Lección 2.- Interactúa; atrapa a tu presa.
Maldición. ¿Acaso esto es una broma?
Algo desconcertado sostuve mi mirada con el oji-miel, esto es confuso y una simple locura. Juro que quería decir algo, necesito explicaciones y todas esas voces lejanas de mis compañeros no me ayudan en nada. Estaba por formular pregunta alguna cuando, -Soy Takano Masamune, espero nos llevemos bien.- Su estúpida sonrisa descontrolo mis latidos, al instante de dejarme caer en lo que era mi realidad.
¿Profesor? ¡¿El dijo Profesor?! ¿Esto es una maldita broma?
¡No! ¡Imposible! El no puede ser mi Profesor, el solo es un año mayor que todos nosotros. Es imposible que el...
¿Por qué tiene que pasarme esto a mí?
-¡Maldita sea!- Termine gritando una vez los rayos del sol lograron cubrir mi cuerpo. Esto es una ridiculez, y no entiendo porque estoy tan molesto.
-¿Ritchan? ¿Qué te sucede?-Escuche a mi amigo preguntar alcanzando mi paso.
Las dos horas de clases al fin terminaron, dejando mi pequeño lapso entre esa clase y la próxima de por medio. No puedo creer que en esas dos horas no fui capaz de concentrarme, lo estuve pensando y analizando todo lo que pude, y simplemente no llegue a nada. Takano-san es mi maestro, el extraño que conocí el día de ayer, el mismo chico que removió mi mundo ante su simple sonrisa. ¿Realmente tengo tanta mala suerte? Enamorarme justamente de mi profesor, eso debe terminar antes de que todo esto empeore. Este es mi último año, y con todo el esfuerzo que he puesto en el, no dejare que se arruine por un absurdo amor.
-Nada, no me pasa nada Kisa.-Dije con frustración tratando de tranquilizarme un poco. Detuve mi paso al llegar a un gran árbol, dejando que la refrescante sombra nos cubriera. No sé qué debería hacer.
-¿Cómo puedes decir eso cuando sales con tremenda cara? ¿Qué paso? ¿No te agrado el Profesor?-Me tense ante eso ultimo, levantándome con rapidez del suelo donde me había dejado caer, siendo víctima de una nerviosa risa.
-¿Qué? ¿Y porque metes a ese tipo en todo esto? No tiene nada que ver con él. –Comencé a decir, notando solo como la expresión en el rostro del azabache frente a mi comenzaba a confundirse, analizándome con la mirada como siempre solía hacerlo. - ¿Sabes? Recordé que tengo que arreglar unos papeles de la inscripción. Lo siento, te veo después.-Dije sin darle oportunidad de hablar, volviendo a los adentros de la universidad, para perderme entre los pasillos y solo hacer tiempo hasta mi próxima clase.
No entiendo esta situación. Me enamore a primera vista de Takano, y aunque eso parecía una locura, era agradable esos fugaces sentimientos que me hizo sentir en un solo día. Quiero seguir en contacto con él, deseo conocerlo a fondo y dejar que estos sentimientos lleguen al punto de desbordarse hasta llenar todo mi interior. Jamás vi el amor como algo necesario, no me importaba hasta el día de ayer. ¿Estaré siendo hipócrita conmigo mismo? No lo conozco, y es absurdo como alguien puede enamorarse a primera vista de alguien más, es irresponsable que mi corazón lata de tal manera cuando no conozco nada de él. Quizás, realmente solo deba olvidarme de todo esto.
Después de todo, ambos somos hombres. ¿Quién me asegura que algo como eso funcionaria?
-¡Ritsu!-Me congele a mitad del pasillo ante ese llamado. Reconozco la voz, ¿Cómo no hacerlo cuando esa misma voz me estuvo rondando toda la noche? ¿Qué debería hacer? ¿Salir corriendo o salir por la ventana junto a mí? –Me alegra haberte encontrado, quería hablar contigo.-Balbuceo con esa sonrisa suya que hacia erizar mi piel. Había llegado hasta mí, colocándose frente a mí, haciéndome descartar la idea de salir corriendo.
-En realidad tengo prisa, voy tarde a mi próxima clase.-Me excuse, pasando junto a él para solo sentir el agarre en mi muñeca, que hizo paralizar mi aliento. ¡Ya basta!
-¿Por qué huyes? Las clases comenzaran dentro de otros 15 minutos.
-No sé de qué estás hablando. –Me solté de su agarre dispuesto a escapar una vez más. El pasillo esta desierto, al igual que los salones a nuestro alrededor. Takano tiene razón, las clases no comenzaran hasta dentro de 15 minutos, tiempo suficiente como para que caiga de nuevo ante sus pies. Lo cual, no sucederá. Definitivamente no.
-¿Esto es porque soy tu Profesor?-Me cuestiono al estar a centímetros de mi libertad, al poder doblar de pasillo. Solo pude regresar en mis pasos, volteando a verlo, encontrándome con una seria mirada.
-Sí. –Deje de lado el nerviosismo que me hacía sentir, tengo que ponerle un fin a esto.
-¿Qué? ¿Vas a decirme que no te sientes atraído hacia a mi?-Pregunto con algo de enfado en su voz, tal vez notando la realidad que nos envolvía, pero con una sonrisa que logra confundirme.
-Lo estoy, pero, no voy a involucrarme contigo. Además, este no es un lugar para discutir eso. Lo siento Takano-san, pero olvidémonos que nos conocíamos antes del día de hoy.
Gire una vez más, esto era lo mejor. Las cosas recién iniciaban, y quizás desde un principio no tendrían un futuro. No sé cuanto tardare en deshacerme de estos sentimientos, pero sé que lo lograre. No escuche alguna respuesta de su parte, y tan pronto gire entrando al nuevo pasillo me sentí aliviado que todo eso hubiera terminado, lo cual era un error. Todo fue demasiado rápido, unos pasos tras de mí, un fuerte agarre en mi muñeca que me hizo voltear violentamente y una opresión en mis labios capaz de hacerme derretir. ¿Qué diablos crees que haces?
Intente alejarme, está robando mi aliento y ni siquiera sé como sucedió. Estampe contra unos casilleros, y en cuanto intente formular palabra, aprovecho para escabullirse entre mi boca. Esta besándome, y la cordura esta traicionándome al dejarme llevar poco a poco. Debe detenerse, no puedo permitir que esto continúe, pero al parecer a mi razón poco le importa. Tomo mi muñeca colocándola sobre mi cabeza, con su mano libre sujeto mi mejilla impidiendo rechazar sus suaves labios. Su cuerpo sobre mí, y mi otra mano atrapada en su pecho contra el mío. No sé cómo debería fingir que no estoy derritiéndome entre sus brazos.
-Ritsu, ¿Realmente crees que voy a dejarte ir así de fácil? Me gustas, y ahora sé que yo también te gusto, ni creas que no luchare por ti.-Hablo con satisfacción, alejándose de mis labios, solo mostrando esa maldita sonrisa suya. ¿Acaso estoy loco? ¡Deja de latir de esa manera! –Te enseñare lo que es el amor, Ritsu.- Se atrevió a agregar.
No me jodas.
Continuara...