Lecciones de Amor.
Lección 1.- Chispazo.
Onodera Ritsu, 22 años.
Me encuentro en mi último año de universidad, estudiando Literatura.
La presión por parte de mis padres se ha vuelto asfixiante. En cuanto inicie la Universidad, me mude a un departamento en el centro. En los últimos meses mi tiempo libre casi es nulo, volviendo de estos días todo un paraíso.
Vacaciones, una simple palabra que es capaz de volverle la vida a un Universitario. Quizás solo hayan sido unos cuantos días, pero fueron suficientes para aligerar la carga en mis hombros. Mis días de descanso están por terminar, en un día como este, con un clima perfecto sin ninguna nube en el cielo que pronostique un mal clima, le digo adiós a mis vacaciones concluyéndolas de la mejor manera que se me ocurre.
Comprando un vaso de perfecto café en el local de la plaza, y así poder acompañarlo con el final del libro que me estuve leyendo estos últimos días, en el parque. Claro que esa era la idea original, sin embargo, en este lugar, dudo de salir vivo.
El lugar es un caos, todos quieren ser atendidos rápidos, algunos molestos y estresados por la gran multitud de gente en esta cafetería. El local es pequeño, pero muy reconocido por el delicioso café que ofrece. La dinámica de ser atendidos por números hace varios minutos dejo de importar, solo limitándose a empujar a la persona de lado por la prisa de ser atendidos. Esto es un desastre, y la simple atmósfera desesperada que me rodea comienza a arruinar lo que era un maravilloso día. Salí de la gran masa de gente, algo victorioso ya con mi vaso de café en la mano, pero como era de esperarse, fui empujado haciéndome tropezar hacia adelante.
-Maldición.-Escuche al instante de sentir como el líquido recorría mi mano. Solo pude levantar mi mirada ante la sombra frente a mí, y así solo abrir puerta a un error.
-Lo siento, no fue mi intención que...-
Me congele. En algún punto de mi disculpa todo pareció borrarse de mi mente. Todo el escándalo se había vuelto lejano, la incomodidad de estar en esa multitud de había vuelto agradable cuando la cercanía de ambos era casi nula, el tiempo se detuvo y por un instante había olvidado lo que hacía en ese lugar. Pero, ¿Qué diablos...?
-No hay problema. Fue un accidente.-Esa bella voz se filtro por mis oídos, solo dejándome algo perdido con lo que sucedía.
-Sí, un accidente.-Respondí bobamente.
¿Qué ocurre conmigo? Sólo cruce mirada con esos hermosos ojos color miel, y parece que caí a sus pies. La expresión de molestia del azabache había desaparecido colocando una pequeña sonrisa en sus labios. No sé lo que provoca este completo extraño en mí, pero es agradable.
-Tu café. - Pronuncio. Sacándome un poco del hechizo en que me tenía. -Creo que no queda nada de él.
Dicho eso, pude reaccionar. Después de varios minutos en ese lugar al fin había conseguido el vaso de café que muchos anhelaban, y a causa de la multitud, he bañado en café a un extraño de linda mirada.
-¡Ah! Si, lo siento, pagaré la tintorería.-Me apresure a decir volviéndome victima de mi propio nerviosismo. Esto es ridículo, ¿Cómo fue que tire mi café en ti?
-No pasa nada. No te preocupes.-Dijo algo divertido por mi reacción. Solo descontrolando mi corazón ante su sonrisa. ¿Qué me pasa? Recién lo conozco. –Ven.-Balbuceo, tomando mi mano para sacarme de la multitud. Ocasionando un carmesí en mis mejillas, una vez salimos del local y pude apreciarlo mejor ante la claridad del día.
Es un hombre azabache. Es más alto que yo, joven, quizás de mi misma edad. Su piel es algo pálida, volviendo más cautivante sus ojos color avellana. Hay algo en esta persona que me invita a ser un completo idiota, su cercanía me pone nervioso, y su simple sonrisa puede detener mi corazón. Aunque esto sea una estupidez, es un amor a primera vista.
¿Debería alegrarme por ello?
-Sera mejor que hables ahora, Ritchan.-Su severa y juguetona voz me desconcertó. ¿A qué se refiere?
Pasa de medio día, esta es mi segunda clase y justo cuando mi mejor amigo y yo compartimos aula. El día se había pasado rápido, y con lo que me había ocurrido el día de ayer no tuve oportunidad de ponerme en contacto con Kisa, mi mejor amigo. Tan solo el día de ayer, mi destino se cruzo con una persona capaz de hacerme tontear al tenerla frente a mí.
Takano Masamune, un chico un año mayor que yo, quien curiosamente estudio literatura y se graduó con notas perfectas el año pasado. Tener una relación amorosa justo en mi último año de la universidad, jamás fue algo que me llamara la atención. Siempre fueron mis estudios, y libros que quería leer, difícilmente aceptaba las invitaciones a fiestas que me daba mi amigo, y en más de una ocasión rechace a las chicas que me declaraban su amor. Por alguna razón, en un simple acto de arrojarle café caliente a otro hombre, se convirtió en una posibilidad para un primer amor.
-También me alegra verte Kisa.- Respondí con algo de duda, al no entender aquella actitud que adoptaba colocándose frente a mi asiento en busca de intimidarme para darle toda la información que necesitaba.
-No te hagas el tonto. Habla ahora.- Exigió.
-Lo siento, pero no se de que hablas. –Alcance a decir mientras lo que restaba del grupo entraba al aula, seguido de un profesor que parecía lograr demasiado bullicio por parte de mis compañeros.
-Ritchan, se que te viste con alguien ayer. Dime quien era. –Comenzó a susurrar con algo de dificultad con el ruido que se estaba produciendo. Estamos en los últimos asientos, y aunque ninguno de los dos a prestado atención de lo que ocurre a nuestro alrededor, se que las chicas están algo emocionadas.
-¿Qué ocurre? ¿Por qué tanto escándalo?
-No evadas el tema, solo se trata del nuevo profesor. Ahora, dime.-Dijo haciéndome regresar la vista a sus ojos color chocolate, ¿Por qué tanta insistencia?
-Era un extraño, ayer lo conocí. Además, ¿Por qué lo sabes?
-Te vi, y por eso mismo se que no era un simple extraño. ¿Quién era? ¿Tu novio?- Pregunto eso ultimo con picardía, y aunque esa pregunta logro estremecerme, las voces lejanas a nosotros y la emoción de las chicas junto a mi terminaron por envolverme en una confusión.
-Por supuesto que no, el solo era...
-Su profesor. Ya lo dije, y a pesar de mi aparecía yo seré su nuevo profesor .- Resonó en la sala, logrando los gritos de algunas chicas, y el festejo de algunos chicos. Kisa y yo salimos de nuestro pequeño mundo, notando lo que ocurría, para que al instante en que me encontré con esa mirada, mi muerte fuera lo que deseara. – Soy Takano Masamune, llevémonos bien.-Balbuceo con una sonrisa al conectar miradas. Demonios.
Esto es una maldita broma.
Una maldita y estúpida broma.
¿Cierto?
Continuara...
Hi~
Este es un nuevo fic, por lo cual espero puedan darle una oportunidad. Gracias por entrar y leer, espero les haya gustado el primer capitulo. Si tienen alguna opinión o sugerencia, estaré encantada de recibirla.
Gracias por leer♥