, era todo tan silencioso y tan ruidoso, que los tenía aturdidos y los alertaba; con cada segundo que pasaba la tensión aumentaba más y más.
Aricia estaba entre la carnada, que habían hecho colocando las rocas calientes de la fogata en unos sacos y se movía un poco para que el ambiente no se viera sospechoso.
Los seres habían llegado, pequeños ruidos al rededor suyo alertó a los tres jóvenes que sólo esperaban para que su trampa funcione, un segundo, dos segundos; la joven empezó a temblar, sujetaba fuertemente una cuchilla en sus manos y pasaba saliva nerviosa.

Los otros jóvenes estaban también tensos sus brazos temblaban y hacían esfuerzos para contener el aire en sus pulmones.
Un error y sería el fin, sus ojos estaban centrados en Aricia y la sombra que proyectaba por la fogata, era todo un silencio antes de lo que parecía una tormenta.
Sería una noche dura sin duda.

Estaban cerca a los jóvenes cuando Keith se detuvo, espero que la mirada de su compañera se centrará en él y con un dedo frente a sus labios guió a Valery en otra dirección, ella lo siguió sin protestar hasta que el pelirrojo se detuvo y frente suyo se podía observar a tres personas frente a una fogata, ambos giraron y sus miradas se encontraron.
- creo que es una trampa. - el pelirrojo miro algo avergonzado a Valery y continúo - sería más seguro observar primero.
Valery le sonrió una vez más antes de centrar su vista en frente.
- también pensé algo así, el ambiente era algo... Extraño... - Valery aún miraba al frente pero sus ojos se veían vacíos.
- eh... Si - Keith giro a verla y luego respondió.
Valery y Keith miraban al frente esperando tensos, los otros tres chicos también esperaban con el aire en los pulmones y cada segundo servía para aumentar la tensión.
De repente una extraña criatura salió entre las sombras tras la joven y está corrió y de un salto paso sobre la fogata y luego hacia la derecha y dejo a la criatura con los sacos que parados y llenos de rocas calientes él se dedicó a arañar y romper en el segundo en el que Aricia se había lanzado a uno o dos metros de distancia de la fogata.
Casi al mismo tiempo en el que Aricia salto sobre la fogata una red fue lanzada en dirección suya.
Por desgracia para ellos un grito cercano alertó a la criatura y este giro para ver a esa red que sólo capturó sus piernas y una gran porción de la parte trasera de su cuerpo. El plan había fallado.
¿Qué había pasado? Todos miraban a la criatura que torpemente trataba de librarse de aquella red que con cada movimiento enviaba una descarga a su cuerpo.
De repente otra joven fue lanzada en dirección opuesta a la de Aricia, ¿lanzada desde sus espaldas?
Pero allí no había nadie. - los pensamientos parecían aturdir más a la joven que cuando reconoció el cuerpo frente suyo la criatura se encontraba a unos pasos de distancia.

Chicas/os se que me tarde actualizando y bueno por ello este capítulo tiene unas 3500 palabras (tal ves más no revisé) que es mi máximo hasta ahora, así que disfruten y lo siento no me gusta dejarlos con la intriga, se que es cruel pero el próximo capítulo ya lo empecé hoy, tal vez tarde actualizando pero es que ahora estoy estudiando y ya no tengo mucho tiempo.
En fin gracias por leer este distorsionado libro se los agradezco mucho!!! Y nos leemos pronto!!!

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