TaeHyung
Solo bastó con abrir la puerta del departamento para que la tercera guerra mundial iniciara.
— ¿¡Qué te sucede!? ¡Suéltame! — comencé a forcejear.— ¡Que me sueltes! — lo empujé con tal fuerza, que quedamos separados por casi un metro de distancia.
— ¿¡Se puede saber qué coño hacías con ese chico en el restaurant!?
El rostro de HoSeok estaba demasiado rojo y con solo mirar sus ojos me podia dar cuenta que estaba más que furioso.
— Yo te preguntaría lo mismo, pero no tienes por qué darme explicaciones y yo tampoco.
Emprendí marcha hacia la habitación, pero un dolor punzante en la muñeca no me lo permitió.
— Te pregunté algo y quiero tu maldita respuesta, TaeHyung.
— ¡Suéltame! Me haces daño — y claro que lo hacía, pues con cada minuto que pasaba se me iba adormeciendo más la muñeca.
— ¡Que me contestes primero! ¿Quién fue aquel idiota que estaba cenando contigo?
En estos momentos me daba miedo HoSeok, así no era él, ¿Qué sucedió con el HoSeok tierno y cariñoso de hace dos días?
— Y ¿Quién fue aquel puto con el que tú entraste al restaurant? — contraataqué.
— ¡Eso no te incumbe! Ahora dime quién fue el imbécil que estaba contigo.
— ¡MinJae no es ningún imbécil, tu noviecito sí!
— ¿¡Qué has dicho!?
— Lo que acabas de escuchar. Es tu novio ¿cierto? — me dió algo de miedo escuchar su respuesta, aunque a estas alturas ya no me sorprendía nada.
— ¿Y qué si es mi novio? No creo que te interese.
— Pues a ti tampoco te debe interesar si salgo a cenar con MinJae.
— ¡Asi que esa basura tiene nombre!
— Deja de insultarlo.
— ¡Entonces dime cómo mierda se le puede llamar al hombre que cena con el padre de tu hijo!
—¡Eso debería preguntarte yo!... Ah, no, el tuyo es un puto.
No podía controlarme en estos momentos, lo único que quería era sacarle en cara todo lo que estaba haciendo mal.
— ¡No vuelvas a decir eso de YoonGi! ¡Wntendiste! — más que una pregunta, fue una orden. Así lo vi yo.
— ¡Así que el puto sí tenía nombre! Y yo que pensé que a ese tipo de gente solo se les pagaba para acostarse con uno, pero veo que no.
— ¡Deja de decir estupideces, TaeHyung!
— ¿Estupideces? Te parece una estupidez haberte encontrado con tu puta barata.
— ¡No vuelvas a decir eso! — HoSeok alzaba cada vez más la voz y eso no era lo que me sorprendió más, sino el ver su puño levantado. Me iba a golpear. No aguanté más y mis lágrimas salieron por montón, nadie me había golpeado y ahora él estaba ahí, con el puño alzado.
— Yo... Yo... Tae, yo lo siento — su puño bajó al momento de ver mis lágrimas.
— ¡No! ¡Ya basta! Me cansé de tus estupideces, HoSeok. Primero faltaste a tu hijo y te perdoné, pero... pero ahora ibas a golpearme y esto... — me limpié las pequeñas lágrimas con el dorso de mi mano.— te juro que jamás te lo perdonaré.
— Tae... Yo... No... Enserio, perdóname, no quise, es que...
— No trates de explicar algo irremediable, eres un mentiroso y ahora sí te dejaré ser feliz con tu... Novio.
— Nos, Taehyung, nuestro hijo, él o ella...
— No metas a nuestro hijo en esto.— solté una gran bocanada de aire.— si quieres volver a ver a tu hijo será mediante un abogado, porque yo no te permitiré que lo veas.
— TaeHyung, tú no puedes hacerme esto.
— ¡Claro que puedo y lo haré!
Caminé hacia mi habitación, pero sin ninguna oposición esta vez. Saqué todas mis prendas y pertenencias del armario y las coloqué en la maleta que había alistado. Cuando la habitación quedó completamente vacía salí con las dos maletas de la vez anterior. HoSeok aún seguía de pie en la sala de estar, mirando hacia la nada y con una expresión algo confusa.
— ¿Entonces... sí te irás? — la voz de HoSeok me detuvo.
— Síntomas, adiós Hoseok.
Retomé mi camino y salí de aquel departamento que una vez llegué llamar casa y que ahora solo era un lugar extraño en el que vivía únicamente por mi hijo.
En estos momentos no sabía a dónde ir, el departamento que tenía fue vendido a los dos días que me mudé con HoSeok, solo tenia una opción y por más que me arrepintiera más adelante, necesitaba ayuda... Tomé un taxi y llegué hasta la casa de Jin, tenía miedo, aún no sabía cómo iba a reaccionar mi amigo al verme, de ahora en adelante no sabia ni qué haría yo con mi vida.
— ¿TaeHyung? ¿Tú que haces acá?
Jin me miraba más que sorprendido, parecía algo confundido.
— Yo... Yo — mi voz sonaba muy lamentosa, incluso yo mismo me di lastima.— ¿puedo pasar?
— Claro que sí. — las manos de Jin me acogieron en un tierno abrazo. Muchas veces amaba al Jin que cuidaba de mí y que me protegía de todo mal.
Comencé a llorar nuevamente, pero esta vez en los brazos de mi amigo. Estuve algunos minutos acunado en el pecho de Jin, pero la tranquilidad no duró mucho, pues NamJoon salió en busca de su novio.
— Ahora sí, ¿Me puedes decir que sucedió? — dijo Jin mientras me entregaba una taza de té.
— Yo... Yo hice todo mal.— dejé la taza a un lado.
— Oww, TaeHyung ¿Qué sucedió?... — se levanto del sofá y se situó a mi lado para abrazarme nuevamente.— tú no eres de aquellos que lloran.
— Y-yo...
— Fue ese idiota que tienes como pareja ¿cierto? — La voz de NamJoon nos distrajo a ambos.
— ¡NamJoon! — Jin lo estaba reprendiendo.
— Yo no hice nada malo. — Se encogió de hombros.— además por lo que veo estoy en la razón ¿cierto?
Asentí con la cabeza.
— ¡Oh, Tae! Yo sabía que ese chico era un idiota, si quieres le digo a NamJoon que le de otra paliza.
Las palabras de Jin me causaron algo de gracia, pero al mismo tiempo nostalgia.
— Y aún así te besaste y manoseaste con él en aquel club.
— ¡¡NamJoon, ya basta!! No estamos para hablar de eso en estos momentos.
— Está bien, lo siento...— Nos miró a ambos.— mejor me voy a acostar. Espero que te mejores, TaeHyung.
— Duerme bien cariño.— Jin.
Jin se levantó y enredó sus brazos en el cuello de NamJoon para luego besarlo. Con solo ver esa imagen me acordé de los buenos momentos que viví al lado de HoSeok, yo aún lo quería, aun seguía queriendo al padre de mi hijo. NamJoon rompió el beso y se despidió nuevamente de mí para luego desaparecer en medio del pasadizo de esa mansión.
— Se nota que eres muy feliz.— solté apenas Nam desapareció de nuestro campo visual.
— Claro que lo soy, NamJoon es tan lindo y bueno con nosotros... Soy tan feliz con él.
En estos momentos podría decirle a Jin que estaba hablando como una quinceañera enamorada, pero no estaba de humor para bromear con él.
— Entonces, ahora sí me dirás qué sucedió contigo y cómo lograste encontrarme.
— Creo que un GPS y tu número telefónico no es tan difícil saber donde vives.
— En eso sí tienes razón, ahora deja de evadir mis preguntas y dime ¿Qué sucedió con ese imbécil?
— É-él... Jin, él tenía un novio.— las lágrimas tocaron mis mejillas nuevamente.— y... y me estaba engañando todo este tiempo.
— ¡Oh! TaeHyung, es un-un...
— ¡Mentiroso! ¡Hipócrita! Y el ser más despreciable del mundo. — completé.
— TaeHyung, ¿Qué harás con su hijo? Seguirás con él, a pesar de lo que te hizo.
— ¡Claro que no! Él fue un completo mentiroso y yo... yo no le permitiré ver a mi hijo.
— TaeHyung, recuerda que también es su hijo y bueno, ambos son los padres. Él puede hacer un juicio para que...
— Sé que puede.— lo interrumpí.— pero no se lo permitiré, no quiero que mi hijo crezca en un ambiente en donde tenga que ver a tres padres al mismo tiempo.
—Eso es cierto, pero él, ¡Ay! Tae ¿Cómo pudiste embarazarte de alguien tan imbécil como él?
— No lo sé.— susurré.
— Creo que lo mejor sería acostarnos, ha sido un día muy largo y tenemos que descansar, ambos, por el bien de nuestros bebés.
— Yo, solo me quedaré contigo por esta noche y mañana mis...
— Tae, eres mi mejor amigo, puedes quedarte todo el tiempo necesario.
Me levanté de aquel sofá, al igual que Jin.
Aquella noche dormí en la habitación de invitados de la casa de NamJoon, pero aun así me sentía incomodo, no dejaba de pensar en lo que haría de ahora en adelante y qué pasaría con mi bebé, en estos momentos sentía miedo, mucho miedo.
[🐯]
— TaeHyung.— los pequeños golpes en la puerta me levantaron.
Abrí mis ojos y vi los rayos de sol que se filtraban por la ventana, podía ver que era un bonito día, pero para mí no lo era.
— Tae ¿Estás bien? — la suave y comprensible voz de Jin me sacó de mis pensamientos.
— Sí.— dije apenas.
— Tienes que desayunar, así que por favor sal de la habitación... Te estaré esperando en el comedor.
Después de aquello no escuché mas voces, me levanté de la cama y duche rápidamente, para luego cambiarme y alistar mis prendas nuevamente.
— Tae ¿A dónde piensas ir?
Eso fue lo que dijo mi amigo al verme bajar las escaleras con mis dos maletas en mano.
— Yo... Bueno... Tengo un lugar, pero necesito hablar con alguien primero, así que...
— Así que te vendrás a tomar un buen desayuno conmigo.— la voz de Jin sonaba fuerte y estaba seguro que no me dejaría salir de su casa sin haber provado un bocado antes.
— Pero Jin, yo...
— Tienes que alimentar a tu bebé sí o sí, así que te vienes conmigo.
No hubo tiempo de poner "peros", pues para cuando me di cuenta ya estaba en el comedor.
El desayuno de Jin sí que era un desayuno, en aquella mesa había de todo, desde diferentes jugos de frutas, hasta diferentes tipos de panes y alguno que otro postre.
— Y tú... ¿Comes todo esto? — pregunté, observando cada postre y comida que había.
— Claro que sí ¿Por qué?
— ¿Enserio comes todo esto? — observé muy sorprendido a mi amigo.
— Bueno, no todo, pero la gran mayoría sí.— cogió unos sándwiches y no tardó en masticarlos.
— Es que es mucha comida, Jin.
— Sí, lo sé, desde que cumplí los dos meses de embarazo, NamJoon me obliga a comer el triple de todo.— cogió otro sándwich y lo volvió a comer. Se nota que mi amigo come rápido.
— Entonces tú también tienes dos meses... — tomé un jugo de naranja que alcancé.
— Dos meses y medio para ser exactos y ¿Tú?
— Yo solo tengo dos meses.
En ese preciso momento recordé que había dejado mis ecografías en la pequeña mesa central de la sala de estar de HoSeok. Me maldije internamente al olvidarme algo tan importante.
— ¿Qué sucede? ¿Te sientes bien?
— Sí, solo que olvidé algo importante ..
Jin se encogió de hombros y continuó con su desayuno.
Después de aquello, nos la pasamos hablando de cosas triviales durante todo el desayuno o al menos lo que quedaba de él.
— Espero que te cuides mucho, TaeHyung y también cuida a tu bebé. — miró mi vientre.
— Yo digo lo mismo, aunque creo que NamJoon te cuida bien.
— Sí, lo sé.— sonrió.— y ¿A dónde irás?
Tragué grueso y desvié la mirada. — Donde mi madre.
— ¿QUÉ? Tae, tu madre... ¿No hay otra opción?
— Jin, solo es mi madre, ella me cuidará mejor durante todos estos meses.
— TaeHyung perdona por lo que te diré, pero tu madre es la última persona a donde deberías acudir, además ni sabe de tu embarazo.
Jin tenía razón, mi madre no era una mujer perfecta, ni tampoco una madre cariñosa, pero supongo que cuando se entere de mi embarazo se ablande un poco y aprenda a valorarme más.
¿Cuánto tiempo estuvieron esperando por la actualización de esta historia?
Estoy aquí para leerlas y por cierto, gracias por todo el cariño a esta historia. Trataré de mejorarla y corregir todos sus errores para que ustedes tengan una mejor experiencia de lectura.