Aún recuerdo el primer momento en el que vi tu fotografía en esa aplicación para encontrar pareja.
Vaya que llamaste mi atención con esa fotografía sobre una roca en la playa. Tu energía y poco sentido por la supervivencia se notaban a través de la pantalla.
También noté que tenía una sonrisa muy linda, y que transmitía cierta calidez.
Es por eso, que no dudé ningún segundo en darte "like".
No pensé que tu lo corresponderías.
Pero lo hiciste.
Me diste "like" de vuelta y me sorprendí enormemente.
¿Desde cuando chicos como tú hacían match con chicos como yo?
Me emocioné. Debo admitirlo. Era raro y excitante verte entre mis posibles parejas. Y por lo mismo, mis dedos se movieron más rápido que mis pensamientos escribiendo un Hola en nuestro chat.
Nada me aseguraba que respondieras, pero valía el intento.
Quizás solo pasó a darme like - pensé.
Pero me respondiste, Sebastián.
Me respondiste.
Me respondiste con un simple "Hola".
Y sonreí.
Sonreí de la emoción.
Vaya que no tenía idea lo que me esperaba más adelante.