Habían pasado algunos días tras esta discusión. Prácticamente no hablaba con mis primos, me había colmado de la paciencia y me había sacado de quicio. Con Justin hablaba lo justo y necesario, con Santiago era al contrario, hablaba todo lo que no habíamos hablado durante esos días que no nos habíamos peleado.
Era Jueves por la mañana y tenía clases.
—Detesto las pruebas —dice Santiago cuando estábamos tomando desayuno.
—No debe ser tan difícil lo que estudian —le digo.
Justin estaba al otro lado comiendo el desayuno tranquilamente.
—Algunas asignaturas si lo son —dice Santiago.
Lo miro por segundos.
—Si se apuran, llegaremos tarde —nos anuncia Justin.
después de aquello e ignorar a mis primos que se habían levantado, nos habíamos ido en el auto de Justin.
Yo estaba sentada atrás mientras Justin y Santiago hablaban en los asientos de adelante. Me parecía llamativo que Justin aun sabiendo que Santiago y yo nos habíamos besado, no le hubiera hecho nada. Quizás sus sentimientos hacia mis estaban desapareciendo.
Al pensar eso, negué rápidamente. No podía ser, Justin aún se notaba que estaba colado por mi. Pero..¿ si no lo era? ¿Si ha Justin ya no le gustaba?
Trate de borrar esos pensamientos de mi cabeza.
—¿Quieres que te vayamos a dejar? —me pregunta Santiago.
Justin me mira al igual que mi amigo.
No sé que me había pasado pero los quedo mirando a los dos.
—¿Te sientes bien? —me pregunta Santiago.
Justin lo mira y después me mira a mí.
—Debe estar cansada, ayer se quedó hasta tarde estudiando —Comenta Justin como si no estuviera.
Siento mis mejillas sonrojarse. ¿Por qué los mire de esa manera tan extraña?
—Si, acompáñenme —les digo.
Oh maldita frustración sexual, tu culpa de ella y de las hormonas.
Los chicos me fueron a dejar a la puerta de mi facultad como siempre, aunque a veces les decía que no fueran.
Fui al casillero a dejar unas cosas para ir a la única clase que tenía con el Profesor Gerad. Entre a la clase y me coloque en unos asientos atrás tranquilamente.
¿Por qué había pensado eso de Justin?
El profesor Gerad entro calmadamente para comenzar su clase. En el transcurso de ella, solamente pensé en mi situación con Justin. Hablábamos poco y él me coqueteaba descaradamente aunque yo lo esquivara.
¿Podrá ser que le pueda dar otra oportunidad?
Pensándolo bien. Justin se ha comportado de buena manera este último tiempo aunque haya tratado de hacerme bromas y no le fueran funcionaran. Pero cuando lo bese, bueno fue un beso casto, fue extraño. ¿Sera que el chocolate interpuso nuestras bocas juntas? ¿Sera que no puedo admitir por que realmente lo hice? ¿Sera que falta que Justin encienda esa chispa? ¿Por qué lo habré quedado mirando de esa forma sin sentido a él y a Santiago?
—Señorita ____ —me dice el Profesor Gerad cuando había terminado la clase—. Veo que ha estado distraída.
Lo miro por segundos.
—Si, lo siento... es que son los exámenes que se vienen —le digo tratándome de zafar.
El profesor Gerad me mira analizando.
—A su edad también me pasaba —me dice él cortésmente—. Quería hablar con usted.
—Oh, dígame —le digo mientras ordenaba mis cosas.
—Tengo que hacer una junta de improvisto ahora con ustedes —me dice refiriéndose a Adam, Chase y Jared—. Siento la molestia, pero es urgente.
Lo miro por segundos y hago una mueca.
—Serán solamente treinta minutos señorita —me dice.
—Esta bien, no se preocupe —le digo.
El profesor Gerad suaviza la mirada.
—Vaya a la biblioteca, iré a buscar a los chicos rápidamente —dice el tranquilo y le asiento.
El profesor Gerad salió rápidamente de la sala mientras yo iba a la biblioteca. Le envié un mensaje a Santiago para que me esperaban. Segundos después me respondió.
"Obvio que te esperaremos rarita" —Santiago.
Mensaje Recibido.
Entre a la biblioteca y me encontré de nuevo que la bibliotecaria no estaba. ¿Dónde estaba esa señora siempre? Ignoré los pensamientos que se me venían y fui por unos libros. Casi no había nadie dentro y eso que era una biblioteca universitaria. Era cierto, los jovenes de hoy trataban de disfrutar más de la vida.
Ojalá yo fuera así de pensamiento.
Tome los libros para asignaturas que podrían venir y les tome algunas fotos a la información que quería con mi celular. De pronto siento una voz conocida. Dejo el libro con cuidado en el estante y camino pasos hasta que siento la voz de Chase, enseguida veo la escena desde el estante.
—¿Estas celoso Jared? —pregunta burlonamente mi amigo a Jared.
Jared se sienta y se hace el cabello hacia atrás, se veía más guapo.
—¿Debería de estarlo? —pregunta él mirando a Chase.
Chase sonríe burlonamente.
—Sé feliz, Amanda ya no esta conmigo —Chase se sienta tranquilo.
Jared lo mira por segundos.
—Créeme que soy feliz ¿Y tú lo eres con la rara de _____? —me nombra y lo miro en entre los estantes.
—¿Rara? —dice Chase—. Todos que sabemos que es una wikipedia andando, pero rara no es.
—Está contigo, ya eso es raro —le dice.
—Tu hermana estaba conmigo Jared, supéralo —Jared rodea los ojos.
—Me llama la atención que ella este con un tipo como tu —le dice Jared mirando tranquilo—. _____ después de Justin lo único que ha hecho prácticamente es esconderse de todo desde que termino con Justin.
—Ella no está conmigo y todos los saben —dice Chase mirándolo—. Ella no mi tipo ni yo el de ella.
Jared forma una sonrisa.
—Todos saben que se habían besado por los pasillos —dice Jared—. no mientas Chase.
—Si no hemos besado, pero solamente ha sido eso, además ella es sentimental y eso no va conmigo —dice Chase.
—No se me olvida que cogiste a mi hermana imbécil —dice Jared mirándolo serio—. No me llamaría que fueras tras la antisocial y aburrida de _____.
—Pero es atractiva —dice Chase mirándolo.
Idiota de Jared.
—Pero con lo poco agraciada que es consigo misma no dudaría más que una cogida conmigo —menciona Jared.
Lo miro sorprendida tras los estantes.
¿Otro imbécil más? ¿Dónde estaba el amable Jared?¿El chico que me invito a una cita?
Escucho la risa de Chase y los sigo mirando.
—_____ es guapa —dice Chase—. Pero aun así ella esta tras la sobra de su ex novio.
Ignoro antes de escuchar eso.
Me sentía furiosa por todo lo que habían hablado. ¿Que se creían hablar de mí de esa manera?¿Tan aburrida era que todos me lo decían? ¿Por qué hablan de Justin y yo si no saben nuestra historia?
Apreté mis puños y me dispuse a salir por la entrada. Pero fue intento fallido justo cuando la habría para que no me vieran, apareció el profesor Gerad con Adam.
—Llegamos —anuncia el profesor Gerad.
La mirada de Jared y Chase cae en nosotros, al menos mal que no había sido atrapada. Adam da unos pasos para sentarse y yo lo sigo, fingiendo como si hubiera llegado con ellos. El profesor Gerad se sienta al lado de nosotros.
—Buenos chicos, gracias a que los reuní de improvisto —dice el profesor—. Siento a ver hecho pero me ha llegado noticias de la universidad.
Nos miramos entre nosotros.
—La universidad dijo que esto no podía pasar de dos semanas, es hora que ustedes dieran informaciones. —se queda en silencio algunos segundos—. Sean supuestamente iba a reunirse con ustedes pero decidieron que era peligroso. Mandaron una información y tengo que entregársela a cada uno.
Seguimos en silencio y el profesor nos mira a cada uno.
—La universidad decidió que si no se resuelve el caso de aquí a dos semanas, serán expulsados...
—¡¿Que?! —gritamos todos sorprendidos.
—¡¿Esta bromeando?! —espeta Jared.
—¡Se volvieron locos! —dice Chase.
—¡NO! —grita Adam.
Todos ellos gritaron molestos mientras yo trataba de procesar la información.
¿Expulsada? ¿Cuándo todo esto se me había ido de mis manos? ¿Cuándo mi vida cambio completamente? Perdería mi beca, desilusionaría a mi madre y a mí misma. No quiero perder mis estudios y pensé todo lo que se aproximaba. Esto no era posible, debía a ver algún error.
—Por favor, cálmense.. —dice el profesor—. Por esto estoy yo aquí, yo soy intermediario.
—Esto es injusto —dice Chase—. Hemos pasado más de dos años aquí.
Miro a Chase que estaba furioso.
—Chase cálmate, todos ustedes son unos buenos estudiante míos y lo último que quiero es que eso pase pero esto ya no está en mis manos y están peligrando vidas. La trata de blancas es un teme delicado y la policía federal está a cargo del caso.
—Aun así, nos quieres expulsar.. —dice Chase—. No hemos hecho nada mas que ser unos pobres imbéciles.
—Maldita sea —dice Jared frustrado tomándose la cabeza.
Mire a Adam quien tenia su mandíbula apretada al igual que sus puños, sus nudos estaban blancos.
—Esto se fue a la mierda —dice Chase colocándose las manos en la frente.
No podía decir nada, me quede en silencio completamente.
—Tiene que a ver otra salida —dice Jared.
El profesor suspira.
—Por eso, necesito información y ustedes son los indicados se sacarle la información a Sean —dice el profesor.
—Nos va a matar —dice Adam de pronto—. Sean está loco y no dudaría hacerlo.
—Profesor Gerad esto no es posible, todos aquí somos buenos alumnos... —el profesor niega—. Debe a ver otra salida.
—No, no la hay.. —dice él—. Ojalá lo hubiera.
De pronto algunas lágrimas salen mis ojos.
—Esto es muy fuerte para mí —digo de pronto y ellos me miran.
Me levanto rápidamente para irme y escucho a Chase.
—____ no te vayas —me dice pero lo ignoro.
Salgo de la biblioteca y camino como una alma en pena. Me sentía sola y débil, muy débil esa situación. Mientras caminaba algunas lágrimas salían. ¿Por qué me pasaba esto? ¿Por qué mierda la vida era así?
Llegue al estacionamiento, busque a Santiago y Justin, di gracias por verlos. Santiago conversaba con Bash mientras Justin se mantenía quieto. De pronto mi corazón frágil y débil empezó a necesitarlo.
No quería esto, ya había soportado años estando sola y no lo quería.
Me acerque a ellos y Justin se fijo en mi, mientras Santiago platicaba con Bash. Justin se bajo los lentes de sol y me miro.
—¿Que te sucedió? —me pregunta con su voz dura y ronca.
No sé cómo, ni cuando lo había abrazado quedándome en silencio mientras lloraba en su pecho. Justin en seguida reacciona y me protege con sus brazos.
Oh como extrañaba eso.
Mis lagrimas instintivamente de mí. No podía pararlas. No quería llorar, pero sin embargo lo estaba haciendo con mucho dolor.
Justin me aprieta contra él siento que me susurra en oído suavemente.
—¿Que paso mi amor? —me pregunta y sentí todo mi cuerpo derretirse mientras lloraba con esa frase. Me sentía protegida.
No le digo nada y Justin entiende.
—Adiós chicos —se despide Bash al ver la escena..
Siento como Justin asiente pero quedo quieta hasta que siento las palabras de Santiago.
—¿Que le ha pasado? —le pregunta a Justin.
—No lo sé —dice él.
De pronto salgo de Justin y me fijo que le había mojado la camisa con mis lagrimas. Justin en seguida toma mis mejillas para limpiar las lagrimas.
—Oye.. ¿Que te sucedió? —me pregunta mirándome.
—Prefiero no decirlo —recupero mi voz.
Quito las manos de Justin suavemente de mi cara.
—Quiero irme Justin —le digo.
Santiago nos miraba expectante pero no decia nada. Justin asiente al escuchar eso.
—Súbete entonces, nos vamos —me dice rápidamente.
Me subí al auto y en camino prácticamente me quede en silencio. Al llegar a casa, salí rápidamente para entrar pero cuando abrí la puerta quedándome a la vista a mis primos a la sala.
—_____ tenemos que hablar —dice Justin tomándome.
—No quiero —le digo.
Mis primos nos miran raro por la escena que estábamos haciendo.
—Dime que está pasando ahora —me exige Justin de forma dura.
Lo miro por segundos.
—¿Que pasa chicos? —pregunta Jorge mirándonos.
Santiago pasa al lado de nosotros.
—Por favor —Justin me mira serio.
Todos nos estaban mirando.
—Si —le digo.
Justin me toma del brazo y me quia a la cocina.
—¡Quita las manos Justin! —Chilla Derek.
—¡Es asunto de nosotros! —le grita Justin.
Mis primos se quedan mirando la escena. Santiago nos miraba extrañado por toda la situación. Justin y yo entramos a la cocina para hablar.
—Explícame que ha sido todo eso —me dice firmemente.
Me abrazo a mi misma cuando me suelta.
—Yo lo siento...lo siento en verdad —le digo apenada por la situación—. Siento a ver llorado de esa manera en el estacionamiento, debí...
Justin me interrumpe.
—____ dime que ha pasado para que llevaras a llorar de esa manera —me exige Justin quien me acorrala en el muro.
De pronto quería que me besara y me abrazara, que me dijera que él iba a protegerme—No la hay de todo.
—_____ —me dice Justin.
Lo miro por segundos y las lágrimas empieza a salir.
—Me van a expulsar —le digo mirándolo. Justin me mira confundido.
—¿Que? —pronuncia mirándome—.¿Por qué dice eso?
Siento mis nervios de nuevo.
—La universidad dijo que si no había información sobre el caso de las drogas y la trata de blancas, nos iban a expulsar...seguramente la policía federal esta presionando a la universidad para conseguir información —Le digo—. No sé que hacer Justin...no sé que hacer.
Justin aprieta la mandíbula y los puños.
—Solo no llores —dice Justin—. Habrá alguna forma de solucionarlo.
—Claro que no —le digo—. quieren información y nadie la tiene.
Justin se queda en silencio. De pronto comienzo a llorar y me tapo el rostro con las manos.
—Oye..basta —me toma Justin las manos tranquilamente—. encontraremos la solución.
—No hay.. —le digo llorando—. Estoy preocupada y asustada Justin.
Justin me toma en sus brazos y me abraza.
—No pasara nada ____, si a mi no me expulsaron por peleas no lo harán por ti —me dice firmemente.
Lo abrazo fuertemente para sentirme protegida. Nos quedamos por varios segundos en silencio hasta que veo unos rostros asomarse por la puerta. Los simios de mis primos estaban escuchando todo.
Justin de ja de abrazarme para mirar.
—Quiero que estés tranquila ____ —me dice Justin preocupado—. No quiero qu..
Lo callo con un beso.
Beso a mi ex novio tiernamente para sentirlo. Me sentía débil y con él me sentía protegida, de algún modo quería que en ese momento él estuviera conmigo.
Él acepta mi beso y me sigue. Era un beso con muchos sentimientos. Hace mucho que no nos besamos y que esta fuera el reencuentro con besos era sorprendente, sorprendente por que yo lo había besado y tenia unas ganas de hacerlo de hace mucho tiempo.
Justin me aprieta contra él para intensificar el beso. Un beso bastante dulce que se había distanciado por la falta de respiración de los dos. Cuando miré a Justin, me di cuenta que él y yo teníamos historia de amor.
—Siento haberte besado —Me siento tímida con él, pero protegida.
Justin me mira y me acaricia la mejilla.
—Me ha gustado demasiado —me dice dulcemente mirándome.
Después de aquello Justin se comportó como un caballero, no hizo preguntas y tampoco lo hicieron mis primos y Santiago, que veían la escena como una confusión solamente extraña.
Me había dio acostar para pensar mejor las cosas. No quería nadie conmigo y me sentía mucho mejor después todo aquello. Mientras pensaba las cosas, se me ocurrió llamar a Leah que hace días que no la veía desde el trabajo.
—____ —me dice ella.
—Hola Leah —le digo tranquilamente.
—Oye.. —quería hacerte algunas preguntas —le digo y sonrió.
—¿Que ha pasado pequeña morocha? —me pregunta.
Me rio por aquello.
—Quería saber...si. —le digo.
—¿Sí? —dice ella.
—¿Te gustaría ir a una fiesta conmigo? —le pregunto.
—¿Es en serio? —me pregunta ella.
—Ajam —le digo.
—Claro.. —me dice ella.
Y después todo aquello, había entendido las cosas.