Cada día cada noche
Que transito en estos caminos
Perdidos de la vida
Siego en la inmensidad de la oscuridad
De la humanidad
Que sin piedad Destroza sueños y promesas
Como una bestia
Que secuestra un niño
Para convertirlo en su presa
Hemos sido violados
Por nuestra propia gran empresa
Somos los inquisidores de nuestra realidad
Y los degolladores de nuestra propia felicidad
Ya no tenemos por quien hablar
Pues todos están en ese charcal
De sangre y de promesas destrozadas