Lunes por la mañana.
La castaña y el pelirrojo se encontraban en el patio, hablando de lo que habian hecho el fin de semana.
- oye, donde estabas el viernes?.-preguntó el pelirrojo.
- eh?.
- llame a tu casa pero me dijeron que no estabas...
- ah... eso... me demoré un poco... es que... estaba ocupada. - se sonrojó levemente la chica.
- y haciendo qu-...-el pelirrojo fue interrumpido, mientras que el rubio llegaba y abrazó a la castaña por detrás.
- buenos días princesa.-sonrió el chico y le planto un tierno beso en la frente.
El pelirrojo los miro confundidos mientras la castaña comenzaba a sonrojarse.
- h-hola...- Balbuceo la castaña.
El rubio se sento al lado de ella tomandola por la cintura.
- vaya... __, no me dijiste que tenias... pareja...-sonrió el pelirrojo y la castaña le dedicó una mirada de asesino.
- no es mi novio- respondió rápidamente la castaña con cara de pocos amigos.
-si lo somos princesa, no te avergüences- dijo con una sonrisa que mataría a cualquiera que lo viera.- recuerda lo que ocurrió ayer...
La castaña se soltó de su agarre y salio corriendo a su salón hecha una furia. Le molestaba tanto que Adrien fuera tan idiota.
<< solo es un mujeriego, no tiene nada especial.>>-se dijo así misma tratando de convencerse, pero no podía... había algo que lo impedía... se sentía rara en solo pensar en él, y lo que no quería pensar es que fuera amor.
- __!!.gritó el pelirrojo mientras la buscaba.- __! ¿dónde estas?.
La castaña suspiró.
- aquí.
El pelirrojo la escuchó y se acercó a ella.
- ¿Qué pasa?, ¿por qué te fuiste?, ¿dame una explicación?.
La castaña acertó con la cabeza y el pelirrojo se sentó al lado de ella.
(...)
La chica le contó lo que había pasado con el rubio, menos lo que ocurrió con marinette, no quería lastimar a su amigo, se veía muy enamorado de ella, se notaba en sus ojos que ella lo traía loco...
- vaya...-Suspiró el pelirrojo.- ¿y ahora?...¿ qué harás?
- no voy a creerle en nada.-dijo la castaña tratando de afirmarlo pero sonó mas como una duda.
- __, se te declaró, casi te viola, te vio medio desnuda, hasta su secretaria los vio!, ¿y no vas a creerle?.
- Supongo que no...
- Supones?.-se escucho una voz de fondo.
Ambos miraron hacia el frente y el rubio se encontraba recostado en la pared.
- a-adrien...-balbuceo la castaña.
- tu, cabello de tomate, déjame a solas con ella.
- no lo haré!.-respondió el pelirrojo y miro a su amiga.
- escucha, solo la quiero a ella...-el rubio fue interrumpido por el pelirrojo.
- como a todas las demás...
El rubio se quedo mirando al pelirrojo con rabia y trato se acercarse a él, pero la castaña lo detuvo.
- nath... déjame sola...
- pero...
- por favor...-suplico la castaña.
El pelirrojo suspiró y acertó con la cabeza, mientras se iba.
- __....
- escucha adrien,no tienes ninguno derecho de tratar así a nath.
- "nath".- repitió el rubio, "nath esto","nath aquello"... que ocurría si me pasara eso a mi, me dirías lo mismo?
La castaña se quedo callado y luego rió.
- de que te ríes?!.-dijo el rubio serio.
- ¿estás celoso?.
El rubio se sonrojó, algo que la castaña no veía a menudo.
- y que si lo estoy?, es mi problema.-el rubio suspiró.- cambiando de tema... __, yo...
El rubio fue interrumpido por el timbre de la campana y los estudiantes comenzaron a entrar, perdiendo a la castaña se vista.
(...)
El rubio siempre era atento a lo que hacia la castaña.
Clase de biología, la castaña y el pelirrojo estaban sentados en el mismo puesto, mientras que reían y se susurraban cosa.
El rubio sentía rabia, no le gustaba compartir las cosas que fueran de él y __ era una de ellas.
Él escribía notas y se las hacia mandar a ella, y como siempre recibía el hermoso dedo de la mitad de la chica.
Le causaba gracia, así sabría que ella estaría distraída y no hablaría con ese cabello de tomate.
Las clases pasaron rápidamente y llego la hora de irse, el salón poco a poco iba desocupándose y ya no había estudiantes menos la castaña, quien como se costumbre era la última en salir.
- __.- dijo el rubio mientras se acercaba a ella.- necesito hablar contigo.
- perdón adrien, tengo que irme.-dijo la chica, colocándose la mochila y dirigiéndose a la salida.
El rubio la acorralo contra la pared y pegó su cuerpo al de ella.
- __.... no me gustó como me trataste esta mañana, princesa.
- ya déjame!... o...-la castaña fue interrumpida.
- ¿o qué harás?, ¿gritar?, porque yo tengo una mejor forma para que lo hagas.-sonrió pícaro.
La castaña se sonrojo y se rió por su ocurrencia.
-así me gusta verte, princesa.-sonrió.-
La chica se recostó en su pecho.
- aun espero un perdón por lo de esta mañana...-dijo el rubio, susurrando le en el odio a la chica.
- ¿y que quieres que haga?.-dijo burlona.
- quiero verte con un vestido, este sábado, en mi casa.
La castaña lo miro a los ojos.
- haré una fiesta y serás lo primero que quieran ver mis ojos...